martes, 1 de junio de 2010

VOLUMEN 16 Capítulo 4 (1/2)

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.

SAIUNKOKU 16
Capítulo 4
Cadenas de oscuridad azul
Parte 1/2
Posteado por Charmian
Traducido por Violet Raven


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Había algo agazapado en un rincón de las sombras.
Ella se percató de que había sido arrastrada de vuelta luego de numerosos intentos fallidos por escapar de la prisión. Cuando la inutilizaron y le volvieron a lavar el cerebro otra vez, ella notó que ‘esa cosa’ estaba ahí, en un rincón oscuro donde la luz no llegaba.
Desde ese entonces, ‘eso’ siempre estuvo siguiendo a Shusui. Pacientemente acurrucado en el rincón, como si se fundiera en la oscuridad. Cuando Shusui intentaba escapar, la seguía. Mantenía una distancia razonable, pero con exactitud. La ‘cosa’ continúo mirando a Shusui. De esa forma, aunque ella había caído en el lugar más escalofriante en el que había estado hasta ahora, aún sin cadenas o barrotes, ella se había dado cuenta de que ‘eso’ estaba acechando desde un rincón. A pesar de que ella sólo veía oscuridad, tenía la sensación de que sabía por qué eso estaba ahí.
(… Ah, pero, si sólo una vez…)
Ella solamente había podido olvidarse de que eso estaba ahí, cuando Ruka vino a verla.
Esa persona que ni una sola vez había intentado ver a Shusui, con su radiante, divina, temible y fría mirada.
… ¿Acaso había sido un sueño?
La especie de masa caliente que Ruka le había transferido con su boca ya había dejado de moverse… en su lugar, eso había hecho que las entrañas de Shusui se sintieran pesadas y líquidas. ‘Shusui’ se estaba desprendiendo de las puntas de sus dedos.
Esa también debía ser sólo una de las miles de pesadillas que ella había experimentado en prisión.
(‘Madre’…)
Shusui no sabía si estaba llorando o no.
Ninguna de las palabras que Shusui se había forzado con todo su valor a decir, podían conmover a Ruka.
Estaba bien si estaba sola. Estaba bien que ella no fuera la persona más importante para nadie. Pero… ¿por qué estaba pensando en eso? ¿Por qué razón había ella soportado todos los golpes e incluso la soledad? Ella ya no podía recordar por qué había regresado ahí.
(Ya---)
Entonces, la ‘cosa’ que había estado esperando pacientemente a que Shusui despertara, se movió. Aunque había estado acechando en ese oscuro rincón por mucho tiempo, ella sabía que estaba avanzando furtivamente hacia ella. Cuando estuvo justo al lado de Shusui, la ‘cosa’ tocó un extremo de la ‘Shusui’ que se estaba derritiendo. Jaló un trozo y lo masticó.
La ‘cosa’ estaba rasgando y comiéndose a Shusui, que se separaba flotando, poco a poco desde un extremo.
Surcos de lágrimas fluyeron por las mejillas de Shusui –si es que aún tenía mejillas, ella quería sollozar, pero probablemente no podía. Porque ya no tenía fuerza suficiente para hacerlo. Ya no tenía nada.
Shusui ya no tenía nada.
En cierto momento, Shusui se dio cuenta en verdad de qué era esa ‘cosa’ que siempre la había estado siguiendo. Pese a esto, ella fingía ignorarlo. Porque no podía admitirlo. No quería. Ella sabía que no era fuerte, pero tampoco era débil. Ella quería creer eso. La cosa que había aparecido en algún momento, acechado en la oscuridad, y seguido a Shusui como una sombra.
-Desesperación.
Ella no quería reconocer que en alguna parte de su corazón todavía existía un aterrador sentimiento que volteaba hacia atrás y le decía ‘quizás es imposible’. A pesar de ella había regresado con la idea de luchar debidamente, incluso si era sola, por el bien de Shouka-sama, Shuurei-sama, por el bien de su majestad –por el bien de la gente que le importaba.
Ella no había querido reconocer esa parte de sí misma que no podía dar lo mejor de sí por la gente a la que amaba. Ella creía que a este nivel podía cambiar a Ruka-sama –y al clan Hyou. Era de esperarse que Ruka-sama la ignorara, arrojándola en prisión, sin siquiera venir a verla una sola vez.
(¿Por qué es tan débil mi corazón?)
¿Por qué Shuurei-sama, Shouka-sama y su Señora eran tan diferentes? Siempre la perseguía la debilidad. Shusui nunca fue capaz de hacer las cosas bien en momentos cruciales. Y ahora tampoco. Por consiguiente, la ‘desesperación’ había alcanzado a Shusui, y la estaba desgarrando y comiéndosela.
Poco a poco, ella se estaba volviendo más pequeña. Cuando se la terminara, ése sería el fin para ‘Shusui’. Del ‘corazón’ que su Señora y Shouka-sama le habían dado. Su propio ser, el cual ella había protegido desesperadamente incluso sola, ya no se encontraba por ningún lado. Aunque su cuerpo estuviera vivo, ella apenas seguiría existiendo en ese lugar para siempre, junto con la ‘desesperación’.
Shusui sólo podía sentir sus lágrimas fluyendo.
Sin importar lo mucho que le hubieran lavado el cerebro, ella había resistido. Pese a ser atada a esta prisión, ella pudo escapar un sinfín de ocasiones.
Sin embargo, ahora, lo que había capturado a Shusui y se la estaba comiendo, no era otra cosa que… su propia desesperación.
“Pobre Shusui. Al final, la diminuta Shusui a la que has protegido, huyendo de aquí temerosa, ya no es necesaria para nadie más que para ti misma. Deberías volver a ser una muñeca. Entonces podrás estar en paz. Ya no sentirás nada. Impotencia, desesperación, tristeza, aislamiento –incluso la incomparablemente pacífica soledad.”
La desesperación alcanzó ese último trozo, que se había vuelto diminuto.
Sus pestañas revolotearon. Sus últimas lágrimas cayeron.
El tornillo que ella había fijado con todas sus fuerzas después de que huyó. Shouka-sama, su Señora, Shuurei-sama, y el Emperador que de vez en cuando le ayudaban a sujetarlo. Porque ella era capaz de creer que podía vivir, esforzarse, incluso sola, para mantenerlo en su sitio.
Sin embargo, ya no más-
‘Clinc’, el tornillo hizo su último sonido.

