viernes, 28 de mayo de 2010

VOLUMEN 16 Capítulo 3 (2/2)

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.


SAIUNKOKU 16
Capítulo 3
La sacerdotisa del paraguas rojo
Parte 2/2
Posteado por Charmian
Traducido por Violet Raven


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***

Shuuei fue en la dirección que Riou le indicó.
Grandes copos de suave nieve caían silenciosa y copiosamente del ligeramente nublado cielo. Según su reloj interno, debía hallarse en cierto momento entre la mañana y el medio día, pero el cielo estaba un tanto oscuro, como si fuera el atardecer.
Jin había estado saliendo frecuentemente a explorar, pero mientras éste se quedaba con Shuurei, Shuuei también había investigado en la residencia de los Hyou. En vez de decir que en la ‘residencia’ del clan Hyou, era más correcto decir ‘dominios’. No obstante.
“… Esto es completamente distinto a la residencia de la familia Ran… Entonces es por eso que incluso ahora, Jin también se la pasaba dando vueltas.”
Tal vez debido a que no existía el temor de un ataque, no había altos muros de castillos como los que se veían por doquier en Kiyou o en las capitales de las provincias. En vez de estar cercadas, las amplias cordilleras montañosas estaban coronadas por palacios y torres. Considerando que habían servido arroz y leche para desayunar, al parecer, también contaban con villas, campos y granjas. El vasto palacio construido al estilo antiguo en el que se habían establecido, apenas era una de las muchas residencias, destinada para invitados y refugiados.
De haber estado dividido por calzadas como en Kiyou, y ordenado en secciones como un tablero de ajedrez, uno podría hacer sus cálculos, pero en este lugar, había diversas instalaciones dispersas entre las numerosas montañas. Esto era parte de la cordillera del Monte Banri, y las laderas montañosas, bajadas y subidas eran bastante empinadas. Al parecer Riou, siendo este su hogar, no lo había notado, pero aún cuando éste era sustentado por el poder de la alta sacerdotisa a tal nivel que era posible que los humanos vivieran ahí, el aire era muy ligero y la altitud era elevada. De no haber estado acostumbrado a alturas como la de la Bahía de los Nueve Colores en la Provincia Ran, tanto Shuuei como Jin podrían haber sufrido el mal de la altura.
“… Si Kouyuu estuviera aquí, sería un compleeeeeto inútil…”
Él sólo hubiera sido capaz de escoger entre dos cosas, dormir a causa del mal de la altura, o perderse en las nevadas montañas y morir.
Andando por el sendero de los animales que le habían dicho, al voltear, incluso las huellas que acababa de dejar ya se habían cubierto de nieve, y gradualmente, pero sin duda, estaban desapareciendo. Para asegurarse, de vez en vez miraba las tiras de tela rojas que estaban atadas al final de las ramas de los árboles. Shuuei se dio cuenta de que el blanco color de la nieve, en cierto momento había empezado a trastornar su característico sentido de orientación y de distancia.
Luego de pensar un poco, Shuuei llegó a una conclusión.
Shuuei aumentó su velocidad al momento. Había decidido llegar a su destino antes de que el camino se cubriera completamente de nieve. Sus guías eran el río y el sendero de los animales. Le habían dicho que el territorio sellado comenzaba a mitad de la montaña.
(… Si no encuentro el camino de regreso, me refugiaré en la prisión o en un cobertizo de la montaña. Como tengo a ‘Kanshou’, Jin y los demás vendrán a buscarnos. Muy bien, eso resultará. –Montañas nevadas, cobertizo, ¿refugiarme con Shusui?... Jin, no estaría mal si llegas un poco tarde a buscarme.)
Ran Shuuei era un hombre extremadamente optimista, sin importar la clase de situación en la que estuviera. Él prosiguió a distinguir el camino normalmente ilocalizable de los animales, que en medio de la nieve, indicaba el punto medio de la montaña.
(Pero Riou-kun solamente dijo que esta zona había sido sellada, y que ignoraba la localización de la prisión… Pensándolo un poco, por supuesto no percibo presencia de humanos, pero tampoco hay rastros de que algún humano haya venido aquí recientemente… ¡¿No hay gente que venga aquí a dejar comida todos los días?! No hay nada parecido a una casa-)
Entonces, ‘algo’ en la pendiente que estaba frente a él, tiró de su consciencia. Al girar inconscientemente la cabeza en esa dirección, se encontró con un enorme árbol que tenía una cuerda de paja amarrada a su alrededor. Al parecer, las tiras trenzadas de papel colgando de él, habían llamado su atención. [Ver nota] Pisando sobre la nieve, se acercó al gigantesco árbol, y entonces, mientras caminaba dándole la vuelta, pisó sobre algo.
“Kanshou”, la cual estaba portando, produjo un sonido como el de una campana tañendo, y se sacudió. Más parecía que el ruido venía desde adentro de su cabeza que estarlo escuchando en realidad a través de sus oídos.
(… ¿Uu Uu-sama mencionó algo parecido a que suena cuando siente una presencia extraña…?)
Él dio vuelta hacia el camino de los animales y el arroyo. Si tomaba ese camino, seguramente llegaría al lugar del que Riou le había hablado. Si lo abandonaba confiando en sus instintos y seguía andando por un camino invisible en la nevada montaña, incluso Shuuei mismo se perdería. Él no conocía el área.
(… Ah, bueno, aunque me pierda, teniendo a “Kanshou”, Jin probablemente vendrá y me encontrará.)
Shuuei fácilmente abandonó el camino de los animales, y caminó hasta pasar el ‘árbol sagrado’, dirigiéndose al interior. Siempre que estaba en problemas, confiaba en Jin. Este había sido un hábito desde hace mucho tiempo, y aunque Shuuei simplemente le ocasionaba muchos problemas a Jin, el único que no se daba cuenta de eso era Shuuei mismo.
De cualquier forma, mientras sujetaba a “Kanshou” con la mano derecha y caminaba en la dirección más probable, él notó que las vibraciones de la espada se hacían más fuertes o débiles. El sintió que algo estaba arrastrándose a sus espaldas.
Si lo expresara en palabras simples, era la sensación de que ‘algo malo estaba por suceder’. Cuando Riou le había dicho ‘tengo un mal presentimiento, así que no quiero que vayas ahí’, probablemente se refería a este lugar. Mientras más avanzaba en la dirección en que las vibraciones se habían más fuertes, el mal presentimiento se incrementaba.
“… Ja… el Gran General diría ‘No puedes atrapar el cachorro de un tigre a menos de que entres en su guarida.’”
Shuuei lentamente se encaminó hacia la presencia, la cual se sentía como si muchas cosas se estuvieran hiriendo juntas.
Al intentar apenas desenfundar a “Kanshou”, él sintió que cortó ligeramente a la presencia, tan fácil como se corta una telaraña.
“… Algo se cortó… Ahora esa cosa se está enredando en mí.”
Aunque cuando era niño él había pensado que sería agradable ‘poder ver cosas’, ahora sinceramente creía que era mejor no poder hacerlo. Al golpear la funda de la espada y hacerla sonar, él descubrió que la desagradable presencia se había disipado. Mientras estaba vagando solo en la montaña, con la espada sonando, él se había ido desanimando.
“Si resulta que este es el santuario de algún espíritu extraño que no tiene nada que ver con Shusui-dono, me van a dar ganas de llorar, incluso si no puedo…”
Fue entonces cuando al murmurar esto para sí mismo, que escuchó una risita.
Cuando Shuuei lentamente levantó la cabeza, a cierta distancia, vio a una mujer portando el atuendo de una sacerdotisa, y sosteniendo un deslumbrante paraguas rojo, que se reía mientras miraba a Shuuei, escondiendo la boca tras su manga. Aunque el colorido paraguas escondía la mitad de su cara, aún así, uno podía distinguir que su semblante era tan bello como una flor. Pese a que estaba en una edad que hacía difícil decidir si describirla como una hermosa jovencita o una hermosa mujer, el hecho era que su belleza se asemejaba a una fragancia que se esparce inalterablemente.
Shuuei recurrió a la sonrisa que tenía apartada especialmente para una mujer como ella. Ésta también podía usarse en fantasmas, siempre que estos fueran femeninos.
“Estoy encantado de poder conocer a una hermosa sacerdotisa como tú en estas montañas cubiertas de nieve.”
“Muy hábil. Disculpa por reírme. Estaba pensando ‘ese caballero está hablando consigo mismo de forma tan graciosa’.”
Cuando ella hizo a un lado levemente el paraguas, la nieve que se había juntado encima del rojo paraguas, cayó. Su ademán fue de una elegancia que excedía el de una joven dama de noble nacimiento, y la belleza del pequeño rostro que no terminaba de asomarse detrás del paraguas, era sorprendente.
Cuando ella avanzó, sus sandalias de paja hacían ruido al contacto con la nieve. Las cejas de Shuuei se arquearon un poco.
(… ¿No es… un fantasma o un espíritu…?)
La mirar a “Kanshou”, ésta había cambiado súbitamente, y su sonido se había acallado por completo.
Mirando a Shuuei, la sacerdotisa volvió a reír.
“Ha pasado mucho tiempo desde que vi a un caballero del clan Ran… Un rostro nostálgico. Como siempre, los hombres de ese lugar son mujeriegos, atrevidos, aunque inteligentes, les faltan algunos tornillos en la cabeza ¿y débiles frente a las mujeres?”
“… ¿Eh?”
“¿Viniste a buscar a Shusui?”
Típicamente, la cara de Shuuei cambió.
“… Si.”
La sacerdotisa hizo una pirueta de forma extrañamente infantil con su paraguas rojo, mientras sonreía.
“Ah. Entonces sígueme. Tú, que has venido por esa razón.”
A él le preocupaba que estando en la tormenta de nieve, fuera engañado por algún hermoso zorro transformado. Quizás tampoco era un error. Ella tenía pies y éstos hacían ruido al caminar en la nieve. “Kanshou” estaba tan dócil como un gatito, y una hermosa y pálida mujer con un paraguas rojo, vestida con el antiguo traje de una sacerdotisa, había aparecido repentinamente en las heladas montañas. Ella sabía el nombre de Shusui, y había dicho que lo guiaría… Sin importar cuánto lo pensara, todo eso era completamente extraño.
Fue por eso que Shuuei dejó de sospechar. Si quería ir al sitio más extraño, probablemente esa sería la ruta más corta.
“Entonces, gracias. Hace frío, así que vamos por la ruta más corta posible. No me importa cuán peligrosa pueda ser.”
“… Anteriormente, también hubo un caballero que dijo lo mismo cuando vino a rescatar a alguien. Sígueme. Aunque no puedo dejar que te cubras con este paraguas. Lo siento.”
Se oyó el sonido de sus pasos crujiendo por la nieve. Shuuei estaba impresionado mientras la seguía.
“Espera un momento. ¡¿Otro hombre vino aquí antes que yo para salvar a Shusui?!”
“No. Esto pasó antes… Mucho antes, hubo otra chica que fue encerrada aquí.”
“¿Eh? Entonces, si dijiste que no había sido usada en un tiempo… ! ¡¿Es posible que tú seas el fantasma de la chica que murió en prisión?! ¿Cuándo el hombre llegó a rescatarla, ya era demasiado tarde?”
“Estás completamente equivocado. Esa chica sigue viva ahora. Ella regresó con el caballero que vino a buscarla. Yo no asesino al azar. Honestamente, ¿eres perspicaz o torpe?... En verdad, eres un caballero del clan Ran.”
“¿Q-qué?... Ah, así que hay gente que ha podido salir a salvo de la ‘Prisión del Tiempo’.”
Riou había dicho muchas cosas intimidantes, así que Shuuei había ido ahí más que decidido en muchos aspectos.
El paraguas rojo que había estado girando temperamentalmente, sólo esta vez, se detuvo tristemente.
“… ‘Prisión’… Si, ahora es solamente una ‘prisión’. En algún momento, también, el mismo clan Hyou se volvió igual. En verdad, esto no fue construido por esa razón… La razón es que yo ya no puedo… Lo más que puedo hacer es guiar a aquellos que han venido a reunirse con los otros. Pero, mientras existan personas que vengan a rescatar a los otros, está bien.”
El paraguas se sacudió ligeramente, y el hermoso rostro empezó a sonreírle a Shuuei.
“… Especialmente, tú tienes una suerte más grande que la de los caballeros anteriores. Es raro que los caballeros vengan aquí completamente desarmados. Y la sangre del clan Ran. Como siempre, los hombres de esa casa nacen con un exceso de buena suerte.”
Los ojos de Shuuei se transformaron en puntos… Su ropa, ¿se había precipitado tanto al ir a ese lugar que ni siquiera se preparó con zapatos para la nieve?
“… Completamente desarmado… Excepto que sólo tengo a ‘Kanshou’.”
“El caballero que vino antes sólo tenía ‘amor’ y ‘agallas’. También es raro que un caballero venga aquí sin nada preparado y con las manos vacías. Él era muy impetuoso. En comparación a él, tú eres fuerte, tienes amor, la enorme suerte del clan Ran, algo que te guiará en el bolso de tu pecho, la osadía y el optimismo para confiar en mí, y un amigo que está de tu lado y tiene a ‘Bakuya’. Creo que lo único que no tienes son ‘agallas’. Pues si las tuvieras, sería mejor.”
Como la gente le había estado diciendo recientemente que no tenía agallas, él se irritó y alzó el pecho.
“¡No, las tengo! Tengo agallas. Es natural. Porque aunque me hayan desheredado, ¡sigo siendo un hombre del clan Ran!”
“¿Ah? Tú lo has dicho. Entonces, ¿te esmerarás aunque eso te cueste la vida?”
“… ¿Eh?”
La sacerdotisa se dio vuelta de cuerpo entero. Ella posó los ojos en ‘Kanshou’ con una fría mirada y atractiva majestuosidad.
“’Kanshou’… ¿escuchaste eso? Parece que él tiene agallas. Entonces todo saldrá bien. Si ha venido aquí con tanta calma, este caballero del clan Ran no se retorcerá y morirá si absorbes algo de su energía vital. Aún es inexperto, pero… Para ser un caballero de estos tiempos, es muy bueno. Por un corto tiempo, admítelo como tu amo temporal. ‘Kanshou’, muy bien, despierta, hazlo sólo para dar ese único golpe… Después, hazle más fáciles las cosas a esa joven…”
Ella murmuró esto con ojos muy distantes. El bello semblante más blanco que la nieve, se ensombreció de melancolía semejante a una profunda tristeza. Entonces, al instante ‘Kanshou’, que había estado muda hasta entonces, se revistió de calor, como si respondiera.
La sacerdotisa hizo que sus melancólicos ojos sonrieran tristemente, y en silencio le tendió su deslumbrante paraguas rojo a Shuuei.
“Te daré esto. Caballero del clan Ran del ‘exterior’… gracias… por venir a rescatar a Shusui… El viento del sur que presagia el verano, las dulces y frescas aguas… qué nostalgia, el viento de la Bahía de los Nueve Colores. Así que tú continuaste cumpliendo la promesa de un pasado remoto. Está bien… si es así, entonces no todo será en vano, para disgusto de esa persona. Cuando alguien se esfuerza tanto, definitivamente algo bueno sucederá.”
Era como una canción de cuna infantil, ese suave susurro similar a un canto. Shuuei estaba mareado, y frotó el espacio que había entre sus cejas.
Él notó que estaba sujetando el paraguas rojo.
La figura semejante a una flor vestida con las antiguas ropas de una sacerdotisa, sonrió encantadora y hechiceramente.
Shuuei desesperado, sacudió la cabeza en un intento por aclararla de esa bruma.
“… No te pregunté… tu… nombre. Yo soy Ran Shuuei, ¿Y tú?”
“Un bonito nombre. Yo, bueno… hace mucho tiempo, fui conocida como --- al parecer.”
La delgada y blanca punta del dedo de la sacerdotisa golpeó levemente el pecho de Shuuei.
Aunque no lo había empujado con fuerza hacia atrás, Shuuei trastabilló unos pasos hacia atrás. No, él creyó haber retrocedido. Detrás de él sólo había un camino cubierto de nieve en el cual había estado caminando. Sin embargo, no había nada ahí.
Sus pies literalmente estaban tocando el aire. Por un segundo sintió una extraña sensación que nunca antes había sentido.
“--- ¿Eh?”
De pronto, se adentró en ‘algún lugar’. Más bien, cayó. Como si en verdad hubiera caído atrapado en un pozo sepultado por la nieve, el escenario a su alrededor de repente se transformó en oscuridad, y su cuerpo caía como si estuviera siendo disparado hacia algún sitio.
“¡¿Ehhh--?!”
Como si persiguiera en su caída a Shuuei, quien seguía sosteniendo el dichoso paraguas rojo, la voz de la sacerdotisa se escuchó desde arriba.
“Como pediste, este es el camino más corto. Aquí tienes el paraguas rojo, esfuérzate. Con este cálido viento del sur del ‘exterior’ llevándote… ayúdala.”

