viernes, 26 de marzo de 2010

VOLUMEN 15 Capítulo 6

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.

SAIUNKOKU 15
(Kuraki Tasogare no Miya)
Capítulo 6
Editado por Charmian
Traducido por Violet Raven

>ANTERIOR

Capítulo 6


Ki Kouki entró a la oficina del Primer Ministro sin pasar por los guardias. Dio un paso adentro, y luego se detuvo. Enseguida, cerró la puerta para que los guardias no pudieran verlo.
Él se aproximó a Yuushun, quien se había desmayado sobre su escritorio como si hubiera usado toda su energía, y puso su mano sobre su frente. Su cara estaba mortalmente pálida.
Kouki inmediatamente empujó a Yuushun a su silla, y tendió una de sus prendas y recostó a Yuushun sobre ella.
“…Eres un tonto. Si no despiertas en tres segundos, voy a llamar a un doctor.”
Aunque susurró esto suavemente, Yuushun abrió pesadamente sus párpados.
“No lo hagas, por favor, Kouki. Sólo es anemia. Estaba descansando un rato.”
Kouki entonces trajo algo de agua caliente. Sacó la medicina del bolsillo de Yuushun, y la diluyó en el agua caliente. Incorporó a Yuushun, y le hizo beber la medicina. Yuushun tragó lentamente. Parecía que le resultaba difícil tragar siquiera agua.
Aún así, luego de beberla toda, el color regresó a su pálido rostro. Kouki estaba aliviado.
“Si te desmayas, será un problema para mí. Debes cuidarte.”
“…Si, si. Lo sé… No me desmayé porque así lo quisiera.”
“¿Debo llamar a tu esposa?”
“…Ah, si la veo, puede que me recupere. Pero no deberías.”
“¿Porque se preocupará?”
“Porque la haría entristecer. No quiero ver su rostro triste…”
Pronto, se hizo el silencio. Afuera, se escuchaba el sonido de los insectos.
“Me enteré que el emperador estuvo aquí. ¿A qué vino?”
“Mmm –por varios asuntos. Está en una edad problemática. Bueno, creo que pasará pronto, espero.”
“Está claro que sospechan de ti. El peor de esos adefesios, Shi Seiran, ha comenzado a investigar. Qué patético. Aún cuando trabajas hasta el agotamiento, tus aliados no confían en ti.”
“Qué remedio. Es mucho mejor que antes, cuando nada les preocupaba. Además, sus sospechas son ciertas, ¿no es así?”
Kouki, todavía con Yuushun descansando sobre su brazo, puso su fría mano sobre su frente y cuello.
Su cara era como la de un hombre muerto.
“…¿Qué opinas si renuncias ahora?”
“…¿Qué? Por favor, no digas lo mismo que Reishin… ¿Quién más sino yo podría hacerlo? Debo decir que tú no servirías para esto. Tú no podrías traicionarlo. No estás calificado para semejante papel. Obedecerías ciegamente a Ou Ki-sama. Y de Anju ni hablar.”
“Eso es porque él sólo cuenta las mentiras que le gusta decir.”
“Es por eso que volví, ¿no es cierto?”
Claro, murmuró Kouki.
“…No obstante, sinceramente pensé que no regresarías.”
Yuushun sonrió ligeramente.
“Si, yo también… Pero pensé… ¿por qué no apostar en esta primera y última oportunidad?”
“¿Hasta estos extremos? Pero dijiste que no querías ver el rostro de tu esposa triste.”
“…Tú tenías algo más importante que la persona a la que más amabas, e incluso después de haber perdido a esa persona, llegaste hasta aquí, ¿cierto? Para ser honesto, cuando ví a Riou-kun… quedé sorprendido. Él se parece tanto a Hien-hime…”
“…”
“Tú, y Ou Ki-sama también, dejaron ir a las personas que más les importaban, y finalmente llegaron hasta aquí. Probablemente, yo volví porque lo sentí. Ahora que he llegado tan lejos… quizás sea capaz de hacerlo realidad.”
Cuando él cerró los ojos, blancos pétalos de perales se esparcieron detrás de sus párpados. Él sintió que eso era extraño. Nunca pensó que siguiera añorando tanto aquellos tiempos.
Su lejano hogar, hacía mucho que había desaparecido.
“…La primera vez que ví a Ou Ki-sama… más que sorprendido, estaba anonadado. Había escuchado sobre él, pero no lo creía del todo. ¿Cómo podía existir semejante persona…? Bueno, quizás fue porque antes de eso conocí a Reishin y al emperador Senka, que lo creí mejor.”
“No lo compares con ellos.”
“Pensé en tratar de seguir viviendo.”
Él había pensado que no importaba si seguía vivo. ¿Qué tal si intentaba vivir aunque fuera un poco? Si podía vivir al lado de esa persona, entonces no le ocasionaría problemas a los demás.
“Yo no tenía intención… de convertirme en un oficial. Ah…”
“Ou Ki-sama me dijo esto: la cosa a la que más temes, es a ti mismo.”
Yuushun, hábilmente, sólo abrió un ojo. Luego lo cerró, y suspiró.
¿Qué es lo que había descubierto esa persona?
“Eso es cierto. Esa es la razón por la que nuestros clanes se escondían en las montañas. Porque si alguna vez bajaban la montaña, usualmente nada bueno ocurría. Y pensé, ‘sólo esta vez, estaría bien.’”
Sólo esta vez, él daría todo de sí, y trataría de vivir con fervor por el bien de alguien más.
Si él podía hacer que esa persona, que vivía de tal forma que no sería extraño que muriera en cualquier momento, viviera.
“…Si abandono esto ahora, ¿acaso esa persona no morirá pronto?”
Kouki lo miró ferozmente. Este tipo siempre tuvo la costumbre de mencionar cosas desagradables a la ligera.
“No invoques a la mala suerte. Por cierto, ahora te ves como si estuvieras a punto de morir. Incluso cuando has pasado por tantos problemas para convertirte en Primer Ministro, y Ou Ki-sama está tan complacido.”
“Estoy bien. Creo que soy bastante fuerte. No voy a morir. Aún no…”