“Yo siempre he estado aquí para ti.”
…en ese instante final, ella sintió que una cálida brisa del sur proveniente de alguna parte, acariciaba su mejilla.
***

Un viento helado tocó la punta de su nariz, llevando consigo un extraño olor acre. Shuuei abrió los ojos al sentir frío. Por un momento, él no pudo recordar por qué estaba inconciente.
“¿Huh…?”
Estaba oscuro, pero no era una oscuridad completa. Aunque en verdad estaba sombrío, al parecer, había una fuente de luz en alguna parte. La oscuridad estaba en un nivel tal que incluso a Shuuei, que tenía buena visión nocturna, le tomó un tiempo acostumbrarse y poder ver lo que estaba a su alrededor. Esta oscuridad que parecía tenuemente azul, de alguna forma le recordaba el instante anterior al alba.
Mientras permitía que sus ojos se habituaran a la oscuridad, él rápidamente confirmó que se encontraba bien. No tenía heridas, y en ese momento, recordó que una misteriosa belleza la había entregado un paraguas rojo, y después había caído en alguna parte.
“… Definitivamente no había ningún pozo o agujero… ¿qué clase de ‘ruta corta’ es esta?...”
Primero, verificó que tuviera su espada, y después de eso, cuando apenas tocó a “Kanshou”, se sorprendió. La espada estaba algo cálida, y en la oscuridad, ésta parecía estar brillando, débilmente. Sin duda, estaba diferente a como estaba antes de encontrarse con la sacerdotisa.
Si –era como si hubiese estado durmiendo, pero ahora había abierto levemente los ojos.
Él recordó las palabras de la sacerdotisa.
“Después, hazle las cosas más faciles a esa joven…”
Despertar sólo para dar ese único golpe, había dicho la sacerdotisa, mientras miraba a “Kanshou”.
Shuuei frunció el ceño. Él retiró violentamente su mano de la empuñadura de “Kanshou”.
¿Fáciles?
“… Ni de broma. No vine aquí para hacer eso.”
Al buscar en el bolsillo de su pecho el abanico, flotó una esencia de sándalo a la que él ya estaba acostumbrado.
Incluso en medio de las damas de compañía elegidas sólo entre las más bellas y cultas hijas de las familias más importantes, Shusui sobresalía.
Si bien podía no tener compromisos, ser perfecta, ella siempre añoraba un lugar lejano.
Él sólo había visto su habitación una vez, cuando la conoció. Aún ahora podía recordarlo. Tenía el mínimo de muebles necesarios para una dama de compañía, y tampoco contaba con lujos personales. Incluso en el modesto florero, sólo había una flor de camelia. Él siempre pensó que ella misma la había cortado.
Era como si, en vez de pecar de modestia, para ella, una flor fuera imperdonable.
En todo, ella siempre era así. Ella era, en todos los sentidos, completamente opuesta a su cuñada, quien siempre estaba sonriendo como el sol… Tal vez por eso se había interesado en ella. Él sentía que ella podía abandonar ese vacío cuarto en cualquier momento, como un insecto desecha su capullo, y desaparecer como el viento. Al volverla a ver después del Examen Imperial, las cosas no habían cambiado, y eso lo fastidiaba, así que le puso atención, y descubrió que ella a veces dejaba la Residencia Imperial. En medio de la noche, ella a veces desaparecía sola, y también de pronto escribía su renuncia. Cuando ella miraba vagamente una espada, y no una flor, frente a un árbol floreciente, él se inquietaba.
Él se dio cuenta en cierto momento, que esa mirada con la cual ella siempre veía a la distancia, no era de amor. Ella deseaba estar ahí, pues ese no era el lugar donde ella debería estar en verdad –así parecía ser. Entonces, probablemente, ella había sido incapaz de hallar un sitio al que quisiera ir, o el lugar correcto para ella, y era por eso que había permanecido sola en la Residencia Imperial. Era como si ella fuera igual a esa solitaria camelia que él había visto en un principio. Permaneciendo silenciosamente en el rincón de una lujosa habitación.
Solamente durante esos pocos meses que Shuurei había sido consorte, Shusui había estado irreconociblemente alegre. Incluso después de que Shuurei se marchó, como la dama de compañía principal del Emperador, su cara se había vuelto más alegre y reconfortante que antes.
Después, debido a la hipnosis del clan Hyou, ella ya no pudo quedarse en la Residencia Imperial, y desapareció.