***

Los ojos de Ruka se abrieron mientras estaba sentada en su trono. Cansadamente, apoyó la cabeza en sus manos.
“… Alguien ha ingresado a la ‘Prisión del Tiempo’.”
La sacerdotisa que esperaba por ella estaba aliviada de que Ruka despertara, pero después su rostro perdió el color al oír estas palabras.
“¿Eso significa que hay un imprudente que quiere ayudar a Shusui? Entonces, las ‘Muñecas Asesinas’-“
“Está bien, Rikka. Déjalo. Aunque enviáramos a las “Muñecas Asesinas”, solamente se perderían en la ‘Prisión del Tiempo’ y morirían.”
“Pero, Ruka-sama.”
“Dije que dejes en paz a Shusui. –Ya está bien. Tengo un motivo para dejar a Shusui con vida. Sin embargo, antes de eso, todo terminará.”
Por un momento, la mirada de la sacerdotisa llamada Rikka flaqueó, como si sus emociones se enmarañaran. El alivio y la alegría de que Ruka despertara, finalmente se convirtieron en indiferencia hacia Shusui, tenebrosa exaltación, y al mismo tiempo, al escuchar a Ruka decir que no era necesario acabar con ella, un dejo de malestar semejante a incertidumbre y celos. Sin embargo, todas esas sensaciones se originaban de su devoción, su veneración y adoración por Ruka.
Aunque apenas había tropezado con Shusui, al mismo tiempo le provocaba un extraño sentimiento de envidia en su interior. Originalmente, Rikka había sido una chica que se refugió en uno de los templos del clan Hyou en el ‘exterior’, y no pertenecía al clan Hyou. Era por eso que, desde luego, ella no tenía poderes especiales, y desde un inicio, Ruka nunca pidió eso de ella. No obstante, Shusui era toda una integrante de los Hyou, y aunque al principio no tenía poderes, más tarde manifestó sus habilidades sobrenaturales, y aún con esto, ella escapó hacia el ‘exterior’. Finalmente, luego de veinte años, regresó por casualidad y continuaba pidiendo que se le permitiera ver a Ruka –Rikka no perdonaría todo eso. Su envidia y descontento se extendían hacia Shusui, que había regresado con todo lo que Rikka nunca tendría sin importar cuánto lo deseara. Inesperadamente, Ruka recordó el distante pasado. Su verdadero padre… que envidiaba el enorme poder sobrenatural con el que Ruka nació, la despreciaba, y sabiendo que no podía robarlo, usó todos los métodos disponibles para sellarlo, la encerró y luego la envenenó.
Incluso ahora, ella nunca se sintió tan desdichada como entonces.
… Eso ya es parte de un lejano pasado, de hace más de ochenta años.
“… Pero, si por casualidad, Shusui pudiera escapar…”
“¿Shusui escapar de la ‘Prisión del Tiempo’?”
Ruka rió entre dientes. Al reír… su respiración se detuvo. Aún dentro del cuerpo de una de sus jóvenes sacerdotisas, incluso parpadear se volvía cada día más difícil.
“Rikka. Tú no entiendes la ‘Prisión del Tiempo’ o el verdadero significado de su existencia desde tiempos remotos, pese a que éste ha sido distorsionado desde hace mucho tiempo. Si Shusui muere ahí, también estará bien. Si ella sale –Deseo que también lo haga.”
Luego de decir esto con voz seca, ella tosió. Rikka, nerviosamente palmeó la espalda de Ruka.
Ella apenas percibía algo.
“Ruka-sama… ¿eso quiere decir que usted pretende que Shusui sea su siguiente cuerpo?”
“Si ella se convierte en una inválida. Porque yo todavía tengo que enfrentar a ese idiota que está destruyendo las reliquias sagradas. Es patético. Si tuviera mi cuerpo original y los poderes de mi juventud, uno o dos objetos sagrados no significarían nada… Sin embargo, en estos ochenta años, casi todo… se ha agotado. Está vacío.”
Ruka sonrió auto compadeciéndose.
La nieve que no debería caer, estaba cayendo.
Hasta ahora, ella no había pensado que su propio poder estuviera menguando. Quizás se había confiado demasiado.
“Ruka-sama… ¿qué pasa? Escuché que el espejo que se rompió en la Bahía de los Nueve Colores no era el verdadero.”
“Es cierto. Sin embargo, después de eso, un idiota rompió el ‘verdadero’, al parecer.”
Rikka, que estaba sirviendo agua caliente, arrugó la cara como si estuviera a punto de llorar.
Como Rikka había dicho, el espejo que el ‘Lobo Negro’ había roto en la Bahía de los Nueve Colores, era un espejo que se usaba para separar el alma, no un espejo sagrado ni mucho menos. El ‘Lobo Negro’ lo rompió sabiendo eso. Ruka lo puso a prueba, en el curso del estira y afloja para sopesar qué tan lejos llegaría él por el Emperador y su hija y si su habilidad era la misma que en el pasado. Ambos sabían muy bien que esto era una especie de declaración de guerra.
Ella finalmente notó que algo andaba mal a juzgar por la intensa lluvia. El que la noticia de que el espejo había sido roto, se retrasara, había sido perjudicial.
“… Eso es lo que supongo. Para que me haya engañado así, y estar a la defensiva hasta ahora… es magnífico. Sin siquiera mover un dedo, me ha arrinconado a mí y al clan Hyou. Pensar que en esta época de aguas tibias, que un hombre estuviera dispuesto a detenerse apenas nació. Lo menosprecié porque era joven. De haber ocurrido dos décadas antes, lo habría hecho mi amante. Cielos… con la edad, el funcionamiento de mi cabeza se ha oxidado.”
Luego de que su enemigo Senka falleció… tal vez ella había bajado la guardia. No había forma de que existiera un oponente superior a Senka y Shou Yousen. [Nota: es decir, Shou Taishi. Yousen es el nombre real de Shou Taishi] Pensando en eso, quizás ella lo había subestimado. Que el día en que tuviera que hacer uso de un jovencito sin siquiera enterarse de que la guerra llegaría.
Ella sentía el fluir del tiempo. Y que por lo tanto, ella… sin duda, había envejecido.
“Sin embargo… todavía no voy a ir.”
Ella sabía que su poder estaba fluyendo lejos de ella con el vigor de una turbia corriente. No obstante, la vida de Ruka.
“Mi princesa.”
Ella escuchó la dulce y crepuscular voz de un pasado distante.
La familia Imperial y el clan Hyou eran dos caras de la misma moneda. Si una desaparecía, la otra no podía existir. Ahora que las reliquias sagradas habían sido rotas, ella irónicamente se daba cuenta ahora, de qué tan cierto era eso para la alta sacerdotisa de la familia Hyou y el vice Ministro de la Cueva de los Iluminados.
Si Ruka moría de agotamiento aquí… Uu Uu también moriría. Ahora, todo el poder que Ruka controlaba, estaba fluyendo hacia Uu Uu. Uu Uu ya no contaba con el poder vital siquiera para soportarlo. Ruka estaba furiosa consigo misma por pensar en esto con tal consideración.
(… No lo hago especialmente por el bien de Uu Uu. Es porque éste es mi papel –el papel del clan Hyou)
Sabía que al igual que ella, Uu Uu estaba usando toda su fuerza vital para sujetar la puerta. Los objetos y dominios sagrados eran como “llaves”. A menos que todos se rompieran, la puerta no se abriría, pero si uno o dos se rompían, existiría una abertura. Por lo tanto, con sólo uno o dos objetos rotos, la Provincia Ran estaba inundada, y en la Provincia Heki había terremotos.
La política les correspondía a los humanos del ‘exterior’. A cambio, los asuntos divinos eran administrados por el clan Hyou.
Ése era el pacto desde la antigüedad.
… La nieve que no debía estar cayendo, caía.
Hasta que el último de sus deberes por cumplir, terminara. Como ella había hecho hasta ahora, usaría cualquier medio necesario.
“… Ja, el oponente es un zorro astuto, ¿y nuestra salvación dependerá de la facilidad que tengamos para predecir su siguiente movimiento? Kou Shuurei también se está moviendo como lo predije. Entonces, el giro final de los dados… dependerá de quién los tire y cómo lo haga. Hasta entonces, debo permanecer aquí… ¿Por qué estás llorando, Rikka?”
Rikka se estaba secando las lágrimas.
“Si yo fuera hija del clan Hyou, y tuviera poderes sobrenaturales… le entregaría este cuerpo enseguida.”
Esa honesta admiración y adoración, que no se esforzaba en ocultar… hacía a Ruka recordar el lejano pasado. Una mirada ya olvidada por mucho, mucho tiempo. Lo que Ruka había protegido.
“Mi princesa…”
Una voz conocida proveniente de un muy distante pasado. Incluso un recuerdo que ella había sepultado… y que no tenía intención de rememorar, estaba despertando en su interior.
“… Rikka, ¿sabes cuando fue la última vez que se abrió la ‘Prisión del Tiempo’?”
“No… pero escuché… que fue hace casi cien años.”
“Correctamente hablando… fue ochenta años atrás.”
Hubo una vez un niño de más o menos cinco años que había caído espléndidamente, gritando como tonto, mientras sujetaba un paraguas rojo. Era Uu Uu.
Aunque lucía como si estuviera a punto de llorar, él miró a su alrededor en medio de la oscuridad, y al dirigirse hacia Ruka, brillaba como el sol.
“¡Ah, aquí estás, princesa! He estado buscándote desde que desapareciste. Luego me di cuenta de que estaba perdido, y me encontré a una mujer con un paraguas rojo… Ella dijo ‘Mhh, un caballero que sólo tiene ‘amor’ y ‘agallas’. Te daré este paraguas.’ Aunque me han dicho que no acepte dulces de los extraños… -He venido por ti. Regresemos, princesa. Los dos juntos.”
Regresemos.
“La última persona que estuvo encerrada ahí… fui yo.”




Notas: Sobre el árbol, este es el tipo de cuerda atada alrededor del árbol….

***
Fuente: http://yuzutea.net/log/2010/05/book-16-chapter-3-part-2/

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VOLUMEN 16 Capítulo 3 (1/2)

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.


SAIUNKOKU 16
Capítulo 3
La sacerdotisa del paraguas rojo
Parte 1/2
Posteado por Charmian
Traducido por Violet Raven