Aún no. Era como si él hubiera decidido que moriría en cualquier momento.
“Aunque sospechen de mí, lo que debo hacer no ha cambiado. Si tengo que destruirme a mí mismo, que así sea. Sin embargo, aunque descubran varias cosas, no importaría demasiado…Así que está bien seguir adelante sin descanso, como hasta ahora.”
“¿Qué? Gracias a ése montón de idiotas que siempre te llevan a rastras, hemos seguido acumulado victorias tan sencillas.”
“…Si, en realidad, creo que mis cálculos fallaron un poco, no esperaba que resultaran tan tontos como hasta ahora.
No obstante, pensé, ‘¿Debería tomármelo con más calma?’…No, está bien. Estoy acostumbrado a los idiotas. Es deleitable observarlos, si. Yo los comparo con un juego que se comienza con desventaja, para luego entregárselos a ustedes.”
“¿Qué tanto murmuras con esa cara tan pálida? Aunque te hagas sugerencias a ti mismo, la realidad no cambiará. Te diré esto: desprecio a los tontos. ¿Quién se los tomaría a la ligera? No tengo intenciones de considerar a ese idiota como emperador.”
Yuushun sonrió. Tal como dijo Shouka, de los tres, Kouki era quien seguía más de cerca los pasos de Ou Ki.
“…Entonces, Kouki. ¿Ha habido noticias de la Provincia Heki?”
“Todavía no. Tardan demasiado…Quizás algo más ocurrió.”
“…¿Será que a causa del terremoto, ha ocurrido algún deslave? Me preocupa que, recientemente, haya habido tantas ligeras sacudidas…Aún cuando, de acuerdo a las estadísticas, en Kiyou rara vez ocurren terremotos.”
“Recientemente, reportes de signos de que ocurrirán desastres naturales, han llegado desde cada provincia al Gyoshidai. Al parecer, sucedió algo fuera de lo común en la Cueva Secreta de Piedra de la Provincia Heki. Después de eso, el Ministro de la Cueva de los Iluminados, se ha comportado de forma extraña.”
Yuushun puso una expresión en el rostro, como si hubiera deseado morir sin tener que escuchar eso.
“…¿No es ese un asunto que le concierne al ‘otro lugar’?... Ahh, ¿qué te parece si lo dejamos por la paz?”
“No te quejes.”
“Si, si. Sólo pensé en decirlo. Sólo lo intenté. Seguramente, tendré que trabajar como un caballo.”
“No te desesperes. ¿Qué hacemos con el Ministro de la Cueva de los Iluminados y el clan Hyou? ¿Debería enviar a alguien del Gyoshidai?”
“No tienes que hacerlo. Estará bien si lo dejas en paz.”
“Oye.”
“En este momento, ¿el Gyoshidai tiene personal de sobra para desperdiciar? Si hay alguien que esté libre, entonces mándalo. Si te han llegado reportes al Gyoshidai, entonces Uu Uu ya debe estar al tanto de estos desastres. El deber de los templos pertenecientes a la familia Hyou recolectar informes acerca de condiciones inusuales en el clima y desastres, y enviarlos al Ministro de la Cueva de los Iluminados. Durante la epidemia en la Provincia Sa, su capacidad de reunir información era tal, que iban un paso delante de nosotros en la oficina del gobernador. Si ellos no dicen nada, probablemente harán algo. En general, nuestro ámbito es gobernar, no involucrarnos en los asuntos místicos. Si ‘ese lugar’ no puede encargarse de sus obligaciones, eso sería un problema.”
