viernes, 26 de marzo de 2010

VOLUMEN 15 Capítulo 5 (2/2)

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.

SAIUNKOKU 15
(Kuraki Tasogare no Miya)
Capítulo 5 parte 2/2
Editado por Charmian
Traducido por Violet Raven


>ANTERIOR



Shuurei pasó los siguientes dos días casi sin moverse de su cama en el palacio escondido. En realidad, cuando intentaba recobrar las fuerzas, encontraba que su cuerpo estaba agotado, así que por un tiempo le resultaba difícil incluso moverse. Su cuerpo parecía una marioneta con los hilos cortados, pero luego de dormir suficiente, comer alimentos nutritivos y tomar medicina, ocupándose de leer libros, ella sintió que algo revivía dentro de ella, hasta las puntas de sus dedos. La última vez que había pasado el tiempo de esta forma, había sido en su infancia.
Ella no tenía que hacer nada.
Anteriormente, cuando había sido suspendida y se convirtió en un oficial de reserva, aunque era un momento en que no tenía obligaciones y podía descansar, simplemente se había vuelto impaciente. Ella pensaba que eso no estaba bien, que estar ociosa estaba prohibido.
(…Aún si regreso o no, ya no puedo ser un oficial, así que tal vez me he vuelto despreocupada…)
Ella en verdad pasaba el tiempo sin usar mucho la cabeza. No obstante, eso también era confortable.
Shuurei sintió la mirada de Jin, y volvió la cara hacia él. Jin frecuentemente miraba a Shuurei de esta forma, sentado en una silla, con sus largas piernas cruzadas. En realidad lo que él veía en Shuurei, era a otra princesa, a quien Shuurei se parecía.
“…¿Me veo como ella? Como Jyuusan-hime…”
“Disculpa si te incomoda. Es porque no puedo ver a la verdadera.”
Dijo él ligeramente. Dado que no sabían cuándo vendría Ruka, ya fuera Jin o Shuuei, que tenían a Kanshou y a Bakuya, se quedaban al lado de ella la mayor parte del tiempo. Ahora era turno de Jin. Shuurei no lo recordaba, pero aparentemente ella había sido poseída por Ruka una vez. Sin embargo, ahora no había una sola señal de Ruka. Ella tenía la sensación de que en verdad tenía que pensar en las razones de Jin para ir ahí, pero no lograba que su cabeza funcionara. Tal vez se debía a que en algún lugar de su corazón, su prioridad era pensar, antes que en sí misma, en su último deber como oficial, la disolución del embargo, y ahora ella ya no era un oficial. Ella ya no era un oficial. No tenía caso pensar. Todo se había terminado. Así se sentía. Había perdido la energía para hacer cualquier cosa, como si los tendones de su corazón hubieran sido cortados por completo.
“Ella no aparece, la anciana Hyou, ¿verdad?”
Ante esas palabras, repentinamente Shuurei recordó la Bahía de los Nueve Colores. La anciana del clan Hyou. Se refería a Ruka. Una campanilla repiqueteó en un rincón de su cabeza. Ella sintió como si algo se hubiera secado en su interior.
“…Si, no ha venido.”
Ella repitió como loro. Jin sonrió un poco.
“Sigues bastante cansada, señorita. Realmente te sobrepasaste.”
“Ya casi regreso a la normalidad.”
“Tu mente y tu corazón están cansados. Cuando piensas detenidamente, lo más que llega a pasar es que tus ojos están abiertos.”