‘Tú fuiste criado en un ambiente feliz’. Eso dijo ella, sonriendo, cuando se conocieron. ‘Porque yo no tengo nada’, declaró.
“La felicidad es aterradora. Porque a mí nunca me dijeron que debía ser feliz. Aún ahora, es aterradora. ¿Me será permitida la dicha de amar a alguien…? Si esto es un sueño, cuando despierte, ya no seré capaz de vivir.”[Ver nota]
Esa vez, Shuuei, que había sido criado felizmente, teniendo todo, excepto por un amor no correspondido, no fue capaz de entenderla del todo.
Pero a estas alturas, él lo interpretaba como:
… Quiero ser feliz.
Shuuei sonrió con un poco de amargura. Había cometido numerosos errores, fingiendo no saber, y terminó tomando la ruta larga.
Tal vez ella se decepcionaría al ver que no era Shouka-sama… Eso estaba bien. Él ahora no saldría lastimado.
“Vine a buscarte, Shusui-dono.”
Él sabía que pese a aparentar ser firme, ella era muy frágil, y que no le gustaba estar sola. Shuurei-dono aparentaba ser sentimental, pero en realidad era bastante racional; sin embargo, Shusui-dono era lo opuesto, era peligroso dejarla sola. Aunque era mayor, a veces parecía ser más joven que Shuurei. Sin importar las veces que ella se diera la vuelta, seguiría mirando vacilante hacia delante.
“Discúlpame por llegar tarde… Regresemos.”
Si le preguntaran ‘¿Regresar a dónde?’ con esos ojos que no podían decir nada, él ya tenía preparada una respuesta.
… En ese momento. El abanico de Shusui hizo un agitado ruido, como de electricidad estática.
Los sonidos se dispersaban en la oscuridad como petardos. Él recordó las palabras de la sacerdotisa.
“El caballero que vino antes sólo tenía ‘amor’ y ‘agallas’. También es raro que un caballero venga aquí sin nada preparado y con las manos vacías. Él era muy impetuoso. En comparación a él, tú eres fuerte, tienes amor, la enorme suerte del clan Ran, algo que te guiará en el bolso de tu pecho, la osadía y el optimismo para confiar en mí, y un amigo que está de tu lado y tiene a ‘Bakuya’.”
Una guía en el bolsillo de su pecho… Lo que él llevaba en el pecho, era ese abanico.
Cuando miró alrededor en la oscuridad con los ojos suficientemente acostumbrados a ella, se dio cuenta de que aunque parecía una cueva, no era natural, sino que parecía hecha por manos humanas, la atmósfera era agria, pero no estancada, y a veces circulaba una brisa a través de ella. Si ponía con atención, se escuchaba el sonido del agua, y algo parecido a la lluvia. Además, desde el interior, se sentía una inusual frialdad flotando en el aire. Posiblemente estaba conectada con una gruta de piedra caliza. [Ver notas]
Al voltear alrededor y ajustar su mirada, el conocido paraguas rojo estaba tirado a cierta distancia. En lo que Shuuei iba a levantar el paraguas, encontró un esqueleto humano recostado al azar contra el muro de piedra opuesto. Al parecer, esa persona se había dormido de agotamiento y muerto. Eso significaba que a esas alturas, él se encontraba en sitio donde la gente podía perderse y morir. Él murmuró un breve rezo fúnebre de la Provincia Ran.
(… Sin embargo, no hace tanto frío para estar conectado con una gruta de piedra caliza…)
Fue entonces, cuando recogió el paraguas rojo, que un cálido viento sopló alrededor de Shuuei. Shuuei conocía bien este viento. Era la clara brisa del sur de la Provincia Ran, que soplaba al término de la temporada de lluvias, que anunciaba el verano.
“Con este cálido viento del sur del ‘exterior’ llevándote… ayúdala.”
¿Era posible que gracias a ese viento del sur rodeándolo, no sintiera en absoluto la frialdad del ambiente?
El abanico siguió produciendo sonidos agitados. Definitivamente, de una forma u otra, le estaba mostrando el camino. Una guía.
Entrar a la gruta de piedra caliza sin un mapa y continuar era simplemente un acto suicida. No obstante, Shuuei empezó a caminar. “Kanshou”, la cual portaba a la cadera, se había puesto más caliente. Shuuei ignoró este calor. Con indiferencia.
“Hazle las cosas más fáciles a esa joven.”
Él había venido por ella. No para terminar con su vida como la sacerdotisa había dicho. Incluso si tenía que llevarla arrastrando… sin importar el estado en el que estuviera, él volvería con ella. Porque para eso había ido Shuuei.


