domingo, 1 de abril de 2018

Saiunkoku Monogatari Archivo Secreto ‘Pregúntale a Mis Huesos’ ~ FLOR DE INVIERNO ~ Saludos de Año Nuevo


Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.

SAIUNKOKU MONOGATARI HISTORIA SECRETA: FLOR DE INVIERNO (SALUDOS DE AÑO NUEVO)
Parte 6 de 8
Posteado por Whalin
Traducido por Violet Raven


¡¡Estamos de vuelta con otra entrega de Flor de Invierno!

¡Mención especial a @abrownfeminist por revisar esta sección! <3 o:p="">

Como siempre, SPOILERS DEL FINAL DE LAS NOVELAS DE SAIUNKOKU MONOGATARI. ESTÁN ADVERTIDOS.

Pueden encontrar los capítulos previos de Flor de Invierno aquí.

¡Esto se va a poner loco, así que comencemos!



Saludos de Año Nuevo


Al año siguiente, invierno…

Las estrellas relucían en el cielo, mientras un cuervo solitario se posó en una rama dentro del palacio.
Kouyuu se dio cuenta de que el amanecer se acercaba, mientras alisaba el dobladillo de su túnica, levantándose de la plataforma. Sus manos y piernas se sentían tan frías que era como si se las hubiesen arrancado. La cabeza también le dolía terriblemente.

Aun así, los tres días anteriores, y hoy también, sin falta había cambiado las siete velas encendidas en el mausoleo.

Afuera del mausoleo, había silencio. Hoy era el día en que se suponía que los oficiales centrales y regionales visitarían el palacio para dar sus Saludos de Año Nuevo al Emperador. La razón del silencio en el palacio, sin embargo, no se debía a la continua caída de la nieve desde la noche anterior.

En la blancura del jardín sumido en la nieve, posado en un árbol cubierto de hielo, estaba un cuervo más negro que la oscuridad.

Kouyuu, inconscientemente, buscó la silueta del Emperador, en el jardín cargado de nieve. El año en el que se casó con la Emperatriz, podía encontrarse al Emperador en el jardín, recogiendo flores. A veces también, él vagaba por la Residencia Imperial en medio de la noche.

Cuando él pensaba en el Emperador, que era más joven que él, el dolor se esparcía en el corazón de Kouyuu. Desde cuándo… desde cuándo, mucho tiempo atrás, el Emperador se había vuelto el apoyo de Kouyuu en vez de lo contrario…

En los últimos dos años, Kouyuu apenas había dormido. Sus piernas eran inestables, y se llevaba la mano a la frente, gruñendo.

El Primer Ministro, que continuaba negando audiencias a todo aquél que quisiera ver al Emperador, sabía lo que se decía. Los fríos inviernos que continuaron por tres años, comenzaron el año anterior a que Ryuuki desapareciera de la vista. Los rumores sobre un plan para traicionarlo, volaron, pero Kouyuu no les prestó atención.

(… aunque, la mala reputación de Riou es un problema. Si él no cambia en su manera de recibir los reportes durante los Saludos de este año…)

Aún en la oscuridad, Kouyuu caminó en la parpadeante luz, dando una vuelta por el palacio sin Emperador. Era como un palacio de sombras.

La Residencia Imperial estaba vacía, el trono también, y la oficina Imperial, desolada.

Los encargados de los Cuatro Ministerios y los Seis Departamentos, los oficiales militares y otros oficiales que corrían de un departamento al otro y solían hablar demasiado, ahora raramente hablaban. Era muy misterioso.

Riou, que había sido más renombrado que su padre, Shi Ryuuki, no había cometido errores particulares mientras gobernaba en el lugar de su padre. Incluso abordaba los problemas con más precisión que Shi Ryuuki.

… Sin embargo, estaba claro que se había dejado un vacío en la Corte Imperial.

Los oficiales se dieron cuenta por primera vez, lo verdaderamente diferentes que eran Shi Ryuuki y Riou. Probablemente, Riou también se había percatado de eso. Shi Ryuuki odiaba las guerras, raramente alzaba la voz, e incluso cuando otros hablaban mal de él a sus espaldas, el Emperador se sentó en el trono por muchas décadas, y llevó en sus hombros la pesada carga de sus súbditos.

Tal como el Emperador se había desvanecido, así lo hizo la luz de la Corte Imperial. En este lugar, el Primer Ministro caminaba solo con su abanico emplumado.

