lunes, 22 de junio de 2009

GAIDEN 2 (Traducción COMPLETA parte1 “Outou Jouriku! Ryuuren Taifun”)

Nota aclaratoria: El siguiente texto es una traducción al español hecha de su original en inglés. Para mayores referencias, consultar la fuente que se cita al final.

Outou Jouriku! Ryuuren Taifun
(¡Ryuuren, el tifón, desciende sobre la Capital!)
Posteado en inglés por nishitamachi
Traducido por Violet Raven
(Primera parte)

…’Este es un evento que ocurrió cuando Shuurei estaba por ingresar como oficial imperial. La historia toma lugar al final del invierno cuando Shuurei, Eigetsu y Ryuuren habían finalizado la última etapa del examen imperial y estaban esperando a que el resultado fuera anunciado.

***


“Fu. Fu fu fu fu”

Kouyuu sintió un repentino escalofrío en su espalda mientras escuchaba la escalofriante risa de su superior, quien también era su padre adoptivo.

“Estoy muy complacido con todas ellas. Son obras maestras. Ciertamente no son nada comparadas con el original, pero estas servirán para practicar. No me importaría enviar un premio al maestro artesano de la familia Kou.”

Después de regresar de un lugar desconocido para cualquiera, Kou Reishin había pasado casi media hora detrás de su ougi (su abanico). Su sonrisa era espeluznante y seguía murmurando algo que nadie podía comprender. Los sirvientes de la mansión habían estado rogándole a Kouyuu que hiciera que su amo dejara esa escalofriante actitud suya, pero era una tarea imposible de cumplir para alguien que no fuera cierta persona en el mundo que tenía la habilidad de hacerlo.

Conciente de esta misión imposible, Kouyuu se preparó a sí mismo para entrar a la habitación. Él tenía alguna información que darle a su padre adoptivo.

“Umm… Reishin-sama.”

“No puedo dejar de reír de tan solo pensarlo.”

…él ni siquiera escuchó que Kouyuu lo estaba llamando por su nombre.

En cualquier otra ocasión, Kouyuu siempre era lo suficientemente sabio para no ponerse a sí mismo en una situación peligrosa, pero hoy no lo podría evitar. Kouyuu no tenía otra opción que usar su último recurso, sabiendo que la conclusión sería aterradora.

“…llegó una carta de Shouka-sama.”

“¡Idiota! ¡Debiste subrayarlo antes de decirlo!”

Kouyuu dijo eso en un tono tan bajo, casi murmurante, pero Reishin inmediatamente reaccionó. En cuanto a Kouyuu, al menos él seguía tratando de corregir lo que acababa de hacer.

“¿Perdón? Yo no dije nada: quizás se trata de una de esas voces imaginarias que sueles escuchar.”

Craank. El ougi dejó salir un ruido.

“Mintiéndome… Vaya que has crecido, ¿eh, Kouyuu? Te has vuelto descarado. Entonces, te daré todo mi trabajo. Tiene que estar listo en un día. No escribiré ninguna indicación, así que tendrás que hacerlo por tu cuenta en el lapso de medio día. El verdadero trabajo debe hacerse después de eso, también en medio día. No seas flojo.”

“…si.”

Si sólo Reishin estuviera en plan serio, habría podido terminar todo ese trabajo en cuestión de horas, Kouyuu suspiró profundamente en su corazón. Nuevamente, fue Kouyuu quien buscó problemas, y ahora tenía que lidiar con las consecuencias.

“¿Y? ¿Qué pasa?”

“Shuu… el General Ran se tomará varios días libres desde hoy.”

“No me interesa. También tú, no hagas cosas innecesarias. Triplicaré tu carga de trabajo, así que más te vale quedarte callado en la oficina… No te acerques al Emperador por el momento.”

“…Reishin-sama.”

“No tengo intenciones de consentir a ese mocoso. Y también, tú eres un miembro de la familia Kou.”

