Título: "Manjuu Mágico"
("Manjuu Magic")
Autora: Moor
Traducido por Violet Raven
Resumen: Los tres Consejeros le imponen un reto muy especial al joven Emperador Ryuuki: Probar a su pueblo que él puede guiarlos y proveerlos tal como un padre... ¡y tiene que ayudarse de la consorte Kou! Ryuuki supera el reto... ¡Con el manjuu del amor!
Pareja: Principalmente Ryuuki x Shuurei y algo de Seiran x Shuurei y otros personajes principales.
Clasificación: T
Género: Romance y Humor.
("Manjuu Magic")
Autora: Moor
Traducido por Violet Raven
Resumen: Los tres Consejeros le imponen un reto muy especial al joven Emperador Ryuuki: Probar a su pueblo que él puede guiarlos y proveerlos tal como un padre... ¡y tiene que ayudarse de la consorte Kou! Ryuuki supera el reto... ¡Con el manjuu del amor!
Pareja: Principalmente Ryuuki x Shuurei y algo de Seiran x Shuurei y otros personajes principales.
Clasificación: T
Género: Romance y Humor.
***
-6-
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EL FELIZ ACONTECIMIENTO
Finalmente, el día de ajustar cuentas había llegado.
Esclavos y sirvientes habían estado activos desde antes del amanecer preparando el palacio, a los invitados y los anfitriones. La comida fue dispuesta y adornada suntuosamente para ser distribuida durante el banquete; los músicos y bailarines, alineados en secuencia, listos para actuar ante la mínima orden; y en seguida, el Emperador y su consorte, sentados en el estrado, alzando sus copas en son de brindis.
“Quisiera agradecerles a todos por asistir a esta recepción,” declaró el Emperador cuando las formalidades concluyeron “y espero que todos disfruten de nuestra hospitalidad.” Ante esto, Shuurei inclinó la cabeza haciendo una reverencia de agradecimiento.
Inmediatamente, se oyeron los clamores para que ella no se molestara, que volviera a su asiento y se tranquilizara, ya que necesitaba conservar sus energías.
El Emperador prosiguió, una vez que se acallaron los clamores. “Me gustaría pedirles su atención una última vez y compartir con ustedes, excelentes noticias personales.”
Pronto, el salón quedó más silencioso que una tumba, al tiempo que los espectadores se inclinaban hacia delante, ansiosos por evitar perderse una sola palabra del edicto que afectaría el glorioso futuro de su nación.
“Hace un mes, los tres grandes Consejeros se acercaron a mí diciéndome que, como Emperador de Saiunkoku tenía ciertas responsabilidades para con mi pueblo: dirigirlo, guiarlo, honrar su confianza hacia mi y proveerlo, tal como un padre lo hace con su familia.” Él observó a la multitud de rostros ansiosos y expectantes. Estaba impresionado al ver que estaban absortos poniéndole atención. Su corazón dio un salto de alegría: ¡Se había ganado a la corte y a los ciudadanos! ¡Era un triunfo!
“Con ayuda de mis Consejeros, amigos y sobre todo, de mi hermosa consorte,” él hizo una pausa, frustrando un inminente aplauso, “nos hemos esforzado este mes para lograr algo verdaderamente grandioso para nuestro país.”
El apoyo de todos era casi atronador, tanto, que los presentes se ponían cada vez más exaltados a cada segundo, golpeando las mesas con las tazas y copas. Desde las sombras, detrás del estrado, Shouka sonreía contento y disfrutando la fiesta con Shusui, mientras que Kourin atendía a la pareja imperial.
El Emperador tomó de la mano a su consorte, y juntos se pusieron de pie, acercándose orgullosos al frente del entaimado. Desde las orillas del inmenso salón, un mar de sirvientes avanzó, sirviendo frente a cada uno de los convidados, platos cubiertos con su tapa.
“Queremos compartir con ustedes, este gran logro, pues a través de esto es como intento demostrar a mi pueblo que puedo proveerlo.”
Espontáneamente, la concurrencia se puso de pie, vitoreando y aplaudiendo con la emoción escrita en sus caras -¡El perezoso Emperador, finalmente se había superado!
El gobernante elevó la mano para ordenar silencio, y el ruido se apagó en un rugido suave.
