sábado, 27 de octubre de 2012

GAIDEN 4: "Sora no Ao, Kaze no Yobu Koe" ("El cielo Azul, el llamado del Viento") Parte 2

 Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.


Gaiden 4
 Relato "Sora no Ao, Kaze no Yobu Koe"
( El cielo Azul, el llamado del Viento)
 Novela corta del pasado de Ensei
Posteado por 星期二的ruby
Traducido por Violet Raven
(Parte 2)


>ANTERIOR


***

“Probablemente no es manera de conseguir remplazos. Y todo porque día tras día, Shousenpuu (Pequeño Torbellino) es obligado a matar.”
Al principio, la expresión en los ojos de Chitasei se volvió severa. Meishou levantó los labios y sonrió con discreción.

“¿O será mi imaginación? Los sujetos que son derrotados o mueren a manos de Shousenpuu, eran los líderes principales, de alto rango. Además de conseguir cien monedas de oro y la promesa del jefe. ¿Seguro que no hay otra forma de seguir sacando a los muertos?”
“No es sólo eso. ¿Escuchaste cómo es que son enviados los aldeanos secuestrados a Shousenpuu?”
Meishou dejó escapar una carcajada burlona. Gracias a Shousenpuu, estos inútiles días se habían vuelto divertidos.
“Lo que vi fue interesante. Día tras día, su esgrima y su apariencia se hicieron más claros. A pesar de que él se seguía deteriorando, seguía asumiendo un aire de superioridad. ¿Cuánto tiempo más seguiría ensuciándose y continuar creyéndose especial? ¿No es adorable? Es como si fuera una estúpida e inocente doncella. Bello y elegante. El tiempo que lleva ha sido pisoteado ese chico tonto no es una sensación placentera.”
En respuesta a la crítica de Meishou, Chitasei habló con indiferencia.
“¿No es por experiencia propia que hablas de esa manera?”

Por un momento, la conducta de Chitasei se tornó mordaz.  Al parecer, hacía tiempo que admitía el hecho de ser asesinado por una espada, y por un tiempo su herida siguió sangrando. Aunque no era una herida severa, el dolor no cesaba hasta que fuera sanada.

“Discúlpeme… mis sentimientos interfirieron.”

Cuando su tono de voz se calmó, Meishou chasqueó la lengua más provocativamente y salió dando pasos fuertes.

De la mejilla de Chitasei brotaba sangre, la cual secó con una toalla, y volvió su atención a la lista de nuevos reclutas que recibió. De pronto, detuvo su mirada. En la columna donde se enlistaba la edad, extrañamente resaltaba uno de ellos, por lo cual tomó nota. –Trece años.

Por otro lado, los mencionados chicos, en su mayoría, cabían en la categoría de artes marciales. Este año, los hombres más valientes se habían superado y por eso se les llevaba fuera. La cuestión en realidad era, que Shousenpuu tal vez se igualaba a ellos.

“Lugar de nacimiento… dice “Umetarou”, ¿dónde está eso…?”

Sin pensarlo, echó una bocanada de aire.
‘Mi nombre es Rou Ensei.’
Murmuró entre dientes.

***

“¿Apodo?”

Ensei iba caminando. Gracias a una serie de eventos,  se había infiltrado en los Satsujinzoku, con un rostro similar a hace diez años, con ayuda del que posteriormente sería el entrenador a cargo del grupo de esgrima y al que Ensei respetaba. A pesar de este sujeto, él no se sentía incómodo.

“Hey. De cada nombre por separado, ¿cuál de los signos del zodiaco recuerdas? Porque si no lo haces, habría muchos idiotas, ¿no? ¡Y ayer alguien comió demasiado pescado y hubo una gran pelea! Por lo tanto, ¡haz lo que te digo! ¡Idiota! Al día siguiente, todos hicieron una competencia por los aperitivos. Es bastante claro, ¡¿no lo crees?! Tal como lo dije. Eso es porque estoy en el grupo de los chicos listos.”
Ensei llegó a tener la sensación de estar inscrito en el grupo de los inteligentes.
“En ese grupo de inteligentes del que hablas, está Chitasei.”
“¿Chitasei?”

