martes, 18 de mayo de 2010

VOLUMEN 16 Capítulo 1 (1/2)

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.


SAIUNKOKU 16
Capítulo 1
La nieve que no debería caer
Parte 1/2
Posteado por Charmian
Traducido por Violet Raven

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“También, uno de los Diez Grandes Crímenes es la rebelión contra el actual Emperador. Después de que tú me protejas, no sabemos si ese será uno de los Diez Grandes Crímenes.”

Shuurei abrió los ojos.
Ella miró el techo anticuado, iluminado por completo por la pálida y azul luz de luna. Por un momento, Shuurei no podía recordar en qué lugar se encontraba para estar durmiendo arriba, o lo que había estado haciendo hasta ahora.
Un hombre tuerto entró en su campo visual.
“Oh, ¿estás despierta, señorita?”
“…-¡Gyaaaah!”
Shuurei de pronto recordó que un asesino había tomado la figura de Jin y la había llevado afuera e intentado matarla, así que a propósito gritó y trató de huir. En un segundo, su pierna se enredó con las sábanas y ella terminó desenrollándose fuera de la cama y cayendo, donde se golpeó la frente contra el piso. También se había golpeado de lleno la nariz, así que las lágrimas brotaban de sus ojos.
“¡¡Ay! Maldición… Hiciste eso a la ligera, ¿no, Jin-san?!”
“… No, yo no hice nada. ¿Por qué esa expresión?”
Shuurei rápidamente echó una mirada al cuarto… Era el cuarto que originalmente Riou había preparado para ella. Su memoria seguía un tanto desordenada, pero recordaba haber estado en la habitación con los ataúdes blancos con Ruka.
Cautelosa, ella miró a Jin. No, para empezar, ¿este era el verdadero Jin? Si esto se trataba de otro extraño hechizo, ¿qué haría?
(Uhhhh, uhhh, debe haber una forma de averiguarlo -¡Ah! ¡’Bakuya’!)
Decían que un mago no calificado no podría reproducirlo, incluso en una ilusión. Shuurei miraba fijamente a Jin. Aunque le sostenía la mirada magníficamente, mientras lo veía fijamente encorvada, oculta en la cama, quizás a su apariencia le faltaba algo de dignidad. Pero eso era mejor que ser asesinada. Ella no permitiría que alguien dijera que eso era algo patético.
“¡¡Jin-san!! ¡Por favor, muéstrame a ‘Bakuya’! ¡Ah, ¿no está ahí?! ¡¿No la tienes?!”
“…No, aquí está. Mira.”
Actuando bajo el principio básico de que no se debe contradecir a los locos, Jin rápidamente desenfundó a ‘Bakuya’, que estaba a su espalda, y se la mostró. Shuurei recordó que, pensando un poco, mientras que el General Ran portaba su espada a la cadera, Jin había puesto la suya en su espalda. En ambos casos, eso coincidía con su versátil forma de ‘llevar la fiesta en paz’. La espada ‘Bakuya’ que él le mostró lucía como la verdadera.
(Entonces, ¡¿él es el verdadero?!)
Aún así, Shuurei no salió de las sombras de la cama. El recuerdo de su charla con Ruka regresaba gradualmente a ella.
-Había un asesino enviado por alguien de la corte. Ella debía primero tratar un acercamiento directo.
“Jin-san… no te pregunté la razón de que vinieras al clan Hyou. ¿Viniste aquí a matarme?” Ella podía ver a Jin sonriendo con un ojo a la pálida luz de la luna.
“…Esta vez, al parecer será mejor para mí responder. –No.”
Por supuesto, no había evidencia en absoluto de que eso fuera cierto. No, más bien, ¿qué debería hacer ella por la forma en que él fácilmente accedió? No obstante, Jin no había matado a Shuurei hasta ahora, y especialmente ahora que podía hacerlo sin problemas. Al final, estaba claro que él era diferente de las “Muñecas Asesinas” que habían atraído a Shuurei e intentado asesinarla sin dudarlo.
Aunque Jin desaparecía de vez en vez en el palacio del clan Hyou, siempre regresaba, y a menudo cuidaba de Shuurei. Más que tener a Shuurei como su blanco, parecía más como si –aunque era una extraña forma de plantearlo- él hubiera tomado a Shuurei como su ‘cuartel de operaciones’.
“Si quieres que desaparezca de tu vista, ¿debo irme entonces?”
Al decir esto, parecía que Jin iba, como había dicho, a retirarse enseguida. Pero Shuurei lo detuvo.
“-¡Espera un momento, por favor!”
“Has cambiado tu tono de voz, señorita… ¿Y?”
“Umm. Bueno, por favor… por favor dame una garantía. Aquí y ahora.”
Jin sonrió perplejo y cruzó los brazos. Con estas palabras, parecía que él claramente había adivinado los pensamientos de Shuurei. Como ella había supuesto, Jin era increíblemente listo. Ella percibió esto muy levemente, pero seguramente más que en el General Ran. Aunque su inteligencia fuera igual, ella sentía que la diferencia estaba en si la usaban o no. Ella sospechaba que Jyuusan-hime era igual, y posiblemente debido a que esos hermanos tenían confianza en sus habilidades, o por cualquier razón, ambos eran la clase de personas que apostarían todo en un ataque especial que podría costarles la vida.
“Una garantía, ¿eh? Ya veo. Muy bien, vamos a ver. ¿Hasta qué punto quieres una garantía?”
“-Una garantía de que no me matarás hasta que pueda ver a Ruka-hime una vez más. Además, si puedes, por favor, protégeme hasta ese momento. Hasta que vea a Ruka-hime, por favor, garantiza mi vida.”
Jin sonrió. Ella probablemente no imaginó que hubiera una ligera tensión en esa sonrisa.
“Señorita, de veras que eres lista. Propusiste eso porque sabías que sin duda aceptaría, ¿cierto?”
“…Por favor, dilo claramente.”
“Ah, entiendo. Te lo garantizo. Te protegeré hasta que veas a Ruka. Hasta entonces, definitivamente no te mataré, y no permitiré que nadie más lo haga. Lo prometo. Vamos, sal.”
Jin sonrió a Shuurei, que precisamente había sacado la cabeza fuera de la cama obedientemente luego de varios segundos.
“Mmmm, ¿entonces crees en mis palabras? ¿Aunque hayas sospechado de mí?”
“Te creo. El General Ran dijo que definitivamente nunca faltarías a tu palabra… -Y, Jin-san, probablemente viniste hasta aquí para ver a Ruka-hime. Pero no sabes dónde está. Estás pensando que si yo estoy aquí, lo más probable es que la veas pronto. Por eso, desde el principio me cuidaste, e incluso cuando ibas a dar una vuelta, volvías. Porque yo era quien más posibilidades tenía de entrar en contacto con Ruka-hime. Así que, hasta que yo vea a Ruka-hime, tal como dije, estarás pegado a mí y me protegerás diligentemente, pienso.”
Jin siguió sonriendo y no negó sus palabras. No obstante, tuvo cuidado de no afirmarlas tampoco.
“¿Mmm? ¿No vas a preguntar por qué vine aquí a ver a Ruka?”
“…No voy a preguntarte ahora, así que Jin-san, tampoco me preguntes, por favor.”
“A pesar de que antes estabas tan perdida, ¿por qué estás tan preocupada por ver a Ruka inmediatamente? Dijiste, ‘Hasta que pueda ver a Ruka una vez más’. ¿Será que Ruka vino a verte?”
Esta vez, Shuurei cerró la boca como una almeja. Si Jin era en verdad el asesino que Ruka había insinuado que había venido de la corte para sellar su boca, Shuurei tenía, al final –que proteger a Ruka de él. Pero si el contenido de su conversación con Ruka fuera revelado, tal vez Jin desaparecería. Si ella enredaba las cosas, entonces él de pronto saldría con “jejejeje, señorita… ¿entonces lo descubriste?”y la mataría.
