miércoles, 19 de mayo de 2010

VOLUMEN 16 Capítulo 1 (2/2)

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.

SAIUNKOKU 16
Capítulo 1
La nieve que no debería caer
Parte 2/2
Posteado por Charmian
Traducido por Violet Raven


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***

Si quieres hacer algo respecto a las langostas… debes hallar a Shusui.”
Tan pronto Shuurei abandonó el cuarto de Riou, se perdió en sus pensamientos un rato.
Desde luego, ella ayudaría a Shusui sin importar lo que le pasara. Sin embargo, parecía que extrañamente había cierta insinuación en esas palabras. Pero dado que a estas alturas su información parecía ser insuficiente, ella decidió dejar esto de lado en un sitio donde pudiera usarlo después.
Tal vez malinterpretando la expresión de Shuurei, Riou (hijo) se mordió los labios.
“…Siento lo que dijo mi padre. Él te dijo… cosas terribles.”
“Ah… no, descuida. Tal vez quería que alguien me dijera eso.”
Su corazón se había puesto extrañamente sereno. Las palabras de Riou (padre) probablemente habían sido las suyas propias también.
Mientras tanto, Shuuei, siendo Shuuei, miraba suspicazmente a su viejo amigo que había estado desapareciendo y reapareciendo.
“…Oye, Jin, ¿en qué estás metido reaaaalmente?”
“Ya se los dije. De cualquier forma, no soy enemigo de Riou. Y también garantizaré la seguridad de la señorita. Por el momento.”
“¡¿Qué quieres decir con que por el momento?!”
Luego de intercambiar información sobre el tiempo que estuvieron separados, Shuurei confirmó las cosas con Riou.
“Riou-kun, ¿de veras es cierto que en el clan Hyou hay información sobre las langostas? Además, dijiste que los poderes misteriosos no son necesarios… Pero hasta donde sé, no existen métodos que los humanos puedan usar contra las langostas...”
“…Es cierto. Eso es porque a través de las innumerables guerras en el ‘exterior’. Los documentos y conocimientos valiosos de las investigaciones, se diseminaron muchas veces. Fue especialmente grave en los tiempos previos al desastre. Pero aquí es diferente. Y no sólo en la casa principal. Igual pasa con los templos de la familia Hyou en el ‘exterior’, los cuales han sido señalados como sitios que están fuera de la jurisdicción desde la era de Sou Youki. Los objetos que la familia Hyou siempre ha protegido, están todos salvaguardados. A ese respecto, es tal como dijo Shiba Jin.”
Aunque él tenía bastante conocimiento acerca del clan Hyou, había algunos aspectos que lo preocupaban.
“También recuerdo haber leído sobre las plagas de langostas, y aprendido sobre los desastres. Pero para poder deshacerlos por completo en realidad… como esperaba, parece que necesitaremos del poder de mi tía.”
Shuurei recordó a Ruka, que lucía como una jovencita. Shuurei tenía que ir a verla. En el caso de las langostas, y también ella había dado la orden de ‘matar al Emperador’.
“Para encontrar a Ruka-hime, primero tenemos que encontrar a Shusui. ¡La Prisión del Tiempo’…”
“…Ese es un sitio al que los humanos ordinarios no tienen acceso. Como dijo mi padre, parece ser que es un lugar donde las mentes de las personas se tornan extrañas. No estoy enterado de que alguien haya sido arrojado ahí recientemente. Escuché que había sido clausurado desde tiempo antes, aunque… creo que es debido a que Shusui deshizo la hipnosis y escapó de su encierro muchas veces, hasta el punto en que sólo pudieron enviarla ahí… De haber sido obediente, sin embargo, eso habría sido útil.”
“-¡¿Qué lugar?!”
Escuchando que Shuuei alzó la voz, Riou evitó sus ojos, como dudando.
