Título: "Relatos olvidados de los Archivos Imperiales"
("Forgotten works of the Imperial Archives")
Autora: AltheaSaDiablo
Traducido por Violet Raven y corregido por Sakura Suzumiya
("Forgotten works of the Imperial Archives")
Autora: AltheaSaDiablo
Traducido por Violet Raven y corregido por Sakura Suzumiya
Relato 14 - Sextina: Descongelando el Hielo de los Años
Nota de la autora: Este fue escrito en respuesta a uno de los retos de saiunchallenge de livejournal community. Es… muy poético, y más que sólo un poco extraño. La respuesta a la mayoría de sus preguntas es si, esa era mi intención. Al final incluí referencias poéticas porque soy un fanático de eso, pero no son esenciales para la historia, son meras ideas que tuve al escribir, y así están conectados al texto. Si, ya sé que esto no es una sestina (poema). Les explicaré cómo se relaciona esto con la rara forma en que trabaja mi mente pero, ¿realmente quieren saber?
***
Increíblemente, la torre era de piedra blanca, sin puertas ni ventanas. Las caprichosamente curveadas copas de los árboles se entrelazaban con vides talladas en ellas donde la plateada luz de luna con sus múltiples fases dispersaban su luz en las arqueadas vigas. Los lisos extremos se volvían más tersos debido a una capa de hielo que nunca se derretía.
Él la escaló tan fácilmente como una nube atraviesa la luna. El penetrante frío de las paredes hacía que los dedos le dolieran, le ponía la piel de gallina y la estremecía, pero esto no era nada comparado con el fuego que corría por su sangre, haciéndola arder cual flor de fuego brotando dentro de la prisión de sus costillas.
El salón en la cima era como un jardín dentro de un enrejado de blancos carámbanos; con su más bella flor encadenada en su centro. Él se arrodilló a sus pies, y las blancas cadenas se desvanecieron como la nieve bajo el sol primaveral; dejándolo a él sosteniendo un precioso y delicado tobillo en la callosa palma de su mano.
Sin saberlo, él levantó la mirada hacia ella, hasta que sus ojos cambiaron de un rojo sangriento a uno de fuego. “¿Vendrás conmigo?”
La primera vez, ella se rió de él y lo llamó desquiciado. Esta vez, ella se rió de él, retiró su pie de sus posesivas manos e hizo que se levantara. “Estás loco,” le dijo, permitiéndole con divertida y majestuosa condescendencia, tomarla en sus brazos.
Los edificios y muros que cobijaban el jardín eran de un color terracota seco. Los árboles frutales sostenían sus fecundas ramas al límite con ponderosa dignidad, vencidas por el invierno. No había hielo, pero la corriente de la cascada que estaba entre las rocas era un témpano congelado, y el estanque un espejo bordeado de preciosos helechos blancos. Los marrones tallos y hojas lo rodeaban, e incluso la fina arena del camino lucía como plata congelada a la luz de la luna.
Él la encontró oculta en un refugio, rodeada de vides enroscadas. A ella parecía no afectarle el frío, pero de todas formas, él cubrió sus hombros con una manta extra que llevaba consigo y también sus brazos. Su pelo contra su mejilla se sentía sedoso y frío.
“Deberías entrar,” dijo él. “Está helando.”
“Quería escuchar a las flores una última vez,” dijo ella.
Plumas de hielo adornaban las curveadas hojas secas mientras éstas colgaban, secas y vacías de vida. “Volverán a florecer en primavera,” dijo él, como si ella necesitara el consuelo de sus palabras.
“No están muertas, tonto. Mira.” Ella alcanzó un tallo plateado y desecado, apretándolo con sus dedos, soplando dulcemente entre sus pulgares. Al abrir las manos, los pétalos florecían como fuego en la prisión de sus marmóreos dedos.
Él exhaló una fugaz nube blanca en el aire inmóvil.”Hermoso.”
Ella torció los dedos alrededor del verde tallo de la rosa, luego se volteó entre sus brazos y puso la mano sobre su pecho. “Es para ti,” dijo ella, dirigiendo con facilidad el rostro de él hacia el de ella. “Porque esta es la última vez.”
Su aliento dio a sus labios el calor preciso antes de que ella lo besara, y su corazón se encendió dentro de su jaula por debajo de su mano.
Nota de Violet: (No incluí los poemas que Althea menciona al principio :P)
Fuente:
http://www.fanfiction.net/s/3591153/14/Forgotten_Works_of_the_Imperial_Archives
Él la escaló tan fácilmente como una nube atraviesa la luna. El penetrante frío de las paredes hacía que los dedos le dolieran, le ponía la piel de gallina y la estremecía, pero esto no era nada comparado con el fuego que corría por su sangre, haciéndola arder cual flor de fuego brotando dentro de la prisión de sus costillas.
El salón en la cima era como un jardín dentro de un enrejado de blancos carámbanos; con su más bella flor encadenada en su centro. Él se arrodilló a sus pies, y las blancas cadenas se desvanecieron como la nieve bajo el sol primaveral; dejándolo a él sosteniendo un precioso y delicado tobillo en la callosa palma de su mano.
Sin saberlo, él levantó la mirada hacia ella, hasta que sus ojos cambiaron de un rojo sangriento a uno de fuego. “¿Vendrás conmigo?”
La primera vez, ella se rió de él y lo llamó desquiciado. Esta vez, ella se rió de él, retiró su pie de sus posesivas manos e hizo que se levantara. “Estás loco,” le dijo, permitiéndole con divertida y majestuosa condescendencia, tomarla en sus brazos.
Los edificios y muros que cobijaban el jardín eran de un color terracota seco. Los árboles frutales sostenían sus fecundas ramas al límite con ponderosa dignidad, vencidas por el invierno. No había hielo, pero la corriente de la cascada que estaba entre las rocas era un témpano congelado, y el estanque un espejo bordeado de preciosos helechos blancos. Los marrones tallos y hojas lo rodeaban, e incluso la fina arena del camino lucía como plata congelada a la luz de la luna.
Él la encontró oculta en un refugio, rodeada de vides enroscadas. A ella parecía no afectarle el frío, pero de todas formas, él cubrió sus hombros con una manta extra que llevaba consigo y también sus brazos. Su pelo contra su mejilla se sentía sedoso y frío.
“Deberías entrar,” dijo él. “Está helando.”
“Quería escuchar a las flores una última vez,” dijo ella.
Plumas de hielo adornaban las curveadas hojas secas mientras éstas colgaban, secas y vacías de vida. “Volverán a florecer en primavera,” dijo él, como si ella necesitara el consuelo de sus palabras.
“No están muertas, tonto. Mira.” Ella alcanzó un tallo plateado y desecado, apretándolo con sus dedos, soplando dulcemente entre sus pulgares. Al abrir las manos, los pétalos florecían como fuego en la prisión de sus marmóreos dedos.
Él exhaló una fugaz nube blanca en el aire inmóvil.”Hermoso.”
Ella torció los dedos alrededor del verde tallo de la rosa, luego se volteó entre sus brazos y puso la mano sobre su pecho. “Es para ti,” dijo ella, dirigiendo con facilidad el rostro de él hacia el de ella. “Porque esta es la última vez.”
Su aliento dio a sus labios el calor preciso antes de que ella lo besara, y su corazón se encendió dentro de su jaula por debajo de su mano.
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Nota de Violet: (No incluí los poemas que Althea menciona al principio :P)
Fuente:
http://www.fanfiction.net/s/3591153/14/Forgotten_Works_of_the_Imperial_Archives
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