“Por favor, levanten la tapa de sus platos y disfruten el regalo que les hemos preparado-“ la multitud contuvo su aliento colectivo “-¡el regalo de nuestros exquisitos manjuus!”
Hubo un silencio sepulcral.
Unos palillos tintinearon contra un plato, seguido del sonido de una taza de té estrellándose contra el suelo, la cual resbaló de las manos temblorosas de uno de los invitados. Shou Taishi, furioso, aunque tratando de mantener el control sobre sí, dio un paso al frente para dirigirse a la aún confiada, pero algo dudosa pareja imperial.
“Su Majestad,” comenzó a decir con voz ronca, cuidadosamente derritiendo el hielo en su corazón antes de que éste enfriara sus palabras, “disculpe nuestra ignorancia, pero por favor, haga su declaración en serio, sin términos confusos, ni adornados, sin usar simbolismos.” Él señaló los panecillos sin tocar que adornaban cada uno de los platos de los invitados. “¿No hay nada más que quisiera compartir con nosotros? ¿Quizás algo acerca de la consorte Kou y su relación con estos manjuus?” gruñó por medio de una sonrisa. Una amplia sonrisa que dejó ver toda su dentadura.
“¡Ah, si!” el entendimiento iluminó la cara del joven hombre, y Shou Taishi casi suspira con alivio. El resto de los presentes fueron más descarados.
“Oh, gracias a-“
“Estaba empezando a preocuparme por-“
“Hablando del miedo a lo desconocido-“
“Rayos, he apostado la casa de mis ancestros en esto, más vale que no-“
“¡La consorte Kou me enseñó a prepararlos!” el Emperador llamó a todos los presentes. “Están muy buenos, deberían probar siquiera un mordisco-“
“Majestad,” dijo furibundo el anciano, interrumpiendo de nuevo a pesar de la clara falta de decoro y modales de los cortesanos. “¡Debo insistir en que tiene que respetar a todos los aquí presentes y decirles la verdad en este instante, acerca de la consorte Kou y el futuro de su linaje Imperial!”
Ryuuki, curioso, fijó su atención en el anciano, quien agitaba airado los puños con el rostro morado –y sacudió la cabeza “Claro que ansío mucho que la consorte Kou se quede a mi lado-“ frente a esto, la cara de Shuurei adquirió una expresión asesina, directamente dirigida a Shou Taishi; era una mirada que declaraba sin rodeos ‘¡Los hijos no estaban incluidos en el trato, Shou!’ –“Pero eso no tiene nada que ver con nuestro anuncio de hoy, Consejero Shou. Por favor, en vez de eso, disfrute del manjuu.” Concluyó el joven con una simpática sonrisa.
Shou Taishi, con las piernas temblorosas, lentamente volvió a su asiento y se sentó rígido y apesadumbrado, con el rostro gris y apagado.
Rugió el silencio por la sala al retirarse el concejal.
‘No puede ser; debe haber algo cierto en todos esos rumores,’ desesperados, los asistentes se aferraban a un hilo de esperanza.
“Entonces… ¿no habrá sucesor?” pronunció una vacilante voz en el silencio.
“Pero si este es todo un suceso.” Respondió el Emperador, como si el hombre fuera estúpido.
“No, nos referimos a que… ¿no habrá bebés?”
“Pues aquí no hay bebés tampoco. Es correcto.” Reafirmó el gobernante. Se preguntó si habría sido muy pronto para servir licor fuerte a los comensales esa noche.
“No, lo que queremos decir es” uno de los oficiales saltó, claramente exasperado, “si la consorte Kou no está esperando un hijo. Desde hace semanas, venimos escuchando ciertos rumores de que-“
“¡¿QUÉ ESTÁS INSINUANDO SOBRE LA CONSORTE KOU?!” despotricó el indignado Emperador, saltando literalmente en defensa del honor de su concubina, sacudiendo los puños amenazante y alcanzando su espada.
(La susodicha dejó caer la cabeza, avergonzada, detrás de él)
La sala estalló en caos, y sin embargo, nadie se percató de los ademanes de Shuurei mientras los manjuus alzaban el vuelo, convertidos ahora en proyectiles destinados a ventilar la ira.
