jueves, 2 de julio de 2009

VOLUMEN 10 (escena entre Yuushun y cía con Anju y Kouki)

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.

PARTE DEL VOLUMEN 10
Posteado por Charmian
Traducido por Violet Raven


‘Esta es una escena que considero lo suficientemente importante en las novelas como para tener una ilustración de ella, pero fue cortada del anime por alguna razón. O_O

Advertencia: Como ya es costumbre, aclaro que no soy experto, lean la traducción bajo su propio riesgo, puede haber errores o malas interpretaciones.

En el palacio, Yuushun iba caminando solo con su bastón, en camino para ver a Kijin y Reishin. Para Yuushun, el caminar siempre le ayudaba a pensar. A causa de que sólo podía caminar lentamente, había empezado a pensar en varios asuntos en lo que duró su recorrido, que de otra forma, le hubieran hecho malgastar el tiempo. Y al hacerlo así, misteriosamente, llegó a su destino más rápido. Junto con el sonido de su bastón golpeando contra el piso mientras caminaba, repasó las piezas de información en su cabeza, una por una.

Repentinamente, sintió que alguien a su lado apoyaba suavemente su brazo en lugar de su bastón, y dio un paso largo. Al levantar la cabeza, vio a Reishin a su lado sujetando su brazo, y enfrente de él estaba Kijin, parado frente al pilar como para evitar que Yuushun se estrellara con él. Ambos –Kijin bajo su máscara, como siempre- inclinaron sus frentes.

“Yuushun, no deambules solo por ahí.”

“…Es peligroso que andes caminando mientras vas perdido en tus pensamientos, así que por favor deja de hacerlo. ¿Todavía no te has deshecho de ése hábito?”

Los ojos de Yuushun se abrieron ante el repentino regaño de sus dos amigos. ¿Por qué habían aparecido de repente a su lado las dos personas a las que iba a ver?

“No es que hayamos venido aquí a verte. Fue sólo una coincidencia.”

“Si, sólo una coincidencia.”

Ambos dijeron tales cosas, aún cuando él no había dicho nada. Probablemente su majestad los había contactado y vinieron aquí para verlo. Tal como-

“Jeje, ya que ustedes dos están caminado juntos, parece que se han hecho buenos amigos”, dijo Yuushun inocentemente, ocasionado que ambos, al mismo tiempo, hicieran caras.

Yuushun estalló en risas. Tenía que dejar de burlarse de ellos antes de que empezaran a pelear el uno con el otro.

“Gracias por venir hasta aquí para verme. Tengo algo que decirles a ambos.”

Si alguien estuviera mirando alrededor y viera el temible espectáculo del Ministro de Asuntos Civiles y el Ministro de Finanzas parados juntos, se habría dado vuelta y echado a correr como un conejo asustado al instante.

La escena era parecida a la de un amuleto contra el demonio, o más exactamente, como un poderoso repelente de insectos, pensó Yuushun. Entonces, sus suaves facciones se tornaron severas. Miró a Reishin y a Kijin, y luego hacia los dos hombres que caminaban directo hacia él.

Ellos eran un poco más grandes que ellos tres, casi al final de sus treintas, y uno de ellos estaba inmerso en una dura atmósfera que emitía un frío invernal, y el otro desprendía un aire tranquilo y llamativo a su alrededor, y viéndolos a ellos tres, su boca se relajó en una sonrisa relajada.

Rishin y Kijin también lo notaron. Al mismo tiempo, sus ojos se estrecharon. En un segundo, la atmósfera se llenó de tensión, como si volaran chispas frías.

Al pasar junto a ellos, los pálidos y glaciales ojos de Kouki se volvieron hacia los dos Ministros.

“-No sean tan insolentes. ¿Han olvidado cómo saludar a alguien de rango más alto?”

Dentro de su baja y gris voz, liberada sin un solo movimiento de su frente, estaba una fuerza severa, como de condena.

“Kouki, no lo eches a perder, porque si abres la boca, hablarás más de la cuenta,” Anju le interrumpió. En contraste a la expresión de Kouki, su apacible y brillante sonrisa resplandecía. Con su ropa de oficial levemente arrugada, no había otro oficial que luciera como si estuviera a punto de ir a un banquete que él.