“¡Él es el tercero al mando entre los grandes líderes! Al parecer es bastante inteligente, por eso lo nombraron así. Olvidé su nombre. Mira, es práctico tener un sobrenombre, ¿no? Así no lo olvidaría.”

Eso era muy cierto. Para él, que se asemejaba a un hermano mayor, era necesario tener un sobrenombre. Ensei no aparentaba en lo mínimo estar dentro del grupo de los inteligentes y sintió que en verdad, ya era demasiado tarde para incluirse en ese grupo. Tenía el presentimiento de que encararía a un compañero solitario, ingenuo e idiota que ejecutaría sus objetivos en vez de a un desconocido hermano mayor (Aniki).

“Con que ese sujeto es un estratega. Debí charlar con Chitasei respecto a elaborar un plan entero.”

Ensei puso una expresión indiferente y despreocupada, aparentando hacer una petición.

“Impresionante, ¿eh? ¿Qué clase de persona es?”

“Ese hombre es un misterio. Seguro que es un veterano, pero aunque se reúne con los grandes líderes, tal pareciera que no existe. Bueno, eso es porque los del grupo de inteligentes piensan demasiado, son tenebrosos y se quedan sin salir. Eso es lo que recuerdo. En los días lluviosos, se usa un impermeable, ¿cierto? Pues una ocasión él no durmió en toda la noche hasta que llegó a la gran conclusión de que no había que confundir la palabra ‘lluvia’ y ‘fantasma’. (Nota: aquí se refiere a dos símbolos 雨 = lluvia y 河童 = demonio de agua o fantasma, pero Chitasei se equivoca de kanjis ya que la palabra ‘impermeable’ se integra así 雨合羽)

Los ojos de Ensei se iluminaron. ‘… ¿Eso es todo?’

Había algo… diferente con los kanjis…

Tenía la sensación de que no era la palabra “雨河童”, pero además le daba la impresión de que la apariencia de los kanjis era distinta. Por mucho que se esforzara para emitir su opinión sobre los kanjis, le era imposible. Y sin embargo, casi desvía su atención hacia la disputa de la ‘lluvia’ y el ‘fantasma’, olvidando el nombre de Chitasei. Qué terrible ‘Aniki’ le había tocado. ¡¡Después de todo, él si estaba en el grupo de los inteligentes!!

“¿Tú también tienes un sobrenombre, Aniki?”

“Obviamente. Je, je, ¡el mío es magnífico! ¡Escucha, te vas a sorprender!  Mi apodo es –“

El sujeto anunció con arrogancia. “¡¡Tanmeijirou!” (Se escribe 短命二郎 y significa ‘segundo hijo de corta vida’)

“¡¿Tanmeijirou?!” Ensei definitivamente estaba sorprendido. ‘¡Tanmeijirou! ¡¿Esa fue mi reacción?!’

Primero que nada, ¿eso era bueno? Definitivamente, si. Alguien le había dado esa maravillosa seguridad. Antes de eso, ¿había que aplaudir? Era momento de ganarse su confianza, ¿no es así? Antes que nada, ¿eso le parecía magnífico? ‘Es importante que realice una actuación.’

El hermano Tanmeijirou sintió no comprender cuando la voz de Ensei salió de su boca con una reacción agitada, dejándole una impresión desagradable, ya que él pasaría a ser su pequeño subordinado.

“Muy bien, muy bien, dejaré que seas mi pequeño hermano de todas formas, “Tanmeisanrou” (significa ‘tercer hijo’)”


Esto resultó en que Ensei prácticamente saltara por los aires. ¡¡Ese era un apodo de mala suerte, viniendo de tan destacado alcornoque!!

“¡¡Aniki!! Yo soy diferente de ti, e intento vivir una larga vida, ¡por lo tanto, está bien que me pongas un nombre diferente!”

Aniki golpeó en la cara a Ensei.

“¡Idiota! ¡No es que quiera reducir mi tiempo de vida así como así! ¡Se trata de que ‘tu destino está marcado al haberme conocido porque éste será tu fin’! Llevar el nombre de ‘Tanmei’ (vida corta) nos hace compañeros al habernos conocido. ¡Compañeros!”

“¡Es un error!”

“¡Cállate! ¡No le des más vueltas al asunto!”

A pesar de eso, Ensei había sido golpeado. De cualquier manera, ese era un apodo aún más alejado de la camarilla intelectual.