“…No conozco el lugar exacto. En este palacio hay muchos lugares como en el que se encuentra mi tía, y debes ser un mago o una sacerdotisa para poder hallarlos, así que si se trata de un palacio o torre ocultos, estoy atascado. Lo mismo aplica para mi padre. Pero, hay una zona que siempre ha estado sellada…”
Incluso desde niño, ése lugar siempre le dio mala espina, así que nunca pensó en poner un pie ahí.
La “Prisión del Tiempo” también debía ser un enorme lugar sellado.
“Quizás sea en ese lugar.”
Al momento, Jin, que siempre estaba callado, abrió la boca.
“…Riou, ¿podemos dividirnos en dos grupos?”
“¿Eh?”
“¿Podemos dejar que Shuuei solo se ocupe de rescatar a Shusui? ¿O sería mejor llevar más gente?”
Riou dio una ojeada a Shuurei.
“…No, si todos nosotros vamos juntos a la ‘Prisión del Tiempo’… creo que sería bastante peligroso. Escuché que puedes ‘perderte’ ahí. A juzgar por las características de esa prisión, definitivamente ha sido conjurado un poderoso hechizo sobre ese lugar. Aparte de que es muy antiguo.”
“¿Antiguo?”
“No sé cuándo, ni con qué objeto fue construida la ‘Prisión del Tiempo’ originalmente. Los manuscritos hablan de que fue establecida algunos cientos de años antes. Parece que en algún momento empezó a ser usada como ‘prisión’… por eso, nadie sabe qué clase de lugar es la ‘Prisión del Tiempo’, supongo. No obstante, considerando que enloquece la mente, y que si alguien no tiene la suficiente fortaleza mental y voluntad, no puede salir de ahí, y que incluso mi tía estuvo encerrada ahí varios años, lo mejor sería que no fuéramos todos juntos… creo.”
“Bien, entiendo.”
Jin dio una palmada en el hombro de Shuuei.
“-Entonces está decidido. Shuuei, pórtate impresionante y ve a rescatar a Shusui.”
“¡¿Ehhh?!”
Quien gritó eso no fue Shuuei, por supuesto, sino Shuurei.
“¡¡Es-es-espera, Jin-san!! ¡¿No crees que eso es muy ruin?!”
“No es ruin. Si lo piensas con calma, es la única forma. ¿Cierto? Si todos nos perdemos juntos y morimos, eso hará más daño que bien. Si se trata de cometer un suicidio de amor con Shusui, eso es probablemente lo que Shuuei tanto ha esperado. Así puede terminar con su vida sin remordimientos. Él es el cuarto hijo, así que muere, al clan Ran no le importará. Ha perdido su posición como general, así que al ejército tampoco le afligirá. Es perfecto.”
Shuuei hizo una cara de querer fulminar con la mirada a su viejo amigo.
“…Oye, Jin, en serio que hablas demasiado. Has dado en el clavo, pero es increíblemente molesto:”
“¿Vas a ir, no? No puedes pedirle a la señorita ni a Riou, que es un niño, que vayan contigo. Es seguro que tú salvarás a Shusui. Tus puntos buenos son tu cara y tu amor. Vive por ellos.”
“¡No me importa lo que digas, hablas demasiado, Jin! ¡¡Pero voy a ir!! ¡¿Qué no puedes decir algo como ‘Yo voy contigo, y si algo malo pasa, moriré protegiéndote?!”
“Es imposible para mí cometer un suicidio de amor contigo. Además, es la señorita quien me contrató como su guardaespaldas y no tú. Ya debes estar completamente harto de ser rechazado una y otra vez. Ve pensando que ésta es la primera y última oportunidad que el cielo te está dando.”
“¡¡Gahh, de veras que eres incompetente como amigo!! ¡Si Jyuusan-hime te rechazó, no te desquites conmigo porque soy su hermano! ¡Y también deja de decir ‘Shusui, Shusui’ a secas! ¡No lo tolero!”
“¡¿No eres tú quien habla demasiado aquí y allá?!”
Cuando ellos dos hablaban, el lenguaje de Shuuei se desplomaba al instante como si fuera arrasado por una ola.