“…Señorita… debes estar imaginando cosas raras.”
“¡No! ¡No estoy haciendo nada, así que por favor, no me preguntes nada!”
“…”
“…Pero…no te pregunté nada ahora.”
Shuurei se dio cuenta ella misma, pero ella no estaba para nada absteniéndose de cerrar la boca y ocultar cosas. En contraste, Jin era muy agudo. Era precisamente por eso que guardar silencio era mejor –es decir, ella sólo podía permanecer callada. Si ella aparentaba ‘saber algo’, él se lo sacaría. Al parecer, Jin adivinó esto, entonces encogió los hombros y sencillamente puntualizó.
“…Mmm, entonces, ¿Ruka te dijo algo y no quieres que te interrogue acerca de eso? Bien, entonces. Ya que ambos tenemos cosas sobre las que no queremos que nos interroguen, ¿cerramos el trato sin ahondar en ellas?”
Shuurei descendió de la cama casi a rastras, y luego se llevó la mano a su mareada cabeza. Y suspiró profundamente.
“Gracias al cielo… Me he asegurado un guardia… con esto, quizás me vaya un poco mejor.”
“¡¿Mejor?! Oye, señorita, imposible. No puedo pasar por alto lo que acabas de decir. Estoy hablando de mí mismo, pero puedes estar orgullosa de tener por guardia a Shiba Jin. Aunque no es una espada barata que venda por dinero, el jefe del clan Ran indiferentemente lo expulsó. [Nota: esto es algo confuso, porque todavía no entendemos las circunstancias detrás de la separación de Jin del clan Ran]. Deberías estar más agradecida.”
“…Pero, ¿no dijiste que tú no eras ‘Shiba Jin’ del clan Shiba, el principal clan de sirvientes del clan Ran?”
“Jah. Y eso que yo no te pregunté antes. Ah, bueno. ¿Puedo acercarme?”
Shuurei asintió nerviosamente, y Jin, que obedientemente no había dado un paso, se acercó a la cama con grandes zancadas.
“Entonces, ¿empezamos por intercambiar información? ¿Qué pasó en mi ausencia? Por el grito de antes, parece que de alguna manera, ‘alguien’ con mi rostro amenazó tu vida.”
“…Si. De algún modo, me vi atraída hacia el centro de un escuadrón de ‘Muñecas Asesinas’.”
Shuurei explicó brevemente lo que pasó después de que fuera atraída por las ‘Muñecas Asesinas’ que tomaron la forma de Jin, hasta su encuentro con Ruka. Mientras explicaba esto, Shuurei gradualmente ordenó su confusa memoria.
“…¿Las ‘Muñecas Asesinas’, señorita? Entonces las cosas estuvieron más movidas de lo que pensé…”
Shuurei levantó la vista hacia el intrépido rostro de Jin. …Ella recordó algo de antes.
“…Jin-san, antes me filtraste algo de información a mí. Probablemente a propósito.”
“¿Mmm? ¿Lo notaste? Jajaja, bien.”
“…¿Por qué?”
Jin sonrió en silencio. Aunque estaba sonriendo, había una sombra en alguna parte, y en general, ella nunca lo había visto sonriendo astutamente, como Ensei. Pero esta vez, él parecía más triste de lo usual.
“…¿Por qué? Tengo muchas razones. Pero tal vez pensé que si se tratara de ti, quizás…”
“¿Eh?”
“Que quizás tú podrías encontrar la manera de que todo salga bien.”
Shuurei recordó la primera vez que lo había visto en Kiyou.
“…Ya habías dicho eso antes.”
“Si. Sería magnífico que eso pasara, ¿verdad?”
Esas fueron palabras que Shuurei no se esperaba en absoluto. Ella se percató de que éstas habían salido inesperadamente de su boca.
“¿Hay alguien a quien quieres que detenga?”
Jin tragó su aliento, y luego sonrió con amargura. Él se acordó de cómo el “Lobo Negro” le había preguntado ‘¿por qué haces esto si tienes dudas?’ Sin duda, eran padre e hija. Ambos se parecían en la forma que tenían de golpear el punto débil.
“…Bueno ahora, en realidad, yo mismo no lo sé.”
Mientras Jin agitaba sus largos flequillos, bajó su único ojo y suspiró silenciosamente.
“…He llegado hasta aquí cuando siempre ha estado pensando si sería mejor o no detenerlo.[nota: en realidad aquí no se habla de un género en específico, pero probablemente sea masculino. Si me equivoco, tendré que volver después y cambiarlo.] Todavía estoy dudando. Todavía no sé lo que es correcto. Y tal vez es por eso que te lo cuento a ti, señorita… Quizás si yo no puedo hacerlo, tú podrías detenerlo.”
Ella no preguntó quién. Porque si lo hacía, probablemente él no le respondería ahora.
“Aún así, Shuuei de veras que es idiota… Olvídate de Riou, ¡¿quién es tan idiota para dejarte aquí sola, señorita, bajo estas condiciones e irse corriendo a otra parte?! Si yo no hubiera entrado a hurtadillas, perdiéndolos, ¿qué habría pasado? Es lamentable la manera en que ese tipo se va a los extremos.”
“…¿Mmm? ¿Dices que los perdiste, y al perderlos regresaste?”
“Si. Ambos estaban corriendo con la cara pálida, por eso pensé que te habían raptado, señorita. Y enseguida de eso, sentí una increíble presencia flotando cerca de este cuarto, así que esperé un poco y entré, descubrí que te habías desmayado y te llevé a la cama. Bueno, en fin, cuando estés lista, nos vamos.”
Por supuesto, Shuurei tenía que encontrar a Ruka y verla, pero estaba preocupada por Riou y Shuuei, que habían salido a causa del problema de las langostas. Era más urgente resolver el problema de la plaga de langostas. Y las medidas contra la plaga eran deber del Gyoshidai.
Como si adivinara esto, Jin puso su larga mano en la cabeza de Shuurei.
“Antes de ir con Ruka, primero vamos con Riou y Shuuei. Yo también tengo algo que hacer. Es irremediable. Aunque no quisiera, te mostraré una de mis cartas. –Yo también recibí órdenes concernientes a la plaga de langostas.”
“--¡¿Eh?! ¡¿Tú lo sabías?! Pero, pero…”
No, pero el General Ran dijo que había recibido información de Suou. Aunque en ese momento, al pensar en ello, tenía ganas de estrangular a Suou, porque mientras había viajado con ella hacia la Provincia Kou, Suou estaba enterado de las señales de advertencia de las langostas. Probablemente, él había enviado innumerables reportes al jefe Ki durante el viaje.
(Espera. Para que Jin sepa esto, ¿quiere decir que el informe de Tantan, con información ultra secreta para el Gyoshidai, se ha filtrado a algún ‘oficial de alto rango’? Gyaah, ¿por qué no me dí cuenta? Pensándolo bien, en el caso de asesinato de Jyuusan-hime, y cuando Seiga y yo fuimos atacados, ¡¿no fue porque la información del Gyoshidai se filtró y así ellos llegaron ahí antes que nosotros?!)
Hasta ahora, ella pensó que era imposible que hubiera una fuga de información. No, tal vez ella había querido creer eso. Si ese gran secreto se hubiera sabido –entonces sólo podía tratarse de Ki Kouki o Riku Seiga. ¿Era así? Una posibilidad enteramente distinta flotaba espontáneamente en su mente, pero era tan absurda que la descartó de inmediato. Era imposible que así fuera… probablemente.
“Um… dijiste que habías recibido órdenes.”