>ANTERIOR


“¡Odio esto-! ¡¿Por qué son tan persistentes-¿!”
Shuurei corría con todas sus fuerzas por el corredor mientras gritaba esto. Riou, quien corría a su lado, murmuró:
“… Si gritas mientras corres, quedarás verdaderamente agotada. Y aunque no lo hagas, la nieve te está robando calor.”
“¡No necesito de tus consejos! ¿No sería peor si estuviéramos corriendo en silencio?”
“¿Qué? Eso sería lo más lógico.”
“Esta no es ninguna clase de castigo. Nos están persiguiendo. Si no grito, entonces realmente parecería que unos demonios con cabeza de vaca y caballo, nos están obligando a marchar hacia el infierno. ¡Como sea! Riou, ¿no dijiste que llegaríamos pronto? Pero ya casi es medio día. ¡¿Qué pasa con eso?!”
“Desde la mañana hasta casi el medio día es ‘pronto’… Cielos, y todo porque eres de la capital…”
Después de mirar de reojo a Shuurei quejándose, él rápidamente volteó hacia su espalda, y alcanzó a ver que Jin seguía noqueando a las “Muñecas Asesinas” él solo. Gracias a la defensa de Jin, era posible que ellos conversaran así. Él estaba tratando al selecto grupo de “Muñecas Asesinas” de la casa principal, de las cuales se decía podían destruir a un pequeño batallón por sí solas, como si fueran niños. Como lo prometió, no las estaba matando pero, aunque las golpeaba y ataba, luego sus camaradas las desataban y volvían a perseguirlos, el número de persecutores no disminuía en absoluto.
Pese a esto, ni Shuurei ni Jin se quejaron. Riou estaba sinceramente agradecido por eso.
“No tiene nada que ver que yo sea de la capital, ¡es porque la gente no dice ‘pronto’, cuando va a llegar a su destino después de correr y correr desde la mañana hasta el medio día! Estoy cansada. Muy cansada. Realmente acabada. Cuando regrese, definitivamente le voy a pedir al Jefe Ki una compensación especial. ¡Tienen que pagarme por este exceso de trabajo!”
… Bueno, aunque ella tenía una montaña de otras quejas.
“Estamos tomando muchos descansos… ¿Qué? ¿Has cambiado de personalidad?”
“He vuelto a ser la que era antes de conocerte, Riou-kun. Estoy harta de aguantar sin quejarme. Lo siento, esta es mi verdadera personalidad.”
“… No, estás mejor así.”
La Shuurei que Riou había conocido siempre parecía estar padeciendo algo.
Aunque él había pensado que su capacidad para aguantar era increíble, también parecía peligrosa. Además, él le había dicho ‘confía un poco más en los demás’. Él realmente no lo entendía, pero era como si algo finalmente hubiera estallado dentro de Shuurei.
(… ¿Fue porque ella vio a mi padre?... Aunque él le dijo cosas terribles, ¿por qué? Es un misterio…)
Y su padre no había reaccionado como Riou temía al ver a Shuurei. Al parecer, algo también había cambiado, muy levemente, dentro de su padre.
(Algo cambió en la mente de mi padre a causa de “Bara-hime”… Eso es fácil de entender…)
Si él había cambiado un poco en diez años, y si Riou esperaba diez años más, quizás algo cambiaría un poco. Pensándolo bien, había algo raro. Si pensaba en él como una tortuga, sería paciente con su padre. Por suerte, a Riou y a su padre les quedaba casi el mismo tiempo. Era demasiado pronto para rendirse en esperar algo de ellos.
Él notó que Shuurei ya no estaba junto a él. Al voltear, ella estaba cubierta de sudor, parada ahí y jadeando con las manos puestas en sus rodillas. Era normal dado que había estado vociferando mientras corría. Al avanzar hacia Shuurei, él miró más atrás, y vio que Jin había evitado que sus persecutores avanzaran. Al parecer, podían hacer una pausa por un momento.
“Eso te pasa por gritar mientras corrías. Descansemos un poco.”
“… Riou-kun… quizás en el futuro, tampoco podamos ver al General Ran…”
“¿Qué? Puede parecer lo contrario a simple vista, pero él es mucho más fuerte de lo que piensas. Creo que eso sería difícil.”
“No, eso no es… bueno, no importa. Pero en serio, ¿qué vamos a hacer? Aunque lleguemos a la biblioteca, si esa gente se sale de control, no vamos a poder investigar.”
Toda expresión desapareció de los ojos negro profundo de Riou.
“… Si hicieran algo así, dejarían de ser integrantes del clan Hyou.”
“¿Riou-kun?”
“Mi tía… aunque ella es una persona difícil en muchos sentidos, cuando se trata de la educación, es una persona sorprendentemente estricta. En el clan Hyou, es normal tanto para hombres como para mujeres leer y escribir, por eso yo estaba realmente sorprendido cuando conocí a Shuuran en el ‘exterior’, ya que ella no sabía ni siquiera escribir su propio nombre. No importa si eres hombre o mujer, o qué tal alto o bajo sea tu rango. Cualquiera puede leer los libros que quiera cuando sea en la biblioteca principal, y estudiar en cualquier momento. Yo ignoraba que eso sólo ocurría en el clan Hyou.”
De esta forma, tanto Ren como Riou se habían distraído de su soledad. Él pensaba que esto era normal.
Shuurei parpadeó de par en par. Finalmente sabía por qué Riou era tan sabio.
“… Riou-kun, eso es verdaderamente sorprendente. No puedo creerlo… ¿Ruka-hime?”
“Si, mi tía ordenó que abrieran todas las entradas y puertas. Los eruditos y el conocimiento del ‘exterior’ fueron aceptados, y ella además reunió libros únicos que fueron dispersos por las guerras, me contó Uu Uu.”
‘Asimilen muchos conocimientos, razonen, y después vayan a socorrer a la gente que está en problemas en el ‘exterior’.’
Por primera vez, Riou había comprendido lo importantes que eran esas palabras en el ‘exterior’.
“Si ellos se atreven a luchar dentro, nunca los perdonaré. Entonces ellos dejarán de formar parte del clan Hyou, porque habrán elegido ser enemigos de mi tía. Si ellos no nos persiguen al interior del edificio, significa que quienquiera que les esté dando órdenes, sigue bajo la autoridad de mi tía. A través de eso, nos daremos cuenta.”
“Ya veo.”
Dijo Jin, que los estaba escuchando. Su voz parecía divertida.
Ya que Jin los estaba siguiendo, ellos se relajaron al instante y empezaron a caminar. Realmente había pasado mucho tiempo desde que ella había corrido con todas sus fuerzas, y sus hombros se sentían pesados por el esfuerzo al respirar, y sus rodillas estaban débiles. Estaba toda sudada, así que secó su cara. Afuera, como siempre, estaba nevando, así que en poco tiempo, le dio frío.
Jin levantó a Shuurei y empezó a caminar junto con Riou. Shuurei se había negado las primeras tres veces, pero ahora respondió que así sería más fácil. Para ella, el no tener energías incluso si habían llegado hasta ahí, estaba fuera de cuestión.
“Pero Riou, ¿dónde está la biblioteca? Debe ser bastante grande.”
“Tiene rato que entramos en el recinto.”
Los ojos de Shuurei y Jin se volvieron puntos… “¿Qué?”
Sin duda, desde un tiempo los pasillos eran similares uno a otro en estilo, y ellos dieron vuelta a la izquierda y a la derecha según las instrucciones, y así fácilmente pasaron diez palacios. Aproximadamente al atravesar el tercer edificio, de no ser porque Riou estaba con ellos, habrían renunciado a la idea de poder retornar al palacio original. Ahora, a la izquierda, había un amplio jardín similar a un bosque, y a la derecha, había puertas alineadas en intervalos. El corredor en sí mismo, era tan amplio como una avenida principal en Kiyou, y la ‘hilera de puertas a mano derecha’ no podía más que parecer numerosa, y pese a que ellos las abrieron algunas veces, el interior era bastante oscuro, así que no podían ver nada.
Ella pensó que, sin embargo, eran realmente sombríos para ser cuartos de huéspedes.
“… ¿Es posible que sean…?”
“Detrás de esas puertas sólo hay libros. Todos los palacios que ya pasamos son archivos también. No te preocupes, ya llegamos al área de investigación. De cualquier forma, esas decenas de tejados que ves ahora también forman parte de la biblioteca.”
“¡Imposible!”
“¡No es posible! Pero hasta ahora, sin importar lo mucho que yo-“
Sabiendo que Jin estaba, por primera vez, realmente asombrado, Riou sonrió.
“… Si. Lo que seguramente ibas a decir es que sin importar lo mucho que buscaras hasta ahora, no pudiste encontrar ni un rastro de este lugar.”
“… Es cierto.”
“Vaya tonto. Debiste habérmelo dicho. Como dije, aunque cualquiera puede acceder libremente a este lugar, esta sección requiere de un permiso. Especialmente tratándose de la gente del ‘exterior’. Esto se debe a que sería un problema si la gente sustrajera documentos importantes. Afuera, cuando viajas de ciudad en ciudad, necesitas mostrar un pase de viaje en los puestos de control para entrar. Eso es porque ellos no quieren dejar entrar con libertad a sujetos sospechosos. Es igual aquí. Probablemente tu intención era hacer un largo recorrido aquí, pero sólo seguiste dando vueltas en círculos viendo lo mismo, supongo. Pero ahora yo estoy aquí, así que no hay problema.”
Jin frunció el ceño mientras ponía una cara de decepción.
“¿Así que todo fue para nada?... ¿Es lo mismo que cuando la gente se pierde en la Bahía de los Nueve Colores’”
“Algo parecido. Escuché que en el inicio, un hechizo relativamente simple escondía de la vista este lugar. Pero desde los tiempos de la fundadora del clan, numerosos magos y sacerdotisas han conjurado el hechizo una y otra vez, así que aunque sea simple, dicen que se ha vuelto uno de los conjuros más fuertes que nadie puede romper.”
“… Oye, oye, Riou-kun… ¿por qué seguimos corriendo?”
“Queremos ver los libros que tratan de las plagas de langostas. Esos están en un edificio más adelante. De todas formas, llegaremos pronto.”
Las caras de Jin y Shuurei se pusieron rígidas. No había nada menos confiable que el concepto de ‘pronto’ de Riou.