No había espacio para que Shuurei o Riou intervinieran.
“Bien, entonces. Shuuei, imbécil, si rescatas a Shusui, haz que nos encuentre usando su ‘clarividencia’. Si eso no es posible, dejaremos que tú te encargues de Shusui. Nosotros te buscaremos. Dicen que ‘Kanshou’ y ‘Bakuya’ se llaman una a la otra, así que podremos solucionarlo.”
“y tú, Jin, mantén tu promesa, idiota. No sé por qué viniste al clan Hyou –pero hasta que yo vuelva, no te atrevas a ponerle una mano encima a Shuurei-dono o a Riou-kun. Si quieres matarlos, primero tendrás que enfrentarte a mí. Sólo quiero que prometas eso. Entonces, creeré en tus palabras.”
Luego de parpadear, Jin sonrió amargamente.
“…En verdad que eres el prototipo de un ‘niño rico’. ¿Estás asumiendo que vas a regresar vivo?”
“¡Claro! Puede que el clan Ran y el ejército no se aflijan si dejo de existir –pero el Emperador estará en problemas. No me arrepentiría si muero con Shusui, pero ahora no puedo. Sin duda regresaré.”
Shuurei miró a Shuuei sorprendida.
“Al parecer, será Shusui quien se arrepienta. Entiendo. Lo prometo. Yo también estaría en problemas si la señorita o Riou murieran ahora. Los protegeré hasta que vuelvas. Apostaré mi nombre a eso. Si Shusui no está aquí, no podremos ver a Ruka. –Ve. Probablemente, viniste aquí en parte por esa razón.”
“…Honestamente, tú… detesto cómo es que siempre adivinas todo.”
Shuuei suspiró y volteó hacia Shuurei con una expresión seria.
“Shuurei-dono… Como dijo Jin, no puedo llevarlos a ti y a Riou conmigo. Pero si no soy capaz de traerla a ella sola de vuelta, no tendría sentido que tú y Riou-kun me acompañaran. Lo siento, perdóname de nuevo por irme y dejarte… Incluso aunque el Emperador me golpee.”
“No. Por favor ten en mente que si algo le ocurriera a Shusui, Ryuuki y yo lo golpearíamos.”
Shuurei tomó la mano de Shuuei. Incluso si ella lo acompañara, sólo estorbaría. Shuuei le acababa de decir eso claramente. Ella estaba mucho muy agradecida por eso.
“-Por favor, General Ran. Por favor, regrese… con Shusui.”
“Entendido. Riou-kun, por favor dime dónde está ese lugar.”
Riou tenía dudas, pero igual que Shuurei, comprendía. La fuerza de Ran Shuuei estaba a un nivel diferente al suyo, y esta vez, lo que Shuuei había dicho era totalmente cierto. En cuanto a la ‘Prisión del Tiempo’, Riou no sabía más que Shuuei, y tampoco poseía el poder sobrenatural para entrar ahí a la fuerza. Era posible que todos se separaran en la ‘Prisión del Tiempo’, y ese sería el peor de los casos.
En igualdad de condiciones, quizás enviar a Shuuei por su cuenta era más eficiente y lo que tenía más posibilidades de éxito. Él miró a “Kanshou”, a la cual Shuuei estaba sujetando. La espada que tenía el poder del exorcismo, y el hombre que descendía directamente del clan Ran. Con su alta habilidad física y su amor por Shusui. Quizás con eso, las cosas resultarían bien. En caso de emergencia, tenían a Jin como seguro. Riou entonces asintió.
“…Ya veo. Lo dejo en tus manos. El lugar esta-“
Riou le explicó dónde estaba.

Mientras Shuurei seguía parada inmóvil, aún cuando Shuuei había desaparecido a la distancia, Jin le dio una palmadita en la cabeza.