“¿Crees que tengan intenciones de hacer algo?”
“¿Quién sabe? Pregúntaselo a la abuela del clan Hyou. De cualquier forma, si no lo hacen, eso significaría el fin de la familia Hyou. Realmente, si esas anormalidades son de origen sobrenatural, no podemos hacer nada. Nuestro trabajo es encargarnos de los daños, y es imposible para nosotros detener esos extraños terremotos antes de que comiencen. Como nosotros somos seres humanos normales, comunes y corrientes, estamos más que ocupados con el asunto de las langostas… ¿por qué pones esa cara?”
“…No, había pensado que quizá podrías utilizar algo de magia en caso de emergencia. Tú eres “Hourin”. Cuando me hablaste del cambio de color en las langostas, fue la primera vez que escuché eso.”
El rostro de Kouki estaba serio. Realmente parecía que lo había creído. Yuushun puso su mano en la frente.
“…Yo soy diferente de “Ryuuren”. Soy un humano normal, lo soy. Sencillamente es que, en nuestras montañas, hay un gran número de estudios y resultados de investigaciones que mis ancestros pasaron de generación en generación, y a causa de ello, tengo más conocimientos peculiares que las personas promedio. Si pudiera usar magia, no me estaría muriendo así… De todas formas, Uu Uu-sama nos dirá si es necesario el poder del gobierno. Es mejor hacer las cosas sin depender demasiado de los demás.”
“…Sólo.”
“¿Sólo qué?”
En ese momento, ellos oyeron los pasos del guardia, quien entró corriendo. Ya era medianoche.
-Mensajeros express.
Yuushun y Kouki intercambiaron miradas. Kouki ayudó a Yuushun a incorporarse y lo puso en su silla.
“…¿Ya llegó?”
“Eso parece…”
Yuushun presionó ligeramente entre sus cejas, y cerró los ojos.
Antes, su cara estaba sudorosa, y lucía como si se estuviera muriendo, pero en un parpadeo, regresó a su “cara normal”. Un cambio suficiente para impresionar a Kouki. Difícil sería para los demás, saber que Yuushun no era el mismo de siempre. Lo que vio el guardia que entró corriendo luego de gritar sólo una vez, fue a Yuushun, con su acostumbrado rostro tranquilo y dulce, y a Kouki, con una fría expresión. Una vez que los vio a ambos, el guardia pareció aliviado.
“¡Disculpen! ¡Acaban de llegar los mensajeros de la oficina de la Provincia Heki y de la Provincia Shi! ¡Traen el sello rojo, lo cual indica una emergencia! ¡Ellos solicitan ver al Primer Ministro y al jefe del Gyoshidai lo más pronto posible! También, se ha confirmado una señal de fuego en el puesto fronterizo de la Provincia Kou. ¡Parece que ellos han enviado un mensaje urgente!”
Yuushun asintió lentamente.
“Envía a los mensajeros aquí, luego de que hayan bebido suficiente agua. El Jefe del Gyoshidai y yo escucharemos primero el informe. Mientras tanto, por favor reúne a Su Majestad y a los responsables de los Cuatro Ministerios y los Seis Departamentos. –Convocaremos a una sesión de emergencia en el Salón del Trono.”