Ella sintió que algo había tocado la red que cubría la Prisión del Tiempo.
Los párpados de Ruka temblaron levemente. Ella arqueó las cejas y buscó con la mirada a Rikka, que estaba a su disposición.
… Ella no estaba ahí. Quizás eso era lo mejor. Últimamente, a Rikka le disgustaba siquiera que Ruka separara su espíritu. Calculando el tiempo desde que había ido a ver a Shusui, muy pronto llegaría el momento de saber si ‘Shusui’ se había desvanecido por completo o no. En caso de que ‘Shusui’ se hubiera ‘vaciado’ completamente en la Prisión del Tiempo, entonces ella quería entrar en su cuerpo rápidamente. Si no era así, en la Prisión del Tiempo, había presencias malignas vagando, debido a los muchos cadáveres que ahí había. Un cuerpo vivo vacío era la mejor presa para los espíritus que ahí se reunían. Y había algo más.
“… Finalmente quedó atrapado en la red. Si eso llega hasta Shusui…”
Ruka cerró los ojos. Antes, ella podía separar su alma de su cuerpo tan fácilmente como beber un vaso con agua, pero ahora, si no se concentraba, no podía hacerlo. Finalmente, ella abandonó su cuerpo y su alma voló hacia la Prisión del Tiempo en forma de una chica.