“¿Lo hice? Si estás lista, vámonos. Como ellos tampoco saben dónde está Ruka, probablemente fueron con Riou. Es por eso que ellos se fueron dejándote sola, conscientes del peligro.”
“Ah… si, me lo dijeron. Ellos no querían que él me viera, y me dejaron aquí.”
“Bueno… respeto los esfuerzos de Riou, pero probablemente es una misión inútil. Es más pérdida de tiempo hablar con Riou (padre) que con Ruka.”
Era patético que ella le preguntara algo semejante, pero como ella creía que era más vergonzoso quedarse sin saber, ella reunió el valor para preguntar. Era más patético no ser capaz de seguir la conversación.
“Disculpa, pero Riou-kun se fue en tal estado, que no me contó los detalles. ¿Por qué se sorprendió Riou-kun cuando se enteró de las langostas? El clan Hyou es una casa sacerdotal.”
Jin no se burló de ella. De haberse tratado de Seiga, seguramente él se habría reído de ella suntuosamente.
“Si. Es imposible que lo supieras. Por largo tiempo, ellos no se habían ocupado más que de asuntos religiosos… ¿Recuerdas lo que te dije antes? ¿Que el deber del clan Hyou te queda muy bien, señorita?”
“Ah, um, claro, en tiempos de guerra o de desastres, ellos salen y llevan ayuda a… Desastres. ¡¿Ahhh-?!”
“Si. La familia Hyou originalmente fue fundada por la primera líder de su generación, Sou Youki, con el objeto de ayudar a los débiles. El culto del clan Hyou durante el período previo del gran desastre [nota: refiriéndose a los años de caos anteriores al reinado de Senka, durante el cual, Bara-hime fue capturada], estuvo basado en cómo el clan Hyou era el único en auxiliar a la gente que se encontraba con el desastre y las llamas de la guerra, sin pedir recompensa. El antiguo jefe del clan, el ‘niño milagro’, apareció, y con su asombroso poder de curación, en un santiamén esta creencia se esparció entre la nobleza, así que gradualmente él comenzó a solicitar dinero y poder, así parece, sin embargo… De cualquier forma, el clan Hyou debería ser el más destacado en términos de recolectar investigación y conocimientos sobre todo lo relacionado con medidas para acabar con los desastres naturales. Su principio es ‘proteger a la gente sin luchar’,”
La cara de Shuurei cambió de color y apretó el puño fuertemente.
“Entonces, si es así, ¿también en lo relativo a las langostas?...”
“Si. Es posible que ellos posean los conocimientos y medios que ni la corte ni nadie en el ‘exterior’ posee. Además, el clan Hyou ha estado separado del ‘exterior’ y siempre se ha distanciado del caos de la guerra. Es decir, a diferencia del ‘exterior’, los documentos e investigaciones importantes no han sido diseminados por la guerra o las contiendas internas. Hasta la fecha, lo que ha sido reunido por miles de años debería estar aquí. Si podemos movilizar a la familia Hyou… quizás podamos detener un daño a gran escala.”
“-¡Esas negociaciones son precisamente el deber de un inspector! ¡Tengo que ir tras él ahora! Honestamente, ¿por qué Riou-kun me dejó aquí? ¡No tiene sentido! ¡Zapatos, zapatos!”
Shuurei inmediatamente bajó de la cama. Una vez abajo, dio un salto al sentir la extrema frialdad del piso.
“¡Gyaaa, está helado!... ¿Eh? ¡¿Este cuarto era así de frío?!”
Mientras metía un pie en el zapato, Shuurei frotó sus brazos. Cuando pisó descalza junto a la cama, el frío se deslizó por sus piernas como una serpiente. Hasta el día anterior, ella no había notado esto en absoluto. Era como si hubieran pasado de un otoño a un intenso invierno en un santiamén.
“…Pensándolo bien… es verdad. La temperatura es mucho más baja que antes.”
Ahora que Shuurei le había dicho, Jin hizo una cara como si finalmente lo hubiera notado también. Cuando él exhaló, su aliento era de color blanco.
“Parece que el invierno se ha acercado de pronto… Oooh, tendré que abrigarme más…”
“No… esto es extraño. Te lo dije antes. Este es un palacio oculto justo en medio de la cordillera montañosa Banri, que no ha sido explorada por los humanos. Es propiamente un sitio donde los humanos no pueden vivir. A nuestro alrededor, el pleno invierno nunca termina y es una zona alpina cubierta de una capa de nieve más espesa que mi altura. No hay razón para que repentinamente se pusiera tan frío a estas alturas.”
“…¿Qué? ¡¿La cordillera Banri… esto está en medio de la cordillera Banri?! ¿Aquellas montañas sagradas que nadie más que el Emperador Sou Gen ha podido atravesar, cuya altura es aún desconocida?”
“…¿No te lo dije? Si. Se sitúa incluso más al norte que las Provincias Koku y Haku, las cuales son las zonas de tundra más septentrionales. Por eso, la corte no puede invadir aquí. Digo invadir, pero no hay nada que invadir aquí. No se puede vivir aquí.”
“¿Por qué construyeron una casa aquí deliberadamente? ¿No es increíblemente incómodo? ¡Ah, ¿es porque resultaba barato?!”
“…No. –No creo que tenga que ver con costos o comodidad. Parece que es porque probablemente la primera sacerdotisa, Sou Youki llegó a un acuerdo con su hermano mayor, el Emperador Sou Gen. No conozco los detalles. De cualquier forma, la temperatura es verdaderamente extraña. ¿No dijo Riou que el poder de la alta sacerdotisa la mantiene de cierta forma para que los humanos puedan vivir aquí? Ella dijo que quería tu cuerpo, así que tal vez –el poder de Ruka está menguando… Desde un inicio, no hay precedente de alguna alta sacerdotisa que haya llegado a los ochenta años. Porque antes de eso, la reemplazaban…”
Shuurei miró a Jin luego de que ella terminara de abrocharse el frente del abrigo. Al soplar, su aliento salía congelado.
“…¿Quién es la próxima sacerdotisa?”
“No hay ninguna. Hyou Eiki habría sido la sucesora, pero ella escapó al ‘exterior’, así que ese escaño siempre ha estado vacío.”
Shuurei estaba conmocionada al oír el nombre de Eiki, quien la había ayudado en la Provincia Sa. Pero ahora que lo pensaba, el apellido de esa persona había sido Hyou.
“Eh, ¿Eiki-san habría sido la sucesora? Ah, pero Shunki-san también tiene poderes sobrenaturales…”
“…Seguramente es imposible a cualquier precio. Si su poder está a un nivel en el que Eiki puede ocultarlo, significa que su poder no es tan grande como el de Eiki. Escuché que tener sólo un poder menor está fuera de cuestión. Y al parecer, los poderes por sí solos tampoco sirven.”
Shuurei estaba absolutamente impresionada por el volumen de información con el que él le había respondido, tan fácilmente como un eco repetitivo.
“…Jin-san, de veras estás muy bien documentado…”
“No, el que tú seas un agente y no conozcas información de este nivel, demuestra una falta de preparación. Especialmente desde que estás en el Gyoshidai, donde tienes libre acceso a toda la información ultra secreta. Si hubieras tenido interés y buscado, casi toda esa información se habría filtrado con facilidad, ¿no?”
Golpeada en su punto débil, Shuurei no pudo siquiera quejarse. No podía replicar nada. Tenía que estudiar más.
-Ruka había dicho que ella tenía que seguir viviendo, a toda costa.
Shuurei, que había vislumbrado su pasado, sabía bien que ella no usaba y destruía los cuerpos de las sacerdotisas simplemente porque quisiera vivir y continuar preservando su inmenso poder.
“…Si Ruka-hime deja de vivir… ¿entonces el clan Hyou…?”