**

En cuanto Shuurei terminó de oír lo que había sucedido en la Cueva de los Nueve Colores, simplemente asintió una vez, en vez de pronunciar palabra. Era como si estuviera verificando que las piezas encajaran juntas.
Shuuei y Riou intercambiaron miradas.
“Shuurei-dono, ¿es posible que sólo con eso, sepas lo que pasó en el clan Hyou?”
“¿Eh? No, ¿cómo iba a saberlo? Sé casi lo mismo que usted, General Ran, sé que ‘algo ocurrió en la familia Hyou’. Es sólo que… probablemente entiendo la razón de que Ruka-san me haya dejado en paz.”
“¡¿Eh?!”
De repente, Shuurei lanzó una mirada extraña y perspicaz. Era como si, hasta ahora, hubiera existido un misterio que ella acababa de descubrir por primera vez.
“…A propósito, General Ran, es muy tarde para que yo lo diga pero, ¿está bien para usted no regresar?”
“Es muy tarde… Si me pides que regrese, lo haré. Pero hasta entonces, me quedaré aquí.”
Desde el principio, Shuuei no había ido ahí porque le hubieran ordenado hacer algo. Él estaba preocupado por el emperador, pero pensó en ver cómo estaba Shuurei, y hasta que las cosas se calmaran, se quedaría a su lado. Especialmente ahora que sabía que Hyou Ruka estaba interesada en el cuerpo de Shuurei, no podía dejarla ahí y regresar. Además, también estaba el asunto de Jin.
“Además, en este momento, aunque quisiera regresar, no podría.”
Shuuei se estremeció un poco ante los inescrutables ojos de Shuurei. Ella buscaba algo en los ojos de Shuuei.
“…Pero, General Ran, no es posible que haya venido aquí sin saber cómo regresar.”
“No, traté de preguntar. Uu Uu-sama dijo que podría hacerlo si conseguía que alguien de aquí, abriera la puerta para mí.”
“…¿Alguien de aquí? Pero Riou-kun dijo que incluso si queríamos regresar, no podíamos. Y usted dice que Uu Uu-sama lo envió aquí, y le dijo que hiciera que alguien abriera la puerta de regreso.”
El color en los ojos de Shuurei se profundizó. Parecía como si ella hubiera pescado algo y ahora lo estuviera jalando con todas sus fuerzas. Shuuei estaba asombrado.
(¡Un minuto! ¿Qué pasa con esto?)
Shuuei, inadvertidamente, reveló esto, pero había tratado de ser cuidadoso con los detalles de la conversación. Definitivamente no era su intención hablar descuidadamente, pero cuando lo reconsideró, esa había sido una conversación bastante normal.
(¡¿O habría sido mejor decir ‘nah, no sé cómo regresar, pero vine de todas formas’?!)
No, no lo sería. Eso habría sido definitivamente aún más sospechoso. Shuurei habría comprendido lo difícil que era para Shuuei apartarse del lado de Ryuuki, considerando su actual condición. Shuuei había venido porque sabía que habían al menos dos formas de regresar, ya fuera usando los ‘contactos’ de Jin, o ‘si alguien del clan Hyou le abría la puerta para volver’. Si le hubieran dicho que no había ninguna forma, se habría prevenido al buscarla por sus medios y luego ir, incluso si tenía que preguntarle a Ryuuren.
Él no tenía intenciones de desviar el rumbo de la conversación. No obstante…
“…General Ran, ¿pasó algo antes de venir aquí? ¿Algo importante?”
Riou miró a Shuurei con una expresión de asombro en el rostro.
Shuuei puso su mano en la frente. ¿Cómo se habían salido del tema de ‘Uu Uu-sama dijo que alguien de aquí abriera la puerta’? Era lógico que alguien preguntara ‘¿Qué sucedió?’ Porque aunque él hubiera dicho ‘No, nada pasó’, Shuurei habría notado algo, así que, ¿cómo podía decirle?
…Él había intentado no decirle ‘Es posible que haya una plaga de langostas’. Especialmente desde que vio con sus propios ojos lo mucho que Shuurei se había desgastado. El mismo Shuuei y los demás, habían sido quienes dependieron de Shuurei todo el tiempo, y finalmente la respaldaron para que renunciara. Si le contaba sobre las langostas ahora, y Shuurei se decidía a partir sin preocuparse por su propia vida, entonces ellos realmente la habrían asesinado. “Después de esto, no deberías decir ‘cielos, realmente necesitábamos a Shuurei-chan’, incluso aunque esas palabras escapen de tu boca.”
Justo como Jyuusan-hime había dicho, él ya no tenía derecho a decir eso. Es por eso que había venido aquí con mucha cautela, sin insinuar nada. Sin embargo, si mentía ahora, Shuurei lo descubriría. Y ya que había sido expuesto, no le quedaba más que ser honesto.
“…¿Cómo lo descubriste? Dímelo por favor, así aprenderé de esto.”
Shuurei rodó los ojos. Ella pensó que tal vez respondería con un ‘¿por qué?’ o ‘nada en realidad’. Ella tenía la sensación de que pudo ver claramente el instante en que algo cambió dentro de Shuuei hacia ella.