“Pero, ya saben, es cierto que Kouki y yo tenemos un rango más alto que ustedes dos, así que, ¿podrían inclinarse ante nosotros? No es realmente mucho problema. ¿Acaso no había dicho antes el Primer Ministro Tei que los oficiales deberían ser respetados? [Refiriéndose a sus diez condiciones.]”

Habiéndoles citado las palabras de Yuushun, Reishin y Kijin se mordieron ligeramente los labios. Sin palabras, ellos cedieron el paso y dieron media reverencia. [en términos técnicos…] Esta ocasión, la verdad era que la otra pareja estaba por encima de ellos en edad, rango y experiencia.

“Gracias. Bueno entonces.”

Al tiempo que ellos retomaron su camino sin inclinarse ante Yuushun, cuyo rango actual era el más alto que el de los altos ministros, Reishin los llamó.

“Esperen. ¿Qué hay del saludo para Yuushun?”

Ante la fría voz de Reishin, Kouki inexpresivamente al final posó su mirada en Yuushun, y por primera vez, una fría sonrisa apareció tallada en sus labios.

“No lo noté. Generalmente, eso es algo que uno debería decir para sí mismo. Tratado como a una princesa, ¿eh?”

A diferencia de Kouki, quien continuó caminando sin inclinarse, Anju llevó a cabo una media reverencia hacia Yuushun.

“Si no me lo hubieran dicho, también me habría ido sin hacer nada. Como dijo Kouki, desde ahora, hágalo usted mismo. Uno no debería ser protegido como a una princesa.”

Y con un leve movimiento de su mano, Anju también dejó el lugar con pasos ágiles.

Como un escape a su enojo, Reishin golpeó su abanico contra el pilar. El broche de éste salió volando y se separó. Entonces, Kijin, quien había permanecido en silencio detrás de su máscara, se volteó hacia Reishin.

“Esta vez tú cometiste el error. Fue porque hablaste antes que Yuushun, que ellos dijeron tales cosas de él.”

“¿Qué? Me reprenden y hacen que me incline ante ellos, ¿e ignoran a Yuushun?”

“Para ti la palabra soportar es-“

Entre ellos dos, que discutían airadamente, la parte interesada, Yuushun, no tenía espacio para detenerlos. Encontrando un hueco en la conversación, él golpeó el piso con su bastón, como lo hacía en el pasado. El leve sonido reverberó.

“Bien, es suficiente. Reishin, ¿cuál es la proporción relativa de oficiales del Examen Imperial y oficiales Shi-in en el gobierno?”

Ante estas palabras, que ignoraban los dimes y diretes entre ellos, Reishin y Kijin titubearon.

A diferencia del examen imperial, en el sistema shi-in, los descendientes de familias renombradas o con ancestros destacados, podían acceder a la corte como oficiales basados en los logros de sus antepasados, en caso de que lo desearan, sin condiciones adicionales. A causa de esta naturaleza, la mayoría de ellos eran nobles, Ki Kouki y Ryou Anju estaban entre aquellos que habían utilizado el sistema Shi-in, no el examen imperial, para entrar al camino de la administración.

Reishin murmuró su respuesta disgustado.

“Aunque por un tiempo han sido presionados por el grupo del examen imperial, los años recientes ha permanecido 50 contra 50.”

Ou Ki y Ki Kouki habían guiado diligentemente a los recién entrenados y nobles oficiales Shi-in, tanto así, que entre ellos había muchos que eran inesperadamente útiles. Ryou Anju hábilmente preservó su neutralidad, mientras que Ou Ki y Ki Kouki actuaban de forma ortodoxa, así que él frecuentemente servía como intermediario entre ellos y el grupo del examen imperial.

A la mente de Yuushun vinieron los rostros de Ou Ki y Ki Kouki. Aunque Anju era neutral, también era amigo de Kouki. Lo que más mantenía sus orgullos en alto era, más que sus apellidos, su confianza en ellos mismos. Especialmente, Kouki y Anju tenían una posición oficial por encima de la de Reishin y Kijin, así como experiencia, y poseían verdadero poder, lo que significaba que no se retirarían si eran atacados de frente. Como no era fácil aparecer en escena y perturbar el orden del examen imperial, para ellos el haber empezado con un rango otorgado por el sistema Shi-in y después hacer a un lado a los demás nobles, iniciando con los de las ocho familias, al igual que la facción del examen imperial, quería decir que su triunfo no significaría ningún logro. De ahora en adelante, sin importar lo ocurrido previamente, manejar a estas dos facciones y mediar entre ellas era ahora el deber de Yuushun.