Su mente y su corazón estaban cansados. ¿Era cierto eso? Posiblemente. Ella se había dado cuenta de algo.
(…No he dicho ni una sola vez ‘quiero regresar’.)
No era la idea de no querer regresar, sino la de ‘no tener que regresar’, la que la hacía sentir más aliviada. Ella había meditado, y decidido. Aún si los demás la maldecían, ella había persistido. Sin embargo, ella lo decidió. Si nadie más que Ryuuki pensara que estaría en problemas si continuaba siendo un oficial… su papel se había terminado. Aunque sólo se trataba de que el momento había llegado, sin duda, Shuurei, como Tantan se lo había dicho, lo había meditado. Y luego, había llegado a un lugar donde no necesitaba pensar en ello, y eso la aliviaba. Un compás de consuelo.
“Es estupendo que no tengas que volver, ¿no?”
Dijo Jin como si leyera su mente, con una ligereza igual a la del papel. Ella trató de mirarlo furiosa, pero él estaba indiferente.
“…La mayoría de tu esencia, señorita, es la de una mujer del ‘exterior’. Es lo opuesto cuando estás trabajando.”
“¿Qué? ¿A qué te refieres?”
“Si es por el bien de un hombre, tú haces todo por él, soportas todo mientras te quedas callada. Las palabras ‘es irremediable’ te quedan a la perfección. Es por eso que los hombres dependen de ti. Porque cuando pasan ese tipo de cosas, es obvio que en algún momento morirás por un hombre.”
“…¿Morir, dices?”
“Por tu propia mano. Es decir que ‘te matarás a ti misma’.”
Shuurei sintió que la apuñalaban en el pecho. Ella no pudo responder que no fuera de esa manera.
“Haciendo a un lado a esa extraña anciana y al señor que viven aquí, creo que encajas muy bien en el clan Hyou. Ya que el deber original del clan Hyou es, utilizando los templos en el ‘exterior’ como bases, ir por ahí rescatando gente cuando hay desastres o guerras, recibir las plegarias de las personas, y a veces luchar con los oficiales. Ellos salvan a quienes han sido maltratados por las autoridades, y son su último refugio. Es por eso que los templos y santuarios del clan Hyou en el ‘exterior’ son considerados lugares fuera del alcance de la autoridad oficial. Es casi como una autoridad independiente. Ése es el ‘deber’ de la familia Hyou, no sólo exorcizar demonios o pronunciar y celebrar rezos o funerales.”
Los ojos de Shuurei se abrieron grandemente con esta inesperada charla. En efecto, eso se asemejaba a lo que ella quería hacer. Proteger, con amplio poder, a los débiles que habían sido pisoteados como hierbajos o abandonados. Por eso quería ser oficial. Si no lo fuera, no podría hacer eso. Pero…
“…N-no lo sabía. ¿Es eso lo que significa el clan Hyou?”
“Entre otras cosas. Especialmente, esa anciana, Ruka, estuvo bastante sorprendente durante las épocas de disturbios. Ella alentó al clan entero, tanto hombres como mujeres, a estudiar, haciendo que pulieran sus conocimientos y magia, y los envió uno tras otro al ‘exterior’ a ayudar a la gente. Escuché que principalmente Ruka antepuso el trabajo, ya fueran hombres o mujeres, y los hizo trabajar duro en medicina, astronomía, fenómenos naturales, agricultura, investigaciones, etc., y tienen un alto nivel de conocimiento práctico en la acumulación de información y medidas de prevención, mucho más que cualquiera en este país. Bueno, eso pasó hace décadas, y ahora parece que Ruka no es tan decidida como antes… En este lugar, con el simple hecho de ser mujer, ella les otorga mucha autoridad, con muchas expectativas y responsabilidades, así que si quieres y si persistes en negociar con Ruka y ganarte su aprobación, aún si no quieres volver al ‘exterior’, podrías hacer mucho más de lo que puedes hacer como oficial.”