“Vamos, vamos. Estoy seguro de que podemos arreglar esto con una buena taza de té.” Intervino Shouka pacientemente mientras salía de las sombras de detrás de la tarima, con una linda tetera en mano.
Los cortesanos que estaban cerca del entaimado levantaron la vista ante el anuncio, gritando de terror al ver la bebida potencialmente mortal que sostenía el bibliotecario.
“¡Es una trampa!”
“¡El asesino del té!”
“¡Están tratando de acallar nuestras protestas con veneno!”
“¡Retirada!”
Una masa de cuerpos se apretujaba y salía a empujones del salón, dejando tras de sí una estela de inmaculada destrucción y manjuus.
Asintiendo levemente, Shouka siguió sonriendo y se volvió hacia Shuurei y Ryuuki. “¿Quieren algo de té que Kourin preparó? Creo que sabrá bastante bien con los manjuus...”
Seiran y Shusui se les unieron y, junto con la pareja Imperial, concluyeron el íntimo banquete real como si se tratase de una cena familiar en casa.
***
EPÍLOGO
Shou Taishi se sentó de rodillas frente a la consorte Kou en la mesita de su sala de estar en el palacio del harén.
Ambos sostenían su taza de té con las manos tensas, aunque aparentemente relajadas, con mutua y fingida modestia y confianza, frente a frente.
Sin embargo, los dos sabían que ella tenía la última palabra.
Shuurei desenrolló delicadamente el pergamino y lo puso con indiferencia sobre la mesa, dando un sorbo a su té.
Imitándola, Shou Taishi puso un morral con 500 piezas de oro en la mesa, y dio un sorbo a su propio té.
Ella lo ignoró por completo, deliberadamente dando otro lento sorbo a su taza, con la cabeza y la vista en señal de ‘respeto’, como una perfecta dama.
De entre sus ropas, él sacó otro morral con piezas de oro, esta vez conteniendo el doble de la cantidad anterior. Poniéndolo junto al otro, dio otro sorbo a su té.
Ella sorbió algo más de la bebida e hizo el ademán de hablar –dándole esperanzas –pero, en vez de eso, llamó a Shusui solicitándole más té.
Aunque su rostro parecía impasible, Shuurei sabía que, detrás de esa ladina y aparente mirada de amabilidad, el anciano estaba maquinando nuevamente algún plan.
‘¿Cuánto dinero costaría?’ Le había rezongado a la joven, días después del banquete fallido. Se había encontrado con ella en el jardín, junto a un árbol de cerezo.
‘¿Qué cosa?’ Le preguntó ella con simulada burla, actuando como si no tuviera ni la mínima idea de lo que decía.
‘Un heredero’ Habló él, entre dientes y yendo directo al grano.
‘Discutámoslo con una taza de té’ Ella le brindó una sonrisa compasiva, percibiendo su angustia.
‘Gracias, consorte Kou’ Le contestó él, con respeto y despidiéndose de ella.
Shuurei se reclinó pasivamente sobre su cojín, disfrutando del té mientras el hombre frente a ella seguramente la maldecía y alababa en igual medida detrás de su máscara de alegría.
Él puso otro morral sobre la mesa.
Ella dio otro sorbo a su té, ignorándolo.
Él gruñó para sus adentros, luchando para que el ademán sonara más como a una risilla. ‘Ella es lista’ tristemente, tuvo que admitir. ‘No hay duda de por qué Ryuuki está tan encaprichado con ella’.
La susodicha sonrió internamente al saber que tenía a uno de los grandes Consejeros a su merced. ‘Podemos jugar este juego toodo el día, pero sé que ganaré’, sonrió ella, para sí. ‘Te mostraré lo que pasa cuando alguien se mete con el clan Kou…’
Él agregó otro morral de oro a la mesa, tal como ella adivinó.
Y, contenta, ella dio otro sorbo a su té.
***
“Entonces” dijo el corredor de apuestas, mirando a todos los ‘contribuyentes’ reunidos, los cuales se habían escapado de sus labores para averiguar qué había sido de sus apuestas. Las caras de los nobles, consejeros, oficiales y sirvientes, miraban con interés. “La apuesta niño-niña, obviamente ha fracasado,” pese a las protestas, él prosiguió, “pero las sumas depositadas seguirán a resguardo y en pie, hasta que un heredero haya sido concebido en verdad”.