“Aunque Riou, que es ‘de aquí’ no puede regresar aunque quiera, Uu Uu-sama dijo ‘haz que alguien de ahí la abra para ti’. Eso quiere decir que si se los pedimos, la abrirán, pero entonces no hubiera dicho que ‘no podemos regresar aunque lo quisiéramos’. En otras palabras, a menos de que se lo pidamos a alguien a quien incluso Riou encuentra difícil pedírselo, no podemos volver… Son pocas las personas a quienes Riou-kun, siendo hijo del jefe del clan, encuentra difícil recurrir.”
Shuuei miró fijamente a Shuurei… ¿Desde cuando era ella capaz de sacar tan impresionantes conclusiones en tan poco tiempo? Si esa era la habilidad que ella había acumulado en el Gyoshidai, entonces era una cualidad que pondría en vergüenza a los demás oficiales.”
“Por lo visto, es gracias a que está cerrada desde adentro, que tenemos que pedirle a alguien de aquí que la abra. Es lógico. Pero, ¿acaso eso no significa que tenemos que hacer que la persona que la cerró, la abra?”
“…”
“Sólo me baso en lo que he escuchado, pero es muy probable que esa persona sea Ruka-san. Creo que eso significa que, a menos de que Ruka-san, o alguien con el mismo nivel de poder la abra, no podemos regresar.”
“…Aunque así sea, ¿por qué deduces que ‘algo ocurrió antes de venir aquí’?”
“Porque ahora que Riou-kun está aquí, Uu Uu es el Ministro de la Cueva de los Iluminados en funciones.”
La expresión de Shuuei cambió. Y fue porque él sintió que Shuurei estaba pescando un pez que nadaba más profundo de lo que Shuuei esperaba.
Fue Riou quien respondió en lugar de Shuuei.
“…Si. Justo ahora, Uu Uu está actuando como Ministro de la Cueva de los Iluminados en mi lugar.”
“General Ran, ¿Uu Uu-sama tenía tiempo libre?”
“…No, parecía demasiado presionado tanto por su cuerpo como por su trabajo, como para tener tiempo de verme. Desde hace tiempo, Uu ha estado esforzándose de más. Y también es un anciano. Riou quería regresar lo más pronto posible, así que él estaba enfadado porque no pudo volver.”
“Pese a ello, él hizo espacio en su agenda para verlo. General Ran… uh, ahora su rango ha descendido bastante.”
“Si. Mi rango es más bajo de entre los que hacen trabajos extravagantes, y tampoco tengo un nombramiento por escrito del emperador… En otras palabras, es extraño que estando tan ocupado, el Ministro de la Cueva de los Iluminados se reuniera deliberadamente y enviara a un subordinado con intenciones inciertas y que no llevaba órdenes de nadie.”
Tanto Shuuei como Shuurei asumieron expresiones cautelosas. Como no dejando escapar a la presa.
“…¿Uu Uu-sama dijo ‘haz que la abran’?”
“No. Lo que en realidad dijo fue: ‘Por favor, regresa después de hacer que todas las puertas del clan Hyou que han sido cerradas herméticamente, sean abiertas de ese lado’ y a toda costa.”
Mientras decía esto, Shuuei jalaba sus flequillos con una seria expresión.
“¿De verdad? Por supuesto, ahora que lo he escuchado, parece que eso podría tomarse como una petición del actual Ministro. No, al decir ‘a toda costa’, casi podría tomarse como una orden.”
Él recordó que desde el momento en que el Ministerio de la Cueva de los Iluminados se distanció de los asuntos políticos, era una regla que no pudieran decir las cosas claramente.
De lo único que Shuuei estaba enterado, era de las langostas. Incluso aunque Uu Uu ya estuviera al tanto de las langostas, él no creía que la familia Hyou, que se encargaba de los asuntos religiosos, pudiera hacer algo al respecto. Incluso si pudieran intervenir usando algún hechizo misterioso, Riou había dicho que, en ese momento, todos los magos y sacerdotisas por encima del rango medio, habían sido enviados fuera.
(…¿Qué significa esto?)
Hubo un sonido.
Cuando él se volteó, la cara de Riou estaba gravemente pálida.
“…Oye, ¿qué fue lo que dijo Uu?”
Shuuei no había dicho nada excesivo.
“Dijo: ‘Por favor, regresa después de hacer que todas las puertas del clan Hyou que han sido cerradas herméticamente, sean abiertas de ese lado’”
Tanto Shuuei como Shuurei sabían que Riou estaba pensando en algo con tal intensidad que se estaba mareando.
Casi gimiendo, Riou preguntó para confirmar.
“…¿haz que todas las puertas se abran, dijo?”
“Si, eso es lo que oí.”
“Después de que nosotros desaparecimos, ¿pasó algo? ¿Alguna clase de desastre?”
Shuuei estaba asombrado.
“…Cuando llegué aquí, todavía no sucedía. Escuché que era probable que ocurriera.”
“¿Qué?”
Shuuei aspiró ligeramente. Ya no podía evitarlo.
“Una plaga de langostas.”
Al instante en que ella comprendió lo que eso significaba, los ojos de Shuurei se abrieron alarmados. Langostas.
Riou lanzó al piso los documentos que estaba sujetando.
“-¡Rápido, cuéntamelo todo, idiota!”
Su grito fue suficientemente alto como para hacer pensar a cualquiera que el palacio entero se estaba sacudiendo.
En algún lugar, el ratón blanco chillaba.