Kouyuu no pudo evitar sentirse feliz al ser tratado como un integrante de la familia Kou. Aún así, un ligero sentimiento de soledad se escondía en la palabra “también” que estaba incluida en la oración. No obstante, Kouyuu no podía desafiar la orden del actual jefe de la familia. Reishin debía tener sus razones.

Kouyuu suspiró.

“Oh, voy a salir esta noche. Cuida de todo mientras no estoy.”

Sin esperar la respuesta de su hijo adoptivo, Reishin regresó a su anterior estado de risas escalofriantes.

***

En contraste al inexplicablemente buen humor de Kou Reishin, había un joven deprimido en la mansión Ran. Este también era uno de esos raros acontecimientos.

Un día invernal, cuando el frío viento estaba soplando, llegó una carta de la mala fortuna de parte de uno de sus hermanos mayores.

“Examen- Ryuuren- cuídate.”

Era una oración corta consistente en unas cuantas palabras. Muy dentro del corazón de Shuuei, esa sola oración no sólo convocaba a los fríos vientos invernales, sino que creaba una tormenta de nieve. Incluso para Shuuei mismo, la orden era simple, no le dejaba siquiera una oportunidad para negarse. Sin embargo, Shuuei aún quería expresar su parte en todo esto.

Aprovechando, Shuuei escribió su respuesta e hizo que se la enviaran a sus hermanos mayores. Él sabía que tomaría cierta cantidad de tiempo antes de que la carta llegara, pero no podía quedarse sin escribir una respuesta.

“No seré responsable por cualquier cosa que llegue a suceder.”

... Cuando los exámenes imperiales terminaron, llegó la respuesta de sus hermanos mayores.

“No esperamos que lo hagas.”

Una ligera sonrisa apareció en sus labios, mientras los ojos de Shuuei corrían a través de la cortísima respuesta.

(Los hermanos mayores en la Provincia Ran seguro que decían las cosas con facilidad.)

Sin duda, el menor de sus hermanos estaba en el centro del más grande tifón que ocurría en este año de exámenes imperiales. Estando justo en el ojo del tifón, por supuesto, no afectaba para nada a ese hermano suyo, pero sus alrededores habían sido arrastrados por la fuerza de la tormenta. Lo que quedaría después es el espantoso número de víctimas que no escatimarían siquiera una sola hebra de pasto.

Sin lugar a dudas, cierto jovencito y cierta chica estarían entre las víctimas. Para su mala suerte, –debido al hecho de que ellos eran inmunes al carácter de Ryuuren- quienes eran ajenos a la situación, no los consideraban a ambos como víctimas, en vez de eso, ellos igualmente eran etiquetados como ‘malditos mocosos’ al igual que Ryuuren. El hecho de que ellos aprobaron uno tras otro los exámenes provinciales en los primeros lugares a su corta edad, y que tres de los cuatro pertenecieran a las 7 familias de Saiunkoku, dos de los cuales eran descendientes directos de las más distinguidas familias de nobles, nobles entre los nobles, los Kou y los Ran; todos esos hechos no tenían efecto sobre el excéntrico hombre caminante conocido como Ran Ryuuren.

(Shuurei-dono… Eigetsu-kun… Hakumei-kun… de veras lo siento.)

Con los pensamientos de los involucrados en el desastre flotando en su mente, Shuuei no pudo evitar sentir pena por ellos.

Las escenas de aquellos altos oficiales imperiales seguían frescos en su mente. Pese a sus advertencias, uno tras otro habían ido a saludar a Ryuuren, y todos ellos regresaron a casa con los rostros pálidos. Sólo un día después de que Ryuuren entró al dormitorio preparado para los candidatos al examen, el edificio en el que él se hospedó había sido nombrado ‘el dormitorio embrujado número 13’. Los oficiales a cargo de la administración de ese dormitorio, habían salido corriendo uno tras otro y desesperadamente escribieron su carta de renuncia. Entre todos esos oficiales, había uno de ellos, cuyo alarido seguía claro en su mente.