***

Shuurei, que estaba apurada concentrándose en las nuevas investigaciones relativas a las langostas de los últimos diez años, dejó de hojear las páginas del libro. Éste era el nivel más profundo de la biblioteca en el que Riou había estado. Aunque no se podía decir que no hubiera nada, en estos últimos diez años, no había habido mucho progreso. Además, éste no alcanzaba el grado del exterminio.
(… Así es, al parecer… Si fuera tan fácil de encontrar, ya lo habríamos hecho)
Debido a que ellos estaban investigando en un piso relativamente profundo, había libros de algunos cientos de años atrás. Shuurei encontró un panfleto delgado y de aspecto antiguo dentro de un anaquel con libros que trataban sobre langostas. Al limpiar el polvo, vio que tenía escrito el título “Los Saltamontes de la Isla Kage” con un estilo de letra femenino. Shuurei volteó la cabeza ante el nombre de una isla que jamás había escuchado.
“… Jin-san, ¿conoces la isla Kage?”
“¿La Isla Kage? Si. Es una isla desierta del este de la Provincia Kou. Es pequeña y no hay nada en ella, y como está despoblada, es normal que la gente no la conozca. Es tan pequeña que puedes ir a pescar ahí y regresar.”
¿Por qué la persona que escribió el libro iría a investigar langostas en una isla desierta? Ahí no causarían ningún daño.
(Ah, bueno, si normalmente la gente no va a investigar ahí, por un lado, eso puede significar que lo que está escrito aquí, es algo difícil de encontrar…)
Sin pensarlo mucho, ella empezó a leer el libro.
Los ojos de Shuurei se abrieron como platos. Ella leyó una vez más, inclinó la cabeza, y luego alzó el libro.
“Jin-san… Riou-kun… miren esto.”
Las reacciones de Jin y Riou fueron opuestas. Jin se puso la mano en la barbilla, con las cejas juntas.
“… Mhh, el subtítulo dice ‘Los Saltamontes de la Isla Kage: Su Misteriosa Muerte Masiva’…”
Jin hojeó detenidamente el mohoso panfleto.
“Definitivamente, si verificamos en los registros, al parecer hubo un pequeño enjambre de langostas. Se trata de una isla despoblada, así que al parecer nadie lo notó, unas personas que iban a veces a pescar ahí tomaron nota del extraordinario acontecimiento y lo documentaron…”
“Después de una lluvia torrencial y una continua niebla, ellos fueron ahí tratando de pescar y lo que encontraron fue una enorme cantidad de saltamontes muertos. Además, en cuanto a la forma en que murieron, es un misterio: los saltamontes treparon en los pastos, aturdidos, y murieron de espaldas.”
Por alguna razón, hubo una gran cantidad de saltamontes muertos, que habían trepado a los pastos, y una vez arriba, de espaldas, habían muerto.
… El sólo imaginarlo bastaba para un horripilante espectáculo.
“En verdad, una muerte extraña. Tan extraña que parece como una maldición… Lo que es cierto, si consideramos que según dice aquí, los saltamontes fueron los únicos en morir en esos pocos días, y por otro lado, las plantas e insectos pequeños estaban como si nada. La causa de la muerte tampoco es que ellos se hayan destruido a sí mismos luego de llevar mucho tiempo en el enjambre, y ya que todo lo demás estaba bien, no creo que se tratara de un manantial envenenado…”
Jin cruzó los brazos y entrecerró su ojo.
“… Sé lo que quieres decir. Pero, no basta con eso para saber la causa. Si resulta que en ese momento, numerosos factores naturales se combinaron accidentalmente, teniendo efecto solamente en las langostas, o algo parecido, tendremos que darnos por vencidos.”
“Es posible. Mm, pero, por alguna razón, esto me recuerda algo.”
Fue en ese momento que Riou murmuró mientras leía la libreta, con la cara pálida, mirando fijamente las páginas.
“… Una epidemia.”
“¿Eh?”
“Una enfermedad. –Probablemente, que sólo afecta a las langostas.”
Poco después, las expresiones de Shuurei y Jin cambiaron.
“Riou-kun… ¿estás diciendo que la causa de la extraña muerte de las langostas podría ser una enfermedad?”
Mientras decía esto, Shuurei también estaba convencida. Si, esa ‘extraña muerte masiva’, dispersa entre un grupo y ocurriendo súbitamente en un día, pensándolo bien, sin duda se parecía a la epidemia ocurrida en la Provincia Sa. Entonces los insectos se habían enfermado.
“… Seguramente es eso. El clan Hyou y el Ministerio de la Cueva de los Iluminados reúnen información de todas partes todo el tiempo. Me enteré por Ren… mi amigo, que existe una enfermedad que sólo ataca a los saltamontes y a las langostas.”
“Ren”, a quien Ruka había usado y desechado, le había hablado acerca de diversas investigaciones que había hecho sobre epidemias.
“¡Una enfermedad que sólo ataca a las langostas…!”
De ser así, ésta no afectaría a los demás animales.
También, Shuurei sabía bien desde lo ocurrido en la Provincia Sa, que entre más grande fuera el grupo, mayor era la tasa de infección. No había grupo tan denso como el de un enjambre de langostas. Era contundente que todas morirían en un par de días.
--Eso, si ellos podían ocasionarla artificialmente.
“Riou, ¿es posible hacer eso?”
“Uu Uu… dijo que abriéramos todas las puertas del clan Hyou. Existe la posibilidad de que esto haya sido investigado como parte de la respuesta frente a las plagas de langostas. Debido a que no ha habido un brote de langostas aquí en algunas décadas, no sé que tanto hayan avanzado los templos en sus métodos para contrarrestarlas. –Sin embargo, existe la posibilidad. Pero.”
“¿Cómo sabremos eso?”