Quizás Aniki se había autonombrado así. A pesar de eso, Aniki era la persona a cargo de los alimentos, ¿por qué tener un apodo así?

“Bueno, algo como haber realizado una hazaña sorprendente en la que pudieras tener experiencia y de ahí obtener un sobrenombre, es imposible en estos días, sin embargo. Por ejemplo, podrías derrotar a ‘Shousenpuu’, entre otras cosas.”

“¿Shousenpuu?”

Al Ensei voltearse a mirar a Aniki, notó que su expresión seria volvió a ser la de antes.

“… Hey, Sanrou, siento ser yo quien te está informando la situación con Shousenpuu.”

“¿Eh?”

“En verdad eres fuerte. La vez que derrotaste a diez de los principales hombres, fue admirable. Además, eras un chico tonto y adorable. Estaba complacido. Bien, pero, acercarse a Shousenpuu te hace valorar tu vida. Ese niño ha masacrado casi a cien sujetos que fueron atraídos por la recompensa y fueron a retarlo. ¡El chico es un monstruo!...  No es humano.”

El viento sacudió fuertemente las copas de los árboles. Ensei exhaló y alzó la vista al cielo… Se preguntó por qué tenía la sensación de que alguien lo llamaba. Desde el principio, fue igual que cuando estaba en el Monte Ginrou.

****

“Sobrevive.” Alguien parecía susurrar cerca de su oído.

Tenía una compresa húmeda y medicina untada en la herida. El joven, que una vez fue “Seien”, gritaba excesivamente a causa del intenso dolor, una y otra vez, forcejeando violentamente. Sin embargo, la persona que lo atendía, continuaba con el tratamiento perseverantemente. El interior de su consciencia era turbio, dejando solamente susurros repetitivos en su oído.

“Sobrevive… así sea en el abismo del infierno, hazlo.”

‘… ¿Por qué? ¿Con qué razón?’

-Después de despertar, en incontables ocasiones, el chico meditaba en estas palabras.

Momentos antes, el chico estaba deshaciéndose de aproximadamente cinco cadáveres, rodándolos por el suelo.  Ya era usual que, desde hacía largo tiempo, esto se convirtiera en un día cotidiano, y que él no pudiera sentir ninguna clase de emociones fuertes. Aún así, el sonido de pasos fugaces desvió su atención, luego de que un hombre de apariencia rudimentaria o campesina,  entró de pronto a la guarida del tigre a pesar de estar temblando. Parecía ser un aldeano común que había sido raptado de algún lado.

A pesar de que el hombre crujía los dientes, miró los cadáveres cruelmente apilados en el suelo, y al muchacho que estaba justo frente a sus ojos. El chico parecía ser muy joven, y tenía grilletes en ambas piernas y la cabeza, además de que las cadenas de hierro habían sido afianzadas. Si lograba matar a este niño, podría volver a casa –el líder asistente, Meishou, que le había dicho eso, lo había prometido. Sólo de esta forma podría sobrevivir. El aldeano, al que le fue provisto un cuchillo de hoja ancha, lo sujetó estrechamente y con fuerza.

En un instante, sus ojos se encontraron con los del muchacho. Como si se tratase de un duende sobrenatural con las órbitas de los ojos huecas, el aldeano se estremeció y dejó caer el cuchillo. El chico despertó su destreza. Al momento siguiente, la cabeza del hombre fue cortada y así terminó su vida. El chorro de sangre salió disparado al aire saltando en su mejilla, y el chico no movió las cejas. Sin embargo, de la cabeza del aldeano algo cayó espontáneamente al momento, y él sólo le dio un leve vistazo.  Parecía ser un juguete, como una pequeña flauta o silbato.

Inmediatamente, la siguiente víctima fue sacada, y en un parpadeo, el número de cadáveres aumentó a siete. Como era de esperarse, la respiración del muchacho se volvió irregular. Aunque el tratamiento en su herida había sido satisfactorio, los grilletes en sus pies que lucían pesados, eran similares a pesas de piedra.  Meishou reía al observar esto. Con gran precaución, éstos no eran puestos cerca de donde estaban las cadenas y la espada.

La mano de Meishou se desplazó en un movimiento recto.