**

“…Esta vez son langostas.”
Kan Hishou, el Ministro de Obras Públicas, arrugó las cejas. Rápidamente volteó al asiento que estaba a su lado. Su segundo al mando, Ouyou Gyoku estaba inexpresivo. Inexpresivo. Con tantos años de conocerlo, Hishou sabía que esto se debía a que estaba suprimiendo la avalancha de sentimientos que se revolvían en su interior. Eso no lo sorprendió. La Provincia Heki era el hogar de Ouyou Gyoku, asimismo, él era parte del clan Ouyou, que servía a la familia Heki.
La familia de Kan Hishou residía en las Provincias Haku y Koku, las cuales estaban localizadas en el frío norte del país, por lo que era difícil que las langostas incubaran ahí, como podían hacerlo en las planicies del sur, así que el daño directo ocasionado por las langostas era mínimo. No obstante, habría una montaña de efectos colaterales. Las dos provincias del norte, donde la gente padecía cada año el frío y el hambre, dependían grandemente de las provincias Kou y Shi, que eran ricas en reservas de comida. Pero si ocurría una plaga de langostas, éstas se comerían todas las cosechas existentes. Al final, hubo muchos casos en los cuales, debido a que las reservas de comida no llegaban, las dos provincias del norte fueron las más afectadas por la gran hambruna ocasionada por las langostas. Especialmente en pleno invierno, cuando no había reservas de comida.
Pronto, ése invierno llegaría.
“Las zonas afectadas son las siguientes. La fuente de la plaga está en su mayoría en la ribera del Río Tenzan en la Provincia Heki, y se cree que gradualmente invadirán la Provincia Kou y la Provincia Shi. Lo más seguro es pensar que destruirán los cultivos de la Provincia Heki en su mayoría.”
Ran Shunshin, mirando los documentos sobre la situación de las langostas, levantó las cejas.
“…Los sitios de los brotes y las zonas afectadas varían ampliamente. Especialmente, parece haber pocas incursiones en la Provincia Shi. Aparentemente, todavía no han formado grandes enjambres, como esperábamos. ¿Acaso la disminución del daño se debe a que…?”
Mientras le echaba una rápida mirada a los documentos, Ryou Anju inclinó un poco la cabeza.
“…¿Hm? Viendo esto, ¿no son la mayoría de los sitios en que el daño ha sido reducido al mínimo, donde anteriormente Ou Ki-sama fue enviado a vigilar?”
Ante esas palabras, los ojos de los altos oficiales se abrieron grandemente.
El Secretario de Asuntos Civiles, You Shuu, estrechó los ojos detrás de sus anteojos. Desde luego, los cambios en las principales posiciones de la administración provincial estaban todas, sin excepción, grabadas en la cabeza de You Shuu. Especialmente las destituciones y nombramientos de los altos oficiales.
“…Por supuesto, así parece. Ou Ki-dono, ¿es posible que cuando fuiste asignado en esos lugares para vigilarlos, hayas instruido a la gente y tomado medidas preventivas?”
“Ése era mi deber. Era lo más lógico.”
Al momento en que Ou Ki pronunció esas palabras, todos y cada uno de los oficiales miraron al emperador. Ryuuki estaba tratando con todas sus fuerzas de no bajar la mirada. Hasta ahora, nunca había sentido nada tan terrible. Aquello era sin duda, una cama de clavos, pero al mismo tiempo sabía que sus denuncias y críticas eran válidas. Para soportar eso, estaba tratando con todas sus fuerzas de reunir todo el coraje que pudiera encontrar. Era aún más difícil porque sabía que estaba pagando por lo que había hecho.
Anju prosiguió, consciente de esto o no, con un tono de voz que no mostraba ni un dejo de malicia.
“Langostas… Su kanji significa ‘insecto’ y ‘emperador’. Se dice que, hace mucho tiempo, hubo un gran gobernante que, cuando hubo una plaga de langostas, él mismo se las comió y oró, y después las langostas se extinguieron. Por supuesto, desde tiempos remotos, se dice que aquél con el poder para aniquilar a las langostas es el verdadero emperador, y de ahí surgió el kanji. Su Majestad también debe intentar lo posible.”
Ante las palabras de Anju, él sintió que el ambiente se enfriaba en ese lugar.
Ou Ki se frotó las sienes. Le lanzó una mirada de enojo a su subordinado.
“Ryou Anju, no digas estupideces. ¿Es posible acabar con las langostas comiéndoselas y orando?”
“Ah, bueno, eso es cierto. Se dice que durante el reinado de un gobernante sabio, no ocurrirían plagas de langostas.”
Los altos oficiales intercambiaron miradas, y comenzaron a murmurar en voz baja como si hubieran recordado algo.