… El cuervo en el árbol, dirigió sus ojos hacia el mausoleo desde el cual el Primer Ministro había salido.

Desde el tiempo en que Shi Ryuuki empezó a deambular por el palacio, las siete velas que permanecían encendidas, eran desconocidas incluso para él.

Distribuidas en la forma de la Osa Mayor, la cual regía sobre los muertos, a su alrededor ardían sin fin, cuarenta y nueve velas más pequeñas. (1) Por un sinnúmero de años, las siete velas se extinguían. Y todas las veces que lo hacían, Li Kouyuu las volvía a encender. Aunque Kouyuu prendía fuego a cinco de las velas, éstas no encendían, ni siquiera cuando él había cambiado la cera. Las restantes dos…

Una vela… y la otra… el cuervo observó mientras la tenue llama de las dos velas se extinguió. Luego de que el humo se disipó, la helada oscuridad se esparció lentamente.

Justo entonces, en la parte más interna de la Residencia Imperial, Shi Ryuuki, que había caído inconsciente el día anterior al cumpleaños de la Princesa Imperial Chouka, dos años antes, de pronto abrió los ojos. El cuervo negro posado en el árbol, observó atentamente la ceremonia de Saludos de Año Nuevo.

Durante la anormalmente silenciosa ceremonia de estado para los Saludos de Año Nuevo, el trono vacío estaba tan desolado como el año anterior, pero había una pequeña diferencia. El año anterior, el Príncipe Riou se había puesto de pie al lado izquierdo del trono vacío, y escuchó los reportes en nombre del Emperador, pero este año, quien estaba parado en la posición más alta era el Primer Ministro Li Kouyuu. La inquietud y la conmoción se esparció entre todos los oficiales como una ola.

Todos los oficiales de alto rango reunidos de los Cuatro Ministerios y los Seis Departamentos, mantuvieron la boca cerrada, pero los mensajeros de las Ocho Familias y los oficiales regionales de manera abierta y arrogante, manifestaron sus opiniones honestas. Ambas partes estaban preocupadas por la condición del Emperador, y aunque habían enviado sus peticiones de audiencia con él, el Primer Ministro Li, sin cambiar su expresión, rechazó todas ellas.

El cuervo pensó en la vez que él mismo había sido Primer Ministro. Y en el tiempo antes de Gojyougen, cuando Tei Yuushun, quien incluso después de que el Emperador huyó del palacio, y los Ministros de los Seis Departamentos se apoderaron de la Corte, aún ostentaba el poder real… (2)

Pero durante su tiempo, Senka estaba en el interior del palacio, suscribiendo su Sello Imperial, y en el tiempo de Yuushun había sido cuando Ou Ki estaba en la Corte Imperial. Comparado a eso, sólo este Primer Ministro había demostrado en el curso de estos dos años, que podía manejar la Corte de tal forma que ésta no cambiara de su estado normal.

Hubo un tiempo, hace treinta años, cuando el cuervo escogió a los asistentes del Emperador, cuando era un joven perdido e inmaduro que cometía muchos errores. Los actuales jóvenes oficiales de la Corte, probablemente no creerían semejante cosa si se los dijeran ahora.

El cuervo miró hacia abajo al detestable representante actual del clan Ran. Ese mocoso había tratado de luchar impertinentemente contra él a mitad del camino. El absurdo dueto de padre e hija mantuvo silencio a este respecto durante su viaje lleno de incidentes (‘Alguien que lo detenga’, había pensado él incontables ocasiones). Más que picotear a ese hombre, él quería darle un golpe con el puño.

Ese momento en que la noche encendida de luciérnagas, esa chica había anunciado que iba a regresar a la Corte, flotaba a la superficie de su mente, distrayéndolo levemente.

Esa vez, existía una complicación. Siempre había problemas. Particularmente, el hecho de que el Emperador no estaba en el trono.

Algunos oficiales empezaron a condenar de traidor a Kouyuu y gritaban preguntando “¿Dónde está el Emperador?” Causaron una conmoción, insistiendo en que apareciera el Emperador en persona, negándose a hablar con el Primer Ministro, quien creían que estaba planeando una traición. Eso también había sucedido durante la época del cuervo. Sin levantar una ceja, Kouyuu, abanico en mano, abrió su boca para responder.