“Señorita, tal vez sea inútil decirte que no te preocupes, pero sólo te diré esto. De los cuatro hermanos de la familia Ran, el que mejor suerte tiene es Shuuei. Es tan optimista, que básicamente no considera el lado malo de las cosas. Probablemente eso le atrae suerte. Siempre se las arregla para salir delante de alguna forma. Es por eso que se lo dejé a él. Así, no importa en qué estado se encuentre Shusui… Shuuei será capaz de hacer algo. Poniéndolo de otra forma, si Shuuei no puede hacer nada, nosotros tampoco.”
Shuurei sonrió. Medio forzada, pero también medio segura.
“Si…”
“Bueno, ¿nos vamos también?”
“¿Eh? ¿Irnos?”
A diferencia de Shuurei, que repitió esto tontamente, Riou miró a Jin con cautela.
“…Preguntaste si podíamos dividirnos en dos grupos, desde el principio.”
“Ajá. Mientras Shuuei se ocupa de eso, hay un lugar que quiero que me muestres… Aunque no tuvieras desconfianza, cumpliré la promesa que le hice a la señorita y a Shuuei. No es que sea especialmente malo para mí que Shuuei estuviera aquí. Simplemente no quiero perder tiempo. Creo que es mejor que estar esperando aquí sin hacer nada.”
“… ¿Qué lugar?”
“El centro de investigación donde se presume están archivados los documentos e investigaciones que datan desde su fundadora, Sou Youki. También es conocida como la Torre del Ermitaño.”
Los ojos de Riou y Shuurei se abrieron enormes.
“¿No dije que también tenía órdenes relativas a las langostas? Escuché que el sótano sólo puede ser abierto por una sacerdotisa de máxima categoría, pero me conformo con llegar tan lejos como podamos. Quiero constatar los datos sobre las langostas.”
Saiunkoku 16
“¿Ehhh? ¡Entonces realmente no podemos quedarnos aquí sentados! ¡Claro que yo también voy!”
Riou ya había considerado eso, pero ahora esa idea era inherentemente sospechosa.
Jin sabía demasiado sobre el clan Hyou.
La existencia del centro de investigación del clan Hyou no era especialmente un secreto. De acuerdo con las políticas fundamentales de Ruka, de ser necesario, la gente del ‘exterior’ tenía permitida la entrada a la famosa biblioteca principal. Sin embargo, eso sucedió antes de que Riou naciera.
Actualmente, era rara la visita de la gente del ‘exterior’ al clan Hyou. Cualquiera diría que era casi imposible conocer los detalles al respecto. En el Ministerio de la Cueva de los Iluminados, sólo estaba la información básica, pero si no se era un oficial de cierto nivel, no podía revisarse, y además, era necesario el permiso del oficial mayor, de Riou o Uu Uu para explorar.
“… ¿Cómo es que sabes tanto del clan Hyou? Aunque parece que tu madre era integrante del clan Hyou, esta debe ser la primera vez que vienes aquí.”
“¿Huh? Esto no tiene que ver con mi madre. Tampoco la conocí. Antes de venir aquí investigué un poco, pero más que nada… le pregunté a alguien que sabía.”
“¿Alguien que sabía? ¿Que conocía las ocupaciones internas del clan Hyou?”
Jin estrujó su mentón, como si estuviera perplejo.
“… Todavía no puedo decírtelo. Sólo que es alguien relacionado a ti.”
“¿A mí?... Yo no conozco a nadie en el ‘exterior’. Antes de ir a la Provincia Sa el año pasado, jamás había salido del clan Hyou.”
“… Bueno, por ahora es suficiente. ¿Qué hacemos? ¿Me llevarás allá? Si no decides rápido –parece que llegarán algunos visitantes indeseables.”
Mientras Jin tomaba a “Bakuya”, con ligereza levantó a Shuurei con un brazo y la puso en su espalda. Pequeñas cuchillas chocaron contra el corredor donde ella había estado hacía sólo medio segundo antes. Shuurei dio un vistazo a eso, mientras era transportada por Jin, y luego levantó la vista al cielo. Las figuras vestidas de negro eran familiares, eran las “Muñecas Asesinas” que habían tomado la forma de Jin para matar a Shuurei.