“…Bueno. Quienes decidirán eso serán los del clan Hyou, No nosotros.”

***

Aunque estaba amaneciendo, la temperatura había descendido rápidamente, y había comenzado una intensa nevada.
El jardín bellamente ordenado se tiñó de blanco en un segundo.
Riou estrechó los ojos, y fijó la vista en la abultada nieve que había empezado a caer rápidamente.
“-¡¡Padre!!”
Su hijo, Riou, entró con ímpetu, como si hubiera echado abajo la ‘puerta’. Seguido por otra persona que llegó enseguida, un joven al que no conocía. Al parecer, esta era la primera vez que él había atravesado una ‘puerta’, y estaba observando sus alrededores para aclarar su vista.
“¡¿Qué?! ¡¿Cómo es que inesperadamente llegamos aquí, Riou-kun?! ¡Varias veces intenté abrir esa puerta mientras buscaba a Shusui-dono, pero nunca se abrió! Incluso intenté romperla, pero no lo hizo. Pero incluso si la abría, ¡nunca pensé que conduciría a un sitio tan enorme como esta mansión!”
“¡¿Qué es eso de tratar de romper las puertas de los demás sin permiso?! Esto es una especie de ‘pasaje’ en forma de puerta. –Mi padre se encierra aquí, así que está hecho de tal forma que los intrusos no puedan pasar.”
“¡¿Intrusos?! Oye, Riou-kun, ¡¿este es tu padre’! ¡¿Por qué es tan joven y con esa cara?! ¡¿No es un anciano?! ¡¡Si me hubieras advertido, te aseguro que habría venido con mi cabello y ropa perfectos!!”
“¡¿Por qué actúas como si él fuera tu rival?! ¡¡Ya basta, cállate un momento!!”
¡¿No era esto vergonzoso?! Riou dejó a Shuuei murmurando quejas, y corrió hacia su padre. Su padre los miraba a los dos. Riou estaba tan avergonzado como para que su cara estallara en llamas. Ahora y en el pasado, jamás hubiera actuado esta clase de comedia enfrente de su padre.
“Disculpa el escándalo.”
“¿Has hecho un amigo en el ‘exterior’, Riou? Esta clase de hombre difícilmente puede ser hallado en el clan Hyou.”
¡¿Amigo?! Él estaba confundido, pero Riou no estaba seguro de poder afirmar eso.
Riou (padre) miró cuidadosamente la cara de Shueei, quien se aproximó a ellos.
“…La sangre del clan Ran está muy presente -¿Un descendiente directo? Esto es inusual. El que un descendiente directo de las siete familias venga al clan Hyou. Aunque frecuentemente las mujeres solteras son enviadas aquí.”
Había dado en el clavo sólo con ver su cara, y Shuuei retrocedió. No obstante, en verdad, haciendo a un lado sus canas, él sólo aparentaba ser de su misma edad.
“Yo soy… Ran Shuuei. Encantado de conocerlo, Riou-dono.”
Como si Riou hubiera perdido todo interés al momento en que Shuuei respondió, él inmediatamente volteó la mirada hacia su hijo.
“..¿Y bien? ¿Me has traído el desayuno, Riou? ¿Ya es hora?”
Shuuei estaba sorprendido. Realmente era como un hombre mayor. En su interior, una extraña sensación de superioridad retornó a Shuuei.
“¡¡¡No!!! Vine aquí porque tengo que hablar contigo, padre.”
“Es imposible.”
“¡Todavía no he dicho nada!”
“Aunque no hayas dicho nada, puedo adivinar.”
Riou (padre) suspiró lánguidamente. Su plateado cabello osciló y abrió un abanico.
“…¿Uu Uu te dijo algo?”
“Si, así es. Por eso te pido que por favor, me escuches.”
Riou (hijo) apretó el puño y miró a los oscuros, abismales y completamente vacíos ojos de su padre.
“Hay un brote de langostas. Uu Uu solicita que se abran todas las puertas del clan Hyou. Él dijo ‘Abran todas y cada una de ellas’.”
“…¿Y qué?”
“¡Por favor, ordena que todos los templos del clan Hyou abran sus puertas, y dales instrucciones para socorrer a los nueve clanes! Por favor, coopera con la corte y libera toda la información concerniente al combate de las plagas de langostas. Incluso para los estándares de peligro del clan Hyou, una plaga de langostas es clasificada como un desastre de alto nivel. Incluso ahora –si es inmediatamente después de que la plaga ha comenzado, aún tenemos algo de tiempo. El daño puede ser parado y reducido al mínimo. Aunque yo no tengo autoridad en el clan Hyou, tú, padre, eres el cabeza del clan. Los templos deben obedecerte. ¡¡Eso te pido, padre!!”
“…Ya te lo dije, Riou. Es imposible.”
Mientras inclinaba sus codos sobre su largo cabello, Riou se encogió de hombros, como si esto fuera increíblemente difícil.
“El clan Hyou está regido por mujeres. Ellos sólo obedecerán las órdenes de la alta sacerdotisa, quien tiene el poder. La única que tiene el control total de la familia Hyou, los magos, las sacerdotisas, las ‘Muñecas Asesinas’ y el resto, es mi hermana mayor. Aunque tengo cierto grado de libertad, no llega al grado de poder contradecir las órdenes de mi hermana. Aparentemente has regresado aquí después de haber sido infectado por el ‘exterior’. El clan Hyou es un sitio donde los hombres no tienen autoridad para tomar decisiones.”
“…”
Indudablemente, lo que su padre decía era la realidad. Pese a que su padre era el jefe de la familia, hasta ahora había sido en gran parte indiferente a los asuntos del clan y nunca se ocupaba de nada. Él sabía que las decisiones importantes corrían a cargo de su tía Ruka. Especialmente desde que el anterior jefe del clan había sido un ‘hombre’ que había perdido una contienda política con la corte y la reputación del clan Hyou se había ido por el caño, y al final, Ruka se había deshecho de él. Él también había percibido levemente que el clan pensaba que si un hombre estaba a cargo, el clan Hyou declinaría. Si bien su padre había sido reconocido tácitamente como cabeza de la familia, eso era porque no hacía nada. Todos sabían que él sencillamente estaba presente, pero la autoridad real estaba en manos de su tía. Es por eso que él se sentía seguro. Pero ahora.
“Pero… aún así, padre, ¡tú eres el jefe del clan! En orden de precedencia, ¿no eres igual que mi tía?”
“El problema es, Riou, que el clan no piensa eso. Y de paso, yo tampoco.”
Por miles de años, nada había cambiado. Ellos no habían intentado cambiarlo tampoco. Había sido el clan mismo, él se dio cuenta, el que había dejado todo a la sacerdotisa del clan. Si, y Riou (hijo) mismo, también.
“¡Entonces, por favor, dime dónde está mi tía! Yo iré-“
“¿Tú?”
Riou contempló a su hijo detenidamente. En verdad, él era totalmente distinto al de antes. Su hijo había sido obediente como un muñeco, hacía lo que Ruka le decía, y era, como muchos de los hombres del clan Hyou, callado y tranquilo.
“Si sólo mi tía puede hacerlo, entonces iré a donde ella está. Si se entera de las langostas-“
“No, creo que ya lo sabe.”
Con el abanico en su mano, Riou miró hacia la nieve que caía y se apilaba.
“…¡¿Ella lo sabe?!”
“Debería saberlo. Si algo fuera de lo ordinario sucediera, ya sea la temperatura, el clima, cambios en la tierra, epidemias, las cosechas… los templos la contactarían. También es posible hacer predicciones astronómicas. Dado que es especialmente fácil saber de la llegada de las langostas por el cambio de color de los saltamontes, creo que ella ya debe estar enterada.”