“…”
“Desde luego, cuando un matrimonio es decidido aquí, es la mujer quien tiene derecho a elegir al hombre. Es mas bien como ‘No bromees, si puedo morir dando a luz, entonces tiene que ser alguien con quien quiera tener hijos.’ Seguro. Incluso cuando el matrimonio ha sido decidido, una vez que llegas al clan Hyou, obtienes ese derecho. Es el ‘derecho a decidir’. Incluso puedes deshacer un compromiso. Seguramente, incluso si la otra persona es el emperador.”
“-Um… espera… espera un momento…”
Shuurei estaba trastornada. Ella había pensado ‘es inevitable’ –claro, ella había pensado que así era, en el fondo de su corazón –pero ahora no parecía ser así. Entonces, ¿qué debía hacer?
-Realmente no se trataba de que detestara casarse. No se trataba de que odiara la idea de entrar a la Residencia Imperial y pasar su vida apoyando a Ryuuki. Ella lo había meditado muchas veces. Sin embargo, Tantan tenía razón cuando le dijo “No lo entiendo, pero tengo la sensación de que estoy cometiendo un gran error. Pero no sé lo que es, así que no quiero pensar en ello.”, ella tenía el presentimiento de que no había una sola razón para eso, sino muchas. ¿Qué era lo que le hacía pensar que no debía entrar a la Residencia Imperial ahora?
Ella se había dado cuenta de que en algún punto, ella se había desviado. No estaba satisfecha, se había desviado. Cuando ella vio el rostro de Ryuuki cansado, ella pensó que esto era suficiente. Aún ahora, ella pensaba que su respuesta basada en eso no estaba equivocada. Pero después de dejar Kiyou, esto se coló gradualmente dentro de ella y viéndolo a gran escala, ese podría haber sido ‘un gran error’. Para ella… seguramente, y para Ryuuki también.
Si se quedaba en el clan Hyou, al menos podría aplazar su entrada en el harén Imperial. Ella no podía negar que había pensado ‘no tengo que regresar’. Pero un nuevo camino se abrió inesperadamente para ella.
(…¿Qué pasará si regreso a la corte y entro a la Residencia Imperial en este estado…?)
Confiando en las palabras de Riou, dentro de la jaula de la Residencia Imperial, a ella sólo le quedaría esperar la muerte. Eso quizá estaría bien. Ella esperaría su propia muerte prematura, y después Ryuuki ascendería a Jyuusan-hime… Aunque si ella moría, sería como si la mujer que aprobó el examen imperial nunca hubiera existido. Al recordar a Shuuran en la Provincia Sa, el interior de la nariz le dolió. Shuurei tenía que limpiar varias cosas.
(…Si no lo tomo como si se tratara de alguien más, no podré hacerlo…)
Pero si se quedaba en el clan Hyou podría vivir. Aunque no fuera un oficial, había cosas que Shuurei podía hacer en el clan Hyou. Incluso si tenía que persuadir a Ruka. No obstante, Shuurei no sabía si eso es lo que quería en realidad.