“¡¡¡Ayyy, ya llegaron!!! ¡Jin-san, son ellos! ¡Gracias por defenderme!”
“Si, si, entendido. Mm, esta sensación de ‘proteger’ es refrescante. Hotaru iría volando hacia ellos diciendo ‘¡No me subestimen! ¡Ustedes, vengan por mí!’.”
Jin salió corriendo hacia el jardín. Ahí estaba el sonido de la nieve crujiendo. La continua nevada había empezado a arreciar, y no mostraba signos de detenerse. Cuando ésta se estampó en su mejilla, se derritió y cayó en surcos como lágrimas.
Pese a que las elevadas cumbres a su alrededor estaban cubiertas de nieve, el día anterior el clima no pasaba de ser una ligera ventisca montañosa trayendo un poco de nieve, y en los jardines sólo habían hojas rojas. Pero en un instante, se convirtió en un paisaje invernal.
(… Esta es la prueba de que el poder de Ruka-san se está debilitando…)
La doncella que había continuado protegiendo sola al clan Hyou.
No había tiempo. Shuurei de pronto sintió eso. Para Ruka ya era…
Aún cuando ella había tenido que consumir su valioso poder y tiempo, esa sublime doncella había ido a visitar a Shuurei.
Ella era una persona bella, majestuosa e inteligente. No había ido sólo porque deseara ver a Shuurei, ni tampoco por su propia seguridad. Había algo más que eso. Ella no podía evitar pensarlo.
Ruka estaba –esperando algo. Antes de que las cosas trascendentes que ella estaba soportando, colapsaran por completo. La razón que había conducido a Ruka a sacudir para despertar a la adormilada Shuurei, y sanarla.
“¿Cuál es tu verdadero objetivo? Estás obedeciendo las órdenes de alguien, no a mi padre o a mi tía.”
Riou no sabía si debía o no empuñar la pequeña espada que llevaba para su defensa, y entonces se detuvo. Contra tantas “Muñecas Asesinas”, era mejor concentrarse en escapar. Era más prudente dejar la lucha en manos de Jin y hacer un descanso.
“Maldición… ¿Dejarnos mover a nuestro antojo es un inconveniente para ‘alguien’? No pierdan el tiempo. ¡Esta es nuestra casa!... ¿Qué?”
De pronto, Jin aventó a Shuurei hacia Riou. Riou y Shuurei estaban asombrados.
“¡Agh! ¡Está frío! Oye, ¡espera un momento, Jin-san! ¡No soy una bola!-”
“Disculpa, señorita. Estos sujetos son un fastidio, así que me encargaré de ellos. Riou, cuídala.”
Jin le gritó a Riou mientras éste sostenía a Shuurei con ambos brazos.
“-¡No los mates! Ellos también son parte de la familia Hyou.”
Jin sonrió levemente, como relajando una mejilla.
“… Entendido. Sólo los dejaré fuera de combate un rato. Esperen ahí.”
Debía tratarse de asesinos calificados, pero para haber mostrado su verdadera forma, significaba que no eran rivales para Jin. Riou trató de buscar refugio bajo un árbol del jardín donde no cayera mucha nieve mientras abrazaba a Shuurei, pero ella jaló con todas sus fuerzas la manga de Riou mientras se llevaba la mano a la frente.
“¡Riou-kun, yo también te lo estoy pidiendo, así que por favor muéstrame la biblioteca! Aunque Jin es bastante sospechoso, ahora no hay nada que hacer. ¿O sería un inconveniente que Jin descubriera algo sobre las langostas?”
“No…”
Sin duda, aunque le incomodaba que Jin estuviera sospechosamente bien informado sobre los asuntos del clan Hyou, él no tenía objeción en que él investigara acerca de las langostas. Desde el inicio, Riou mismo tenía la intención de ir directamente al centro de investigación después de dejar la habitación de su padre. Fue solo porque Jin dijo que fueran ahí antes, que empezó a tener extrañas sospechas.