“No… no, ya tuve suficiente. ¡Por favor, déjeme renunciar! ¡Quiero renunciar como administrador del dormitorio número 13! ¡¿Qué clase de castigo es este?! ¡¿Acaso hice algo para enfadar a Su Majestad?! Esos chicos…¡¿Qué clase de espíritus vengadores son?! Si las cosas siguen así… si las cosas siguen así, ¡me voy a quedar calvo en cuestión de días! ¡Esos chicos son ingobernables!”

La usual elegancia del oficial se había evaporado y lloraba tan fuerte como un niño. Era tan patético que Shuuei no podía soportar seguir atestiguando la escena que se desarrollaba frente a sus ojos ni un segundo más. Había demasiados oficiales en el mismo estado desconcertado que el anterior.

(Como era de esperarse, aquél legendario examen de pesadilla, cuando el ministro Ko (Kijin) y el ministro Kou (Reishin) participaron, no era nada comparado a este examen, mucho menos al de mi tiempo…)

La brisa de su tiempo, no era nada comparada a esta. En ese entonces, Shuuei no pudo evitar sentirse mal a causa de esta clase de viento, y ahora empezaba a arrepentirse.

Sin embargo, la víctima que tenía que recibir la mayor porción de los incontables daños al enfrentarse a Ryuuren era, sin lugar a dudas, él mismo. De ahora en adelante, incluso si conseguía realizar grandes proezas para que la gente siguiera hablando de él y recordándolo por mil años, la oración que pondría fin a cualquier alabanza, seguramente sería esta:

“Pero, él es el hermano mayor de ése Ran Ryuuren, ¿verdad?”

…el humor de Shuuei estaba por los suelos.

A pesar de estar reacio a hacerlo, y dada su obligación para recoger a Ryuuren al final de la jornada de exámenes, Shuuei fue a los dormitorios de los candidatos y cada paso que daba era tan pesado, que parecía que sus piernas estuvieran inutilizadas con hierro.

Uno


(…¿Por qué tengo que sacrificar mis preciados días de vacaciones por él?)

Era una mañana serena, tanto así que hasta el más mínimo sonido podía escucharse fuerte y claro. Era una mañana al comienzo de la primavera, en la que el aliento se convertía en humo blanco.

Era una excelente mañana, sin embargo, un grupo de personas se marchaba de los terrenos del palacio imperial con una expresión fantasmal en sus rostros. Parecía como si fueran a convertirse en cenizas en el preciso instante en que los rayos del sol los iluminaran.

Los siete largos días de exámenes habían terminado. Después de haber dado el máximo en el examen, ahora podían relajarse, pero parecía que necesitarían más tiempo para poder hacerlo.

De entre el grupo, un extraño sonido proveniente de una flauta se dejaba escuchar. Al instante, el grupo de pálidos recobró su energía y en una fracción de segundo, formó un camino frente a Shuurei dirigiéndolo hacia el dueño de la flauta. Shuuei no pudo evitar no pensar de esa forma, una vez que sus ojos aterrizaron en su excéntrico hermano menor, con su estúpida ropa chillona, en medio del camino.

Extrañamente, todavía quedaba gente al lado de su hermano.

“…¡Arrggggh! ¡Te dije que pararas! ¡Todos ya están exhaustos! ¡¿Estás tratando de drenar sus últimas energías?! Oye, ¡¿podrías dejar de caminar a nuestro lado?! ¡Si todos piensan que somos iguales, nuestros hijos y todos sus tatara tataranietos tendrán que soportar la vergüenza!”

“Shu…Shuurei-san… ¿podrías por favor no hablar tan francamente?”

“¡Eres demasiado blando, Eigetsu-kun! ¡¿Cuántos problemas hemos tenido que pasar gracias a este pavo real?! ¡Ni siquiera tengo idea si venimos aquí para presentar un examen imperial o para convertirnos en monjes! ¡En este momento, estoy segura de que he alcanzado tanta iluminación como la de los ‘sennins’ (Iluminados)!”

En contra de sus deseos, Shuurei estalló en risas…era cierto, la grandeza de corazón de Shuurei no tenía par, ni siquiera la de los Ocho Iluminados se le igualaba. A pesar de su estallido de furia y de las crueles palabras que le dijo a Ryuuren, hasta Shuurei sabía que no tenía intenciones de herirlo.