“¿E-ella ya está enterada, pero no está haciendo nada?”
“Probablemente no puede. ¿No crees que es extraño que Uu Uu tampoco pudiera hacer nada? En este momento, es imposible para mi hermana y también para Uu Uu. Probablemente ella no tiene el suficiente margen de acción para enviar órdenes a los templos.”
“¿Q-qué quieres decir?...”
La cara de Riou se congeló. Él había pensado que algo raro había ocurrido en el clan Hyou, pero-
“…Sería fastidioso para mí explicarlo. Resumiré los presagios que llegaron antes, de afuera, sobre las cartas astrológicas y los ocho trigramas (ver nota), así que escúchame. Con eso, serás capaz de entender la mayor parte. Primero, en la Provincia Ran, tiempo antes, apareció el trigrama del agua. De acuerdo a la información que llegó antes de que los medios de comunicación fueran cortados, desde el verano, una intensa lluvia sigue cayendo ahí.”
El color de la cara de Shuuei cambió. En la Provincia Ran, la ‘capital del agua’, las largas lluvias y las inundaciones estaban directamente relacionadas.
“La plaga de langostas ocurrirá en la Provincia Heki. Donde apareció el trigrama de la tierra. Probablemente los saltamontes sólo se vieron atraídos un poco más rápido por el trigrama de la tierra. El significado del trigrama de la tierra en la Provincia Heki es el terremoto. Para esta hora, ha habido muchos terremotos, así que ha ocurrido un gran daño.”
“…Padre-“
“En la Provincia Sa, la estrella del clan Hyou ha caído. Parece que algo desafortunado le ocurrió a Eiki. Por generaciones, en la Provincia Sa, la fortuna en las relaciones humanas nunca fue buena. Por un tiempo, esto fue contenido porque Eiki se casó con alguien del clan y hubo paz. Eso fue en la época de Sa Enjun. Pero la estrella ha caído y la paz ha colapsado. Por el momento, el clan Sa está paralizado por problemas internos.”
Shuuei estaba estupefacto. Ciertamente, Shuuei había estudiado astrología como asignatura escolar, pero no se la había tomado en serio. Pero cuando las cosas se establecían con semejante lógica, realmente parecía ser así.
“Los trigramas del viento y la tierra de la Provincia Kou (rojo) están sin cambios en este período de tiempo. En el otoño, los trigramas del viento y la tierra se intensifican, por eso la cosecha es vasta. Sin embargo, este año, fue lo peor que pudo suceder. Los saltamontes volarán de corriente en corriente desde la Provincia Heki a la Provincia Kou. La desgracia de la Provincia Heki viajará sobre el trigrama del viento y, junto con los saltamontes, volará a la Provincia Kou. No todo puede ser destruido, pero sí cierta cantidad. Después de eso, ya depende de la suerte de las personas. El resultado estará en manos de la persona que vaya a la Provincia Kou.”
Riou prosiguió con indiferencia.
“En la Provincia Kou (amarillo). Ha ocurrido un incidente con el trigrama del metal. Las inundaciones en la Provincia Ran, los terremotos en la Provincia Heki, la cosecha fallida en la Provincia Kou… tras todos estos eventos, los precios se han disparado y los pronósticos de un colapso económico han surgido. Para evitar esto, parece que el trigrama del metal se ha intensificado. Si el metal, en la Provincia Kou, que es la capital comercial, es demasiado fuerte, entonces eso no será nada bueno. Éste se convertirá en metal para armas e invadirá las dos provincias del norte. Desde un inicio, había más metal que el normal en la carta astrológica del jefe del clan Kou (amarillo)…”
Shuuei típicamente entendió lo que estaba tratando de decir y palideció. El metal de las armas correría dentro de los dos clanes militares de las provincias del norte, las familias Koku y Haku, eso era muy fácil de comprender. Para empezar, el otro nombre del clan Kou era-
“Padre… ¿estás diciendo que alguien planeó deliberadamente todo esto?”
Shuuei volteó al oír la severa voz de Riou (hijo). Riou miró a Shuuei.
“También leí las estrellas para el Emperador al comienzo del verano. Pero no salió nada de eso. A fin de cuentas, durante ese tiempo, estábamos entrando a las constelaciones del verano. Pero no había señales de inundaciones o lluvias torrenciales en la posición astronómica en la Provincia Ran. Por eso, cuando escuché que alguien de ustedes había roto el espejo sagrado de la Bahía de los Nueve Colores, me puse furioso, pero por otro lado, pensé que era extraño.”
“En otras palabras… ¿las fuertes lluvias son causadas porque el espejo sagrado fue roto?”
Shuuei, teniendo como hermano menor a Ran Ryuuren, no soltó la carcajada. El recuerdo de una extrañamente intensa lluvia en la Bahía de los Nueve Colores, seguía fresco en su memoria.
“…Si. Pero, probablemente eso fue una tergiversación en primer lugar. De acuerdo a lo que dijiste, mi tía envió su alma a la Bahía de los Nueve Colores. Esa vez, el espejo sin duda fue roto. Pero, ¿y si ése no fuera el objeto sagrado de la montaña Houkyou? Si lo analizamos, ella en realidad no tenía necesidad de utilizar la reliquia sagrada de la montaña Houkyou para enviar su alma ahí.”
Si él juntaba los relatos de esa vez, la persona que había confrontado a su tía seguramente había sido el “Lobo Negro”. Tanto el “Lobo Negro” como su tía eran hábiles con las maniobras tácticas. Esto hacía más lógico que ambos supieran que se trataba de un espejo ordinario el que se había roto.
“Pero luego de eso, vino un gran aguacero… eso definitivamente no es normal.”
“No, hay otra explicación para ello. Pero la omitiré.”
Uu Uu había mencionado que el ‘dios de la lluvia’ había entrado en Shuurei. Y también que esto se había debilitado. Incluso en Kiyou había sido así, y probablemente la lluvia torrencial se trataba del dios de la lluvia que trataba de proteger a Shuurei. Esto no había sido causado porque el espejo hubiera sido roto.
“Esa vez, el aguacero fue temporal, y la lluvia ‘cesó’ porque Ran Ryuuren tocó su flauta, ¿cierto? Entonces, la causa de esta lluvia sin fin ahora es distinta. El verdadero espejo sagrado estaba intacto… Hasta entonces.”
“…Entonces.”
“Si, un espejo fue roto por segunda vez. Después de que ustedes descendieron de la montaña, el verdadero espejo fue roto. Alguien lo hizo deliberadamente. Entonces, llegó una petición del Ministerio de la Cueva de los Iluminados para elaborar un espejo sagrado. Una inusual e intensa lluvia comenzó. Eso encaja. Disculpen por pensar que ustedes lo habían roto y por enfadarme.”
“¿’Alguien, dijiste? ¿Pero quién?”
Riou (hijo) bajó la vista y movió la cabeza. Si, el problema era, ¿quién lo había hecho?
“…Padre, si el desastre hubiera sido previsto en las lecturas y la adivinación, Uu Uu y mi tía ya lo hubieran leído y tomado medidas contra ello. Ahora, ninguno de los dos ha actuado- ¿Es porque algo no fue ‘previsto’ en sus lecturas de las estrellas? Es muy raro que alguien pueda mover los cielos. La gente, como los cometas, son factores impredecibles. ¿Será que… deliberadamente, tras bastidores, alguien esté… jalando los hilos?”