Él alzó la espada en un reflejo, pero tardó demasiado. Era increíble el grado en que anteriormente podía haber manipulado elegantemente un abanico, pero ahora tanto la espada como su cuerpo se sentían pesados. La hoja de la torre (ajedrez) quedó atascada en su hombro derecho. No lo había perforado, pero era suficiente para que sus piernas estuvieran juntas y dirigidas hacia el muchacho. La espada estaba recargada en su hombro, pero pinchó su rodilla.

Se oyeron pasos mientras Meishou se alejaba.

“Sobrevive.”

‘… ¿Por qué? ¿Con qué razón?’

Pronto, los cadáveres de los aldeanos se pusieron pálidos. Había un acre olor a sangre y muerte. Era el mismo olor a podrido de la vulgar Corte Imperial. Sin embargo, el de este lugar lo era aún más, era crudo, como el fondo de un desagüe.

Los pasos de Meishou se acercaban. Naturalmente, era preciso decir que sin piedad, pisoteaba el orgullo del muchacho, era un hombre que se divertía destruyéndolo. Esto ni siquiera se acercaba a su fin, todos los días eran un infierno eterno en el que él se iba degenerando.

Este infierno era igual que el fondo de un canal, y sin embargo, qué sentido tenía decir “¡Sobrevive!”

La mano que empuñaba la cuchilla era intensa con la espada.

Meishou notó que se había detenido, teniendo gran precaución con sus piernas. Aún era algo peligroso para esta bestia reservar su fuerza física como si fuera pólvora. Imprudentemente, su voz despreocupada que era ininteligible, cambió a ser la misma de siempre, como era de esperarse.

“Huh. ¿Ese idiota está esparciendo rumores sobre Shousenpuu?”

Meishou vió a Ensei justo entonces, y saltó dando gritando.

“¡Oye, niño! ¿Otra vez estás escuchando? ¿Qué oíste?”

Si habitualmente el líder asistente Meishou no recordaba las caras de los recién llegados, este maldito simio era una excepción.

En el caso de los que se estaban entrenando, lo que sería cuestión de un mes, Meishou, siendo el segundo al mando, quería que hiciera todo lo que le dijera. Ensei no era lindo, Meishou no le tenía ningún respeto, y le hacía perder la paciencia que había logrado construir. Por encima de todo, el mirar a Ensei le crispaba los nervios. ¿Cómo es que, inevitablemente, tenía una terrible premonición? Parecía como si se estuviera olvidando de algo.

Hoy, el pequeño mono, que raramente tenía una expresión seria, había visto a ‘Shousenpuu’. Ante ese panorama, Meishou alzó las cejas. Lo que era más: lo que había visto, le había dado una expresión seria.

“¿Alguien escuchó la conversación acerca de ‘Shousenpuu’, pequeño mono? ¿Eso parece ser un desafío?”

 En silencio, Ensei vio siete cadáveres rodando por el suelo, y vio a ‘Shousenpuu’. Con sangre seca pegada en todo su cuerpo. En ambas piernas, grilletes de hierro y cadenas aseguradas. Con el rostro contraído, y su antes largo pelo, escondido donde no se le veía. Luego de eso, miró parte por parte para revisarlo, y al final, el chico vio que estaba lleno de sangre y grasa que se derrababa por el filo de una espada. A pesar de que él sólo traía consigo una vara y su voz.

“Hey, tú, sería bueno que te separaras gradualmente de esa espada, o después ya no podrás hacerlo, ¿cierto?”

Por primera vez, Shousenpuu alzó la cara. Por un momento, se cruzaron sus miradas.

Shousenpuu alzó la ceja sospechosamente. Los ojos del otro chico,  no eran críticos, ni compasivos, ni desdeñosos.

Es decir, por primera vez en sus vidas, los ojos de ambos chicos se encontraron por casualidad. No había en ellos ningún tipo de egoísmo al cual pudieran temer, eran ojos preocupados por su futuro cercano.  Pero el jovencito no entendió su significado.

Desde que nació, sus padres y hermanos e incluso sus opositores, habían llegado a vivir de acuerdo a lo establecido. El chico no tenía experiencia en ver a alguien fingir de esa manera.  Con excepción de su hermano menor, el chico no tenía la menor experiencia en abrir su corazón a los extraños, y no fue capaz de comprender esas palabras ni el significado de esa mirada transparente.