Riou, que estaba cargando una montaña de libros y hierbas medicinales junto con Shuuei, caminando en los corredores, frunció el ceño.
“Está demasiado silencioso…”
“¿Será la anciana del clan Hyou?”
Shuuei puso atención otra vez. Se había preguntado si era peligroso dejar a Jin a solas con Shuurei, pero Jin había dicho “en este momento, está bien”. Él era un hombre de palabra. Al decir “en este momento” era un hecho que, tal como pensaba, eso era mejor que permitirle vagar libremente las veinticuatro horas, los siete días de la semana.
“Tal vez. Mi tía bien podría, enseguida de que Kou Shuurei llegó aquí, aparecer directamente frente a ella, y con una risa escandalosa, decir que la poseería, y hacerlo sin que nadie se le opusiera. No creo que haga las cosas a medias.”
“¿Y entonces qué?”
“…Tal y como están las cosas ahora, ¿significa que mi tía sólo puede hacer las cosas a medias…?”
“Puede ser. A juzgar por cómo todos los medios de comunicación han sido sellados por completo, quizás algo extraño haya ocurrido en el clan Hyou. ¿Cuánto tiempo ha estado así de tranquilo?”
Él estaba preocupado por Shuurei, pero también le inquietaba Shusui. Le había preguntado a Riou por ella, pero él no sabía dónde estaba. Había ido a buscarla por los alrededores mientras dejaba a Shuurei al cuidado de Jin y Riou, pero no estaba familiarizado con la zona, y además, la construcción era diferente del ‘exterior’ (el mundo exterior). El simple hecho de que su diseño era antiguo, bastaba para que él se perdiera. Era tan amplio que ni siquiera podía descifrar en dónde estaba parado. Había intentado preguntarle a alguien, pero difícilmente había alguien cerca.
“…Escuché que todos los magos y sacerdotisas por encima del rango promedio fueron enviados fuera. Cuando miré alrededor, me di cuenta que los que quedaron ‘no tienen poderes’, y aún así son muy pocos. Cuando les pregunto, nadie sabe lo que está pasando. Es por eso que están ayudando a cuidar a Kou Shuurei. Probablemente creen que ella es un ‘refugiado’ normal…”
“¿Y tu papá?”
Papá. Riou pensó en tratar de llamarlo así para la próxima. Eso no encajaba con él en absoluto.
“Él dijo ‘No me interesa’.”
“…Es asombroso que él sea el jefe de la familia. Pero ya que Ruka intentó manipular el cuerpo de Shuurei-dono una vez, probablemente quiera hacerlo. ¿Es posible convencer a Ruka-dono de que renuncie al cuerpo de Shuurei-dono?”
“¿Convencer… a mi tía de renunciar al cuerpo de Kou Shuurei?”
Él nunca había considerado tal cosa. Que otra gente quisiera cambiar la voluntad de su tía, era algo que él jamás había considerado hasta ahora. Desde un principio, Riou pensó que lo único que podía hacer era tomar medidas provisionales para prevenir que su tía se posesionara del cuerpo de Kou Shuurei. No obstante, eso no podía durar para siempre. Riou ‘no tenía poderes’, así que era normal que no pudiera tomar medidas para enfrentarse a su tía.
Una forma de convencer a su tía de renunciar al cuerpo de Kou Shuurei.
…Había una.
Y esta le cayó del cielo con un shock similar al golpe de un trueno. Aunque distaba de la idea de ‘hacerla renunciar’. Había una forma. Pero no era fácil.
-Él debía matar a Ruka.
Si lo hacía, entonces con certeza, podía garantizar la seguridad del cuerpo de Shuurei.
Pero -¿Matar a su tía? Esa idea vino acompañada de un odio y culpa hacia sí mismo por haber pensado semejante cosa, pero se esparció en su cerebro. No era sólo por el bien de Shuurei, sino por el de los demás también. Este clan era extraño. Él sabía que el estancamiento que se había acumulado por largos años y meses, había ocasionado –al igual que si se tratara de un cuerpo humano, deformándose, sellado y silencioso, emitiendo el dulce olor de la corrupción –que se pudriera hasta la muerte, empezando por las orillas. Su padre, Riou, también era extraño, y podía decirse que sólo por la forma en que no hacía nada, era inocuo. Pero Ruka-
Ruka.
Escuchó un suspiro junto a él. Riou dio un salto como si esos pensamientos hubieran sido leídos. De pronto, Shuuei se acercó palmeando su espalda intentando tranquilizarlo.
“Si eso te provoca una cara tan extraña, será mejor dejar por la paz esa idea. Olvídalo, por favor.”
“…”
Riou abrió su boca como si tratara de decir algo, pero nada salió.
Quizás así era… pero.
Riou no volteó hacia Shuuei porque no quería que viera su expresión.