Saiunkoku 16

Finalmente, como Riou indicó, salieron corriendo por un pasillo sinuoso, y antes del medio día, atravesaron una puerta. Siguiendo a Riou, Shuurei y Jin, se metieron en ella. Luego de entrar, los tres aguardaron.
Sin embargo, después de eso, las “Muñecas Asesinas” dejaron de perseguirlos. Riou se puso la mano en la barbilla.
(… ¿Mh? ¿No van a entrar? Aunque estaban yendo contra las ‘órdenes’ de mi tía, ¿eso significa que no han cambiado de ‘amo’? Entonces, si es así…)
Sintiendo la mirada de Jin, él dejó de reflexionar. Nada de eso encajaba.
“… Wo-Wow…”
Él escuchó la voz de Shuurei.
Al voltear, Shuurei estaba poniendo una cara como si el alma se le fuera a salir por la boca. Su cara estaba llena de desesperación.
“¿Qué? ¿No te gustan los libros, Kou Shuurei? Tu padre está a cargo de los archivos.”
“… Me gustan, pero… ¡¡Estos libros son de una clase diferente!! ¡¡Esos archivos caben fácilmente en este edificio solo!! ¡E-espera, ¿vamos a examinarlos ahora?! ¡¿Solamente nosotros tres?!”
Shiba Jin también estaba volteando a su alrededor, mirando de arriba abajo, de derecha a izquierda, con una expresión más que extraviada de la que había tenido hasta entonces, y finalmente, sin decir nada, se frotó la nuca. Estaba verdaderamente estupefacto.
“No. No sólo aquí. Hay más documentos en los sótanos, así que empezaremos aquí.”
Las caras de Jin y Shuurei se curtieron. Al mismo tiempo, sus ojos se clavaron en el piso.
“… ¿Sótanos? ¿Entonces aquí abajo…?”
“Si, los sótanos conforman la verdadera Torre del Ermitaño. Los manuscritos más antiguos se encuentran mayormente en el sótano. Los escritos en bambú, tablillas de madera, pergaminos, todos son muy voluminosos… No ha ocurrido una plaga de langostas en décadas, así que creo que esos documentos se encuentran abajo. Aquí hay un índice. Después de revisarla, iremos.”
Jin y Shuurei siguieron a Riou.
“Dijiste que hay un índice… ése no es el problema…”
“No sería nada gracioso que la plaga de langostas terminara para el tiempo en que lo encontremos…”
Los dos murmuraron para sus adentros que eso les tomaría cien años.
Mientras ellos seguían a Riou, él tenía una extraña cara de desconcierto.
“¿Qué pasa, Riou-kun? ¡¿Acaso no es aquí?!”
“No, si es aquí. Pero aunque no ha habido una plaga de langostas en décadas, recuerdo haber leído algunos ejemplares al respecto. Pero ahora lo encuentro raro. Si no estaban enterrados profundamente en los niveles de abajo donde nadie pudiera leerlos, antes de eso, quizás alguien los haya leído. Siempre selecciono mis lecturas al azar, así que tenía el hábito de revisar el índice a veces, y pensando ‘oye, alguien tomó prestado este’, luego lo leía. No es que me gusten en especial los saltamontes.”
Las caras de Shuurei y Jin se iluminaron al instante.
“Ahora me siento algo aliviada. Riou-kun, siempre estás leyendo temas desconocidos.”
“Yo también. Pensé ‘¡¿Cómo es que conoces acerca de plagas de langostas si sólo eres un niño?!’ Es bueno que parezcas normal. Shuuei ya estaba persiguiendo a las chicas desde adolescente. Es una gran diferencia.”
“… ¿Qué estaban pensando ustedes sobre mí…?”
Hasta este momento, Riou secretamente pensaba que a pesar de tener como padre a alguien tan peculiar, él era un niño muy normal, así que estaba bastante sorprendido. No, quizás desde el principio, estaba equivocado al basarse en eso.
“Escuchen, continuando con el tema… Si revisamos ahora, hubo alguien que reunió todos los libros relativos a las langostas y los tomó prestados diez años antes. Si esos libros fueron leídos aproximadamente diez años antes, entonces debe ser muy fácil encontrarlos. Si es así, puede que estén todos juntos en los estantes… Pero, ¿por qué era tan importante para esa persona encontrar los libros relacionados con las langostas, aún diez años antes…?”
“¿No sabes quién los tomó prestados? Ah, los registros sólo tienen la fecha…”
“Si se trató de una persona del ‘exterior’, entonces debieron anotar el nombre, pero parece ser que fue alguien del clan Hyou…”
Extrañamente, esto le preocupaba. Posiblemente se trataba de algún excéntrico del clan Hyou que en cierta ocasión tomó gran interés por los saltamontes o las plagas de langostas y se dedicó a investigar. No obstante, él tenía un raro presentimiento, como si alguien hubiera investigado esto y después hubiera dejado los libros ahí esperando a que ellos llegaran.
“Como sea, primero revisemos el índice.”
Habiendo dicho eso, Shuurei miró en silencio el índice un momento –y entonces la recorrió un sudor frío. Incluso para el tema ‘langostas’ había varias decenas de libros enlistados. Si revisaba el tema ‘saltamontes’ salían más, y en relación a ‘desastre natural’ y ‘plaga de langostas’, parecía haber aún muchos más. Entonces, probablemente, si había tantos, definitivamente existían más que no estaban enlistados en el índice.
(Incluso entre los tres juntos, nos tomaría días verificar el contenido de los libros uno por uno… Además… la mitad de ellos están escritos en lenguaje antiguo… ¡No puede ser… ¿ni siquiera podremos leerlos?!)
Riou continuaba hojeando el índice como si buscara algo, y unas arrugas aparecieron entre sus cejas.
“Si comenzáramos por leer ‘La Historia de las Plagas de Langostas’ a este paso, será imposible… Sólo perderíamos tiempo de esa forma… ¿Cuántos libros tiene esta cosa? Si revisamos los de ‘cosechas’, nos tomará más tiempo…”
“Oooh, quiero llorar… ¿qué-qué es esto?”
“… ¡Si o mal recuerdo, en algún lado estaba escrito ‘en caso de una plaga de langostas, use este remedio especial’!... ¿Cierto? Y creo que probablemente mencionaba que funcionaría aún si necesidad de poderes sobrenaturales. Es por eso que terminé hablándole tan severamente a mi padre. Quería confirmar eso.”
“¡¿Un remedio contra la plaga de langostas?!”
Shuurei estaba boquiabierta.
Era sabiduría convencional en el ‘exterior’ que los humanos no podían hacer nada respecto a las langostas. Una vez que estallaba la plaga, hasta el final, no había nada qué hacer. Ellos sólo podían esperar hasta que ésta se terminara.
-Sin embargo, Riou aseguraba que existía un método, que el clan Hyou podía hacer algo al respecto.
“¡Espera, ¿es en serio?! ¡Búscala! Si existe, me pasaré buscándola aunque no duerma. No importa cuántas decenas o miles de volúmenes tenga que revisar, lo haré. ¿Te acuerdas de algo más, aunque sea algo mínimo? ¿Qué es? ¿Una planta?”
“… Una especie de árbol… creo. Proviene del sur… pero se usaba para otra cosa, no para los saltamontes… Imposible, estoy haciendo lo mejor que puedo… pero no recuerdo…”
Fue entonces cuando Jin, revisando el índice, se distrajo y suspiró.
“… El sendan del sur.” [Ver nota]
Riou y Shuurei miraron a Jin. Jin repitió otra vez.
“El sendan del sur. Así le dicen en la Provincia Ran. Es famoso como talismán contra los malos espíritus. Es nativo de la Provincia Ran.”
Los ojos de Riou se abrieron por completo en un instante. Era un misterio la forma en que las personas podían recordar las cosas una vez que las oían.
“… Eso es. Si… es una especie de sendan, que sólo puede hallarse en un lugar tan al sur como la Provincia Ran.”
Shuurei miró a Riou y Jin de vuelta. La familia de Jin era el clan Shiba, principales sirvientes del clan Ran. Él había nacido y se había criado en la Provincia Ran.
“Uh, ah, entonces… como dijo Riou-kun, en la región sur… ¿La Provincia Ran?”
“Si. En la Provincia Ran no hay muchas plagas de langostas, pero llueve mucho y hace calor. Lo más perjudicial son los insectos. Y los mosquitos son los peores. Son mucho más grandes que en Kiyou, y si no tienes cuidado, te morderán hasta matarte. Hay muchas `plagas malignas de insectos. Pero si cultivas árboles de sendan, los insectos no se acercan. Se pueden hervir las hojas, la corteza o las raíces o cultivarlos. Tienen muchos usos. Si bebes la infusión, funciona contra todas las enfermedades –en serio –y si riegas la infusión, los insectos hambrientos no se acercarán. –Es el repelente más fuerte contra los insectos, además de una maravilla de droga que sirve para todo uso. A causa de eso, desde tiempos remotos ha sido muy conocido en la Provincia Ran como un árbol sagrado que ahuyenta el mal. Se dice que ahuyenta a los espíritus malignos y también a los insectos.”
“Repelente de insectos… insectos –Entonces, ¡¿también a los saltamontes?!”
“… Probablemente. Puede que la razón de que casi no haya enjambres de langostas en la Provincia Ran no sólo se deba a la geografía y al clima, sino porque hay árboles sendan por todos lados. También se cultiva arroz en la Provincia Ran, pero en realidad la cantidad de daños por pestes de insectos es notablemente menor a la de otras provincias… Desde tiempos remotos, en la Provincia Ran, los agricultores han preparado un té hirviendo hojas de sendan y esparciéndolo alrededor, como repelente de insectos. También, aunque ahuyenta a los insectos, es inofensivo para los humanos o los cultivos, así que es una droga casi inconcebiblemente perfecta para todo uso… le llaman el árbol de la bendición divina.”
“… Espera, Jin-san, ¿tú ya sabías eso?”
Jin hizo a un lado apenas el índice. Entrecerrando su único ojo.
“Sip, lo sabía…Es inevitable, así que mostraré mi última carta. El tiempo es esencial.”
Shuurei se mordió los labios. En verdad, era tal como lo había dicho Shuuei. Él no mostraría sus cartas a menos de que la situación fuera desesperada. No, después de esto, Shuurei ya no sabía siquiera cuántas cartas estaba escondiendo ahora. Además, lo que lo estaba forzando a mostrar esa carta no había sido ni Shuurei ni Riou, sino el tiempo. A diferencia de su aspecto, él era como un estratega militar.
“-No creo que el contenido de los libros que leyó Riou sea ajeno para mí. Lo que quiero averiguar es la información ‘actual’. Quiero ver la información reciente sobre las langostas, que se ha reunido aquí en el clan Hyou durante los últimos diez años.”
“¿Diez años…?”
Había sido aproximadamente en esa época cuando alguien había tomado prestados los libros concernientes a la plaga de langostas, según los registros.
“¿Puede ser que tú hayas sido quien los tomó –no, pero…”
Shuurei, que había investigado a fondo a Shiba Jin en la Provincia Ran, ladeó la cabeza, recordando los resultados de su indagación.
“Hace diez años, Jin-san… ‘Shiba Jin’ estaba viviendo tranquilamente en la Provincia Ran.”
“Si, la persona que tomó esos libros no fui yo. Excepto que yo sé quién los solicitó. Aunque no he conocido a esa persona, y solamente sé su nombre. Es gracias a esa persona que conozco todos esos detalles sobre enjambres de langostas. Hace diez años, esa persona, en este clan Hyou –probablemente justo donde estamos parados ahora, buscó todos los documentos relativos a las langostas, los revisó, y envió la información adquirida en forma de innumerables copias y manuscritos a cierta persona. Incluso ahora, esos documentos se conservan en el ‘exterior’, y yo pude leer esas tantas copias. Es por eso que yo ya sabía más de lo que Riou sabe tras haber leído varios libros, incluso sin investigar.”
Riou estaba trastornado. La persona que había tomado esos libros definitivamente había estado en el clan Hyou. Era alguien de los suyos.
Diez años antes, ¿alguien en el clan Hyou había enviado los detalles acerca de las langostas al ‘exterior’?
“¿Qué es esto?... ¿Quién? ¿Y por qué?”
Jin estaba a punto de hablar, y tras mostrar algunas señales de duda, finalmente abrió la boca.
“… ¿No escuchaste?... Hace diez años, hubo un momento en que se reunieron las condiciones para que estallara una plaga de langostas. Una mala cosecha y muchas breves sequías. Ahora la gente sabe que esas son las condiciones son idóneas para que los saltamontes depositen muchos huevos, pero en ese tiempo no lo sabían. El Jefe del Gyoshidai en ese tiempo sólo sabía que de acuerdo a las historias, si esas condiciones continuaban, era probable que ocurriera una plaga de langostas. Lo malo fue que esto pasó cerca del tiempo en que comenzó la guerra entre los príncipes, así que la capital también estaba en caos.”
Shuurei reaccionó a eso… Un recuerdo imborrable, aunque quisiera enterrarlo. Ciertamente, en aquél momento hubo una serie de malas cosechas.
“El clan Ran estaba ausente, el segundo príncipe había sido exiliado, el Emperador Senka estaba guardando reposo, y los príncipes comenzaron una lucha perversa. Bajo esas condiciones, podía ocurrir una plaga de langostas mucho mayor… Era el peor de los casos. Habría habido muchos más muertos que sólo la mitad de la población.”
Shuurei se sobresaltó. Esa vez, hubo una gran hambruna, pero si una plaga de langostas hubiera estallado a lo largo del país-
Tal vez Shuurei ni siquiera estaría viva ahí y ahora.
(Entonces, ¿había habido condiciones para una plaga de langostas-?)
Hasta ahora, Shuurei había creído que esos pocos años cuando incluso las lágrimas se habían secado, habían sido ocasionados por las pugnas entre los príncipes y oficiales. Ella tenía la idea de que ninguno de los oficiales de alto rango habían ayudado. Ella había pensado hasta ahora, que ese era el origen de su desprecio por los ‘nobles’, comenzando con Seiga. Definitivamente, esos pocos años fueron los peores de su vida. Y sin embargo… ¿esas no habían sido las peores condiciones posibles? ¿Había existido la posibilidad de que la situación hubiese empeorado por mucho? ¿Acaso Jin estaba diciendo que la razón de que eso no hubiera ocurrido, era que alguien lo había evitado? Esa era una posibilidad que Shuurei jamás imaginó. –Que las cosas hubieran empeorado.
Un escalofrío… la recorrió. Su mentón se sacudió levemente. La voz de Jin parecía llegar de muy lejos.
“El Jefe del Gyoshidai en ese momento tenía contactos en el clan Hyou. Él decidió que, de tener la oportunidad, sólo podría recurrir al clan Hyou, que era poderoso en conocimientos sobre desastres e investigación. Exactamente la misma razón que ahora. La persona que recibió su mensaje en el clan Hyou, vino directamente aquí, tomó una montaña de libros, los revisó, y después de leer cientos de ellos, envió los resultados de forma escrita, al parecer.”
Los profundos ojos negros de Riou se fijaron directamente en Jin.
“¿No fue mi tía? Y tampoco mi padre. ¿Por qué no dices el nombre de esa persona?”
“… ¿Qué? ¿Quieres saberlo? Probablemente no importe.”
“Quiero saber la razón por la que no puedes decirlo. ¿Por qué no puedes pronunciar ese nombre? Es porque eso tiene algo que ver conmigo y por eso no lo dices, ¿verdad?... Desde el principio dijiste que habías venido por órdenes de alguien. ¿Acaso alguien te dijo ‘no se los digas’?”
Jin se rascó la cabeza salvajemente.
“… ¿Conoces el nombre de tu madre?”
Los ojos de Riou y Shuurei se abrieron descomunalmente ante esta inesperada pregunta.
“… ¿Mi madre? ¿Por qué preguntas eso?”
“Escucha. No te conozco desde hace mucho, pero te he estado observando. Tú no sabes nada acerca de tu madre. ¿Es correcto? No sabes de dónde provenía, ni siquiera su nombre. Siempre sospechaste que en realidad tu madre era tu tía Ruka, ¿y por eso todos dudaban en decirte algo? - ¿Estoy equivocado?”
Riou se encogió. –Porque él tenía toda la razón. Incluso dentro de la porción de integrantes del clan que no tenían poderes, siempre existieron esos rumores y celos. Además, Riou sabía mejor que nadie la forma en que su padre sólo estaba pendiente de “Bara-hime”. No obstante, “Bara-hime” había escapado veinte años antes, y eso pasó diez años antes de que Riou naciera. Las fechas no concordaban. Y sobre todo, era un hecho que su tía Ruka estaba anormalmente ligada a su hermano menor.
Nadie le dijo de quién era hijo, así que Riou mismo no preguntó. También, apenas se había dado cuenta que durante esos años de caos [nota: refiriéndose a los años de caos antes de que Senka ascendiera al trono], la familia Hyou había seguido consintiendo los matrimonios entre ellos mismos, con el fin de preservar sus poderes sobrenaturales. Él pensó que de preguntar y confirmarse sus sospechas, entonces sería mejor ignorarlo.
“Me dijeron que no te lo informara a menos de que preguntaras. Pero si vas a desperdiciar tu vida siguiendo con esas sospechas, también me arrepentiría de eso. Si quieres saberlo, te lo diré. Tú escoges. Ya no eres un niño. Y eres inteligente. Probablemente ya has hecho tus conjeturas de cómo pasamos del tema de las langostas a esto. Esa es la razón por la que no puedo decírtelo libremente.”
Riou miró vagamente las fechas en el registro. Diez años antes. En esos números, él se dio cuenta de otra verdad. Eso podría haber pasado aproximadamente en el año de la guerra entre los príncipes. Sin embargo, al mismo tiempo.
Era casi el mismo número de años que la edad de Riou.
Notando esto, él abrió la boca y dejó escapar algunas palabras.
“… La persona que investigó las langostas y luego envió los resultados al Jefe del Gyoshidai esa vez, ¿era mi madre?”
Él preguntó. Aceptando esa muestra de concentración, luego de un intervalo, Jin asintió.
“… Es correcto. Fue tu madre, hace diez años –tampoco sé cuándo exactamente. Cuando la guerra entre los príncipes estaba a su comienzo, ella llegó del ‘exterior’ para casarse con Hyou Riou. Aunque también escuché que ella lo presionó para casarse con ella.”
“¿Del ‘exterior’? ¿Ella era una mujer del ‘exterior’? ¿No alguien del clan Hyou?”
“En esta familia donde Ruka gobierna como tirana, ¿existe una mujer lo suficientemente tenaz como para robarle el hermano a Ruka y casarse con él? Después de que esa dama llegó del ‘exterior’ y se casó con Riou, ella se volvió parte del clan Hyou. Su padre era el Jefe del Gyoshidai en ese tiempo.”
Riou tenía abiertos los ojos de par en par. El clan Hyou había sido una familia cerrada. Rara vez si acaso, ellos daban su consentimiento para que alguien entrara en su territorio. Mientras uno no ingresara al ‘interior’, no se podía tener acceso al vasto conocimiento e investigaciones que había ahí.
“… Oye, entonces con tal de obtener información sobre las langostas, ¿el Jefe del Gyoshidai arrojó a su hija para casarse con el fracaso de ser humano que es mi padre y tener por cuñada a mi endemoniada tía?”
“No sé nada al respecto. Pero aún si es así, no me sorprendería. Creo que es típico de él.”
“-No bromees.”
“No estoy bromeando. ¿No lo entiendes? Gracias a eso, la plaga de langostas fue prevenida. Todo porque tu madre se casó con alguien de este clan, encontró la información relativa a las langostas, y la envió de vuelta. Tomar cartas en el asunto después de que ya pasó todo es el peor de los planes. Tu madre tuvo éxito con la mejor estrategia, previniendo que comenzara. Ese es el verdadero deber del clan Hyou. No sé si ella se haya casado por esa razón, pero ella vino a casarse con un hombre que jamás la miraría y se volvió integrante de la familia Hyou –Tu madre cumplió el deber de la familia Hyou. Ella está muy por encima de ti ahora, que ni siquiera pudiste persuadir a tu padre, o incluso ver a Ruka.”
“---!”
Eso era cierto.
Riou no pudo decir una sola palabra en respuesta. Ni una sola.
“… ¿El nombre… de mi madre?”
Jin dio un vistazo a Shuurei. Sin embargo, deduciendo que Shuurei probablemente ya lo había descubierto, después de suspirar, les dijo el nombre.