Ensei también estaba consciente de esa situación. Suspiró y agitó su largo y crecido cabello lacio.

“Qué remedio. Si no quieres hacerlo, tendré que intentar hacerlo yo.”

Ligeramente balanceó la vara en la que estaba recargado.

Por esa acción, Shousenpuu miró sus ojos. ‘Él es fuerte.’ El pícaro de antes y el chico que estaba ahí ahora, eran diferentes. Concienzudamente,  hasta los principios de las artes marciales, sin darse cuenta, era capaz de ir y entrar a ese lugar lleno de huesos y carne.

Exactamente en ese momento, el simpático Aniki de su grupo, Tanmeijirou, más furioso que nunca, entró precipitado al último minuto.

“¡¡Hey, Sanrou!! ¡Venir a hablar tú solo con Shousenpuu es un gran problema!”

“Perdón, Aniki. Tuve un presentimiento o algo así. Pero no tienes de qué preocuparte, todo está bien.”

En este intervalo, al enterarse del rumor, un puñado de sujetos se empezaron a reunir uno por uno con una ardiente curiosidad para ver quien mataría a Shousenpuu y si habría aparecido en el Satsujinzoku un héroe capaz de deshacerse de su “mayor temor”.

“Bien entonces, ¿empezamos?”

Ensei, de manera holgada, se paró frente a Shousenpuu. Él rió.

Shousenpuu fue tomado por sorpresa…  ¿cómo podía reír tan despreocupado este estúpido bajo tales circunstancias? En ese sitio, donde había tantos cadáveres revolcados, Ensei  únicamente miraba al muchacho.  En el caso del ex príncipe, él sólo lo miraba fijamente y en silencio. Si no fuera porque se trataba de un noble, seguramente cualquier otro chico ya habría muerto.

“… Gradualmente, tu verdadera personalidad se retraerá. Eso es inevitable. Sin muchas reservas. Y ya que soy muy fuerte, no importa cuánto te resistas, definitivamente te mataré. ¿Satisfecho?”

Por supuesto, esta vez para Seien, un recoveco de su subconsciente le suministró algo de alivio. ‘Sobrevive, y…’ alguien le estaba diciendo. Dicha voz no obedecía regla alguna. Y sin embargo, el hecho era que la lastimera voz estaba presente. Ya hacía vario tiempo que a esa voz se le podía oír lamentarse.

‘Es… es solitario, ¿no es así?’

Al escucharla, el chico empuñó la espada. Estaba en un lugar similar a al fondo de una alcantarilla, y no obstante,  era un milagro que él pudiera vivir ahí. Todos los días su destreza mejoraba y al asesinar a alguien, él moría hasta cierto grado. Meishou lo tenía inmovilizado y avanzando hacia la muerte, como a un perro, la presa le era arrojada y llevada tras la puerta.

‘¿Por qué?’

Por una eternidad, esto pareció un infierno repetitivo, y por si no se había dado cuenta, estaba tratando de vivir correctamente. ¿Por qué razón?

Pero ya todo se había terminado.

Con esto, pronto, alguien sería asesinado.

De repente, él alcanzó a escuchar la voz de su hermano menor nuevamente. Su cuerpo reaccionó contrario a su corazón, y acentuó su expresión de indiferencia. De esta manera, su habilidad vaciló. Aunque hasta ahora parecía igual, esta vez su cuerpo pareció estar vivo.

“Te concederé tu deseo.”

Un intervalo de viento dejó tras de sí apenas un susurro débil, casi inexistente, y Ensei se aprestó a usar su vara.

Sintió una sensación de alguien palmeando y aplicando una compresa. Después de eso, le fue colocado un vendaje, tímidamente, casi sin tocarlo. Se había ido acostumbrando al olor a sangre y paja seca, y había un aroma a viento veraniego. Misteriosamente y como si lo imaginara, si Seien abría los ojos un poco, el recuerdo de un techo no conocido le fue proyectado.

Justo entonces, la persona que enrollaba el vendaje dio un salto hacia atrás con una exclamación.

“¡Sanrou! ¡¡(Para mala suerte) Ya está despierto!! ¡Que venga el relevo, el relevo! ¡Tengo trabajo fuera! ¡Me voy de aquí!”