El sonido de la flauta se detuvo al momento. El crujido de sus abundantes prendas hizo resonó.

“Qué maravillosa idea, Shuurei. Bien, mis amigos del alma, emprenderemos un viaje. Eigetsu, tú también. En vez de desperdiciar aquí tu tiempo y dejar que se te vaya la felicidad en un lugar como este, planeemos nuestro gran futuro. Crearemos una leyenda más grande que la de los Iluminados. Cuando lleguemos al final de nuestras vidas, dejemos que nuestras últimas palabras sean ‘no tenemos reproches en la vida’…fuh…nuestro encuentro definitivamente es cosa del destino.”

Hasta Eigetsu se quedó mudo. Para ese jovencito de corazón tan blando, parecía que lo que Ryuuren había dicho había llegado más allá del alcance de su propio lenguaje, tanto así que ni siquiera podía pensar en una sola palabra de rechazo.

Pero Shuurei lo rechazó tajantemente.

“Ryuuren, por favor haz esa leyenda tú solo. Tu sola existencia ya debe haber cumplido ese objetivo. Tocaremos fanfarrias por eso. Y siento decirte que, incluso ahora, ¡todavía tengo reproches en mi vida!”

Shuuei, quien escuchó toda su conversación, pudo rápidamente concluir que se reprochaba a sí misma el haberse relacionado con Ryuuren. Sin embargo, como si no lo hubiera advertido, Ryuuren levantó su fina ceja.

“¿Qué? Mi alma gemela no. 1, ¿sucedió algo? Todavía tienes reproches en tu vida y yo, que estoy a tu lado, ¿no estoy al corriente? ¡Qué fracaso! No merezco ser tu alma gemela. ¡Ah, pero aún no es demasiado tarde! Shuurei, dime todos los detalles. Daré lo mejor de mí para arreglar la fractura que hay en tu corazón. No tienes que agradecerme. Para un amigo del alma, es natural hacerlo.”

Sin esperar la respuesta de Shuurei, él empezó a tocar la flauta produciendo un sonido que estremeció a la tierra. Uno podía ver la expresión en el rostro de la chica, incapaz de descifrar sus razones para tocar la flauta bajo tales circunstancias, y luego, sus gestos de agotamiento, como si sus últimas fuerzas se las hubiera arrebatado el sonido.

Y entonces, Eigetsu descubre a Shuuei, quien estaba parado frente a ellos. Sus ojos se abrieron ampliamente por la sorpresa.

“E…eeh… ¡¿General Ran?! Casi no lo pude reconocer con ese atuendo.”

Shuuei alzó la mirada y se desconcertó.

“¡¿Eh?! ¡Gyaaa! ¡General Ran! Uh…”

Cuando su figura entró en su mirada, Shuurei permaneció en silencio, y sin darse cuenta…

“…umm… usted y eso…uh…el que toca la flauta por allá, realmente son hermanos, ¿cierto?”

Shuuei vestía un atuendo casual que demostraba su buen gusto y dejó su cabello suelto caer por su espalda. El sólo estar de pie ahí, la elegancia de Shuuei lo hacia parecer como acabado de salir de una pintura. A nadie le cruzaría por la mente que este oficial militar tenía la misma sangre que cierto pavo real que tocaba la flauta.

“Cuántas veces desde hace 18 años que esto nació, he estado tratando de convencerme a mí mismo, pero desafortunadamente es verdad.”

En su interior, Shuuei exhaló un suspiro, pero todavía se las arreglaba para sonreírles a Shuurei y Eigetsu.

“Ustedes dos deben estar cansados después del examen. Bueno… erm… siento haberlos hecho pasar por tantos problemas.”

El sonido de la flauta se detuvo. Por primera vez, Ryuuren miraba fijamente a su hermano con ojos severos.