“-Ou Hien. La hija única del Jefe del Gyoshidai en ese tiempo, y actual Jefe de la Cancillería, Ou Ki.”
“… ¡¿Ha?!”
Después de un largo silencio, Riou dio un bufido.
“No digas cosas sin sentido. Entonces, ¿eso no haría de Ou Ki mi verdadero abuelo?”
“Si, en realidad él es tu abuelo. Date cuenta de que en ese entonces él era el Jefe del Gyoshidai. No huyas de la realidad.”
“¡¡Imposible!! ¡¿Esa persona es mi abuelo?! Ou Ki… dono… ¿Cuántos años tiene?”
“¿Cuántos años?... ¿Cómo cincuenta o sesenta?”
“Deja de bromear, mi padre ya pasa de los ochenta. ¡¿Cómo es posible que mi abuelo sea treinta años más joven?! ¡¿No es extraño?! Aunque yo no haya reflexionado detenidamente acerca de cómo es que nací hace diez años, es extraño. ¿Cómo puede pasar una cosa así?”
Lo más lamentable es que la idea de que Ruka fuera su madre parecía ser más verosímil.
Al observar únicamente su rostro, no parecía tan extraño, pero cuando Jin le dijo eso, sin duda él había empezado a encontrar muchas cosas extrañas al respecto.
“Pero es la verdad. Tú mismo eres la prueba. Realmente te pareces a él.”
“¿Qué? ¿A quién?”
“A Ou Ki-dono. Tu manera de pensar, la forma en que hablas con franqueza, cómo es que a pesar de que eres elegante, eres desgarbado con las palabras, todo eso es exactamente igual a él. Tu cara se parece a tu padre, pero por dentro, definitivamente eres como tu abuelo.”
Riou recordó a Ou Ki. Él siempre era severo, y no dudaba en criticar a Riou, aunque fuera un niño. Sin embargo, misteriosamente, no le importaba. Él era feliz, como si pensara que estaba siendo reconocido como ser humano.
(… ¿Esa persona es mi abuelo?)
¿Ou Ki lo sabía desde el principio? ¿Y Uu Uu?
El clan Ou, uno de los sirvientes de la familia Shi. No, sin embargo, actualmente esa familia-
“Riou, lo siento, pero la charla sobre el pasado se termina aquí. Ya se los dije. No tenemos tiempo. Gracias a que tu madre envió información importante respecto a las langostas, hace diez años se previno el estallido de la plaga, y mediante las instrucciones del Gyoshidai, aunque fueron mesuradas, demostraron su eficacia. Aunque esta vez también pudo haberse prevenido el daño al mínimo llevando a cabo tales instrucciones en esas regiones, esta vez, hubo una negligencia sorprendente.”
Ante esas palabras, el escalofrío se hizo más grande en la espalda de Shuurei. Negligencia. ¿De quien era esa negligencia? Eso estaba claro.
Si –Eso era lo que iba a pasar.
“Esto es un lío. A estas alturas, la prevención no sirve de nada. Es necesario enfocarnos a exterminarla ahora que estamos a tiempo.”
Riou volvió sus pensamientos al tema de las langostas con todas sus fuerzas.
“Exterminio…”
“Tranquilo, Riou-kun. En otras palabras, esto es lo que pasó. Hace diez años, el Jefe del Gyoshidai, Ou Ki-sama, consiguió la cooperación del clan Hyou y tuvo éxito al prevenirla, y naturalmente, el Gyoshidai actual, sin necesidad de investigar, ya tenía alguna información útil. Como la del sendan del sur.”
Jin sonrió con su único ojo ante el tono de voz apacible de Shuurei. Guardó silencio y escuchó la continuación.
“Entonces, la persona que en el presente está a cargo del problema de las langostas, probablemente es el Jefe Ki o Ou Ki-sama. Por lo que dije antes, creo que en la corte, uno de los dos probablemente tiene el conocimiento más detallado acerca de las langostas. El Jefe Ki está haciendo planes ahora para usar la información reunida aquí. Pero, esa información, a fin de cuentas, es información de hace diez años, lo que significa…”
Riou recordó las palabras previas de Jin.
‘-No creo que el contenido de los libros que leyó Riou sea ajeno para mí Lo que quiero averiguar es la información ‘actual’. Quiero ver la información reciente sobre las langostas, que se ha reunido aquí en el clan Hyou durante los últimos diez años.’
Jin había dicho que tenía órdenes concernientes a las langostas.
“Ya veo. –Lo que tú quieres saber es lo que hay ‘después de eso’ –la información obtenida en estos diez años.”
“Si. La información del clan Hyou de hace diez años es útil, por supuesto, pero es más útil la que está en progreso actualmente. Cuando me permitieron leer la investigación, yo también me quedé sorprendido. La gente de la Provincia Ran ignoraba que el sendan del sur fuera efectivo contra las langostas. Sin embargo, esas en su mayoría, son medidas preventivas, no de exterminio. También, el sendan del sur es efectivo par repeler insectos, pero eso no significa que sirva para matarlos. Desde luego, si ellos se los comen, morirán, pero ya que los saltamontes saben eso, no se lo comerán y saldrán huyendo. Cuando son huevos y larvas, todavía sirve. También cuando empiezan a caminar, si se les arroja la infusión, servirá. Pero cuando se vuelven insectos adultos y empiezan a volar en enjambres… la eficacia se reduce a cero. Porque ellos pueden salir volando por los cielos.”
Eso era verdad. Si la gente arrojaba el líquido al cielo, lo único que pasaría es que éste les cayera de vuelta en la cabeza.
“Pero, Jin-san… como Ou Hien-san no escribió nada referente a exterminarlas… entonces ni siquiera el clan Hyou pudo hallar los medios para extinguirlas, o ella no pudo encontrarlos… en esa ocasión.”
Ante esas ultimas palabras murmuradas, Jin sonrió con ironía. Lista.
“Si, en esa ocasión. Bueno, no es que no escribiera nada al respecto. Hay varias formas de exterminarlas, pero… al final, se llevan un tiempo. Además, a menos de que el clan Hyou se una y preste su ayuda, éstas no funcionarían del todo bien.”
Riou levantó la cabeza como si lo hubiesen golpeado. Él tenía varias razones para mantenerse firme ante su padre. Irónicamente, el hecho de que Riou fuera instruido en el clan Hyou, ponía en crisis el papel del clan Hyou.
“Entonces, lo que Uu Uu dijo… sobre abrir todas las puertas, significaba eso. –Pero, rayos, a menos de que convenzamos a mi tía, eso será imposible.”
“Espera, antes de eso, hay algo que tenemos que hacer antes de que sea demasiado tarde, Riou-kun. Si no lo hacemos, no tendrá ningún sentido que Jin haya venido hasta esta área de estudio.”
Un método que Hien-hime no pudo hallar esa vez porque no existía.
“-Lo que dice Jin-san es cierto. Si lo que él dice sobre Hien-hime es verdad, sería una pérdida de tiempo dedicarnos a revisar los viejos libros ahora. Esos ya han sido copiados y archivados en los estantes del Gyoshidai. No obstante, no importa su efectividad, siguen siendo de hace diez años. Lo que tenemos que buscar ahora es, sin duda, lo que pasó ‘después de eso’. La información acumulada recientemente en estos diez años.”
“¿’Después de eso’?”
La cara de Riou se retorció. Él sabía cómo había sido el clan Hyou estos últimos diez años. No sabía cómo había sido su tía en el pasado. Quizás en verdad era asombrosa. Quizás había sido soberbia y majestuosa, experta en salvar a la gente, estimulando el acopio de conocimientos y sabiduría. Sin embargo, a fin de cuentas, al tiempo que su tía envejecía, todo dentro del clan Hyou se había estancado, como una vieja mujer agotada. Ellos ni siquiera habían enviado a alguien al Ministerio de la Cueva de los Iluminados por casi diez años, cuya función era ser el enlace con el ‘exterior’, y tampoco habían hecho uso de sus conocimientos para ayudar a la gente, pese a lo que estuviera pasando en el ‘exterior’, mirando en silencio indiferentemente. Cuando llegaban a actuar, era anteponiendo sus propios intereses. El clan Hyou era como un estanque turbio, sólo pudriéndose y muriendo.
Esos habían sido los diez años ‘después de eso’, que Riou conocía. Pese a ello, ¿qué era eso de nuevos conocimientos acerca de las langostas?
“Acerca de eso… dijiste que eso es lo que tenemos que buscar, pero puede que no haya nada.”
“Si, no importa. Si no lo hay, entonces está bien.”
Ante la tranquila y serena voz de Shuurei, Riou levantó su cara compungida. Aunque Riou mismo sabía que estaba haciendo un berrinche, Shuurei no estaba enojada.
“Está bien si no hay nada. Debemos escoger la mejor ruta de las que tenemos ahora. Pero si no hay ninguna, debemos asegurarnos adecuadamente que no la haya. Si no lo confirmamos, nos vamos a arrepentir. Pero es posible que haya un método… Riou-kun, incluso ahora la gente cree que las plagas de langostas son uno de los Tres Grandes Desastres, y que no hay nada que la gente pueda hacer contra ellas, ni siquiera prevenirlas. Yo no lo sabía. Tu madre, Riou-kun, tampoco vino al clan Hyou para casarse sabiendo que existía un método, y tampoco es la razón para que leyera muchos de esos libros. Quizás no existía ningún método… o tal vez si. Eso es lo único de lo que estamos seguros. Aún así, está bien.”
“… ¿Eh?”
“El tiempo es corto, pero todavía nos queda algo. –El Jefe Ki y los altos oficiales nos ahorrarán tiempo.”
La misma Shuurei estaba sorprendida por haber dicho esas cosas. Sin embargo, ahora que las había dicho, se habían vuelto categóricas, y algo dentro del pecho de Shuurei lentamente se tranquilizó. Si, aún así estaba bien.
“Lidiar con las plagas de langostas es un deber histórico del Gyoshidai. Ahora el Jefe del Gyoshidai es el Jefe Ki. Su personalidad es increíblemente severa, tiene una cara malvada, tiene la sangre más fría que un kyonshi, y no sólo lo aparenta, realmente es malvado… pero si esa persona es el Jefe del Gyoshidai, aún así está bien. Las cosas no se van a caer en pedazos y desmoronarse si volvemos con las manos vacías.”
Él ya había notado señales de langostas en el verano y había girado instrucciones a Suou.
… Ella lo sabía, pero ahora estaba confirmado. Esa persona era perfecta como jefe oficial del Gyoshidai. Él era una persona capaz de hacer que Shuurei, quien aprovechaba cada oportunidad para oponérsele, pensara que a pesar de todo, él sería capaz de hacer algo, como siempre, y en eso radicaba su valor como oficial superior.
Las ideas y principios de ambos eran completamente diferentes. Pero, tratándose de esa persona, todo iba a salir bien. Aunque le dolía admitirlo, él era alguien que la hacía creer eso.
“-Definitivamente, él dará las mejores instrucciones posibles ahora. Usando sus mejores métodos, él nos dará el mayor tiempo posible. Y no sólo el Jefe Ki. Empezando por Yuushun-san, todos los altos oficiales que administran los Cuatro Departamentos y los Seis Ministerios, harán su mejor esfuerzo. Aunque nosotros tengamos que invertir tiempo investigando, las cosas no empeorarán enseguida.”
Mientras Shuurei decía esto, sonrió forzadamente recordándose a sí misma un poco de tiempo antes… Ahora mismo, ella entendía cuán soberbio y justiciero había sido su comportamiento el año anterior, cuando ocurrió la epidemia en la Provincia Sa. Incluso ahora, probablemente no había cambiado mucho. Aún así, esa vez… Shuurei se dio cuenta de que ella había decidido desde el fondo de su corazón, desde el inicio, que la ‘gente de arriba’, no haría nada. Por eso fue que no consultó con nadie, y usando métodos peligrosos a su propio criterio, abriéndose paso a través de todo, obteniendo la autorización ex-post-facto. Las consecuencias habían recaído en Yuushun. Pese a que ella no se arrepintió de hacerlo, ahora ya no creía que de no hacer todo a la perfección por sí misma, todo se perdería.
“Descuida, todavía no hemos llegado a lo peor. En este momento, ten por seguro que la corte y los oficiales están haciendo todo lo posible porque eso no pase… especialmente, yo he experimentado cómo Yuushun-san y el Jefe Ki son implacables haciendo trabajar a la gente hasta morir… si, seguramente ahora todos están llorando. Creo que los están obligando a dar su mayor esfuerzo. Claro que Uu Uu-sama también.”
Al oír el nombre de Uu Uu, Riou contuvo el aliento. Uu Uu también estaba trabajando duro –Literalmente estaba arriesgando su vida.
“… Tú confías en ellos. Aún cuando te han obligado a trabajar tanto en el Gyoshidai.”
“¡¿Confiar en el Gyoshidai?! Estoy oyendo palabras muy extrañas… No, simplemente es porque lo sé. Todos en la corte saben que no avanzarán si no se esfuerzan. Pero aunque yo me queje, es imposible estorbarle al Gyoshidai, que trabaja mientras se quema en su obsesión por los ascensos y resultados. Especialmente debido a que es un deber especial para el Gyoshidai lidiar con las langostas. Si fracasa, la reputación del Gyoshidai se irá al caño. Si, es absolutamente imposible estorbarles. Sin duda, ellos están agotando todos sus recursos…”
Al pensar en la forma en que su temperamental jefe probablemente estaría furioso, a Shuurei le dio un escalofrío. Era demasiado aterrador. De estar en el Gyoshidai ahora, ella probablemente estaría corriendo de un lado al otro, trabajando hasta morir. Gracias a Dios que estaba en el clan Hyou.
“Es por eso que todo estará bien, lo peor no llegará enseguida. Aunque el tiempo es poco, todavía tenemos algo. Oye, Riou-kun, eso es también gracias a la ventaja que tu madre nos dio. Ella era una persona sorprendente. Incluso si no podemos hallar un método de extinción, no hay problema. Pero si existe alguno, y podemos sacarlo a la luz, ellos nos habrán dado un tiempo valioso.”
Después de una pausa, Riou exhaló y asintió.
“Shiba Jin… El que hayas querido investigar métodos de exterminio, y no métodos preventivos, significa que deseas que todo esto termine antes del invierno.”
Jin sonrió. La serenidad e inteligencia que le permitían comprender diez cosas con sólo escuchar una, estaba de vuelta.
“Si. Si llega el invierno, las langostas hibernarán. Queda poco tiempo antes de que estemos en pleno invierno. Si podemos soportar hasta entonces, y luego atacar con un plan para repelerlas por completo, podremos proteger las cosechas de este año hasta cierto grado. Con sólo eso, de alguna forma podríamos lograrlo incluso con los métodos que tenemos ahora. Pero, mi amo no es la clase de persona que se quedaría satisfecha con resultados improvisados.”
Shuurei y Riou reaccionaron ante esas últimas palabras. Mi amo.
“Señorita, ¿lo has descubierto?”
“… Creo que él es una persona asombrosa. Él va a intentar desbaratar la plaga de langostas de un solo golpe. En todos los sentidos, él trata de mantener el daño al mínimo. Incluso en estos momentos, él cree que es posible.”
La peor parte de las plagas de langostas era que una vez iniciadas, seguían ocurriendo en años posteriores.
Aunque se protegieran de ellas este año, en primavera despertarían. Al ir volando como enjambre, depositaban una vasta cantidad de huevos por todas partes, y luego los huevos eclosionarían por todos lados una vez más, y nacería un nuevo enjambre. Los enjambres seguirían multiplicándose, volando en grupos hasta arrasar con todo, las plantas y también los alimentos. No importa cuántas veces las repelieran, llegarían un sin fin de ellas. Si no encontraban un plan decisivo, al final las cosas empeorarían más y más. Aunque pudieran proteger la cosecha de este año, si para la primavera siguiente, todas las plantas eran comidas, al año siguiente la cosecha sería terrible. Si ese año hubiera una cosecha pobre, desde ese momento, resultaría lo mismo que si el año anterior dejaran perder las semillas y retoños. Comenzando con un ciclo vicioso de malas cosechas, el acaparamiento de los comerciantes y provincias y los saqueos empezarían a darse en los almacenes de granos.
Si, de estallar una plaga de langostas, significaría el fin. Ese era el motivo por el que una década antes, el Jefe del Gyoshidai en ese momento, corrió desesperado tratando de prevenirla. No obstante… esta vez había existido una falla en el gobierno, y la plaga de langostas ya había comenzado. Pero.
(Esa persona no se ha dado por vencido del todo.)
Él estaba considerando cosas en las que nadie se había puesto a pensar. Ahora, inmediatamente después de que la plaga inició, ese ‘alguien’ había enviado a Jin al clan Hyou.
“… Si los saltamontes son conducidos a un estado de total destrucción antes de que inicie su hibernación –no podrán depositar huevos.”
Mientras decía esto, Shuurei notó que su espalda se estremecía
Si no depositaban huevos, lógicamente no nacerían nuevos saltamontes.
Sin embargo, mientras los saltamontes gradualmente depositaban huevos e incrementaban el tamaño del enjambre, actualmente, éste era sólo el comienzo, y eso significaba que el número de saltamontes era reducido. Si ellos podían hallar una forma efectiva de aniquilar a las langostas antes de que su número se incrementara. Entonces ése sería su fin. Quizás. Si encontraban uno, entonces existía el deseo de hacerlo.
Alguien tenía fe en que ellos podían terminar con la plaga de langostas de un solo golpe. Hacer algo inusitado. Con el poder de los humanos.
“-Él es una persona asombrosa.”
Ella nunca había sentido una habilidad tan sobresaliente, semejante deseo de hacer algo, en esta forma.
Anteriormente, Shuurei le había dicho a Riou que todo saldría bien. Que lo peor aún no llegaba, que definitivamente, en la corte, alguien estaba usando los mejores métodos y dándoles tiempo. Ahora tenía la prueba. Definitivamente, ellos les estaban dando tiempo. Él estaba haciendo tiempo para que Jin encontrara un ‘método’ en el clan Hyou.
(El Jefe de la Cancillería, Ou Ki.)
Si Jin obtenía la última información sobre las langostas, eso era porque su amo, Ou Ki –definitivamente era él –la necesitaba. Era posible que Ou Ki hubiera sido embestido con una autoridad mayor que la del actual Jefe del Gyoshidai, el Jefe Ki, para lidiar con las langostas, o que intentara por sus propios medios de hacerse cargo del problema. Debido a su conocimiento y logros en contra de las langostas, por cualquier medio, ellos dos eran los únicos calificados.
Por lo tanto, de ser capaces de terminar con la plaga de langostas, la popularidad de Ou Ki y Ki Kouki en la corte, se dispararía.
(Entonces seguramente, la reputación de Ryuuki haría lo opuesto-)
Aquél que pudiera suprimir a las langostas, era el verdadero Emperador, protegido por los Ocho Iluminados.
Eso se decía de las plagas de langostas.
Shuurei se mordió los labios.
Desde que había investigado algunas cosas en el Gyoshidai, ella había sentido una atmósfera intranquila en la piel. Esa persona podría confrontar algún día a Ryuuki. Si eso pasaba, Jin también lo haría.
El momento crucial en el que la dirección del viento cambiaría de una vez por todas, podía ocurrir gracias a esta plaga de langostas. Sin embargo, ¿Qué era esto? Ella no tenía más opción que hacerlo.
“… Jin-san, sigo siendo un inspector del Gyoshidai. Jin-san, estás rodeado de misterios, pero independientemente de los otros planes que tengas –en relación al problema de las langostas, cooperaré contigo ampliamente. Si te soy de ayuda.”
Jin sonrió con los ojos entrecerrados. Ella no pensaba en absoluto si él era un enemigo o un aliado, en ganancias o pérdidas, negociar, tratar de detener a Jin, o en la posibilidad de que el Emperador estuviera en problemas si la plaga de langostas era completamente exterminada. Esta jovencita llamada Kou Shuurei, se inclinaría al final, por ‘el deber de un oficial’.
“Pensé que dirías eso.”
Por lo que era mejor para la gente.
“Entonces, tan pronto sea posible, veremos si hay nueva información relativa a las langostas en los últimos diez años o no.”