***

De nuevo, pasaron varios días sin que nada ocurriera. –una tarde, Shuurei despertó. La luz azul llenaba el cuarto. Tenía un color místico, como si un sonido de ‘saaaan’ pudiera ser escuchado. Era igual que el fondo del lago de la Bahía de los Nueve Colores. Con sorpresa, ella notó que en sus mejillas había fríos surcos de lágrimas. Sollozando, Shuurei limpio el remanente de lágrimas con su manga. Aunque quizá estaba llorando por alguna razón mientras dormía, ahora estaba acostumbrada a hacerlo. Era como si las muchas emociones que estaban sumergidas en su interior, hasta el punto en que se diluían y salían. Aún cuando ella estaba pasando este tiempo sin pensar en nada.
Por supuesto, en algún punto dentro de Shuurei, eso había sido cortado en pedacitos y mitigado. Era un gran período de descanso que ella no había tenido hasta ahora. Como Jin había dicho, más que su cuerpo, un lugar más hondo de ella estaba completamente exhausto.
…Por el rabillo del ojo, ella vio que Jin estaba saliendo del cuarto. Jin se movía como una enorme bestia, sus pasos no producían sonido alguno. Fue sólo por casualidad que ella lo vio irse a mitad de la noche. Shuurei de repente se levantó. Pensó un poco y dio un paso, aún descalza. Aunque pensara un poco, no era muy diferente de no pensar nada. Por alguna razón, ella sintió que era mejor seguirlo. Ella se había enterado por Shuuei que ahora el clan Hyou se estaba comportando algo extraño, pero estaba sorprendida de que eso le hubiera entrado por un oído y salido por el otro. Se había habituado tanto a no usar la cabeza, que cuando lo intentaba, se agotaba fácilmente. Era escalofriante.
Quizá la razón de perseguirlo era para poner fin de golpe a algo en su interior. Ella pensó que Jin era la “clave” de algo. Ahora, en un rincón de su deshabituada cabeza, cierta ‘clave’ brillaba vagamente. Sin pensar en nada, ella se pegó a él y lo siguió. De alguna forma, era posible que la notara, y si la sorprendía en el camino, no había nada que hacer, pensó ella. Pero, ¿por qué la inquietaba Jin? ¿Podía ser que él saliera de esa forma todas las noches?
(…¿Huh? Es extraño. No lleva a “Bakuya”)
Como lo había previsto, luego de que lo siguió por un rato, Jin se dio vuelta. Como si estuviera diciendo ‘vaya, vaya’.
“…Si vas a seguirme, entonces acércate. Es molesto para mí.”
“¿Está bien que vaya contigo?”
“Claro. Porque si pasa algo malo, podría perderte enseguida.”
Era cierto.
“Entonces, creo que iré y descubriré qué es eso tan malo que puede pasar para que me evites.”
El ojo que no estaba cubierto con el parche brilló con algo de regocijo.
“¿Ya recuperaste un poco de tu energía? Bien, entonces prepárate para una caminata nocturna.”