“Ah, si, parece que cierta chusma está metiéndose bastante con el clan Hyou. Uu Uu y mi hermana mayor están ahora conteniéndolos desesperadamente. Si las reliquias sagradas de otros sitios se rompen, todo recaerá en esos dos, quienes protegen el punto clave, Kiyou, y al clan Hyou. Ya te lo he dicho, pero es a causa de que esos dos están suprimiendo las inundaciones en la Provincia Ran y los terremotos en la Provincia Heki usando toda su fuerza vital, que el daño se ha reducido al mínimo. Aunque dijiste que la plaga de langostas es uno de los desastres más graves, para el clan Hyou, superar eso ahora es un caso de suma emergencia. Las sacerdotisas y los magos desde hace tiempo han estado ausentes de la casa principal porque han ido volando a las provincias para proteger los objetos sagrados restantes. Eiki, quien fuera la única que podía actuar en lugar de mi hermana, ha sido derrotada anticipadamente. Ellos se prepararon bien. Justo ahora, mi hermana no tiene tiempo para desperdiciar con las langostas.”
“Espera... por favor espera, padre -¿Estás diciendo que debemos dejar de lado lo de la plaga de langostas-”
Los indiferentes ojos de Riou se posaron sobre su hijo, que luchaba desesperadamente.
“…Es extraño, Riou. El año pasado, aún cuando supiste mucho antes que la corte o el gobierno de la Provincia Sa acerca de la epidemia en la Villa Sekiei, no estabas especialmente interesado en avisarles o hacer nada al respecto. Aunque no hiciste nada en ese momento, ¿por qué estás tan preocupado ahora?”
Riou (hijo) se encogió. Sabía que Shuuei lo miraba sobresaltado. Si, sin duda él se había enterado de la noticia por el templo del clan Hyou. Así que Riou se había infiltrado en la Villa Sekiei antes que Kou Shuurei. Ren también sabía a la perfección de los presagios de la enfermedad, y por eso fue capaz de utilizar la epidemia para incitar a la población. Esa vez, en efecto, Riou no había hecho nada… No había sentido nada.
“Si dejas en paz la plaga de langostas, ésta llegará a su fin naturalmente. Si, cuando pasen diez años. Diez años es casi nada. No es algo de lo que debas preocuparte. La población se reducirá a la mitad. Si eso sucede, no será realmente tu culpa.”
“-¡¡Padre!! No, no es cierto. ¡Definitivamente esto no es verdad!”
La cara de Riou se deformó mientras gritaba esto.
Él recordó la manera en que Shuurei había ido volando a la Villa Sekiei con doctores y libros de medicina. Probablemente, Riou había comprendido desde la vez que Shuuran estaba llorando, diciendo ‘Gracias por no abandonarnos’.
Esa era la razón por la que Riou se había opuesto a su tía y a su padre, y terminó ayudando a Shuurei en la Villa Sekiei.
Riou pensaba que dado que en el clan Hyou, él era un hombre y no tenía poderes, era un ser humano sin valor, y por eso no hacía nada. Pero, aún sin poseer poderes sobrenaturales, podía ayudar. Había empezado a entenderlo desde que esa gente pudo hacer algo por las personas.
“Uu Uu –Uu Uu dijo que tener poderes especiales no es prueba de que uno pertenece al clan Hyou. Además, esa tampoco es la razón de que el clan Hyou esté arraigado entre la gente, o que confíen en él. Aunque tú yo, padre, no tengamos poderes sobrenaturales, eso no quiere decir que no podamos hacer nada. Yo-yo me convertí en el jefe del Ministerio de la Cueva de los Iluminados y entonces vi muchas cosas en el mundo ‘exterior’ junto con Uu Uu, aunque sólo fuera por medio año. Si tú dices que eso es ‘estar infectado’, entonces no me importa. Si Uu Uu me dijo que abriera todas las puertas, esa es la causa por la que pensé que podría hacerlo. Los magos tienen sus deberes. Pero el trabajo de la familia Hyou también nos pertenece a los ‘sin poderes’. Podemos hacer algo. Uu Uu me lo dijo muchas veces. Yo soy el Ministro, padre. Como integrante del clan Hyou, tengo responsabilidades que cumplir en el ‘exterior’. Si Uu Uu y mi tía no pueden actuar, y tú no tienes ganas de hacerlo, entonces yo lo haré. Los poderes sobrenaturales no son necesarios para lidiar con las langostas. Incluso una simple orden basta. Tenderle la mano a alguien que pide ayuda es en verdad la prueba de que el clan Hyou es el clan Hyou. Ése es el significado de su existencia. Padre –dame el título de jefe de la familia Hyou. ¡Después, iré a ver a mi tía!”
Al momento siguiente, la espada de Shuuei estaba en la garganta de Riou.
“–También nos dirás dónde está Shusui-dono. Aunque tenga que usar la fuerza.”
Riou echó una ojeada a la blanca cuchilla que estaba en su cuello, y luego miró hacia la ‘puerta’.
Hubo un ruido de alguien pateándola. Riou (padre) volteó con sorpresa, y apareció la figura de Shiba Jin, quien había estado golpeándola. Por alguna razón, él llevaba a Shuurei en su espalda.
“¡¡Ah, Jin!! ¡¿Dónde has estado hasta ahora?! ¡¿Qué le hiciste a Shuurei-dono?!”
“No le hice nada. Sólo la cargué es lenta corriendo. Oye, señorita, ¿puedes ponerte en pie?”
“Dices lenta, Jin-san, ¡pero tú eres demasiado rápido!”
Riou (hijo) estaba sinceramente aliviado al ver que Shuurei estaba como siempre. Él se había preguntado, ya que se habían ido dejándola sola –y ya que él se había percatado de que el ratón blanco era su tía, si Shuurei intentaría confrontarla. Mientras que él había priorizado ir con su padre, en algún lado de su corazón siempre estaba preocupado, pero al parecer, ella estaba ilesa.
“…¿Cómo supieron que estábamos aquí? Y en esta ‘puerta’. Esta ‘puerta’ no se abre para nadie que no pertenezca al clan Hyou.”
Jin blandió a ‘Bakuya’, la cual estaba sujetando, y él y Shuurei intercambiaron miradas.
“No, fuimos en la dirección en la que esta cosa hacía ruido. Ella y ‘Kanshou’ se estaban llamando.”
“Aunque si la espada hace ruido, usualmente una puerta está abierta.”
Las dos espadas, que antiguamente habían sido forjadas y presentadas al Emperador por el pueblo del clan Hyou. ¿Acaso era que la puerta estaba abierta porque el clan Hyou las había forjado, o porque se habían estado llamando una a la otra? Las espadas gemelas tenían muchos más puntos misteriosos de los que habían pensado.
“Oye, señorita, eres un oficial. Trabaja, trabaja.”
Las palabras, “oficial” y “trabajo” funcionaron como magia. Shuurei tosió deliberadamente para aclarar su garganta.
“Tengo algo que decirles. Aunque esta sea una interrupción. Ah, me disculpo por ser grosera e interrumpirlos sin presentarme. Ésta es la primera vez que nos vemos. Usted debe ser el jefe del clan Hyou.”
Shuurei miró con curiosidad al hombre de cabello plateado al que Shuuei estaba apuntando con su espada.
“Yo soy Kou Shuurei -¡¿Eh?!”
Shuurei se quedó sin habla al ver el rostro de Riou (padre) detenidamente, por vez primera.
No porque fuera extremadamente joven, o porque fuera atractivo.
Era porque ella ya había visto esa cara antes.
(¡¿Esta persona… es la que conocí en la corte el invierno pasado…?!)
Si, cuando ella fue a la Audiencia de Año Nuevo como gobernadora de la Provincia Sa, se había topado con esta persona en la corte.
Esa vez, debido a que su padre había intervenido, no había ocurrido nada, sin embargo-
(¡¿Esa persona era el jefe del clan Hyou?!)
Una vez engullida por esos ojos similares a un inmenso vacío, Shuurei fue incapaz de moverse. Su corazón palpitó.