“…No lo creo. La biblioteca principal no es en realidad un lugar secreto, y como dijo Jin, nadie tiene acceso a la información ultra secreta a excepción de alguna sacerdotisa de primer nivel. Yo tampoco puedo entrar. Por otro lado, aunque pudiéramos leer esos documentos secretos, en este momento, mi tía tiene sellado todo, así que será imposible que los saquemos.”
“Entonces, está decidido, vamos. Tenemos que ir a ese lugar lo antes posible. Además, si es así desde el principio, por dondequiera que lo veas, parece que no podemos ir sin Jin.”
Eso era cierto. Ran Shuuei les había dejado a Jin previniendo que esto pudiera ocurrir. Riou tenía algo de destreza, pero no la suficiente para enfrentarse a un asesino calificado. Dado que sería complicado para Jin si Riou o Shuurei no estuvieran ahí, él seguramente los protegería, y en verdad, no había nada de qué quejarse respecto a su fuerza. De no estar él ahí, ellos estarían en aprietos.
“…Ya veo. Vamos. La necesidad de investigar en qué medida podemos hacer algo respecto a las langostas es absoluta. Está bien si vamos todos… Pero, ¿qué vino a hacer en realidad Shiba Jin? Tú y mi tía… quizás sean uno de sus objetivos, pero no puede ser sólo eso. ¿No te parece que él sabía lo de las langostas desde antes, y vino aquí por eso?”
Shuurei había reflexionado por mucho tiempo acerca del por qué Jin sabía tanto del clan Hyou, sus razones para estar ahí, y lo que hacía cuando desaparecía ocasionalmente solo. En realidad, era posible que hubiera adivinado una de ellas. No obstante, esa idea era tan estrafalaria, que Shuurei decidió callársela y guardársela para sí misma.
“Oigan, ustedes dos. Se acabó.”
Cuando Shuurei sacó la cabeza de entre los matorrales, los asesinos habían sido atados y puestos a un lado del corredor. Además, él había escogido un sitio donde la nieve no se juntaba. Era muy considerado.
“… ¿Y entonces? ¿Llegaron a una conclusión? ¿Van a mostrarme la biblioteca?”
Shuurei y Riou se miraron uno al otro por un momento, y después, ambos afirmaron.
“Iremos.”
“Iremos. Porque si no eres un miembro de la familia Hyou, o alguien que haya venido con la autorización de mi tía, no podrás entrar.”
Repentinamente, “Bakuya”, a la cual Jin estaba sosteniendo, resonó. Vibraba un poco como el sonido de una campana tañendo.
Riou la miró fijamente.
“…Está resonando junto con ‘Kanshou’. Parece que Ran Shuuei… ha ingresado a la ‘Prisión del Tiempo’. Pero para sonar así… no es una cárcel ordinaria… Debe haber un fuerte hechizo sobre ella… Pero si sólo nos quedamos preocupados aquí, perderemos tiempo. –Vamos, los conduciré hasta ahí.”
La pisada de Riou provocó un crujido en la nieve acumulada, y él giró sobre sus talones. Se oyó el sonido de la nieve cayendo de las hojas encarnadas.
Al levantar la vista al cielo, la nieve golpeaba su cara como diminutas hojuelas. Riou no recordaba esta clase de nevada intemporal. Este lugar siempre estaba sereno, misteriosamente elegante, y aunque a veces era frío, también era hermoso.
(… Tía.)
Él sintió que por primera vez entendía lo que su tía estaba protegiendo. Esa protección que él había aceptado como normal.
De no estar su tía ahí, ellos no podrían siquiera vivir adecuadamente en este frío y hermoso hogar.
Posiblemente dentro del clan, quizás Riou había comprendido esto al menos. La magnificencia de su tía, y el valor de lo que ella estaba protegiendo. ¿Por qué el clan obedecía a su tía incondicionalmente? Tal vez era Riou quien no entendía que no era por el enorme poder de Ruka, sino porque ella, sin importar la manera tan retorcida de hacerlo, era quien protegía al clan Hyou, y aceptaba a aquellos que no tenían un lugar en el mundo ‘exterior’.