“… Contactando a los templos… Como supuse, necesitamos el poder de mi tía.”
Jin se rascó la cabeza y Shuurei se mordió los labios. Sin importar a dónde corrieran, siempre tropezaban con un muro llamado Ruka. Pero algo molestaba a Shuurei. Había algo que siempre la había estado molestando. Aquello que ella había dejado en un rincón de su mente.
“Si quieres hacer algo respecto a las langostas… debes hallar a Shusui.”
Shuurei parpadeó una vez y luego miró fijamente a Riou.
“… Riou-kun, ¿lo que necesitamos es el poder de Ruka-hime?”
“¿Eh? Si… es imposible hacerlo sin mi tía. Sin el poder de la alta sacerdotisa.”
“Si. Lo que necesitamos no es el poder de Ruka-hime, sino el poder de la alta sacerdotisa, ¿verdad?”
“¿Ehhh?”
“Riou-kun, tu padre lo dijo. Si quieres hacer algo respecto a las langostas, encuentra a Shusui. Puede que eso no signifique hallar a Shusui para poder encontrar a Ruka-hime. Quizás significa que mientras observaba caer la nieve que no debería estar cayendo, él se dio cuenta de que Ruka-hime ya no puede seguir haciéndolo. Lo cual quiere decir que Ruka-hime ya no tiene el poder necesario para abrir un ‘pasaje’. Porque eso requiere de un poder increíble, ¿correcto?”
Su poder sobrenatural disminuía. Si, esa era la prueba de que su antiguo poder ya no existía.
“… Definitivamente, Uu Uu también estaba haciendo un gran esfuerzo ahora para abrir un solo pasaje.”
Tal vez en el pasado, Uu Uu podría haber abierto todas las puertas como Ruka. No obstante –Si, sus poderes habían disminuido. Ruka había reforzado los suyos cambiando cuerpos, pero ahora ya no tenía poder de sobra. Entonces.
Por supuesto, era posible que ahora no se tratara de que Ruka no abriera los ‘pasajes’, sino que en realidad ya no podía abrirlos.
“Pero tu padre dijo ‘Si quieres hacer algo respecto a las langostas… debes hallar a Shusui.’. En otras palabras –Shusui puede ser capaz de convertirse en la siguiente alta sacerdotisa. O al menos, puede tener suficiente poder. –Existe la posibilidad de que Shusui pueda abrir todos los ‘pasajes’ por sí sola.”
Si ella abría todos los ‘pasajes’, ellos podrían contactar con los templos. –Además, si ella se convertía en la alta sacerdotisa, podría tomar el mando sobre todo lo concerniente a las langostas. Sin tener que contar con la aprobación de Ruka.
“… No, nunca he escuchado que Shusui tenga esa clase de poder. Al principio, ella no tenía ningún poder, pero aunque luego adquirió poderes sobrenaturales, solamente fueron los de la ‘clarividencia’…”
“No”, dijo Jin mientras acariciaba su barbilla.
“… Si mal no recuerdo, Hyou Eiki, quien fue candidata a ser la próxima alta sacerdotisa, solo tenía el poder de ‘ver el futuro’.”
Shuurei y Riou miraron a Jin sospechosamente. En verdad, él era un experto en todo.
“… No quiero interrumpir, pero definitivamente, cuando estuve en la Provincia Sa, yo también sólo escuché acerca de su poder para ‘ver el futuro’. Riou-kun, ¿cómo se decide quién puede ser alta sacerdotisa?”
“E-eso es en base a la intensidad de los poderes sobrenaturales-”
Riou estaba desconcertado. Como él no tenía poderes, había sido indiferente a todo lo relacionado con las sacerdotisas o a la alta sacerdotisa. Gracias a su tía, él simplemente había creído que la alta sacerdotisa nacía con dones como esos desde el principio.
“A propósito, Riou-kun, recientemente le dije a Ruka-hime que iría a verla, pero… siento como si me lo hubieran dicho a mí. Incluso ahora, siento que ella me está pidiendo que vaya a verla.”
Ella había despertado a la fuerza a una adormilada Shuurei, y cuando su energía física y mental se restauraron, regresó a ser un ‘Inspector del Gyoshidai’. Existía el riesgo de que alguien, desde la corte, hubiera ordenado cerrar la boca de Ruka –y Shuurei miró a Jin –asesinándola. Aún si ella había llamado a Shuurei para hacer de peón con el propósito de evitar eso, nada de eso tendría sentido si no le decía dónde estaba.
Como no sabían dónde estaba ella, Shuurei y los demás no tenían más alternativa que confiar en la ‘clarividencia’ de Shusui. Ruka debía saberlo. Si, ellos necesitaban a Shusui.
Por lo tanto, Ruka en realidad quería usar a Shuurei para…
-¿Acaso era para que llevara a Shusui con ella?
“¿Mi tía ayudar a Shusui? Eso es imposible. ¿No fue mi tía quien la puso ahí?”
“Quizás es un poco diferente a ayudarla. Mmm, ¿cómo decirlo…? Si, presiento que ella está esperando a que salga. Si puedes venir, ven, si puedes salir, sal. Tengo la sensación de que esa es una de las cosas que ella nos está moviendo a hacer. Lo mire como lo mire, a menos de que tengamos el poder de Shusui, no podemos llegar a Ruka-hime.”
Mientras hablaba, ella había reafirmado en su mente algunas ideas muy vagas.
“… Sé que Ruka-hime es una persona extremadamente inteligente. Justo ahora, probablemente yo también estoy siendo manejada por ella. No creo que ella sea alguien que hace las cosas sin considerarlas. Es igual en lo que respecta a Shusui. Entonces, quizás hay una razón más de la que pensamos para que ella pusiera a Shusui en la ‘Prisión del Tiempo’. Lo que Ruka-hime está haciendo, seguramente es algo muy importante para el clan Hyou.”
“Si, es tal como dices.”
Era la voz de una mujer diferente. Al voltear, ella vio a una sacerdotisa vestida con ropas antiguas parada ahí. Tal vez porque estaba nevando, ella llevaba un paraguas rojo, y por alguna razón, estaba sujetando un erhu.
“Bakuya” sonó una vez.