Esa vez también lo había sentido. Esa persona era –aterradora. Aunque la estaba mirando, no la estaba viendo a ella. Aunque ella definitivamente estaba parada enfrente de sus ojos, sentía como si en este mundo, ‘Kou Shuurei’ no existiera. No –Para esta persona, ‘ella no estaba ahí’. Él creía que ella era alguien que no debía existir.
Ella sintió como si algo dentro de su corazón se estrujara un poco. Era un sentimiento que venía de hace mucho tiempo.
Del tiempo en el que ella creía que su madre había muerto en su lugar. La imperdonable culpa de vivir en su lugar. Esa emotiva sensación. ¿Por qué emergía frente a esta persona?
“¿Señorita? ¿Qué te pasa? Reacciona.”
“…Yo soy Kou Shuurei. Trabajo como agente inspector… en la corte.”
Riou se limitó a parpadear indiferente. Ni siquiera se molestó en responder.
“Si existen algún medio para reducir al mínimo el daño que están ocasionando las langostas, por favor, coopere con nosotros. Además, me gustaría saber dónde y cómo está Shusui, quien ya debería haber vuelto, y también dónde está Ruka-hime.”
Luego de tres compases de silencio, Riou murmuró.
“…Si mueres en este instante, te lo diré.”
Riou (hijo) avanzó frente a Shuurei, como si fuera a protegerla.
“¡¡¡Padre!!!”
“Gracias a que ella te hizo vivir, yo perdí a alguien importante para mí. Aún cuando… yo siempre la he buscado, esperado y esperado… La persona a la que he esperado, no eres tú.”
Mientras escuchaba esa susurrante voz, por alguna razón, las lágrimas brotaron de los ojos de Shuurei. En algún lugar de su corazón, alguien estaba llorando. Era el sollozo de su yo infantil, cuando ella se había enterado que su madre ya no existía en este mundo. Igual que esta persona –ella había llorado todos los días en secreto, porque su madre había muerto por su culpa. Era como si los eventos pasados se hubiesen desenrollado en su interior, y sentía dificultad al respirar. No, esta persona tal vez seguía en el pasado. Como si una herida sin sanar se hubiera abierto.
Mientras miraba sus lágrimas, Riou murmuró seca y tristemente.
“Aún así, si ella te hizo vivir… no importa. Esperaré un poco más. No por ti, sino por el bien de la persona a la que amé. Tal vez sea sólo por eso que recibí una vida tan larga.”
…Shuurei sintió que ella conocía a ese ‘alguien’ a quien esta persona estaba viendo.
Entonces, esas palabras se filtraron dentro de Shuurei, que siempre había sentido culpa por seguir viviendo, incluso ahora, dentro de su corazón.
Si sólo era un poco más, entonces estaba bien.
“Lo siento…”
Si se tratara de su padre o Seiran, ella definitivamente nunca diría esas palabras.
Si sólo era un poco más, entonces estaba bien. Estaba bien si ella estaba viva.
“Perdóname, sólo por un poco más.”
Por vivir.
Probablemente eso no iba dirigido a él, sino que quizás era lo que ella quería decirle a su madre, que le había dado su vida.
Entonces, finalmente, Shuurei supo que deseaba vivir.
Incluso si eso fuese irremediable. Si podía vivir, entonces quería vivir.
Riou (padre) puso una cara como si estuviera viendo a Shuurei por primera vez. Los ojos, que parecían verla, pero no lo estaban. Por primera vez sin embargo, parecía que Shuurei se reflejaba en esos ojos negro profundo.
Riou apartó la mirada de Shuurei.
“…Riou.”
“Si.”
“Aunque te conviertas en el líder del clan Hyou, nada cambiará… Al menos, no todavía. El clan sólo obedecerá las órdenes de mi hermana –la alta sacerdotisa. Si quieres hacer algo respecto a las langostas… debes hallar a Shusui.”
Riou estaba confundido.
“¿Shusui?”
“…Ni siquiera yo sé dónde está mi hermana. Porque eso no me interesa. Con la ‘clarividencia’ de Shusui, puede ser que ‘veas’ la localización de mi hermana. Ahora, en este palacio escondido, difícilmente hay magos o sacerdotisas con poderes sobrenaturales. Sin embargo… puede que ella sea capaz de abrir un sendero. Si no es demasiado tarde.”
Esta vez, finalmente Shuuei apuntó con su espada.
“¿Dónde está Shusui-dono? Si es demasiado tarde-“
“En la ‘Prisión del Tiempo’… Aquellos que son arrojados ahí, en su mayoría pierden la razón y se vuelven inválidos. El cuerpo de mi hermana ya no puede ser preservado. Quizás su intención es extinguir a ‘Shusui’ para que sea su siguiente cuerpo.”

***

La inoportuna nieve empezó a cubrir el jardín, como un blanco y puro manto.
“Perdóname, sólo por un poco más.”
La hija que la persona que él amaba, había amado.
“Aún así, si ella te hizo vivir… no importa. Esperaré un poco más.”
Riou en verdad no comprendía por qué le había dicho algo así a esa chica.
Aún cuando había estado viviendo estos veinte años desde que se separó de “Bara-hime”, sólo deseando verla.
Riou, quien desde el momento de su nacimiento fue como un muñeco que había renunciado a hablar, comer y vivir, había ‘empezado a vivir’ desde el instante en que accidentalmente alcanzó a ver a la cautiva “Bara-hime”.
Desde esa vez, Riou se había convertido en Riou.
Desesperadamente había aprendido a hablar, a mover sus extremidades y a tocar el erhu para consolarla.
Él sentía que en esta vida, que era más larga que la de un humano… demasiado larga, estaba bien si vivía por ella.
Él estaba destinado a soltar sus cadenas cuando su vida estuviera por terminarse, aunque fuera a cambio de este mundo. Aunque nadie más pudiera hacerlo, Riou lo haría. Él creía que había nacido para ese propósito.
Todo su ser estaba destinado a ella.
Sin importar que su forma hubiera cambiado, cuando él miraba esos inmutables ojos iguales a un destello de luz, se enamoraba infinidad de veces. De pronto, Riou se tocó su propia mejilla pálida. Sus dedos estaban mojados con cristalinas y frías gotas.
Surcos de lágrimas derramadas. Aquellas eran las primeras lágrimas derramadas por Riou en su vida.
La cara de Riou se arrugó, riendo entre lágrimas.
“Mi princesa… sólo tú has hecho siempre de mí un ser humano…”
Pese a que había perdido a “Bara-hime” veinte años atrás, ni una sola vez había intentado llorar.
…Quizás finalmente había comprendido que la había perdido.
Esa preciada persona, a la que había amado, luego lamentado su pérdida, y a la que finalmente no podía tener.
Aún así, tenía este amor obsesivo, estos miserables sentimientos. Siempre había sido ella quien le provocaba estos sentimientos, regresándolo a ser humano.
“A pesar de eso, yo… te amo.”
Por cincuenta años, él había estado a su lado. Él no supo que por veinte años, ella había intercambiado su vida por la de su hija, y que ya no estaba en este mundo. Comparado a ella, Riou sólo podría quedarse con ella por un período ligeramente más largo que el de un humano normal. Él no creyó que llegaría el día en que su tiempo pasaría rápido de esta forma, superando el de ella, que era como la eternidad. El podía esperar, o seguir buscándola infructuosamente. Pero aunque continuara buscándola, ella ya no existía en ninguna parte… En ninguna parte.
Desde que se enteró este año que ella ya no existía en este mundo, el había estado pensando.
Ella no regresó a los cielos. Se había quedado en la tierra, había escogido vivir como una humana ordinaria con un simple hombre mortal. Aún así, su tiempo como humana no duró siquiera diez años, fue un breve instante.