“¿Qué? Gukei no. 4, ¿por qué clase de problemas has hecho pasar a mis amigos del alma? Honestamente, estoy muy avergonzado de ser parte de tu familia. Tus hábitos de perseguir chicas han empeorado tu personalidad. ¡Oh! ¡¿Eres tú el culpable de que mi alma gemela número 1 tenga reproches en su vida?! ¡¿Cómo pudiste hacer algo que manchara su joven vida a mis espaldas?! ¡Te he juzgado mal Gukei!”

Shuuei aún era capaz de mantener su sonrisa, pero muy adentro, le tomó muchos esfuerzos el poder contener el impulso por desenvainar la espada que llevaba en la cintura.

…este estúpido hermano menor…

“Ryuuren, ¿entiendes de quién es el culpable de haber hecho que Shuurei-dono y los demás terminaran siendo arrojados en un dormitorio que parecía prisión?”

“Definitivamente fue culpa del Emperador porque él fue quien dio la orden y también tuya y de tus cómplices con intenciones malvadas. Honestamente, era evidente que el trato que nos dieron fue injusto. De no ser por mí y mi flauta para curar su agonía, y de mi alma gemela no. 1 que es una excelente cocinera, no sé qué hubiera pasado.”

Shuurei y Eigetsu palidecieron.

El pasado mes, 7 oficiales a cargo renunciaron uno tras otro a causa de cierto joven. A causa de él y de su flauta, 80% de los candidatos que se quedaron en el mismo dormitorio que él cayeron en un estado mental trastornado, y quienes estaban a cargo estuvieron ejecutando el plan para salvar a ese 80% de lo que llamaron ‘el dormitorio embrujado no. 13’. El resto del desafortunado 20%, quienes de alguna forma se las arreglaron para mantener sus sentidos cerca del límite, fueron dejados atrás y siguieron gritando y rogando ser liberados del mencionado dormitorio. Era como si vivieran en la misma prisión que un atroz criminal, y luego fueron juntos a llorarle al oficial supervisor. Como resultado, después de considerar el asunto, el Emperador decidió poner al trío que resultó inmune a la influencia de Ryuuren (Kou Shuurei, To Eigetsu y Heki Hakumei) a que se hiciera cargo de Ryuuren y los tres fueron puestos en un dormitorio que realmente parecía una prisión, junto con cierto joven. Ninguno de ellos habría soñado que después de tantos exámenes, tendrían que soportar el último examen y al mismo tiempo, obligados a vigilar a alguien como Ryuuren, simplemente porque los demás pensaban que eran inmunes a él. Eso fue a mediados del invierno, pero el viento que soplaba a través de sus corazones era mucho más frío que el invierno mismo.

…¿y qué hacía que este pavo real pensara como ese ‘cierto joven’? Hasta Shuurei estaba perdida, y no podía hacer más que abrir y cerrar la boca en vano.

Shuuei dio por terminada la conversación. Mientras presionaba su sien, el fue directo hacia su principal objetivo.

“Ryuuren, vamos a casa.”

“Ni hablar.”

La conversación de los hermanos terminó de pronto.

Shuuei mismo no tenía ganas de pasar el tiempo con Ryuuren, sin embargo, el no podía contradecir una orden definitiva de sus hermanos mayores. Además, había fallado al instante en su primer intento. No habría una segunda vez.

“…En primer lugar el error fue mío por no haberte capturado y confinado en nuestra residencia en cuanto llegaste a Kiyou, antes que dejarte ir cuando empezaran los exámenes. A causa de tu decisión de mudarte a los alojamientos preparados para los candidatos, sin mi consentimiento, no sólo tuve que aguantar las quejas de quién sabe cuánta gente, sino que mi reputación también ha disminuido.”

“Ohh… ¿tu reputación está tan agotada que tienes que idear algo para elevarla? Qué sorpresa. Y añadiendo el incidente del dormitorio, parece que el Emperador tiene problemas con la ineptitud de sus subordinados.”

“No tantos como los problemas que yo he tenido por ser hermano de alguien como tú. ¿Por qué te niegas a regresar a nuestra mansión?”

“Esa residencia es demasiado grande y fastuosa. No concuerda con mi sentido de la belleza.”