(Esto es igual a aquella vez en la Bahía de los Nueve Colores…)
Ella recordó que esa vez escaló junto con Jin hacia el templo en la Montaña del Espejo Sagrado. Mientras caminaba al lado de Jin, Shuurei miró a su alrededor. Le dolía mover su cuerpo, y Riou y Shuuei casi se lo habían prohibido, así que esta era la primera ‘excursión’ que hacía. Los corredores estaban iluminados con antorchas situadas en intervalos, haciendo que el palacio sobresaliera a la vista con una misteriosa elegancia. Era como si éste no tuviera final. No había señal de presencia humana, y ella sintió como si estuviera perdida en otro mundo. Shuurei alzó la vista a lo lejos. Ella vio unas cosas gigantescas alineadas, que se veían negras a la luz de la luna.
“¿Montañas…?”
“Si. Verlas al amanecer, es una vista asombrosa. Riou mencionó que están cubiertas de nieve todo el año. Esta enorme cordillera montañosa no se compara en altitud con la cordillera de la Montaña del Dragón Durmiente de la Provincia Ran. En esta temporada, la nieve cubre las cimas de las montañas hasta donde alcanza la vista.”
“¡¿La nieve cubre las montañas?! Pero no hace tanto frío. Es casi el mismo clima otoñal que en Kiyou.”
“Parece que en los dominios de la familia Hyou, éste se regula para que la gente pueda vivir aquí. La gran sacerdotisa es impresionante. Por supuesto, sin magia es imposible entrar y salir desde aquí. Yo lo intenté, pero en ese lugar no se puede vivir. Incluso yo habría muerto en tres días. Ese lugar no es uno de los que fue separado por la magia del mundo exterior, sino que es otro lugar que originalmente es así.”
Shuurei sintió algo de frío en su espalda. La Montaña del Dragón Durmiente en la Provincia Ran tenía una altitud sobresaliente. Y pese a esto, ¿ésta enorme cordillera no se le comparaba…? ¿Un sitio con todas sus entradas y salidas selladas?
“…¿Dónde está este lugar…? ¿Dentro de éste país?”
“Si lo piensas un poco, lo descifrarás. De todas formas, aunque lo supieras, no tendría caso. Lo que creo que es más misterioso es que no hayas dicho frenética ‘¡Voy a ver a Ruka!’ y te hayas ido volando.”
Shuurei se quedó sin habla. Ella escuchó el chirrido de un insecto desconocido.
“Bueno, si conocieras a Ruka, tendrías que decir algo. Si te quedas en el clan Hyou o no, o qué será de tu cuerpo. Pero estás tan perdida que no sabrías que decir cuando la vieras.”
Todas las palabras de Jin eran correctas. Era como las que Tantan le había dicho, pero ella además sintió que Jin estaba sereno, como si la conociera lo suficiente para predecir la respuesta de Shuurei. En realidad, más que estar perdida, ella había dejado de pensar. Aunque había tratado de moverse, ella no se movió. Ella siguió pensando que debía meditar las cosas, pero pasó el tiempo ausente y con la mirada vacía. Quizás se debía a que no se trataba de sus obligaciones, sino de sus asuntos personales, que se había negado a pensar. Analizándolo, ella sentía que cuando le resultaba angustiante pensar en asuntos relacionados a ella, los hacía a un lado. Pero esta vez-
“¿No quieres pensar en eso? Probablemente, no quieres dar una respuesta lógica.”
Shuurei levanto la cabeza sorprendida. Jin bajó su ojo abierto hacia Shuurei.
“No quieres seguir la “mejor” respuesta que naturalmente te viene a la mente. Puede que sea la “mejor”, pero no sabes si es la respuesta “correcta” para ti. Es inesperadamente fácil cometer un error.”
Ella siempre había creído esto, pero Jin era realmente, a diferencia de su apariencia externa, una persona extremadamente racional. Aunque se trataba de una conversación casual, si ella pensara en ello después, se daría cuenta de que tenía muchos significados.
“Bueno, aunque tu cabeza no funcione, deberías pensarlo en algún rincón de tu corazón.”
Mientras caminaban bajo la luz de luna azul, Shuurei se miró ambas manos.
Su cuerpo.
Ante las palabras de Jin, ella tuvo la sensación de que en el vacío de su mente, sólo por un momento, desaparecieron las cosas innecesarias.
Si esto era algo que debía decidir con el corazón y no con la cabeza… entonces si decía eso, estaba bien…
“…Voy a dar una respuesta. Pero puede que no sea “la mejor”.
El ojo de Jin se entrecerró, como si hubiera pronunciado un breve ‘hmp’ en respuesta. Él parecía estar sonriendo un poco. Como si ya supiera qué clase de respuesta iba a dar.
“Pero, acerca de lo demás… Todavía no estoy seguro, así que no puedo ir a verla.”
Al momento, hubo un extraño y desagradable sonido, como el zumbido de las alas de un insecto.
Jin se quedó parado de forma artificial. Hubo una pausa vacía como si la oscuridad se hubiera ahondado. El sonido de los insectos se detuvo a la vez.
“-Eso es bueno.”
Una voz ronca salió de la boca de Jin, pero no era su voz.
“…¿Eh?”
Los ojos de Shuurei se volvieron puntos, y ella dejó salir una voz desatinada.
Un ratón chilló. Cuando ella miró hacia sus pies, el ratón blanco estaba chillando. En ese instante, Jin se transformó en otra persona. Al momento, aparecieron una tras otra, sigilosas, como sombras, personas con atuendos negros que portando espadas y se reunieron alrededor de él. La mente de Shuurei, que había estado en blanco desde que había sido conducida hasta ahí, se aclaro por completo de golpe. Al momento, ella tuvo la sensación incluso de escuchar algo que se rompía. Todo el pelo de su cuerpo se erizó. ¿Qué era eso? Shuurei gritó tontamente:
“¡¿Qué?! ¡¿Quéeeee?!”
“¡Shuurei-dono!”