Notas:
Los demonios cabeza de vaca y cabeza de caballo son los guardianes tradicionales de las puertas del infierno budista.

Sendan: El ‘sendan’ o Melia azedarach, es un árbol conocido como ‘Árbol del Paraíso’. Para mayores referencias ver wikipedia

***
Fuente: http://yuzutea.net/log/2010/05/book-16-chapter-3-part-1/

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martes, 25 de mayo de 2010

VOLUMEN 16 Capítulo 2 (2/2)

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.


SAIUNKOKU 16
Capítulo 2
La capital sacudida
Parte 2/2
Posteado por Charmian
Traducido por Violet Raven

>ANTERIOR


“’Te confío la corte a ti’, fue como si Ou Ki-sama fuera el Emperador, jejeje.”
Después de la reunión de altos oficiales, Anju iba caminando detrás de Ou Ki. Incluso al entrar al estrecho camino que servía de atajo hacia la Cancillería, él todavía iba siguiéndolo. Notando que el entorno se había quedado extrañamente tranquilo, Ou Ki suspicazmente volteó hacia Anju.
“… Anju, ¿retiraste a todas las personas de ésta área a propósito? ¿Quieres apuñalarme hasta morir? Has estado pegado a mi, sediento de sangre. ¿Eres un patito? Si tienes algo que decirme, sólo dilo.”
“¡¿Un patito?! Ou Ki-sama, solo tú me tratarías como a un patito. Eehh, sería fabuloso haber sido un pequeño pato. Porque el papá pato no se quejaría sin importar cuánto lo siguiera.”
“Probablemente no.”
“Es que si no lo hago así, no podría hablar contigo, Ou Ki-sama. Porque estás demasiado ocupado.”
Anju recargó bruscamente la espalda contra un árbol ligeramente inclinado. Su sonrisa no era la más alegre del día, y sus siempre cambiantes ojos marrón ahora tomaron un color mucho más sombrío de lo normal.
“… Ahh, ahh, ¿qué es eso de que Ou Ki-sama va a ir a la Provincia Kou? Eso fue un desacierto. Yo estaba esperando que el Emperador saliera gritando ‘Yo iré’ y no fuera capaz de hacer nada, así su popularidad caería aún más bajo.”
“Yuushun ya está aquí. Él no permitiría una estupidez así. Yo también lo detendría. Porque eso no sería útil.”
“Lo se –si él decía ‘Yo iré’, eso por sí mismo habría estado mejor. Porque habría sido demasiado estúpido. Pese a esto, él te encomendó, Ou Ki-sama, delante del público. Eso estuvo mal, pensé. Sin importar lo preocupado que estuvieras, Ou Ki-sama, los problemas específicos hicieron que te contuvieras de ir bajo tu propio riesgo, pero a causa del deber, has creado una razón legítima para ingresar a la Provincia Kou. Ya me esperaba esto. Además, no importa cuánto me queje, tú no darás marcha atrás a tu decisión.”
Anju seguía de mal humor, y no intentó buscar los ojos de Ou Ki, ni siquiera una vez. Ou Ki puso cara de preocupación.
“… ¿Tanto te opones a que vaya a la Provincia Kou?”
“… Aunque te responda, te irás de todas formas.”
Después de una pausa, Anju, mientras suspiraba, levantó una hoja roja del suelo, y la presionó contra sus labios. Así, la mirada de Anju, más oscura que lo usual, lentamente se giró hacia Ou Ki. Su soñolienta sonrisa, como miel derretida, se tiñó de una mezcla de elegancia y dulce malicia.
“… Si no estás aquí, Ou Ki-sama, puede que haga algunas travesuras.”
“¿En serio? ¿Como cuáles?”
“Eh, ¿como cuáles? Uhhh, varias cosas, para remover del camino a los que estorban a Ou Ki-sama.”
“¿Qué? ¿No es eso lo que estás haciendo ahora? Muy bien. Hazlo.”
Él había aceptado fácilmente. Ou Ki dio unos pasos cuidadosos, como no queriendo pisar las hojas del suelo, y dio un paseo tranquilo. Anju fingió no notarlo, mirándolo fijamente de reojo. Difícilmente existía alguien que viera a Ou Ki pasear con este estilo. Hubiera sido aún mejor que nadie lo supiera, pero desafortunadamente las cosas no fueron así.
“Tú estás bajo mis órdenes. Asumiré la responsabilidad.”
Por un instante, la cara de Anju se tornó ambivalente. Aunque al parecer estaba contento, esa no era la respuesta que él hubiera deseado. Su expresión era incierta, pues ni él mismo sabía la clase de respuesta que quería. Desde los viejos tiempos, Anju había puesto esa cara de vez en cuando. Como una mariposa errante, sus ojos buscaban algo desconocido aún para él.
A veces, cuando las mariposas negras aparecían junto a Anju, Ou Ki sin miramientos, narraba la historia de las mariposas errantes que transportaban las almas.
Al final, él probablemente concluía con la frase: ‘Pero las mariposas tampoco saben en realidad lo que hay en esa tierra.’
Notando la mirada de Ou Ki, Anju evitó sus ojos. Él habló con un tono de voz deliberadamente animado.
“… Si, si. Entonces, aunque tú no estés aquí, Ou Ki-sama, esperaré un poco. Aunque habría sido fácil para él dejar la capital como hizo en el verano, esta vez, todo estará bien incluso si es Ou Ki-sama quien se va. Pensándolo bien, podría ser más interesante. Aunque tú no tomes parte, parece que las cosas resultarán a mi manera.”
No obstante, la cara de Anju no parecía contenta en absoluto.
“… Oye, Ou Ki-sama. El Emperador no es bueno. Desde la guerra entre los príncipes hasta ahora, el Emperador Senka y el Primer Ministro Shou le han servido todo en bandeja de plata, y al último, llegó a este nivel.”
Anju murmuró mientras daba vueltas alrededor de una hoja roja, como si quisiera recobrar el ánimo.
“Aunque la situación fuera tal que, sin importar lo idiota que fuera, hubiera escuchado lo que se le aconsejaba, las cosas habrían salido bien. A pesar de que es inteligente, sabe usar una espada, y es digno de lástima, es un gobernante incompetente. Ignoró los consejos de Kouki, y al final, no previno la plaga de langostas. Entonces, todos los oficiales que habían trabajado a su ritmo lento y constante, se enfadaron… La Cancillería y la nobleza provincial, especialmente, siempre han estado pendientes de ti, Ou Ki-sama. Ah, pero hoy el Emperador lo hizo muy bien. Se quedó callado, por lo que hoy ha sido más útil de lo que jamás ha sido. Gracias a eso, la discusión rápidamente siguió y siguió.”
Hubo un sonido estrujante. Anju calmadamente trituró la hoja roja que había en su mano y la tiró.
“Dentro de poco, llegará la oportunidad perfecta. Yuushun también ha regresado. Así, Ou Ki-sama, ya no quedará nadie fuera del escenario. Hay personas que te esperan… Por favor, no los traiciones.”
Sus ojos ahora estaban desprovistos de un solo fragmento de sonrisa, y sus últimas palabras fueron susurradas con singular monotonía.
Eso podía interpretarse como que si él los traicionaba, lo asesinaría, o podría escucharse como que todo estaría bien incluso si Ou Ki los traicionaba. Él no sabía la razón. Anju sabía, por ejemplo, que si él fuera a traicionar a Ou Ki, Ou Ki no lo mataría. Sin embargo, a Anju no le gustaba eso. Tenía la sensación de que siempre había estado diciendo que preferiría ser asesinado si lo traicionaba. Por eso, aún cuando a él no le importaba si Ou Ki fuera a traicionarlo, pero si eso ocurriera, él esperaba la misma compensación que si Ou Ki no lo traicionaba. Así era como sonaba. Parecía que en realidad sólo había una cosa que Anju buscaba. No importaba si se trataba de traicionar o confiar, o de quién fuera la persona. Anju siempre había vivido así. Lo que si era seguro, es que Anju esperaba un increíblemente alto precio de parte de la otra persona. Si éste no era pagado, todo se perdería. [ver notas].
“Por favor, no los traiciones.”
Una vez más, Anju susurró esto con voz ronca. Como una sirena atrayendo a los marineros a la destrucción con una bella melodía. En realidad, todos aquellos que escuchaban la voz de Anju habían sido destruidos. Con muy pocas excepciones. Sin embargo, los había. Ahora mismo, Ou Ki era uno de ellos. En el futuro, no obstante, era incierto si él sería uno de esos. ¿El futuro? Ou Ki sonrió pensando en esto. Aunque él fuera una de esas excepciones, no habría tiempo suficiente para apreciarlo.
En alguna parte, se escuchó el sonido de un ave batiendo sus alas.
“-Si, entiendo.”
Ou Ki respondió con voz serena. Como tranquilizando a un niño inocente.
Hubo un instante de serenidad. Las hojas caídas hicieron un ruido, y el primero en bajar la mirada fue Anju.
“¿Por qué? Estaba esperando esa respuesta. Si eso pasa, creo que mis deseos también se cumplirán. Pero si tú, Ou Ki-sama, te conviertes en Emperador… ¿entonces yo…? ¿Yo seré más feliz que ahora?”
Él murmuró esto como un niño que es abandonado.
Antes de que Ou Ki pudiera responder, Anju dejó el árbol donde estaba recargado, tan rápido que fue de improviso. En silencio, puso sus manos alrededor del cuello de Ou Ki. Éstas estaban tan frías como el hielo. En un instante, toda expresión se ausentó del rostro de Anju.
“… A veces me pregunto. Aunque un mundo sin ti sería tedioso… si no estuvieras aquí, yo viviría con más libertad, más a mi antojo. No tolero lo que me ata, sin importar lo que esto sea. Es por eso que a veces quiero arrugarte como una hoja de papel, y arrojarte al basurero, arrojarlo todo –y ponerle fin a todo.”
Los dedos de Anju de pronto se llenaron de fuerza. Muy pronto, la presión se hizo tan fuerte, que uno no podía descartarlo como una broma. Al momento en que las cejas de Ou Ki saltaron reflexivamente, una sola pisada quebrantó la paz del lugar.
“… Oye, es suficiente, Anju. Vuelve a trabajar ahora mismo. O vas a morir.”
La voz de Son Ryouou era grave y sonora, pero también más seria de lo usual, y el humo que le era tan familiar a Ou Ki llegó flotando a sus alrededores. Mientras masticaba su pipa, Son Ryouou acercó sus pasos. Aunque aparentaba caminar distraído, no hubo ningún sonido, aún cuando estaba pisando las hojas caídas. A pesar de que sin duda estaba ahí, lucía como si estuviera caminando en otro mundo. Si frente a Anju se comportaba como una elegante bestia, ahora Son Ryouou era el rey de las bestias. Sin importar cuán peligroso pudiera ser un animal, al enfrentarse con él, no tendrían opción más que retirarse. De todas formas, ya sea que huyeran al verlo, o se retiraran de mala gana, lo hacían.
Anju era claramente el último. Al momento de ver a Ryouou, puso una cara terriblemente indignada. Ryouou se detuvo. Aunque a simple vista quedaba alguna distancia, eso dejaba a Anju un rango de ofensiva. Después de asegurarse a sí mismo una posición en la que no pudiera impedir su ataque, Ryouou expulsó el humo de su boca. También podía ser visto como el suspiro de un niño actuando. Sin embargo, en ese momento, Ryouou no estaba bromeando.
“Ya has fastidiado lo suficiente a Ou Ki. Cuando estés en tus cabales otra vez, ve y haz lo que tienes que hacer. Tampoco eres lo suficientemente idiota para buscar pelea conmigo. Ah, bueno, pero jugaré contigo cuando quieras.”
Anju suspiró, como un niño cuya trastada ha sido descubierta. Su gesto era exactamente igual al de su yo normal.
“… Si, si. Entiendo. Volveré al trabajo. Ah, por favor no se preocupen por el clan Hyou. Estarán tan ocupados que no se meterán en el camino de Ou Ki-sama. Los peones también se han incrementado… Pero, muy pronto, esa vieja loca del clan Hyou habrña servido a su propósito. ¿Será de gran utilidad para Ou Ki-sama al final?”
Las cejas de Ryouou saltaron, pero él no dijo nada. De hecho, no sabía qué decir. Mientras se regodeaba en sus planes, Anju se fue, con su cabello meciéndose en cascada.
Mientras Ryouou miraba hacia la dirección en que Anju había desaparecido, dejó que el humo se dispersara al viento. Ou Ki no volteó.
“… Oye, Ou Ki.”
Él sintió que Ou Ki estaba sorprendido. Al parecer, había adivinado que estaba enfadado. Eso era correcto.
Ryouou se aproximó a Ou Ki, tan rápido que su movimiento pareció instantáneo, y sin decir nada, dejó caer su puño en la cabeza de Ou Ki. Con este despiadado golpe repentino, Ou Ki vio chispas en sus ojos. Él no hubiera imaginado que, llegado a sus cincuenta años, terminaría siendo golpeado por alguien. Puesto de mal humor, Ou Ki gritó furioso a Ryouou:
“¡¿Me estás golpeando aún cuando te supero en rango?! ¡¿Qué vas a hacer si mis sesos se salen de mi cabeza y abandono este mundo?!”
“¡Cállate, idiota! Ahora que Jin no te está protegiendo, empiezas a bajar la guardia. De no haber venido, en serio que habrías dejado este mundo. ¡Despierta, imbécil! ¡Si hubieras ido y muerto encima de mí, eso sería un problema!”
“¡Ya, ya lo sé!”
“¡Si, claro! ¡Si enviaste a Jin al clan Hyou! No puedo protegerte las 24 horas los 7 días de la semana como en los viejos tiempos. Aunque, si dejara de ser el Ministro de Asuntos Civiles, otra cosa sería. Aún así, he podido relajarme porque Jin te estaba protegiendo.”
“El único que podía ir es Jin. Y también, el único que podía hacerlo. –Y éste es el único momento.”
Ryouou abrió la boca mientras miraba las hojas caídas.
“… Anju acaba de decir que Ruka es inservible. Y tú dijiste que éste es el único momento. -¿Mandaste a Jin al clan Hyou por ese motivo?”
Él no dejó pasar eso en silencio. Silenciosamente, lo confirmó. Dejarlo ir, sólo en un momento como éste.
“… Si.”
“¿De veras? Entiendo… entiendo.”
Ryouou sólo dijo eso. En vez de no advertirle, Ryouou le avisó a Ou Ki ‘Voy a fumar’, y una vez más, llenó de tabaco su pipa. Ou Ki no le prohibió fumar como usualmente lo hacía. Hubo un sonido de una piedra chocando.
“… Bien, entonces. Pero, Ou Ki… algún día Anju te matará.”
No. Él tenía el presentimiento de que no sería ‘algún día’, sino que ese momento llegaría muy pronto.
Anju había volado lejos de Ou Ki en innumerables ocasiones, pero cada vez, había vuelto. Pese a afirmar que odiaba a Ou Ki, trabajaba para él. Y, de vez en cuando, intentaba matarlo. Ryouou no entendía para nada esto.
“Tú tienes tus razones para dejar a Anju a tu lado. Sólo que… es cierto… ¿no tiene él una forma de pensar distinta a la tuya?”
Después del silencio, él abrió la boca. Las ráfagas de viento ocasionaron que los bellos arcillos en sus oídos se sacudieran, haciendo un agradable sonido metálico.
“Definitivamente, pese a todo, Kouki nunca me traicionaría, pero Anju es diferente. Sin embargo, si algún día fuera a matarme, probablemente –“
En alguna parte, se escuchó el sonido de un ave batiendo sus alas.
Un repentino ventarrón sopló, y la copa del enorme árbol se balanceó.
De pronto, advertido por esto, Ryouou se quedó absorto en el árbol y el ave por un momento. Era un ave grande y blanca.
Aunque Ryouou no alcanzó a oír las palabras de Ou Ki, no pidió que se las repitiera. Habría estado bien si se tratara de algo que le hiciera feliz escuchar, pero si no, sería desagradable. Además, Ou Ki nunca se retractaba de sus palabras.
Él podía escuchar el sonido de los pasos de los guardias a lo lejos acercándose. Probablemente iban hacia allá porque Kouki estaba preocupado.
La cara de Ou Ki se transformó, de la tranquilidad cuando estaba tratando con un viejo amigo, a su cara habitual como un alto oficial.
A veces Ryouou se preguntaba si la manera en que estaba viviendo en ese castillo, junto con Ou Ki, era parte del sueño de alguien.
Él y Ou Ki sobrevivieron a esa batalla, y esa vez, él no imaginó que ambos llegarían a los cincuenta años.
“Ahora que lo pienso, ya pasaron los años. Para los dos.”
“… Si. Vivir tanto tiempo. Como sea que lo mire, quiero ver un mundo mejor. A partir de ahora, veremos si lo que hizo Hien –fue inútil o no.”
Ante el nombre de Hien, Ryouou entrecerró los ojos y echó una mirada a la silueta cansada de Ou Ki.
Había algo que él deseaba, tanto como para separarse de su amada hija única.
Y no sólo Ou Ki. Todos lo deseaban, y ahora, estaba ahí.
Mirando hacia un futuro distante, más de lo que ellos amaban.
… Eso también terminaría pronto. Ryouou esperaba que acabara bien. Con el mínimo de daño posible.
“Cuando dijiste que tú mismo irías, recordé a esa jovencita esa vez de la Provincia Sa. ¿Ella te inspiró? Si esa jovencita del Gyoshidai estuviera aquí ahora, sería la primera en decir que iría.”
Ou Ki no confirmó esa afirmación, pero tampoco la negó.
Qué mal, murmuró Ryouou.