La persona dio un salto y salió corriendo a traer al sustituto, y unos animados pasos vinieron y se acercaron. El dueño de los pasos venía completamente sin vigilancia, además. La persona en cuestión se asomó casualmente y echó un vistazo a la cama de Seien, en la cual estaba durmiendo. El dueño de esos pasos, tenía lo que parecía ser una cara irreflexiva y optimista. Aparentemente ya no llevaba la vara, pero fue la cicatriz en la mejilla izquierda lo que sin duda, Seien reconoció.

“Hey. ¿Te sientes mejor? ¿Puedes levantarte? ¿Quieres algo de comer? En esa olla hay arroz cocido.”

“… ¿Por qué?”

Esa fue la primera vez que Ensei escuchó la voz de Shousenpuu. Su cara era la misma, era bonita, pero su voz completamente carente de calidez. Rodeado de una influencia decadente.

‘Parece un fantasma.’

Por dentro, estaba muerto.

“No me mataste.”

En cierto modo, logró conectar las lúgubres palabras. Ensei, entendiendo lo que quiso decir, estaba estupefacto.

“¿Huh? Eres un tonto. ¿No entiendes esa clase de cosas? Si eres idiota, ¿por qué no piensas un poquito? Si no lo comprendes, te lo diré.”

El muchacho, que parecía fantasma, alzó de forma huraña las cejas, ofendido. Desde que nació, en toda su vida jamás había experimentado el ser calificado como idiota, aunque al parecer así lo habían llamado ahora.

“Si te hubiera matado, habría estallado, desplegado mi fuerza física y mi ira habría crecido aún más. Habría matado casi completamente a todos sin pensar. De todos modos, desde hace tiempo decidí molestar y fastidiar a los debiluchos.”

Con una bocanada de aire, Ensei cerró la boca.

‘¿A quiénes?’

Su rostro proyectó la apariencia del llanto y la risa. Los preciosos fragmentos que estaban completamente olvidados se reunieron en su expresión facial… ¿Fragmentos que, lamentablemente habían sido olvidados…? Por un breve momento, Seien recordó algo.

“¿Y tú? ¿Cuál es tu nombre? ¿Cómo es que todo el tiempo, la gente te llama por un nombre tan largo como ‘Shousenpuu’?”

En ese momento, la puerta que estaba abierta se bloqueó por completo una vez más. La sensación de que alguien apenas se asomaba, se desvaneció totalmente. Seien evitó su mirada que se sentía adormecida. Era la imagen del rechazo a todo. Y por supuesto, a Ensei también.

A Ensei no le preocupó mucho eso. Le inquietaba que se pusiera nervioso, como un animal herido saltaría sobre un cerdito.

“¿No tienes nombre? Bueno entonces, te pondré uno. ¿Qué te parece ‘Gorou’? Muy bien, de aquí en adelante serás ‘Gorou’.” (‘Gorou’ significa ‘el quinto hijo’)

‘¡¿Gorou?!’ El chico guardó silencio.

“¿Qué jodido nombre es ése?”

“Nada de eso. Como ya tengo a ‘Umetarou’ y ‘Ginjirou’, me faltan números, y Aniki me puso ‘Sanrou’. ‘Shirou’ sería de mala suerte, así que sólo queda ‘Gorou’. ¿No está bien?” (Shi = 4 representa mala suerte en japonés.)

“¿Te parece buena conclusión? Absolutamente, no.”

“Entiendo. ¿Hay algún nombre que te guste? Entonces, ¿qué tal ‘Tobigorou’?” (Tobi = relámpago)

Muy en el fondo, prefería ‘Tobi’ en vez de  ‘Moto-kimiko-sama’ (literalmente ex señorito joven príncipe), pensó. Esta clase de humillación era sólo el principio.

“¡¿Qué me hace ser ‘Gorou’?!”

“Entonces, ‘Yasagure-gorou´.” (‘Yasagure’ = niño fugitivo)

“¡¡Ya basta de ‘Gorou’!!”

Continuando con esto, Ensei propuso ‘Yakeppachi’ (desesperado), ‘Kokeshi’ (muñeca de madera sin extremidades), ‘Moyashi-bon’(niño frágil), ‘Aobyoutan’ (persona verde enferma), ‘Bou-chan’ (joven amo), etc., pero todos fueron rechazados. Como era de esperarse, Ensei se puso enojado.