“…Hablando de eso, el Libro de los Cambios dice…’Del desorden del soberano, proviene el desorden del mundo’, y ocurre una plaga de langostas. Desde luego, durante el reinado del emperador anterior, no ocurrió ninguna…”
“Ya han pasado cuatro años desde su coronación… Ahora que lo pienso, también hubo una epidemia en la Provincia Sa. ¿No sería posible que hubiera una conexión entre una epidemia y gobernar?”
“El ex Secretario de Asuntos Militares murió sospechosamente de repente…”
“Él hizo enfurecer a la familia Kou y el número de oficiales disminuyó, hubo un embargo y ahora una plaga de langostas, lo que no había sucedido en décadas…”
“Recientemente, los terremotos han aumentado su frecuencia… ¿Qué hay de eso…?”
En un segundo, se hizo un silencio abismal. Un silencio frío, como un vacío sin fin. Ryuuki sentía un sudor frío brotar de su frente. Estaba mareado, como si algo lo estuviera aplastando, y sintió que su visión se nublaba. Igual que si fuera un pez fuera del agua, no podía respirar bien.
“—Ahora abriremos la discusión sobre el tema de la plaga de langostas. Se dará prioridad a las medidas preventivas de inmediato. Aquellos que deseen interrumpir con argumentos inútiles en un momento como este, se les invita a retirarse inmediatamente.”
Yuushun los abofeteó con un tono de voz fuerte.
Ya que era la primera vez que el hacía esto desde que tomó el cargo de Primer Ministro, todos estaban sorprendidos.
Ou Ki fue el único que no cambió su expresión, y masajeó sus sienes.
“…Eso es cierto. Históricamente, el Gyoshidai ha sido el responsable de las medidas preventivas contra las langostas—“
Yuushun interrumpió cortésmente a Ou Ki.
“Primero, escuchemos la opinión de su Majestad.”
Kouki lentamente levantó la cabeza. El Secretario Kei de Finanzas se estremeció. Su cara estaba preocupantemente pálida, hasta el grado de poder verla aún fuera del alcance de su visión. Luego de leer los informes, de momento, nadie comprendió el motivo de que el Ministerio de Finanzas recortara los fondos para las medidas preventivas contra las langostas al mismo nivel que habían estado durante la guerra entre los príncipes, y no se habían elevado. Ryuuki estaba hasta el cuello de críticas silenciosas provenientes de todos lados, y su mente estaba confusa. Si tomaba una decisión y decía alguna tontería –no, más bien, ¿qué pasaría si no decía nada? –El Secretario Kei estaba inquieto. ¿Acaso él lo ayudaría?
(¿Mi… opinión?)
Probablemente, Ryuuki no sabía lo que le estaban diciendo. Tiempo atrás, cuando su madre lo golpeaba, si él se hacía un ovillo de forma que no pudiera ver nada, y se quedaba callado, aguantando, eventualmente, todo se terminaría. Si esperaba, su hermano llegaría en su auxilio. Sin embargo, ahora nadie vendría. Nadie le diría nada. Y tampoco estaba Riou.
(Yuushun… ¿qué diría él que se debería hacer respecto a este asunto…?)
Él no se lo había preguntado. Yuushun no le había dicho nada sobre qué hacer.
¿Qué debía decir? Él no tenía la más mínima idea… entonces, ¿qué?
Yuushun, con el abanico en mano y cerrando los párpados, lo apresuró.
“MI Señor, ¿qué crees que sea lo mejor?”
Aquél con el poder para aniquilar a las langostas es el verdadero emperador. Ryuuki también había leído algo así en los libros. Entonces.
(Yo…)
Ir y exterminarlas. Pero, ¿cuál era el mejor método?
Para Ryuuki, ésa sería la mejor decisión. Pero.
¿Cuál sería la mejor opción para los demás aparte de Ryuuki? ¿Qué era lo mejor para el pueblo de la Provincia Heki y Kou?
Cerrando el puño, Ryuuki miró a esa persona, aunque sentía cierta pesadez como si estuviera arrastrando plomo.
“Ou Ki-dono.”
Ou Ki alzó ligeramente una ceja, como si no esperara que lo llamaran.
“-Quiero darte plena autoridad para hacer frente a las langostas. ¿Qué opinas?”
Kouki y Anju, inusualmente, mostraron algo de verdadera sorpresa. Son Ryouou también estaba un poco sorprendido.
Pese a que Anju deliberadamente dijo “Aquél con el poder para aniquilar a las langostas es el verdadero emperador”, él le estaba dando esas atribuciones de poder a Ou Ki. Y tanto más, en este momento, el emperador estaba rodeado. Ou Ki mismo, sin siquiera inmutarse, le sostuvo la mirada a Ryuuki.
Por un momento, hubo un pesado silencio.
“-Que así sea. Si esa es su orden, la llevaré a cabo de inmediato. No obstante, hay una cosa. Quiero que me conceda la autoridad para comandar al ejército. Ésas son mis condiciones. ¿Qué opina usted de esto?”
-La autoridad para comandar al ejército.