En ese momento, el silencio cayó sobre el salón de la Corte Imperial. El cuervo se deslizó hacia adelante en la rama y se inclinó para escuchar.

“Ya veo”, una voz resonó. Era una voz que no se había escuchado en el palacio por dos años. “Entonces, los escucharé.”

El sonido de un paso y luego otro. La figura de un hombre que se había desvanecido por dos años, entró al salón.

Los ojos del Primer Ministro Li Kouyuu y del Príncipe Riou, se abrieron de par en par.

Con un solo paso de ese hombre, era como si el aliento de la vida misma hubiese retornado al palacio. El cuervo había presenciado una escena así durante el reinado del anterior Emperador, pero no creyó que vería tal cosa durante el período de su hijo. El padre había inspirado admiración y temor con el mandoble de la espada, tan fría como el hielo. Pero la compasión de su hijo y la profundidad de su amor, tenían la calidez de los vientos de verano.

Aunque no portaba las prendas que personalmente le preparaba su hija Chouka y la dama de compañía principal, y Kanshou no estaba en su mano, no había duda de que el hombre que estaba de pie ahí, era el Emperador. El cuervo entrecerró los ojos. Este hombre que había sido llamado Emperador idiota a través de los años, ¿desde cuándo se había convertido en un gobernante irreemplazable?

“Pero, si se niegan a hablar con mi Primer Ministro, yo tampoco siento ganas de escuchar lo que tengan que decir.”

Mientras los guardias del Ejército Shaorin inclinaban sus cabezas, dos sombras avanzaron al frente. Los ministros y Jefes Militares de los Cuatro Departamentos y los Seis Ministerios, al sentir liberada la presión de los últimos dos años, cayeron de rodillas en hilera. Los miembros de las Ocho Familias y los oficiales regionales que habían amonestado al Primer Ministro, inclinaron sus cabezas con alivio. Eran como una flor, acariciada suavemente por el viento del sur.

Mientras el orador, cuya amable voz no habían escuchado en dos años, caminaba hacia el trono, se dirigió a los restantes oficiales que estaban causando una conmoción.

“Si sus sentimientos hacia mí han cambiado, pueden permanecer parados. Los perdonaré sólo por hoy.”

Todos alejaron sus ojos de esos oficiales.

Agarrando firmemente a Kanshou, la sombra lentamente avanzó hacia el trono, y hacia el Primer Ministro.

“Kouyuu. Nada ha cambiado en esta Corte Imperial. También, durante estos tres fríos veranos, has apoyado bien al gobierno central.”

“Por supuesto que lo ha hecho”, la Ministro de Asuntos Militares refunfuñó. “El Primer Ministro ha estado trabajando tanto todos los días, sin dormir, que su cara parece la de un fantasma. ¿Quién podría creer que estaba tramando una rebelión? ¡Incluso el Gyoshidai, Riku Seiga, no tuvo deseos de despojar al Primer Ministro de su puesto, luego de haber conducido una investigación de la Residencia Imperial!”

El Ministro de Justicia, Shiba Jin, también lanzó un suspiro, “Si tú estás obsesionada con los caballos, el Primer Ministro se ha obsesionado con el Emperador…”

Y así, la Corte Imperial regresó a su estado usual, ya que no había forma de que el Primer Ministro hubiese rechazado una audiencia con el Emperador por alguna razón frívola…

La escena frente al cuervo continuó. El Primer Ministro, con su abanico de plumas, se acercó al Emperador y dijo algo.

La única voz que llegó a oídos del cuervo, fue la voz feliz de Shi Ryuuki.

“Quería ver la cara de Kouyuu.”

Li Kouyuu palideció, y como para bloquear al Emperador, dio varios pasos al frente para pararse enfrente del trono. Pero la multitud comprendió.

Porque al final, el Emperador había desechado su propio deseo de volver con la persona que lo estaba esperando.

¿Cuál es tu razón para vivir?

Él era el hijo estúpido que había huido de las cosas desagradables, incontables veces antes.

El Emperador sonrió, parándose enfrente del Primer Ministro.

“He vuelto… parece que lo logré a tiempo.”

El abanico de plumas cayó de la mano de Li Kouyuu. Él atrapó el tambaleante cuerpo del Emperador, en sus brazos.

Ryuuki usó a Kanshou para sostenerse a sí mismo. Podía ver el trono vacío por encima del hombro de Kouyuu.