***

Él estaba dudando si éste era en verdad el camino más corto, pero el paraguas rojo, pronto le fue de utilidad.
“… Incluso dentro de una gruta, está lloviendo…”
Inmediatamente después de que entró a la gruta, Shuuei dócilmente decidió usar el paraguas rojo. Por alguna razón, el agua fluía incesantemente desde el exterior de la gruta, así que sus pies estaban casi completamente mojados. También, frías gotas caían sobre su cabeza, como si fuera aguanieve. De no haber tenido el paraguas, ahora estaría todo mojado y habría muerto de frío. Una enorme cantidad de murciélagos volaba alrededor, y aunque éstos hacían lucir el lugar como una mansión embrujada, Shuuei no se quejó, ya que era él quien estaba invadiendo el hogar de los murciélagos.
En la gruta aún quedaba un sendero que parecía haber sido construido por los humanos, pero una vez entrando a la gruta de piedra caliza, no había nada parecido a un camino. Shuuei solamente siguió fielmente al abanico, caminando en silencio. Las estalagmitas caóticamente sobresalían hacia arriba, y pese a que estaban en medio del paso, ya que había una brecha por la que él podía atravesar hacia la parte superior de la piedra, escaló la superficie rocosa abriéndose paso. En el proceso, él quedó bastante mojado, pese a llevar consigo el paraguas.
“Bueno, dicen que ‘al hombre apuesto le agrada que el agua gotee sobre él’ [Ver nota del traductor] … aunque eso significa que tratándose de una llovizna, la humedad hace que el encanto de un hombre sobresalga, ahora parezco rata mojada, seguramente Seiran se reirá de mí después de esto…”
Farfullando, él avanzó hacia el interior, donde yacían algunos cadáveres añejos, y él distinguió algunos que habían sido arrastrados a un lado por el agua. Como no había demasiada agua, muchos de ellos se habían vuelto cera de cadáver [Ver nota], y ya que había visto varios cuerpos, Shuuei decidió tomar algunos para hacer una vela. Gracias a esto, en parte él pudo hacerse una antorcha. Como esperaba, a estas alturas necesitaba fuego también. En otras palabras, básicamente Shuuei era un oficial militar. Uno excelente.
(De todos modos, era lógico que “Kanshou” estuviera resonando desde que ingresé a la gruta de piedra caliza…)
Sería raro que no hubiera absolutamente nada en esa horripilante gruta. Shuuei notó que todo su pelo se erizaba hasta la punta, y entre más de adentraba, más se oscurecía. Incluso las blancas estalactitas lucían aterradoras. Al instante, él sintió que numerosas presencias fantasmales avanzaban hacia él desde varias direcciones. Quizás se debía a que él llevaba a “Kanshou”, que éstas dejaban de acercarse a cierta distancia, y por eso estaba sinceramente agradecido con la espada exorcizante. Él notó que en medio de esta frialdad, tenía dificultad para respirar y estaba tan tenso, que necesitaba secarse el sudor frío.
Fue cuando una vez más estaba secándose el sudor frío que corría por su mentón, que las presencias espirituales se retiraron como una ola.
“Kanshou” tranquilamente sonó una vez. Entonces, la voz de una mujer, la cual él había oído en la Bahía de los Nueve Colores, resonó.
“Aunque eres descendiente directo del clan Ran, eres una persona ordinaria, así que para haber llegado en tan corto tiempo a los Cien Pasadizos…”
Shuuei puso la mano en la empuñadura de su espada, y se dio vuelta lentamente. Y ahí estaba una transparente alma separada.
Cabello negro como el ébano, labios rojos como la sangre y una piel blanca como la nieve. La hermosa figura de una doncella estaba flotando ahí. Para Shuuei, era la primera vez que la veía así, porque en la Bahía de los Nueve Colores ella había poseído el cuerpo de Shusui.
“… Hyou Ruka-dono. ¿Me concederás el gran favor de guiarme a donde se encuentra Shusui?”
Él se preguntaba si ella se burlaría de él arrogantemente, pero Ruka miró el paraguas rojo con una expresión apenas severa, y enseguida miró a Shuuei.
Era como si ella hubiera recordado algo del pasado que no deseara recordar. Eso era lo que decía su cara.
“Has sido muy capaz para haber entrado en este camino. Tuve que detenerme para venir aquí. ¿Así que también tienes a ‘Kanshou’?... Entonces he cambiado de opinión. Como has dicho, te mostraré el camino.”
Las cejas de Shuuei brincaron. La sacerdotisa de antes era otro asunto, pero ésta era Hyou Ruka. Él no tenía motivos para creerle.
“… ¿Cuál es tu razón? Es extraño que siendo tú quien la encerró aquí, aún así vayas a guiarme a mí, que he venido a rescatarla.”
“Tengo un motivo. Sin embargo, la Prisión del Tiempo es una cárcel especial. Si aquellos que son encerrados ahí se van, no me importa, y si no pueden, morirán. Esa es la característica de la prisión. Los cadáveres que viste son en lo que se convirtieron las personas que no pudieron escapar. Te diré esto: aún no llegamos a la Prisión del Teimpo.”
“¡¿Eh, estás bromeando?! ¡¿No es esta la prisión?! ¡¡Pero ella dijo que esta era la ruta más corta!!”
Las elegantes cejas de Ruka se arquearon levemente. Era como si ella quisiera preguntar quién le había dicho eso, pero no deseaba preguntar.
“… Es verdad. Ésta es la única ruta que una persona ordinaria como tú puede tomar para llegar a la Prisión del Tiempo. Lo más problemático puede ser el largo laberinto, pero si consideras que de esta forma puedes llegar al nivel más profundo directamente, es la ruta más corta. Para empezar, en la Prisión del Tiempo no hay espíritus malignos tan insignificantes. Antes de poder llegar al nivel más profundo donde Shusui se encuentra, alguien como tú podría volverse loco.”
Shuuei miró fríamente a Ruka, que estaba sonriendo. Su regla era ser cortés con todas las mujeres, pero tratándose de la mujer de la que estaba enamorado (en verdad), la cosa era distinta. Riou había dicho que quizá Ruka obligaría a Shusui a volverse inválida, y usarla como su siguiente cuerpo.
Ruka rió entre dientes, como si adivinara lo que Shuuei estaba pensando.