Hubo un puñado de quejas, aunque la mayoría lo aceptó como un signo de optimismo, también –al menos les quedaba la esperanza de tener un heredero en el futuro, más ahora que el Emperador (por fin) mostraba interés en las mujeres.
“Ahora, en cuanto a la apuesta de ‘participación’”, se hizo un silencio, “ya tenemos contabilizadas las cifras y son las que siguen:
Li Kouyuu –las apuestas son: 30 a 1
Ran Shuuei –las apuestas son: 5 a 1
Shi Seiran –las apuestas son: 2 a 1”
Al oír esto último, la sorpresa no se hizo esperar: Nadie se había dado cuenta la popularidad que todos le habían adjudicado al guardaespaldas.
El corredor de apuestas alzó la mano para pedir silencio antes de comenzar con el que sería el último gran anuncio de esa noche.
“Como todos saben, existe una cuarta opción: ‘Otro’, la cual quedó inscrita en letras pequeñas cuando ustedes lanzaron sus apuestas,” dijo monótonamente, percibiendo que la concurrencia se tensaba con cautela. “Quisiera que me den un momento para recordarles esa cláusula, en caso de que la olvidaran –o no la leyeran la primera vez.”
Carraspeando, el hombre alzó el papel que todos los presentes habían firmado.
“Opción cuatro: ‘Otro’” recitó.
“La consorte Kou no procreará hijos. Ella es una diosa entre los mortales y demasiado buena para rebajarse a ser la yegua de cría de un tonto Emperador. Dado que esta es una verdad incuestionable, esta apuesta queda cancelada y los fondos quedarán depositados en el Ministerio de Finanzas y Asuntos Civiles, para que éste los distribuya como le plazca. Todos ustedes han pecado de atrevimiento al no reconocer la grandeza de Kou Shuurei y la inherente pereza de su estúpido Emperador. Sonido de abanico cerrándose de golpe con arrogancia.”
El corredor de apuestas sostuvo la cabeza en alto con orgullo, mientras los apostadores lo rodeaban furiosos, cual buitres sobre el fresco cadáver de una gacela. “Ya todos ustedes conocen la regla de que todas las apuestas que tengan lugar en los terrenos del palacio deben ser aprobadas por el Ministro de Finanzas y Asuntos Civiles”, les recordó, haciéndolos detenerse.
La turba paró sus protestas y todos se miraron unos a otros con estupor.
Hasta que uno gritó,
“¡Maldito seas, Kou Reishin!”
***
“Aquí tienes tu parte.” declaró el jefe del clan Kou, depositando unas monedas en un saco y entregándoselas al jefe de cocineros. “Agradecemos tus servicios.” El chef asintió moviendo la cabeza, sonriendo complacido.
“Oh, yo solía trabajar con su hermano mayor, Shouka, en los tiempos del antiguo Emperador. No tiene por qué agradecerme.” El hombre aceptó el saco y lo escondió en su uniforme.
“Por cierto, creo que las coles explosivas le dieron el toque perfecto,”
El brutal hombre sonrió, ruborizado. “Me está avergonzando, señor.”
Fin.
***Ir al Capítulo 5***
Fuente: http://www.fanfiction.net/s/3596117/6/Manjuu_Magic
En que periodo trascuren los fanfic ante so después del anime , yo tengo la esperanza de que alguien traduzca las novelas y no quiero spoliarme
ResponderEliminarHola Paula...
ResponderEliminarpss este fanfic en particular se supone que se situa al inicio de las novelas y la autora nos cuenta aquì un universo alterno de como pudieron ocurrir las cosas durante la estancia de Shuurei en el palacio como "esposa" de Ryuuki...
Espero que eso responda a tu duda y respecto a las novelas, solamente tenemos hasta el vol. 16 los resumenes por si gustas revisar el ìndice de la derecha >
Gracias por comentar y que lo disfrutes!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Violet....
ResponderEliminarprimero gracias por toda la informacion.... en verdad eres un angel por tomarte tiempo en hacerlo....
y segundo... no has conseguido el final del vol 16 de la novela, la verdad me he quedado muy intrigada de que pasara