A una velocidad más rápida que la del cuerpo humano, la espada de una de las figuras vestidas de negro, apareció frente a la garganta de Shuurei. Shuuei la rechazó haciéndola volar justo a tiempo. Luego Riou se precipitó para proteger la espalda de Shuurei. Sosteniendo en su mano una delgada espada. Era la primera vez que ella lo veía hacer esto y sus movimientos eran limpios y expertos.
“¡Ustedes! ¡¿Por órdenes de quién hacen esto?!”
Aunque ellos no parecieron perturbarse por el grito de Riou, ella notó que parecían algo irritados. Aún así, quizás al sentirse en desventaja, las figuras vestidas de negro no se enfrentaron a ellos, sino que se desvanecieron hábilmente en la oscuridad.
Cuando Shuurei volteó hacia sus pies, el ratón blanco había desaparecido.

***

“¡¿Qué?! ¡¿Salí del cuarto sola?!”
Cuando Shuurei regresó a la “Habitación de la Tranquilidad”, nuevamente se quedó atónita.
¿Había salido sola?
“¡No puede ser! Yo vi salir a Jin, y lo seguí –hey, ¡si hace sólo unos minutos estaba caminando con él!”
Shuuei y Riou se miraron uno al otro. ¿Jin?
“No, Jin nunca dejó esta habitación. Shuurei-dono estaba sola, ¿cierto?”
“…Shuurei-dono, Riou-kun dice que alguien tomó la forma de cierta persona que le desagrada y lo invitó a salir, entonces, ¿eso significa que hay algo en Jin que te desagrada?”
Shuurei se masajeó las sienes. Ese “Algo” brillaba en medio del fango.
“Si… ¿Acaso fue cuando estaba aturdida, que algo en mi inconsciente me jalaba vagamente?... ¿Es el verdadero Jin el que vino aquí con usted?”
“Si, definitivamente era el verdadero… Pero ahora, por alguna razón, no está aquí.”
“¿No sabe el motivo que lo trajo hasta aquí?”
“No, es malo para inventar excusas, pero obligarlo a hablar es toda una hazaña… Lo intenté varias veces, pero no mordió el anzuelo. Es realmente cuidadoso y precavido. Aparte de su ridícula afirmación de ‘Vine aquí porque alguien me pidió hacer algo’, no conseguí nada.”
Shuuei miró al techo, pero Shuurei se dio cuenta de que había algo atorado en su mente. Ella estaba absorta repitiéndolo. Era como si al pensar en cosas innecesarias, eso se le escapara.
“…Jin-san vino aquí porque alguien le pidió que hiciera algo…”
“¿Shuurei-dono?”
Ella había tenido extraños encuentros con Jin en momentos extraños. Primero en la cárcel, y cuando ocurrió el asesinato del Secretario de Asuntos Civiles, él estaba con Shusui…
Shuurei quería cortarse la cabeza en ese momento y morirse ahí. Justo como Jin había dicho, en verdad, desde el momento en que ella llegó ahí, sus ojos habían estado ciegos a pesar de que los tenía abiertos, y sólo se le ocurrió pasar el tiempo con la mente vacía como una maceta.
Bueno, en cierto modo había estado muy bien, -Shusui.
“¿Dónde está Shusui? Ella siempre ha sido parte del clan Hyou -¿cierto?
Riou miró hacia la alfombra, pero el ratón blanco no estaba ahí.
“…Si. Ella siempre ha tratado de ayudarte a ti y al emperador. Debes confiar en Shusui. Ahora, probablemente ella está encarcelada en algún lugar de esta casa –Supongo. Ran Shuuei y yo la hemos buscado por todos lados, pero todavía no la hemos encontrado. Tal vez está encerrada en algún sitio que al que la gente común no puede llegar. Sin embargo, es seguro que sigue viva.”
Shuuei estaba sorprendido por estas últimas palabras. Considerando la personalidad de Riou, seguramente no estaba mintiendo. Había muchas cosas que quería preguntarle, pero Shuurei sabía que éste no era el momento adecuado.
Shusui había sido capturada. Shuurei se mordió el labio inferior. Ahora tenía una cosa más por hacer. Porque la razón de su captura, seguramente tenía que ver con Shuurei y el emperador.
“…General Ran, quiero preguntarle algo.”
“¿Qué?”
“¿Estuvo usted en el templo de la Bahía de los Nueve Colores después de que me desmayé?”
Shuuei estaba confundido por el súbito cambio de tema. ¿La Bahía de los Nueve Colores?
“Estuve ahí. Lo siento, aunque no estuve cerca de ti, sino al lado del emperador.”
“Si. Eso era normal. En vez de ayudarme. Entonces, quisiera que me contara sobre aquella vez en detalle.”
Ella dijo esto con la expresión de un oficial.

Notas: Probablemente el palacio del clan Hyou se sitúa en las montañas Banri, las cuales anteriormente se describieron como inaccesibles, pero el primer emperador (hermano de la fundadora del clan Hyou) pudo escalarlas de algún modo.



***

Fuente: http://yuzutea.net/log/2010/01/saiunkoku-book-15-chapter-5-22/


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