Parado a la izquierda del trono, Riou vio la mirada de Ryuuki, y palideció. Desde el colapso de Ryuuki, Riou lo había visitado muchas veces. El Emperador, yaciendo en su lecho, no había abierto los ojos, y parecía estar sólo durmiendo. Pero él creía firmemente en las palabras de To Eigetsu, quien permanecía en la Corte y de Kourin, quien se convirtió en dama de compañía principal, de que el Emperador a veces despertaba. De hecho, cuando Riou hablaba consigo mismo sobre sus preocupaciones en el gobierno, junto al lecho del Emperador, aparecía una respuesta en su escritorio, escrita con la letra del Emperador, así que había ahuyentado vigorosamente sus preocupaciones y malos presagios. Si descansando iba a mejorar, él pensó que estaba bien permitirle ser perezoso.

Pero Riou se dio cuenta por primera vez, que la situación era más grave de lo que sabía.

“Lamento venir tarde a la Corte. Pero en vez de mí, hablemos de la celebración de Año Nuevo.”

Por muchas décadas, en este palacio, en su oficina, este Emperador había permitido que todos hablaran de cualquier cosa y los escuchaba, les respondía con esa tranquila y suave voz. Hoy, su voz era tan tenue, que parecía que iba a exhalar.

“Desde mi ascenso al trono, treinta años han pasado rápidamente. He causado muchas dificultades. Buenos tiempos… malos tiempos… junto conmigo… ustedes han apoyado bien a este país… tanto el gobierno central y las otras regiones… Estoy muy agradecido.”

Kouyuu buscó a Eigetsu, pero Ryuuki levantó la mano y lo detuvo.

La Corte se congeló de nuevo. Primero el Príncipe Riou, y luego los oficiales, comprendieron por qué Li Kouyuu había negado las audiencias con el Emperador. habría sido imposible que él se sentara en el trono en esa condición.

“Durante los dos años anteriores, mi Primer Ministro me dio unas vacaciones. Estoy muy agradecido con la Corte y con mis súbditos. Ya no quería dormir más. Riou, egoístamente te he forzado a convertirte en mi heredero… pero eso me ha pesado en la mente. Me pregunto si tu verdadero deseo es otra cosa.”

“Está bien.” Riou se quedó parado tan quieto, que uno pensaría que le habían crecido raíces donde estaba. Cuando su abuelo Ou Ki y la Emperatriz fallecieron, el Emperador había estado a su lado. Él nunca pensó en que podía perder al Emperador. Ni siquiera quería pensarlo. “Está bien. Aunque pensé que ser tu heredero era lo peor, cuando mi abuelo y mi padre murieron, tú estuviste a mi lado por eso. Aunque al principio supongo que me ví obligado… pero no todavía. No lo haré todavía. Es demasiado pronto.” Exclamó Riou, con el temor y la negación en sus ojos.

“No hay nada que pueda hacer, Riou… no sé cuánto más.”

“Cállate. Tú… tú… no me dijiste ni una palabra.”

“Cuando estoy frente a ti, quisiera estar a tu lado para siempre. Cuando veo tu cara, me siento mejor.”
Ira y dolor brillaron en los ojos de Riou.

“He preparado una copia de mis memorias… sobre las Provincias y el gobierno central. Fueron cosas que escribí cuando empecé mis vacaciones. También hice una indicación sobre la sucesión al trono. Planeo hacerlo de tal manera que Riou tenga la mayor libertad posible. Hablando de eso, la he dejado en una caja dirigida a Kouyuu, pero está sin abrir. Se la he confiado a mi hija Chouka.”

Ryuuki reunió sus energías, y tristemente apartó el cabello de su cara.

“… Además, sobre eso. Sobre Chouka. Ella dijo que hay algo que quiere hacer, así que permítanle hacer lo que ella quiera.”

Habiendo añadido eso, Ryuuki se separó de su pálido Primer Ministro, y dio un paso hacia el trono.
La tensa atmósfera se relajó al percatarse de que no habría una discusión sobre la abdicación o transferencia del poder.

Pero, Kouyuu agarró fuertemente el brazo del Emperador, obligándolo a detenerse.

Sin falta, lo que otros no pudieron ver, sólo Kouyuu lo vio.

Y entonces, una persona más.

“… Espera, por favor, Padre.”