“Ya veo. ¿Podemos irnos?”

Yuushun volteó a ver con una mirada gentil a sus dos amigos, quienes parecían haberse calmado un poco.

“Gracias por lo de antes. Aunque ustedes dos me protejan como a una princesa, no me importa. No me importa lo que me digan los demás sobre eso, realmente no me molesta.”

Siempre que aparecía en la corte, la expresión de Yuushun se volvía ligeramente más tensa. Sin embargo, su sonrisa seguía siendo tal que, sin importar lo que pasara, lo abarcaba todo, justo como el agua.

-Habían pasado diez años desde aquellos días.

Pese a que ellos entendían que eso estaba bien para él, Reishin y Kijin no pensaban en decir o hacer cosas por error. Esto tendría el efecto contrario al involucrar a Yuushun de diversas maneras. Los dos seguían intentando averiguar cómo podían ayudar y proteger a Yuushun.

En el corredor, caminando al mismo ritmo que el paso lento de Yuushun, Kijin gentilmente le pidió a su amigo:

“Yuushun, si tú me llamas, vendré. No deambules tanto por los corredores.”

“No, si no camino mientras puedo, eventualmente ya no seré capaz de caminar. Además, mientras camino, puedo organizar mis pensamientos, y cuando veo las cosas con mis propios ojos, hay muchas cosas que puedo descubrir.”

“… Entonces, por favor, consigue un guardaespaldas.”

“Probablemente aunque rechacé su oferta de un guardaespaldas, conociendo la personalidad de su majestad, creo que ya me ha asignado uno. La razón por la que lo rechacé es porque pensé que no haría mucha diferencia si un oficial militar está a mi lado o no. Con esta pierna, no hay forma de que pueda escapar a ningún lado.”

Reishin permaneció en silencio.

Si bien Yuushun frecuentemente se enfadaba o regañaba a sus dos amigos más jóvenes, cuando ellos buscaron la forma de ayudarlo, él nunca se enojó.

Siguiendo el sonido del bastón, Reishin murmuró.

“… Yuushun.”

“¿Si?”

“… L… l… lo siento. Quizá yo… hablé de más… Pero realmente no creo que lo que dije estuviera mal, así que puede que vuelva a decirlo… En realidad, tengo la confianza para decirlo de nuevo, absolutamente.”

Yuushun tampoco se enfadó esta vez. Sonriendo, lo detuvo antes de que siguiera cavando en sí mismo, como hacía en el pasado.

“Si lo entiendes, está bien. Gracias a los dos por protegerme.”

Después, alzó la cabeza con la expresión del Primer Ministro.

“Reishin, Houju. Les dejo Asuntos Civiles y el Ministerio de Finanzas a ustedes. Durante este caso, pase lo que pase, por favor no vacilen y sujeten las riendas con firmeza.”

Kijin asintió, mientras que Reishin refunfuñó.

“Ya que estás aquí, ¿hay forma de que pueda pasar algo?”

“Aún cuando trabajo muy duro, no soy todopoderoso, Reishin. Es por eso que se los estoy pidiendo a ustedes.”

Ante esta petición, Reishin alejó la mirada, pero no se negó.

“Por favor, préstenme su fuerza.”

Ambos eran muy débiles ante la inusual petición de un favor del independiente Yuushun.’

Fuente: http://yuzutea.net/log/2008/01/part-from-vol-10/

***

Quise incluir esta escena porque además de que es divertido ver humillado por primera vez a Reishin XP, la participación de Yuushun en este punto de la historia empieza a cobrar más importancia y sobre todo, hay conversaciones entre él y otros personajes que van dejando pistas acerca de su “misterioso” pasado, que poco a poco iremos descubriendo. > Temas Relacionados - Volumen 10 (Resúmen parte 1) - Volumen 10 (Resúmen parte 2) - Volumen 10 (Diálogo Tan Tan y Shuurei...) - Volumen 10 (Diálogo Shuurei y Shouka) - Relato extraño sobre Sakujun


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