Ella había dado a luz una hija a sabiendas de que su vida sería corta, y se durmió a cambio de alargar un poco la vida de su hija.
La próxima vez que despertara, ni Shouka ni su hija, estarían en este mundo. Cuando ella decidió dormir a cambio de la vida de su hija, también había anunciado una eterna separación de su amada hija y de Shouka. Ella había aceptado las muchas cosas que son naturalmente inevitables en la vida humana, amor, tristeza, muerte, e incluso, separación.
Riou no podía comprender su decisión. Quizás era porque el no podía entender que eso era inevitable.
Eso era exactamente lo opuesto a los cincuenta años que ella había pasado con Riou, en los que el ayer y el hoy eran iguales, y donde el amor estaba sellado como un círculo. Tal vez ella siempre vio que amar algo que no cambia es igual que amar la propia imagen de uno mismo en un espejo. En realidad no había diferencia entre la fijación que su hermana tenía hacia Riou, y el amor de Riou por “Bara-hime”. Entonces, esa prisionera también había condenado eso como ‘sólo una ligero distanciamiento’, y arrogancia por parte de Riou, quien ponía por delante sus propios deseos.
Aún así, por cincuenta años, ella había estado con Riou. Mientras que los humanos a su alrededor envejecían y morían prontamente, con una cara como si ignorara eso, se quedó con él sin cambiar. Cuando él tocaba el erhu, ella lo escuchaba. A causa de esos cincuenta años, él pudo vivir veinte años sin ella.
“Lo siento.”
La chica que era “Bara-hime”, sin ser “Bara-hime”. De haber sido antes, él la habría recuperado aún si tuviera que matarla. Kou Shouka, e incluso Riou mismo creían esto indudablemente. Era por eso que, pese a saber que Riou (hijo) la había traído, no fue a verla. Era por eso que si bien no había ido a verla, tampoco la mataría. Si, él no había ido a verla porque no quería matarla.
La hija que la persona que él amaba, había amado. Sus deseos, el tiempo restante.
“Oho, Riou, ¿has crecido un poco también?”
Aún así habría estado bien si él no hubiera notado que esa chica y su continua existencia, eran el deseo de la persona a la que él amaba. Tal vez, a diferencia de esos cincuenta años en los que nada cambió, esos veinte años posteriores a su partida, cambiaron a Riou sólo un poquito. Y luego, Riou (hijo) cambió totalmente después de su partida hacia el ‘exterior’.
“-¡¡Padre!! No, no es cierto. ¡Definitivamente esto no es verdad!”
Él no poseía juventud eterna y longevidad como él, ni tenía poderes sobrenaturales como su hermana.
Pese a esto, dentro del clan donde era como si largamente el tiempo se hubiera detenido, Riou (hijo) solo, estaba intentando cambiarlo. Bastó un año, y su mirada viva era por completo diferente. Inesperadamente, él recordó a esa chica.
“He venido al clan Hyou para casarme contigo, para cambiarlo –Las cosas cambiarán.”
La nieve caía y se apilaba en silencio. Al exhalar, su aliento era blanco.
La temperatura había caído drásticamente. Una nieve intemporal, cayendo sobre las hojas rojas.
El gran poder que seguía protegiendo a la familia Hyou, menguaba rápidamente.
“…hermana, ¿también tu vida terminará pronto?...”
La alta sacerdotisa que había respaldado sola al clan Hyou, por espacio de ochenta años.
Mientras que todo mundo abandonaba el clan Hyou y se marchaba al ‘exterior’, ella no podía hacerlo y continuaba machacando su cuerpo y alma por el clan Hyou. Sin perseguir a Uu Uu, quien no regresó, ella eligió al clan Hyou instintivamente.
Riou no sentía interés ni amor por su hermana mayor. Sin embargo, había cosas que comprendía sobre ella. Igual que Riou no había desatado las cadenas de “Bara-hime”, su hermana mayor decidió atarlo con la cadena conocida como ‘el liderazgo de la familia Hyou’ y no le permitió abandonarla. Mientras todos los demás se habían olvidado de su hermana, uno tras otro, por el solo hecho de estar ligados por sangre, ella se volvió anormalmente apegada a Riou, para así ser levemente capaz de conservar el equilibrio mental. A fin de cuentas, cuando Uu Uu había estado a su lado, ella no había estado unida a Riou de esta manera. Probablemente, la mente de su hermana había empezado a sufrir un colapso desde ese punto.
Las emociones de Riou eran tremendamente débiles, a excepción de unas cuantas excepciones, él no tenía interés ni apego por las personas. Esta también era una manera de protegerse. Si dejaba entrar las emociones, no habría sido capaz de vivir debidamente su larga vida.
Pero su hermana había sido incapaz de abandonar a uno solo de los ‘niños blancos’. Por el bien de la familia, por el bien del clan Hyou, ella había decidido ser la alta sacerdotisa y vivir ochenta años. Ese orgullo solamente era lo que sostenía a su hermana mayor. Pero sus enormes poderes sobrenaturales y su aislamiento, poco a poco empezaron a devorar la mente y el orgullo de su hermana, y gradualmente ella se adentró en el mismo camino que su imprudente padre.
Ella sólo había sido capaz de volcar su amor de forma egoísta, impertinente y complaciente consigo misma, en su hermano, con quien tenía lazos sanguíneos. Ella se aferró a sus lazos de sangre, algo que era imborrable. Daba lo mismo si amara a una muñeca o a una persona. Ya que Riou no tenía obligación de amar a semejante hermana mayor, y no tenía interés en corresponderle apropiadamente, la ignoraba como si no existiera. Eso era mutuo.
…Pero, Riou había hecho dos cosas por su hermana.
Le mostraba respeto, no a su hermana mayor llamada Ruka, sino a la alta sacerdotisa que nunca había huido.
Entonces, pronto habría un final.
“…Incluso si cambia su cuerpo, ella ya no podrá seguir…”
En los tres años anteriores, la duración de los cuerpos de su hermana se había hecho corta.
Ruka no poseía juventud eterna y longevidad como Riou. Su cuerpo original ya pasaba de los ochenta, y debía haber envejecido como es normal. No obstante, en esos pasados tres años, ni siquiera Riou había visto su verdadero cuerpo. Por mucho tiempo, ella había separado su alma, y había permanecido como una hermosa doncella. Su larga soledad, y su excesivo poder sobrenatural. Eso y que ya pasaba de los ochenta años, estaban devorando sin compasión la cordura que le quedaba a su hermana mayor.
Quizás no se trataba de que no quisiera regresar a su cuerpo original, sino que ya no podía hacerlo.
Y luego, aún quedaba Uu Uu.
…De vez en vez, Riou se había preguntado por el bien de quién Uu Uu había vivido hasta esta edad.
“Mi princesa.”
Uu Uu siempre llamaba así a su hermana mayor. Con una voz del color del crepúsculo, con una dulce sonrisa.
Sin notarlo, Riou lo imitó y empezó a llamar a “Bara-hime” así. Su persona amada.
Finalmente, las palabras de Riou (hijo) despertaron de nuevo en su interior.
“Tenderle la mano a alguien que pide ayuda es en verdad la prueba de que el clan Hyou es el clan Hyou. Ése es el significado de su existencia. “
…Esas palabras fueron exactamente las mismas pronunciadas por su enérgica y hermosa hermana.
Él nunca imaginó que llegaría el día en que su propio hijo las pronunciara.
Riou cerró los ojos un poco, y luego dio la espalda al jardín en el que caía la nieve.




***
Fuente: http://yuzutea.net/log/2010/05/book-16-chapter-1-part-1/

*Nota: Los Ocho trigramas son diagramas de la cosmología taoísta. Para más información, ver aquí.


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