“Je, je, si, si Shusui queda ‘vacía’, mi intención es usarla. Pero si le cortan la cabeza, no puedo hacerlo. Te resumiré lo que pasa. Algo quedó atrapado en la red que tendí. Cierta chusma se dirige a la Prisión del Tiempo para cortar de tajo la cabeza de Shusui y terminar con su vida.”
“---¡¿Cortar la cabeza de Shusui-dono?!”
“Si le cortan la cabeza, ya no podré usar su cuerpo. Ahora mismo estoy en mi forma espiritual, así que no tengo poder físico. Me preguntaba qué hacer, pero desde luego, tú puedes proteger el cuello de Shusui. Es por eso que te dije que te guiaría. Entonces, ¿qué harás?”
Shuuei miró a Ruka con seria expresión. Justo como había dicho Shuurei, ella era una persona con una enorme inteligencia.
“… Si dijiste que alguien estaba atrapado en la red, significa que estabas usando a Shusui como carnada.”
“… Bueno, je, je, je. En realidad Shusui no es la única a la que estoy usando como mera carnada, así que no te enfades, ¿mh?”
Implícitamente, eso era lo mismo que decir que también estaba utilizando a Shuurei y los otros. Él no estaba nada contento con eso. Además, ni Shuurei ni Shuuei conocían sus verdaderas intenciones aún. Probablemente ellos seguían en la palma de su mano.
Por tanto, definitivamente Ruka no estaba mintiendo. Y ya que iba en camino hacia donde estaba Shusui ‘sin poderes físicos’, la persona que accionó la alarma tenía más prioridad para ella que proteger a Shusui. Lo que había dicho se podría interpretar como ‘si le cortan la cabeza, no hay nada que hacer al respecto’.
“… Pero claramente afirmaste que querías usar el cuerpo de Shusui-dono.”
“Por supuesto. Es valioso, especialmente ahora. Mi deseo es preservarlo, si puedo.”
“¡No soy un panda! Te detuviste a medio camino para encontrar a ‘Kanshou’ y a mí vagando, dijiste que me guiarías, quieres que proteja a Shusui-dono, y si todo sale bien, vas a tomar su cuerpo.”
“Pues si no quieres venir, no hay problema. Sólo que la cabeza de Shusui será cortada.”
Así era. Ella había calculado que aunque se enterara de esto, Shuuei no tendría más opción que aceptar. Así era Hyou Ruka. La emperatriz que se había opuesto al Emperador Senka y a Shou Taishi.
Ella… se asemejaba a Shuurei.
Podía tratarse de una mentira, pero esta vez, él no creía que lo fuera. Ruka podía ser una excelente mentirosa. Sin embargo, si su intención era que Shuuei cayera en una trampa para evitar que llegara hasta Shusui, él no creía que hubiera volado hasta ahí. La nieve que no debería estar cayendo, caía. Eso significaba que su poder se estaba debilitando ahora.
Ella se estaba tomando un tiempo para hacer esto porque aún le quedaba algo más por hacer, pese a eso. Y eso no tenía nada que ver con Shuuei o Shusui. Él supo esto al ver la seria expresión de Ruka.
(… Riou dijo que algo había pasado en el clan Hyou…)
Riou padre había dicho que había gente que se estaba metiendo con el clan Hyou. Algo había pasado.
Por lo tanto, ella sin duda guiaría a Shuuei hasta donde se encontraba Shusui. Sólo existía una respuesta.
“-Iré. Porque vine para encontrar a Shusui-dono.”
El sedoso cabello de Ruka ondeó. Ella miró hacia abajo y murmuró como una niña.
“… Mhp, los hombres hacen lo que les place. No te interesa saber si ella sería más feliz siendo una inválida… Muy bien, entonces. Yo te guiaré. Después de pasar los Cien Pasadizos, la Cascada del Estruendo de Jade--“
Las elegantes cejas de Ruka se juntaron al momento.
“… Esto no está bien, es más rápido de lo que pensé. Ya llegó al nivel más profundo donde se encuentra la Prisión del Tiempo. Qué remedio… Vuela directamente hacia allá. Te dejaré usar ese paraguas rojo.”
“¿Huh? ¿Volar?”
“Hay que ahorrar recursos. Cuando era joven, ellos los usaban como agua caliente. Habría sido mejor que los conservaran como Uu Uu hizo. El ‘viento’ del clan Ran nos facilita las cosas. Todavía queda un poquito en este paraguas… Mmm, de alguna forma, tiene que funcionar.”
…Shuuei sintió como si estuviera viendo a Shuurei hacer las cuentas domésticas.
Los dedos de Ruka tocaron el paraguas rojo, como demostrando respeto. Ella bajó las pestañas.
Entonces, la brisa del sur de la Provincia Ran sopló a través de la helada gruta de piedra caliza. Envuelto en ella, Shuuei de pronto notó algo.
Desde que Ruka llegó, las serpenteantes presencias malignas y seres perversos, se habían quedado al margen sin siquiera intentar acercarse una vez.
… En cuanto a Ruka, él tenía muchas cosas que deseaba decir y muchas quejas.
No obstante, sin duda alguna ella era la alta sacerdotisa que protegía esta tierra con su vasto poder. Ella sabía mejor que nadie lo que pasaría si no estuviera ahí. Quizás era por eso que no había podido escapar. Sin importar sus métodos retorcidos, sin importar los sacrificios que hiciera. En ese caso, definitivamente era ella, en cierto sentido, quien era una verdadera alta sacerdotisa, tal vez.


Notas:

La cita de Shusui: no he revisado, pero probablemente sea del volumen once…’

Grutas de piedra caliza: la autora distingue entre una simple y antigua caverna (洞窟) y una gruta de piedra caliza (鍾乳洞). La última se refiere a la clase de cavidad donde el agua gotea y tiene estalactitas y estalagmitas.

Acerca de la expresión que dice Shuuei: la parte entre comillas es una expresión en japonés que quiere decir ‘hombre inmensamente apuesto’. No investigué mucho al respecto, pero seguramente Shuuei tiene razón acerca de donde proviene la expresión.

Cera de cadáver: Por cierto, esto es real. Más técnicamente hablando, se llama adipocira.

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Fuente: http://yuzutea.net/log/2010/05/book-16-chapter-4-part-1/

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1 comentario:

  1. Ah... Me gusta mucho el personaje de Ruka, siento un gran respeto por ella. No todos nos quedaríamos en el lugar que nos hizo sufrir mucho. Claramente su intención ahora no es morir, pero creo que llega una edad en que aunque seamos jóvenes o viejos, nos cansamos del trabajo.
    La compadezco, siento gran simpatía por ella. En fin... Ojalá y todo resulte bien jajajaja

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