El poder de su tía, el que anteriormente había ejercido a fondo, ahora en verdad se estaba debilitando. Él se dio cuenta muy tarde, de que nunca pensó que ese día llegaría.
Algo iba a terminar.
(Antes de eso… por mi tía… por esa persona, yo)
-Él tenía que verla.
Hasta ahora, Riou no había deseado ver a su tía ni una sola vez. Ella había reinado, arrogantemente, satisfecha consigo misma, instintivamente sin dudar de su justicia, como una reina de hielo. Ella había logrado muchas cosas, pero también había desechado a Ren con indiferencia. Por eso Riou no esperaba ni amor ni bondad de parte de su tía. Ella nunca había creado expectativas sobre Riou, que era un ‘hombre’ y no tenía poderes sobrenaturales, y ni siquiera lo trataba como individuo. Él sencillamente era el hijo de su hermano menor.
Definitivamente él no la amaba. Había muchos aspectos de su ella que él no podía admitir, o pensaba que eran perversos. Aún así, eso no era todo lo que estaba ahí, así que él necesitaba saber. Por su propio bien.
Antes de que llegara el fin, a pesar de que su tía lo protegiera.
“¿Riou-kun?”
Ante su voz, Riou dirigió su mirada de la nieve, hacia Shuurei.
… Si algo dentro de él había cambiado, definitivamente no se debía a que hubiera ido al ‘exterior’. Se debía a que en el ‘exterior’, conoció a Uu Uu, al Emperador, Yuushun, Ou Ki –y a esta mujer, y se había cruzado con muchas clases de ideas y formas de pensar, y en algún momento, dentro de su mente, había empezado a pensar.
(…Probablemente a Shusui le pasa lo mismo.)
Una antigua “Muñeca Asesina” cuyos hilos habían sido cortados. Si bien había deshecho la hipnosis una y otra vez y escapado, ella era una ‘muñeca’ que había regresado por propia voluntad al clan Hyou. Eso no era raro.
Ella había pasado veinte años en el ‘exterior’. Shusui había descubierto lo que era importante para ella, y entonces decidió.
(Regresar al clan Hyou)
Ella se había vuelto una humana en vez de una muñeca.
Riou jaló su abrigo que había sido empujado por las ventiscas invernales que lo rodeaban, y asintió.
“…Vamos. Al valioso sitio de investigación del clan Hyou –la Torre del Ermitaño.”

***

…Una familiar, aunque largamente ausente presencia se empujó contra ella como una marea.
Antes, ese poder era tan escalofriante que ella no podía sino temblar y encogerse ante él.
Quizás era porque había estado encerrada por tanto tiempo, que incluso los nervios que le permitían sentir temor se habían paralizado.
En medio de la oscuridad, Shusui lentamente abrió los ojos.
Una encantadora belleza, que inspiraba temor y admiración, brillaba hasta el punto de parecer divina. Una hermosa jovencita.
Shusui sonrió. Ella pensó que quizás esta vez se trataba de un sueño o una ilusión, como siempre. El que ella pudiera sonreírle a ‘madre’, debía ser imposible. Pero si se trataba de un sueño, estaba bien.
Ella susurró con ronca, pero certera voz.
“… Al fin puedo verte. ‘Madre’.”
Ruka miró hacia abajo a Shusui con una mirada fría. Desde las puntas de su cabello, hasta los extremos de sus pestañas. Exhaustivamente.
Era como si estuviera tratando de no perderse uno solo de los cambios dentro de Shusui.
“’Madre’… Perdóname, ‘Madre’. Vi muchas cosas en el ‘exterior’, y encontré muchas cosas importantes… encontré muchas cosas que quiero proteger… Incluso si nadie… me necesita… no importa. Para mí, ellos son irremplazables, gente valiosa, así que no importa.”