Para mantener el prestigio de la familia Ran, la gran mansión había sido perfeccionada por el mejor jardinero y artesano del país, por varias generaciones. A través del tiempo, la elegancia de la mansión podía ser nombrada como una de las mejores en el país y que se merecía ser una de las más preciadas joyas del país.

Shuuei no tenía idea de dónde su hermano había sacado su extraño sentido estético.

“Aún si tú lo dices, nuestros hermanos ya me colgaron la responsabilidad de vigilarte. Si quieres, no me importaría usar nuestros recursos familiares para construirte una mansión que vaya con tus gustos.”

Ryuuren alzó las cejas.

“Honestamente, utilizar el dinero y la influencia para obligar a alguien a algo así, es justo como esos diabólicos magistrados. Cuando pienso que es mi propio hermano quien dice tales cosas, no puedo evitar sentirme avergonzado. Pero aún no es demasiado tarde. ¿Qué te parece si emprendes un viaje de autodescubrimiento? Pienso que esa clase de viaje sería un desperdicio en ti, pero seguramente hará alguna diferencia.”

“Te regreso el consejo para ti, estúpido Ryuuren. El que se siente avergonzado soy yo. Si fuera un magistrado diabólico, en lugar de decírselo a un hermano tan excéntrico como tú, preferiría decírselo a alguien tan linda como Shuurei-dono.”

Ante la ligera respuesta de su hermano, Ryuuren instantáneamente cubrió a Shuurei con su espalda.

“Es grosero que trates de hacerle daño a mi alma gemela no. 1 con ese colmillo venenoso tuyo. No me retractaré aunque seas mi propio estúpido hermano. Qué mala suerte. Incluso si soy echado de este lugar, todavía tengo mi última fortaleza, aún me quedan mis amigos del alma.”

Shuurei y Eigetsu se sacudieron ante la mención de “amigos del alma”. Ellos tenían pensado retirarse lentamente de la zona, sin embargo, Ryuuren los sujetó de los brazos como si tuviera ojos en la espalda.

“Durante este mes, nuestra amistad ha sido fuertemente afianzada. No importa qué clase de obstáculo nos espere por delante, ¡nuestro lazo permanecerá fuerte por toda la eternidad! Cualquier truco sucio que intentes usar, está destinado a fallar. Ellos no dudarán en aceptarme para quedarme bajo su techo en ruinas.”

Shuurei palideció. No importa cómo lo viera, bajo estas circunstancias, estaba claro que se refería a la casa de Shouka.

“Discúlpame por tener una casa con el techo en ruinas…err…eso no es lo que quise decir… ¡No decidas las cosas como te plazca! ¡Eigetsu-kun es cosa aparte, pero no tengo tiempo suficiente para ocuparme de ti también!”

Era cuestión de preparación mental. Sin embargo, ni siquiera su franqueza pudo alcanzar a Ryuuren.

“No te preocupes. Ya sé que haciendo a un lado el problema monetario, eres una excelente chef que puede convertir las hojas de rábano en un maravilloso platillo. No hay necesidad de sobresalir entre amigos del alma. Tu corazón puede estar tranquilo. Durante mi estancia, seguramente podré ganar algunas monedas con mi flauta. Fuh… lo hice muchas veces mientras estuve de viaje, así que estoy acostumbrado.”

¡¿Ganar dinero con su flauta?! Shuurei dudaba de lo que oía, pero Eigetsu recordó algo que trataba de preguntar.

“…¿La gente te decía que te daría dinero y luego te pedían que te marcharas de inmediato?”

“Justo como esperaba de mi alma gemela no. 2, sabes lo que hay en mi mente. Dentro de poco, seremos capaces de entendernos uno al otro. Estoy tan feliz. Parece que el sonido de mi flauta es tan escandaloso, que satisface a cualquiera simplemente al emitir unas cuantas notas.”

Shuuei podía sentir que Shuurei le dirigía una mirada lastimosa… ‘él es su hermano, así que por favor, ¡sea responsable y lléveselo de aquí!’ Sus ojos decían más de lo que las palabras podían expresar.