A espaldas del Emperador, la pequeña silueta de una persona que era retenida hasta ahora, salió claramente a la vista.

Afuera, el cuervo batió las alas de impresión.

Los oficiales de la Corte que estaban arrodillados, levantaron las caras al escuchar la palabra ‘Padre’.

Ella bajó la capucha. Su largo cabello negro cayó en cascada, y la asombrosa belleza de la ahora joven de dieciocho años, quedó a la vista de todos. Chouka no mostró titubeos, sus oscuros ojos estaban calmados. Parecía que los famosos rumores de que la Princesa no podía hablar, que no era tan inteligente como Kou Shuurei, y que no poseía fuerza de voluntad, eran falsos después de todo.

“Por favor, no te sientes más ahí, Padre.”

Ryuuki ignoró a su hija, hasta que escuchó que rompían algo. Chouka rompió las abundantes cartas que le habían sido confiadas, en cuatro piezas, y despiadadamente las arrojó detrás de ella.

Todos los oficiales se dieron cuenta con horror que las cartas eran las ‘memorias sobre el país, confiadas a su hija’, que él acababa de mencionar.

El hijo mayor del clan Ran, que por casualidad estaba ahí, y el cuervo en el árbol, exclamaron con sorpresa.

“¡¡Chouka!! ¿Sabes cuánto tiempo me tomó escribir eso? Con tal de no recibir correcciones de Kouyuu, trabajé en ello sin dormir, arreglé las faltas de ortografía e hice una copia en limpio.”

“Por favor, duerme sin escribir una cosa así. Hace un momento, dijiste que estaba bien si hacía lo que quería. Eso haré.”

“¿Hacer? ¿Hacer qué?”

“Si nadie va a dejar que Padre descanse, yo lo haré.”

Afuera, el cuervo plegaba las alas inútilmente, avanzando tres pasos en la rama.

“Me encantó ayudar a Padre. Pero ya no puedo llamarlo ayuda. Por favor, deja este lugar. Si mi hermano Riou quiere llamar de vuelta a Padre, si él no quiere asistir en el lugar de Padre… en ese asiento vacío, yo me sentaré.”

Al resonar las palabras de la Princesa como un gong, los altos oficiales del gobierno central y regional, cayeron en un Pandemonium.

Su capa no ocultaba el polvo de sus viajes. Ryuuki volteó a ver los ojos de su hija, negros como el cielo de la noche.

Hay algo que tengo que hacer en la Corte Imperial, así que volveré, aquellas palabras fueron la única razón que Chouka había dado.

“Para que Padre pueda descansar sin preocupaciones, yo lo haré. No importa lo que cueste.”

Ella no parecía estar feliz en lo más mínimo. Su cara decía que ser arrojada en prisión por culpa de los patos índigo, sería mejor.

‘Cuando hayan pasado muchas décadas, quiero que tú me guíes otra vez’, ella había dicho. Eligiendo descartar su libertad y enterrar muy profundo sus verdaderos deseos, ella había regresado a la Corte Imperial.

“¿Ah, si?” Ryuuki respondió a su hija, poniéndose de pie usando a Kanshou como bastón.

La extraña espada del Emperador. Dos años antes, cuando él abandonó el castillo, no la dejó atrás.

“Si ese es tu deseo, eres bienvenida a intentarlo. Pero Chouka, yo soy el Emperador. No estoy dispuesto a ceder en eso aún.”

El cuervo en el árbol, escuchó una voz del pasado.

Yo soy el Emperador. Arrodíllense ante mí, síganme…

Universalmente, esas palabras sólo habían retumbado de la boca del Emperador que gobernaba sobre el mundo en nombre y funciones.

“No volví obligadamente. Yo lo dije, ¿no? Quería volver, para mirar las caras de mis súbditos, este trono. Justo como tú lo decidiste, no importa el costo.”

Detrás de Chouka, él miró a todos los oficiales reunidos de todas partes del país.

Si él se sentaba en el trono, alguien siempre estaría a su lado. Incluso había sido capaz en ocasiones, de encontrarse con estadistas mayores y oficiales que habían dejado la Corte Imperial hace mucho tiempo. Mirando a su derecha e izquierda, Kouyuu y Riou estaban ahí para servirle. Había problemas constantemente, y no tenía tiempo de descansar la mente. Ese trono era un amargo y angustioso sitio de despedida. Él había pensado en levantarse de él y dejarlo miles de veces… pero también tenía algunos beneficios.