No hubo ni el mínimo cambio en la inexpresiva cara de Ruka, pero ella tuvo la sensación de que la helada atmósfera flaqueó. Ah, debe ser un sueño, pensó Shusui. Porque era imposible que ‘Madre’ hubiera mostrado la más mínima reacción ante sus palabras. Aún así, Shusui con voz quebrada, hiló sus palabras.
“He vuelto… para proteger… cosas importantes. No escaparé por segunda vez… del clan Hyou… de ‘Madre’… yo definitivamente… definitivamente no escaparé.”
De pronto, lágrimas calientes brotaron de los ojos de Shusui.
Siempre hubo algo de lo que se arrepintió.
Veinte dichosos años. Pero a veces, ella recordaba el hermoso palacio en el cielo. El bosque sagrado, envuelto en una oscura calma. El pálido mundo exterior plateado, sellado por la nieve casi todo el año. La espesa niebla y el cantar del cucú. El inmenso lago, y el color del crepúsculo, suficiente para arrancar lágrimas.
Pese a que ella había pasado mucho tiempo ahí como “Muñeca Asesina”, cuyas emociones habían sido selladas, sin ver nada, sin pensar nada, ése palacio escondido era lo suficientemente hermoso para grabarse a fuego en sus ojos y su alma.
Si bien ella había viajado por todos lados con Shouka, su señora y Hokuto, ningún lugar había dejado huella en su corazón como este.
Ella se había ido, y regresado, y entonces Shusui se dio cuenta de algo. Ella había dado un largo, largo viaje en círculos durante estos veinte años.
A pesar de cómo la habían tratado, aún así, sus recuerdos no eran muy placenteros.
“Este es… mi… hogar. Perdóname por huir esa vez… ‘Madre’. No volveré a escapar otra vez… sin importar lo difícil que sea.”
Ruka miró hacia abajo a Shusui con una mirada fría.
Una voluntad absoluta, que no vacilaría en lo más mínimo, sin importar lo que nadie dijera.
… Por supuesto. Ruka era la emperatriz que había reinado sobre el clan Hyou por ochenta años mediante su vasto poder sobrenatural, mientras que Shusui era originalmente una “Muñeca Asesina”. Ella se había evadido por veinte años, así que su tiempo dentro del clan Hyou había sido corto. Aún así.
“Yo… lucharé contigo, ‘Madre’. Para cambiar las cosas.”
“Qué tontería. Al menos sal de esta prisión antes de parlotear esas cosas.”
De pronto, ella percibió que la despectiva voz de Ruka se quebraba. Quizás sólo estaba imaginando cosas.
“…No obstante, has estado en esta ‘Prisión del Tiempo’ por más de mil koku [nota: una antigua unidad de tiempo, equivalente a una centésima de día].”
Los dedos transparentes de Ruka inclinaron el delgado mentón de Shusui.
“Si puedes hacerlo, entonces inténtalo con todas tus fuerzas. Aunque no te queda mucho tiempo.”
Los labios bermellón de Ruka tocaron los de Shusui.
Ella podía sentir su dulce aliento fluyendo.
Ella sintió que al instante en que sus labios se tocaron, algo –como una masa caliente similar a una hoguera, fue soplada dentro de ella, bajó por su garganta y metida a la fuerza en el fondo de su estómago.
Al siguiente instante, Shusui gritó. O lo intentó, pero la voz no le salía. Ella se retorcía de dolor. Era como si una bola de fuego estuviera impactándose por todo su cuerpo, y sus entrañas fueran a incendiarse. Sentía que incluso sus lágrimas fluyendo estuvieran quemando sus mejillas, como si fueran lava derretida.
Luego de mirarla hacia abajo con una fría mirada, la presencia de Ruka se desvaneció.
“…”
No había nadie que escuchara los mudos gritos de Shusui.




***

Fuente: http://yuzutea.net/log/2010/05/book-16-chapter-1-part-2/


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