“¡Qué tipo tan presumido eres! Entonces, ‘Takabii’ (prepotente).”

Seien se tambaleó. Quedó medio inconsciente cuando ese idiota le dijo eso directo a la cara.

“Ca… cállate. La cuestión principal aquí es ¡¿quién te dio el derecho de ponerme un nombre a tu propia conveniencia?!”

“¿Ya tienes uno? En lo que a mí respecta, en vez de recibir la recompensa por matarte, te recibí a ti.”

En lo que podría decirse que fue un momento, sin duda, la actitud de Seien se endureció frente a sus ojos.

“¡¿Y quién haría caso a tus órdenes y demás?!”

“¿Huh? ¡No esperaba nada de eso, ¿sabes?! Pero si te vuelves mi seguidor, nada menos, tendrás comida y cama aseguradas, y te daré tratamiento para tu herida. Nadie tratará de interferir, ¿sabes? Ahora, sé obediente y duérmete sin protestar.”

En lo que pareció un silencio desconcertante luego, apareció la sospecha y la precaución. Él en verdad parecía una bestia herida.

“… Y para ti… ¿qué ventaja representa?”

“¿Ventaja? Nada en particular. Mira, es como la experiencia de encontrar un gorrión herido o algo así, ¿cierto?”

La imagen de su hermano menor solo y murmurando, apareció para Seien.

“… En el caso de mi hermano menor, existe la experiencia de ser encontrado.”

“¡¿Hermano menor?! ¿Y fallaste?”  Era de esperarse de ‘Buttobi-gorou’.  ‘Oh, bueno, está bien.’

“Si alguien se lastima, como una cría de jabalí salvaje, ¿esperarías represalias de repente o algo así? Como es de esperar, es duro. Pero si no te preocupa, te repondrás y gritarás ¡he vuelto a mi hábitat!”

‘- ¿Volver? ¿ A dónde?’

Seien rio por la ironía. Ahora, a ciencia cierta, ¿qué clase de valor tendría su persona?  Sin embargo, no se aferraba a la tontería de creer a tal grado esa clase de palabras ingenuas. Hasta ahora, Seien había logrado vivir de esa manera, y luego de esto, seguiría siendo de la misma forma. Sin cambiar su silencio frío y su sospecha, Seien le dio un vistazo a Ensei.

“Qué explicación más estúpida. ¿Crees que siquiera voy a creerla?”

“Haz lo que quieras. Yo no me molesto particularmente con nada. Por lo tanto, eres libre de creerla o no creerla,  ¿cierto?”

El aparentemente presionado Seien, se percató de su falta de preparación, y Ensei, quejándose, pensaba en un nombre por el momento.

“Un nombre… un nombre, mmm… un nombre. –Shukusei.”

Inesperadamente, un nombre le salió, con una voz estúpida. El nombre era --. Un misterio. Al chico, le vino a la mente fugazmente un asunto importante.

“Tu nombre es ‘Sei’. Si no te gusta, puedes decirme tu verdadero nombre. Yo soy Ensei. Rou Ensei.”

El chico, que ahora se llamaba ‘Sei’, alzó las cejas. Rou Ensei, ¿eh?¿Sus padres estaban familiarizados con el dinero?

“En fin. Por ahora, ven a servirte algo de arroz. Aniki es la persona encargada de los alimentos, así que la comida es deliciosa.”

Ensei se inclinó en la estufa. Los ojos de Seien inconscientemente recorrieron su alrededor en busca de su espada, pero no estaba por ningún lado. en su pecho tenía la sensación de que algo lo golpeaba. Con una mirada rápida, vio que llevaba colgando del cuello un pequeño silbato.

… Y lo recordó. Era el silbato de juguete que tiró el aldeano al que asesinó. De una forma u otra, tenía la sensación de que Ensei era el que lo portaba. En lugar de la desaparecida espada, lo que tenía ahora era la flauta y Ensei.

Anteriormente, Ensei no había dicho nada. No hubo expresión de reproche alguna en sus ojos. Aunque Seien fuera despojado de esa flauta, como se despluma a un pollo, e incluso si la desechara, tenía la impresión de que Ensei no habría dicho nada.

“Haz lo que quieras.”