… Luego de que Ou Ki abandonara el lugar acompañado de un guardia, Ryouou se quedó holgazaneando por ahí. Sopló el humo y después miró hacia uno de los árboles. Había un hombre ahí que, al igual que Ryouou había llegado presuroso hacia Ou Ki, había venido a proteger a Ou Ki. Aunque Anju y Ou Ki no lo notaron.
“… ¿Qué te parece si sales? En realidad, estuviste espléndido, pero a esa distancia, yo soy mejor. Me enteré de ti por Jin. Aunque te escondas, no tiene caso… Muéstrame tu cara y déjame agradecerte, Kou Shouka.”

***

Kouyuu iba rápidamente todos los días al Palacio Shoukei, localizado en una parte de la Residencia Imperial. El Palacio Shoukei era el sitio que el Gyoshidai había escogido como lugar de confinamiento para Yuri-hime, e incluso después de que Kou Shouka juró fidelidad, Ki Kouki no la liberó como rehén del clan Kou. Shouka y Yuri acordaron que por el momento, no la sacarían a la fuerza. Pese a que Kouyuu seguía suspendido, podía ir al Palacio Shoukei bajo el pretexto de cuidar a su madre adoptiva. Con la ayuda de Seiran, Suou y Jyuusan-hime, era fácil reunir información acerca de la corte, y después de que Shuurei se fue al clan Hyou, Kouyuu había estado concentrado casi todos los días en reunir diversas piezas de información, usando el Palacio Shoukei como base.
“Ah, aquí tienes, Kouyuu-san. Traje los registros de hoy de la sesión matutina de la corte.”
Cuando él entró a la habitación de siempre, Suou y Seiran levantaron la cabeza. Al parecer, ese día, Kouyuu era el último en llegar.
“Gracias, es muy útil. Primero déjame revisarlo.”
Viendo que las reuniones de la corte también eran parte de las obligaciones del Gyoshidai, Suou, como agente, podía revisar con libertad los registros de las sesiones de la corte. El día de hoy, además, al tomar el informe y echarle una ojeada, como estaba previsto, quienes habían conducido la reunión habían sido en su mayoría Ou Ki y Son Ryouou.
“¿Qué es esto? Ou Ki-san y el Ministro de Asuntos Militares se llevaron la mejor parte. –Después de eso, el Primer Ministro Tei. De cualquier forma, hoy el Emperador estuvo especialmente mal. Lo que él dijo más o menos fue ‘lo dejo a tu parecer, Primer Ministro Tei’, ¿eh?”
“… Es porque el derecho para comandar a la milicia fue entregado por completo a Ou Ki-dono. No hay nada que hacer al respecto. Desde el momento en que su majestad cedió toda la autoridad concerniente a la plaga de langostas a Ou Ki-dono, pensé que esto pasaría. Si él le hubiera entregado toda autoridad respecto al problema de las langostas no a Ou Ki-dono, sino a Yuushun-sama, entonces creo que la historia sería distinta…”
“… ¿Eh? Ah, ¿en serio? ¿Es porque así Ou Ki-san estaría bajo las órdenes del Primer Ministro Tei?”
En ese caso, Yuushun seguiría reteniendo la autoridad final, y le prestaría temporalmente a Ou Ki el derecho de mando sobre la milicia. Él no tendría el mando completo del ejército. Con ese simple hecho, la impresión que se daría sería enteramente diferente. Sería irremediable. Se dice que las negociaciones interpersonales son cuestión de experiencia. Sin embargo, Ryuuki había pasado su infancia casi sin ver a la gente, y posteriormente, Kouyuu había terminado dirigiendo todo.
“¿Ni siquiera el clan Kou puede hacer algo contra las langostas?”
“… Así parece. Yuri-san también dijo que era imposible hacer algo en el caso de las langostas. Hasta ahora, parece ser que el clan Ki, los principales servidores de los Kou, manejaban los asuntos relacionados con las langostas… No sé mucho acerca del clan Ki. Además, hace varias décadas desde la última vez que las langostas se presentaron en la Provincia Kou. Shouka-sama y los demás tampoco tienen ninguna experiencia en eso. Solamente nos queda confiar en el Gyoshidai y en Ou Ki-dono. Shouka-sama también debe habérselo dicho a la familia… Aunque con eso, la popularidad de Ou Ki-dono ha ascendido vertiginosamente.”
Ante estas últimas palabras, Seiran frunció el ceño. Kouyuu enfocó la vista en otro punto de la reunión.
“… ¿Kei Na-sama está muerto? Y el Gobernador provisional es Ouyou Gyoku… ¿Yuushun fue quien lo nominó?”
Kouyuu bajó los ojos como deliberando un momento, y miró el nombre de Ouyou Gyoku.
“… Gracias al cielo que Yuushun-sama nombró a Ouyou Gyoku como Gobernador de la Provincia Heki. Si no lo hacía, tarde o temprano él presentaría su renuncia a su majestad y regresaría a la Provincia Heki. El Secretario Ouyou… Suou, ¿qué noticias hay acerca del otro asunto relativo a la Provincia Heki que te pregunté?”
Suou sentía bastante simpatía por Kouyuu porque él lo llamaba por su propio nombre. Suou abrió otro manuscrito.
“Si, lo investigué casi todo. Como lo previste, desde este verano, los oficiales del clan Heki han renunciado, pero aún quedan unos cuantos.”
Eso bastó para que Seiran se diera cuenta de algo. Él miró a Kouyuu y luego murmuró ‘Como pensaba’.
“Ya lo verifiqué usando los contactos que tengo entre los ex oficiales de reserva. –Parece que desde este verano, el clan Heki tanteó el terreno intentando dejar la corte para observar la situación. Pero dado que el Secretario Ouyou y el hijo del líder, Heki Hakumei, no se movieron, la mayoría de ellos quedaron confundidos y no hicieron nada. –Pero, ¿por qué? ¿Habrá alguna razón misteriosa?”
“Si. Es claramente extraño. Mucho.”
Seiran entrecerró los ojos, y su cara decía que aunque le estaba respondiendo a Suou, estaba pensando en algo más.
“El clan Heki es igual que Tantan-kun ahora. –No son un clan muy listo.”
“¡En serio que no has cambiado!”
Kouyuu movió los ojos de un lado al otro. A decir verdad, Kouyuu había concluido lo mismo.
“Me gustaría decir que hablan demasiado, pero de todas formas, así están las cosas. Los Heki usualmente son una familia que mantiene distancia de la política. También son terribles para las negociaciones políticas. A pesar de eso, el que ellos hayan dado la orden de retirar a sus oficiales inmediatamente y observar la situación viendo que la reputación del Emperador empeoró velozmente este verano… es demasiado inusual. Principalmente, no imagino al clan Heki reuniendo información detallada sobre el Emperador y la corte, y tampoco tienen oficiales en esa clase de posiciones.”
Aunque el clan Heki y sus sirvientes monopolizaban los puestos relacionados a las artes y ceremonias, en el centro político casi los únicos que estaban eran Ouyou Gyoku y Heki Hakumei en la administración civil. Él había notado que había algo extraño en Heki Hakumei. Probablemente ambos habían recibido la orden de retirarse.
“Naturalmente, yo también pensé que había algo extraño acerca del Secretario Ouyou. Alguien ha estado proporcionando información acerca de la corte a la familia Heki. Tal vez los hilos están siendo jalados detrás de escena. Es por eso que pese a desobedecer a los Heki, sus amos, ellos se quedaron.”
“Ah, um, ¿así que esto es similar a lo ocurrido con los oficiales Kou? ¿Hay un sujeto que filtró información y estaba intentando hacer que los oficiales Heki regresaran a casa? ¿Así que el clan Kou fácilmente hizo que todos dejaran de asistir a la corte y todos fueron despedidos, pero el clan Heki no se dejó engañar por eso?... ¿Entonces el clan Kou no queda como el más bobo?”
Kouyuu no pudo decir nada. Ante la mirada fría de Seiran, él parecía estar llenándose de lagunas.
Realmente, Shin Suou había golpeado despiadada, franca y directamente todos los puntos débiles.
“Ah, em, en otras palabras, incluso siendo así ahora, es provechoso que Yuushun-sama nombrara a Ouyou Gyoku gobernador… En las condiciones actuales, lo único que podía retener al Secretario Ouyou es ser Gobernador de la Provincia Heki.”
Si el Secretario Ouyou hubiera presentado su renuncia entonces, los oficiales Heki que habían estado dudando hasta ahora al ver que él no se movía, habrían regresado a la Provincia Heki en masa. Aunque difícilmente había oficiales Heki involucrados en asuntos claves del gobierno central, el problema era que su renuncia se interpretaría como que el clan Heki había abandonado al Emperador. Si eso pasaba casi al mismo tiempo que el conflicto con los Kou, eso habría sido un duro golpe. Kouyuu estaba sinceramente agradecido con el Secretario Ouyou y Heki Hakumei.
Seiran se puso la mano en la barbilla. Si las Ocho Familias de los Colores fueran a retirarse pronto, representaría un colapso.
“El clan Ran, el clan Kou, y enseguida el clan Heki… Y la sincronía es perfecta... Hay un sobresaliente y astuto zorro.”
“… Seiran, me preocupan más las tres casas restantes. Ya sea que se trate de una casualidad o sea planeado… restan tres familias desagradables. Especialmente la familia Kou (Amarillo). Viendo el informe de la corte, recientemente el Ministro Kou casi no ha dicho nada.”
Seiran miró la figura de Kouyuu… Finalmente parecía que su razonamiento normal, el cual había sido la causa para que lo nombraran ‘el talento más sobresaliente de la corte’, estaba de vuelta. Ya que Reishin no estaba ahí, entonces los méritos de Kouyuu eran inconfundiblemente privilegiados.
“El clan Kou (Amarillo), a diferencia del clan Heki, usualmente monitorea los movimientos de la corte. La red de información del clan Kou es del más alto nivel, aún entre las Ocho Familias. Actualmente, me preocupa que, misteriosamente, estén callados incluso bajo las circunstancias hoy día. Es como si esto estuviera dentro de sus expectativas.”
Suou inclinó la cabeza. Si los dos clanes militares, los Koku y los Haku, se salían de control, sería grave, pero él no conocía mucho sobre del clan Kou.
“¿A qué te refieres con tres familias desagradables? De los Koku y los Haku lo entiendo, pero los Kou controlan a los comerciantes, ¿verdad?”
“… Si. Pero el clan Kou tiene un apodo especial. Por ejemplo, los clanes Koku y Haku son ‘guerreros’.”
La Provincia Kou (Amarillo) era conocida como la sede del comercio, y fue ahí donde la Cofradía de Mercaderes se inició. Pese a ser la más pequeña de las provincias, junto con la Provincia Heki, dado que era un punto estratégico donde se reunían constantemente las caravanas de mercaderes de todas las provincias, su poder económico rivalizaba con el del Kiyou. Expertos comerciantes reunidos y enormes cantidades de dinero y gente se movían a través de su territorio. Quienes manejaban todo eso era el clan Kou. Sin embargo, ellos también tenían otra faceta.
“-El otro nombre del clan Kou es ‘comerciantes de guerra’.”
‘Comerciantes de guerra’ que emergían vendiendo armas donde la esencia de la guerra estaba presente. Esa era la verdadera forma del clan Kou. En tiempos de guerra, el clan Kou rápidamente se transformaba en vendedores de información, y ese era el motivo del por qué habían permanecido en silencio hasta ahora.
“Ya que el clan Kou ha dado pasos relativamente ágiles, tal vez alguien de la corte los haya contactado.”