Cuando los tiempos difíciles habían pasado, se preguntó miles de veces más si era correcto que él se sentara de nuevo en él. (3)

“Para empezar, sólo hay una silla en la que Kouyuu se queda a mi lado y me apoya…”

Pero nada menos, fue Kouyuu quien alcanzó y bloqueó a Ryuuki con su brazo. Esto era diferente a lo que el cuervo había esperado.

El Primer Ministro, que hasta ahora no había pronunciado una sola palabra, abrió la boca.

“… Es verdad. Tú eres mi único Emperador. No Chouka-sama o el Príncipe Riou. ¿A quién piensas entregarle tu última voluntad y tu testamento? Si la Princesa no te hubiera detenido, lo habría hecho yo mismo. Tú eres mi único Emperador.”

Él devolvió la mirada a Kouyuu.

Estaré esperando a que regreses, mi Señor…

“Es por eso que definitivamente no diré algo como ‘si estás cansado, ve a descansar’.”

El corazón de Ryuuki quedó conmovido con el triste deseo de Kouyuu, por el cual había reunido todas sus fuerzas para pronunciar.

“Haré lo que me pidas. Así que te lo ruego, sólo un poco más, permíteme servirte.”

Su corazón flaqueó. Al quedarse sin habla por el torrente de emociones, Ryuuki suspiró levemente.

Él quería decir que sí. No había nada que hubiera querido más.

Aunque él había dejado el palacio por la que creía era la última vez, realmente quería ver la cara de Kouyuu, después de todo. Aunque fuera imposible, quería volver con el Primer Ministro que lo estaba esperando.

La imagen de Kouyuu frente a él, se puso borrosa.

¿Es ya suficiente? Por decenas de años, ese pensamiento se había repetido en su mente. En el mundo en el que el terrible erhu de Chouka resonaba como tormenta de arena, él creyó que no lamentaría nada. Y, sin embargo.

Cuando miraba la cara de Kouyuu, otro deseo brotaba en su interior y se derramaba.

“Kouyuu… no quiero morir. Cuando miro tu rostro, realmente no quiero morir.”

Kouyuu gritó algo. Con esa fragancia cubriendo su ropa, Kanshou cayó completamente de la mano de Ryuuki.


NOTAS DE LA TRADUCCIÓN:

(1) No estoy completamente segura qué tiene que ver la Osa Mayor con la muerte, pero el número 49 se asocia a las prácticas de funerales budistas en Japón.

(2) Gojyougen es el lugar de la confrontación final entre Ryuuki y Ou Ki en la última novela.

(3) La primera parte de esta oración en realidad proviene del proverbio japonés 喉元過ぎれば熱さを忘れる que traducido directamente significa: ‘Una vez que ha pasado la garganta, te olvidas del calor’, ‘una vez en la costa, no más rezos’. Básicamente, que cuando el momento difícil o doloroso ha pasado, nos olvidamos de ese dolor o problema. No había forma elegante de conservar el original ‘Una vez que ha pasado la garganta’, así que me tomé algunas libertades en la traducción.

MIS PENSAMIENTOS (WHALIN):

ANDA CHOUKA, SIÉNTATE EN ESE TRONO.

Me encanta la relación de Kouyuu y Ryuuki en este capítulo.

Para aquellos que no lo sepan, Riou es en realidad uno de mis personajes favoritos. (Además, hay una imagen de él ya maduro, en la versión ilustrada de Ask My Bones Volumen 2, que me dejó con los ojos de corazón).

Sai Yukino es muy trol.

¿EL VIAJE ENTERO FUE SÓLO UN SUEÑO?

¿RYUUKI MORIRÁ?

¡Quédense sintonizados para el próximo capítulo de Flor de Invierno!


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Posteado el 7 de abril de 2016. Por whalin.
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1 comentario:

  1. Hola! Que genio eres! he estado leyendo todos los capitulos que has dejado es increíble como los explica. Muchas gracias. Lo único es que si me pierdo es si Seiran murio o no es que eso no lo entiendo. Porq acá esta vivo pero allá esta muerto me pierdo pero de allí muchas gracias. La traducción que han hecho me hizo llorar a moco tendido!!! Estoy deshidratada de tanto llorar 😅😅😅 pero sigo acá con la esperanza de ver el último episodio 'CONCLUSIÓN'

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