Él dijo eso con tal indiferencia, que tomó un tiempo para que el impacto se dispersara.
Si Ou Ki, quien como jefe de la Cancillería, que estaba al nivel del Consejo de Estado, decía que deseaba recibir el derecho para comandar al ejército, entonces eso quería decir que lo que estaba diciendo era ‘déme el poder para comandar a la armada entera.’
Como de costumbre, Kan Hishou abrió la boca.
“…Un minuto. Un ejército está bien, pero no necesitas la autoridad para comandar a toda la armada. ¿Acaso no tienes ya a Son Ryouou, el Ministro de Asuntos Militares, a tu entera disposición? No importa como lo veas, eso es demasiada autoridad.”
“Yo soy el Canciller, por eso tengo la autoridad para hacer tal petición. Además, mi intención no es movilizar a todo el ejército a la vez. Es porque no tenemos tiempo que perder para enviar peticiones a Kiyou cuando sea necesario. A diferencia de los humanos, las langostas no se sentarán a esperar una respuesta.”
Las cejas del Ministro de Finanzas también se alzaron bajo su máscara.
“…Son contadas las ocasiones en que el ejército central se ha movilizado a las provincias, excepto cuando se ha tratado de una guerra. Sin embargo, si es para salir a exterminar langostas… De necesitarse un ejército, creo que lo normal sería tomar prestados los ejércitos de las provincias y ciudades.”
“¿Hay alguna ley que prohíba enviar al ejército a exterminar langostas? Ministro Rai.”
“No la hay. Por lo tanto, no me importaría si eso se hiciera. Las langostas son el peor de los desastres naturales. Mientras esperamos una respuesta, dos o tres villas pueden ser arrasadas. Una vez que llegan, no se irán enseguida, normalmente. Desde luego, si se envía al ejército, me gustaría que los enviara con bastantes provisiones. De no ser suficientes, los suministros de comida serían arrasados por el ejército central, en vez de las langostas… Siempre y cuando se eviten semejantes ridiculeces, yo no tengo queja alguna.”
Kouki puso una cara de enojo, pero Ou Ki y Son Ryouou asintieron discretamente, y no se enfadaron.
Hasta el momento en que el emperador Senka asumió el trono, tales cosas eran cotidianas.
“Es lo más lógico. Solicité al ejército para que una vasta cantidad de suministros pudiera ser enviada a cada lugar al mismo tiempo con la mayor rapidez. Por suerte, debido al embargo reciente de la familia Kou, los almacenes del gobierno tienen amplios suministros de comida y carbón que no se utilizaron. Por favor, permítame disponer de ellos. –Su Majestad, Primer Ministro, ¿qué opinan de esto?”
Darle a Ou Ki la autoridad para comandar a la milicia.
Era como si no estuviera claro quién de ellos era el emperador.
Ryuuki, en medio de su averiado campo visual, finalmente… asintió aturdido.
“…Ya veo. Le daré a Ou Ki-dono… la autoridad sobre la milicia.”
Él sintió que Yuushun estaba sonriendo.




***

Fuente: http://yuzutea.net/log/2010/01/saiunkoku-book-15-chapter-6/

>Temas Relacionados - Volumen 15 Prólogo - Volumen 15 Capítulo 1 1/3 - Volumen 15 Capítulo 1 2/3 - Volumen 15 Capítulo 1 3/3 - Volumen 15 Capítulo 2 1/2- Volumen 15 Capítulo 2 2/2 - Volumen 15 Capítulo 3 1/4 - Volumen 15 Capítulo 3 2/4 - Volumen 15 Capítulo 3 3/4 - Volumen 15 Capítulo 3 4/4 - Volumen 15 Capítulo 4 1/2 - Volumen 15 Capítulo 4 2/2 - Volumen 15 Capítulo 5 1/2 - Volumen 15 Capítulo 5 2/2 - Volumen 15 Capítulo 7 - Volumen 15 Epílogo


2 comentarios:

  1. ay esto me tiene realmente confundida! me encanta yushuun pero pensar que una parte de él no le es fiel a ryuuki me desespera! aunque al parecer es totalmente fiel ay noséeee que pensar de él.

    ResponderEliminar
  2. aii, tienes mucha razón... aunque siempre he dicho que yo siempre sospeche de Yuushun desde el principio, aunque no se que trama en realidad...
    esto se pone mas emocionante cada vez!

    ResponderEliminar