Después de que Suou volvió a su trabajo en el Gyoshidai, Seiran miró a Kouyuu con los brazos cruzados.
“… Kouyuu-dono, antes dijiste que había sido de ayuda, pero, ¿qué opinas del Primer Ministro Tei?”
Kouyuu cerró su ojo izquierdo y miró a Seiran con el derecho. Al parecer, Seiran ya había ingresado a Yuushun en su lista de ‘zorros astutos’ que tenía en la mira. Eso era comprensible. Kouyuu, cuidadosa y honestamente respondió.
“Su trabajo como Primer Ministro es impecable. De eso no hay duda.”
“¿Por el bien de quién? ¿Es en beneficio de su Majestad?”
“… ¿Qué puede ser? He estado pensando esto desde el inicio. Si lo ves, hay algunas cosas extrañas.”
Kouyuu estrujó su orbe con el ‘lirio’ grabado. Había algo que él podía hacer en lugar del Emperador.
“He considerado algunas cosas… Cuando llegue la oportunidad, tengo la intención de ir a ver a Yuushun-sama.”

***

“… Son Ryouou-dono, hasta este momento, me había burlado y reído de esa vieja anécdota de que en tus años de juventud te habías enfrentado contra el Emperador Senka, el General Shiba y el General Sou al mismo tiempo, y cruzado espadas con ellos en igualdad. Me disculpo por no creerlo. No pensé que el ‘Sabio de la Espada’ del clan Son, servidores del clan Koku, que había estado extraviado por algunas décadas, estaría trabajando como oficial civil en un sitio como este.”
Después de que Ryouou lo llamó, hubo una pausa. La presencia, lenta y silenciosamente se coló entre la arboleda, como un tinte que se expande a través de un lienzo blanco y puro. Ryouou alejó la mirada, molesto ante estas últimas palabras.
“¿Qué? ¿Qué es eso de ‘Sabio de la Espada’? Soy un simple plebeyo ordinario. No tengo ninguuuuna relación con el clan Son de los Koku.”
“Si fueras un plebeyo ordinario, es imposible que sintieras mi presencia. Tenía la intención de regresar en secreto.”
Ryouou contempló a Shouka, quien salió de entre la arboleda. Él estaba al tanto de que él era el actual ‘Lobo Negro’, pero estaba sorprendido de verlo con sus propios ojos. Y eso era porque siempre lo había visto holgazaneando en los archivos.
(… Aunque, creo que sería más fácil para Ou Ki si Kouki y Anju también fueran así de perezosos…)
Por una razón u otra, en esa generación, existía mucha gente retorcida que ocultaba muchas cosas, no sólo una o dos excentricidades… Tal vez era porque habían nacido en una brecha entre épocas. Esa había sido una era en la que en los giros de la marea, muchas cosas que más valía no ver, fueran empujados frente a los ojos de una despiadadamente. En ese tiempo, Ryouou ya era un adulto. Sin embargo, Shouka y Anju eran niños. Era completamente diferente.
“Vamos a olvidarnos de lo que vimos aquí. Eso te prometo, amo del clan Kou… ¿Por qué has venido aquí?”
Shouka miró en la dirección por la que Ou Ki se fue con una expresión complicada en el rostro.
Era como si hubiese visto a través de Ou Ki y tratara de traer a la memoria los recuerdos de alguien más.
Ryouou pensó que, considerándolo bien, quizás Shouka nunca había hablado con Ou Ki. Normalmente, Ou Ki estaba escoltado por alguien, así que casi no había oportunidad para que aquellos como el encargado de los archivos, se acercaran a él. Aún cuando quisiera hablar con él, mirarlo de lejos era lo mejor que podía hacer. Pero tratándose del jefe del clan Kou, las cosas eran distintas.
“Ahora mismo, ellos dos no se parecen. La hermana mayor de Ou Ki era hermosa. Hasta que él tuvo veinte años, existía un leve parecido, sin embargo. –Oye, Kou Shouka. ¿Por qué te arrodillas frente a ese niño?”
Shouka se dio vuelta hacia Ryouou con sobresalto.
“¿Te disgusta que haya ofrecido a su Majestad el sello y la lealtad del clan Kou?”
“Más bien lo encuentro misterioso. Tú también debes haberlo notado. Ese niño ni siquiera es un gobernante. –Entonces me gustaría preguntarte lo opuesto. ¿Por qué piensas que Ou Ki no será adecuado?”
Lo que sucedía ahí sería totalmente olvidado. Es por eso que Shouka decidió responderle también.
“… Entonces, te responderé honestamente. No me incliné frente a Ryuuki-sama pensando si es o no un gobernante adecuado. Esa puede ser la naturaleza del clan Kou. Me incliné frente a Ryuuki-sama porque así lo quise. Nosotros difícilmente nos inclinamos ante nadie. Entonces, hasta en esas raras ocasiones, no calculamos pérdidas ni ventajas. Para el clan Kou, el amor y la lealtad son lo mismo. Antes que importarme si es adecuado como gobernante, etc. creí que era necesario protegerlo, y aunque fuera ese solo hecho, encontré que es valioso servir a Ryuuki-sama.”
Ryouou miró desde arriba a Shouka como si la venda se le hubiera caído de los ojos. Así que eso era. Él sintió que comprendía las inexplicables acciones del clan Kou, que hasta este momento habían sido un misterio para él. Ryouou sonrió con regocijo.
“… ¿Mhhh? Eso es magnífico. Me gusta. Especialmente eso de no considerar ganancias o pérdidas. Pero proteger, ¿qué significa exactamente? Dijiste que no te importa si él tiene o no lo necesario para ser Emperador. ¿Quieres decir que pretendes proteger el trono de Ryuuki-sama hasta el final, aunque sea un gobernante estúpido? ¿O a Ryuuki-sama?”
Las preguntas de Ryouou eran agudas, despiadadas y daban en el centro de la cuestión. Magníficamente. Él podía desviarlas apropiadamente, pero luego de pensarlo un poco, decidió contestar honestamente. Después de esto, Shouka vería qué tan lejos iban a llegar Ou Ki y Son Ryouou, y lo mismo haría Ryouou. Ambos simplemente lo estaban plasmando en palabras.
“A Ryuuki-sama. A toda costa, ahora.”
“¿Ahora?”
“Ou Ki-sama puede desempeñarse mejor como gobernante. Eso lo reconozco. Es popular, tiene experiencia y fuerza de voluntad. Además siempre está pensando en este país. Mirando a Ryuuki-sama, él probablemente no puede evitar sentirse impaciente. Si es ahora, probablemente el daño será menor. Eso también lo sé. Seré el aliado de Ryuuki-sama hasta el final, pero lo que quiero proteger es a él, no su trono. Pero-“
Shouka inclinó la cabeza y vio a Ryouou con una mirada perpleja. Era como si estuviera tratando de digerir algo impreciso dentro de sí. Al final, eso no tomaría forma. Sin embargo, por primera vez Shouka había plasmado con palabras lo que siempre había pensado en lo más profundo de su mente inconsciente.
“… Pero, si llegara el momento en que Ryuuki-sama pudiera encontrar lo que le falta, tengo el presentimiento de que sería mejor gobernante que Ou Ki-dono… Si ése día llega, o si llegará a tiempo, es otro asunto.”
De pronto, la mirada de Ryouou se endureció, como si se llenara de intenciones asesinas.
“… ¿Oho? ¿Ese jovencito más adecuado que Ou Ki? ¿Cómo? ¡Dime!”
“No, en cuanto a ‘¿Cómo?’, en este momento él no lo es, así que no tengo forma de decírtelo. Es algo así como una sospecha.”
“Este sujeto. ¿Con que haciéndote el tonto? Interesante. Te he tomado simpatía, ¡así que vuélvete nuestro aliado!”
“¡¿Qué?! ¡No digas incoherencias! ¡¿No te he dicho que es imposible?!”
Era molesto. No obstante, francamente, aunque ambos eran enemigos ahora, a él también había comenzado a agradarle. Ya fuera entre los nobles o la facción del examen imperial, o entre los oficiales civiles o militares, Son Ryouou era respetado y estimado.
“Hmp, si Anju estuviera aquí, te mataría, sin duda alguna.”
“Contigo es diferente, pero si tuviera que enfrentarme a Anju, yo soy más fuerte, así que estaría bien.”
“-Ah, me siento aliviado. Protege al Emperador. Del mismo modo en que viniste directamente a proteger a Ou Ki, nosotros no queremos asesinar al joven Emperador. Tal como temes, si Ou Ki muriera ahora, sería algo irreversible. La guerra estallaría en este país. Los partidarios de Ou Ki están dispersos por todo el país, y han empezado a ocupar posiciones importantes en cada lugar. No bromeo. La guerra no es nuestro verdadero objetivo. Haremos que él abdique al trono. Hasta entonces, protege a tu joven señor.”
Eso fue lo que él declaró.
Los delgados ojos de Shouka, que traían consigo una perturbadora presencia, entonces se abrieron.
“… tú lo has dicho.”
“Si. Y he sido yo quien lo dijo. No Ou Ki, no lo olvides.”
Ryouou volcó su pipa con un fluido y elegante ademán, y dejó caer la ceniza.
“… Siempre he deseado ver el país de Ou Ki. Cuando cierro los ojos, puedo ver la clase de lugar que sería, limpio y claro. Pero, ¿tú alguna vez has deseado ver el país de Ryuuki-sama? ¿Puedes imaginarlo?”
“…”
Shouka no pudo decir nada. Incluso en un momento tan crucial. Eso por sí mismo era una respuesta. Ryouou sonrió.
“Nosotros esperamos. ¿No es cierto eso? El único que desperdició tanto tiempo por su propio beneficio y luego traicionó todas las expectativas, fue ese muchacho. Las langostas son sólo una parte de la cuenta. De aquí en adelante vendrán más. ¿Ese joven tiene la firmeza para pagar cada una de ellas y formar un camino hacia un país más grande que el de Ou Ki? Te diré esto, si él huye esta vez porque está sufriendo igual que como lo hizo la vez que huyó hacia la Provincia Ran, -será el fin.”
Antes de que Shouka pudiera decir algo, la expresión de Ryouou se suavizó.
“… Te agradezco desde el fondo de mi corazón por venir a proteger a Ou Ki. El tener a alguien como tú de ese lado, es una gran ayuda.”
Aunque amable, hubo una ráfaga de severidad repentina. En otras palabras, la conversación se había terminado.
Ambos comprendieron eso.
Aunque había seguido continuado y continuado, la efímera –y también ficticia era de paz estaba llegando a su fin.
…Muy pronto, el telón se levantaría, ya fuera para un `principio, o un final.

Notas:
Anju y su ‘precio’: Este es un pasaje muy confuso, y de antemano me disculpo si he cometido algún error. Es algo confuso lógicamente, de cualquier forma.



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Fuente: http://yuzutea.net/log/2010/05/book-16-chapter-2-part-2/


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