Él dijo que pensaría en el significado de esas palabras por sí mismo.

La punta de su barbilla tembló. La realidad que no quería ver, estaba frente a sus ojos. Los grilletes habían sido removidos de sus piernas. Sin embargo, ignoraba a dónde podría escapar o qué es lo que querría hacer. A Seien no le quedaba nada. Nadie. Al no ser un joven de la nobleza, no encontraba motivo para fugarse de este lugar similar al fondo de una alcantarilla, porque él mismo estaba vacío.

“… ¡Te concederé tu deseo!”

‘¿Deseo? Pero ni siquiera yo mismo sé cuál es mi deseo, ¿y tú dices saberlo?’

“Mira qué cara estás haciendo. Pareciera que estás buscando la verdad del universo o algo así. Mira, es arroz cocido. Yo lo preparé.”

Seien miró la apariencia del plato que le sirvió. En cuanto a la comida, era cuestión de supervivencia. Si continuaba sin comer en este agujero infernal, moriría en algún tiempo.

“¿Qué pasa? ¿Quieres descansar? ¿En serio? Esto está delicioso. Como eres una persona herida, ¡sólo será por tres días!”

“¡Estás equivocado! ¡¿Quién dijo tal cosa?! Está bien, dámelo.”

En opinión de Ensei, para ser un chico delicado y conflictivo y no tener casi ni pizca de consideración en cuanto a los alimentos, Seien abandonó su ayuno en apenas tres segundos.

La escena de ver comer al apuesto Seien sin pensar, tenía admirado a Ensei. A pesar de tener un plato era difícil, además, verlo harapiento, él tampoco había demostrado ese comportamiento antes. Él tenía una perseverancia tenaz, que hacía a Ensei admirarlo aún más. Además, en cierta forma, su familia también había comido con esta clase de finos modales. Al observar a este chico, sus recuerdos emergieron a torrentes.

“¿Quieres más?”

En silencio, Seien extendió el plato de madera. ‘¿Qué le ocurre a este sujeto prepotente?  Pero es bueno que coma para que recupere energías.’

“Ah, es cierto. Tienes cara de ser listo pero, ¿sabes escribir con caracteres? ¿Puedes escribir ‘impermeable’?”

Seien trató de ignorarlo, pero la humillación de este pelmazo que parecía idiota, lo hizo reconsiderar, y le arrebató el cuenco a Ensei. Con la punta de una rama y haciendo un chirrido, escribió en el piso.

雨合羽 (Impermeable="ame kappa")

Ensei miró fijamente, y asintió varias veces. ‘Correcto, así es. 雨 (Lluvia="ame") y  河童 (fantasma="kappa") estaría mal.’

‘Como suponía, él está en el grupo de los inteligentes.’

“Asombroso. Eres inteligente.”

“Alguien que no sabe escribir es un tonto.”

Seien fríamente escupió esas palabras, y Ensei se rascó la cabeza y sonrió amargamente. Era justo como él pensaba.

Seien, que decidió permanecer en la cama resentido y fingiendo no ver, luego de un compás de silencio, finalmente preguntó.

“Tú… ¿por qué estás aquí?”

Ensei frotó con las puntas de sus dedos la cicatriz de su mejilla izquierda. Dejó salir un suspiro y levemente sonrió. La respuesta era simple.

“Para destruir a los Satsujinzoku.”

Al día siguiente, Seien se enfermó del estómago, y los siguientes tres días se volvieron un suplicio debido a que pasó todo el tiempo con diarrea. La razón fue que con el clima de verano, el cocido de arroz que quedaba en la olla estaba podrido, pero Ensei y Tanmeijirou, quienes muy animadamente habían comido la papilla de arroz igualmente, se retorcían por el dolor de estómago. Encima de eso, el culpable, Ensei, compadecía a Seien diciendo “Estás enfermo porque eres débil” y cosas así, y respecto a golpearlo, era a causa de su absoluta determinación restante.

***

Fuente:  http://tuesday-white.livejournal.com/1244.html

***

1 comentario:

  1. No te desesperes, Saku... en breve les tendré el resumen que acabo de traducir de los spoilers del final de esta maravillosa novela... Sólo un poco de paciencia y tal vez en un día o dos lo subo para que todos lo conozcan

    Saluditos!!

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