Shuuei también tenía sus límites. Sin embargo, su hermano tenía que ser retenido a toda costa. Si él dejaba las cosas así y le permitía quedarse en casa de Shouka, no sólo ocasionaría problemas a la familia de Shouka, sino que era muy probable que se ganara el odio de cierto Ministro.

Y también… Shuuei respiró profundamente.

“…Ryuuren, te diré esto sólo una vez.”

Shuuei puso su mano en la espada envainada a su cintura.

“Ven conmigo. Si no, realmente voy a desenfundar esto.”

En contraste con su tono de voz usual, esta vez, su voz era extremadamente fría. Shuurei y Eigetsu no pudieron evitar sentir que un escalofrío recorría sus espaldas.

Sus palabras iban en serio. Shuuei mismo estaba completamente al tanto de que no podía tener una charla apropiada con su hermano menor, si no llegaba hasta ese punto.

“No puedo dejar que alguien que lleva el nombre de Ran Ryuuren como tú ande vagando por ahí, especialmente mientras estás en Kiyou. ¡Sé más consciente!”

Por una fracción de segundo, los ojos de Ryuuren resplandecieron ferozmente. Fue sólo un instante y fue contenido nuevamente detrás de sus cejas.

“…No puedo causar problemas a esos transeúntes. Honestamente, qué poco refinado. Nada se compara a la agonía de tener que regresar a esa mansión despilfarradora pero… está bien. Iré.”

“Bien.”

Ryuuren seguiría fiel a sus palabras. Shuuei retiró su mano del puño de su espada, aliviado.

Shuurei podía sentir un aire un tanto enrarecido entre ambos. Ella miro de ida y vuelta a Shuuei y a Ryuuren. Con un poco de duda, regresó la mirada a Shuuei y se retractó de lo que había dicho.

“…umm. General Ran. No creo que sea problema si Ryuuren se queda en mi casa. Después de todo, parece que mi casa se ha convertido en una especie de posada para gente extraña…uh… aunque es una casa en ruinas, hay suficientes habitaciones para todos. Además, estuvimos juntos en el examen, así que ya estamos acostumbrados a él, de alguna manera. No importa si Ryuuren se queda en mi casa en este momento…”

Desafortunadamente, al mismo tiempo, Shuuei captó la expresión en la cara de Ryuuren. Era difícil leer su expresión, sin embargo, ser su hermano por los últimos 18 años era suficiente para que él pudiera percibir lo que se escondía detrás.

“No te preocupes. No puedo dejar que te tomes más molestias. Soy yo quien sentirá envidia si te sigues ocupando de los gustos de Ryuuren.”

“No ensucies nuestra amistad sincera, Gukei.”

Aun cuando frunció el ceño con disgusto, aún así, Ryuuren rechazó la oferta de Shuurei.

Nadie sabía lo que había en la mente de Ryuuren, cuando él les presentó su flauta de acero, de la cual nunca se había separado, a ambos.

“Me despido de ustedes, queridos amigos. Lamentablemente tenemos que separarnos por un tiempo, hasta que se anuncien los resultados del examen. Tomen esto en mi lugar.”

¡Ryuuren dejó ir su flauta! Shuurei y Eigetsu estaban asombrados. Y Shuurei, quien inconscientemente atrapó la flauta mientras caía, al mismo tiempo, caía de rodillas por el peso excesivo.

“¡Gyaa!... ¿por… por qué está tan pesada?”

Rápidamente, Shuuei sujetó a Shuurei, tomó la flauta y dejó salir un suspiro.

“Ryuuren, por favor, piensa antes de actuar. ¿Qué hubiera pasado si Shuurei-dono se hubiera roto un hueso o dos por esto? Si quieres darles algo, ¿por qué no les das algunas de las plumas que tienes en la cabeza? Después de todo, son tus largamente esperados amigos. Tienes que apreciarlos mucho.”

Inesperadamente, Ryuuren guardó silencio y tomó dos plumas de su cabello. Esta vez, se las entregó en las manos.

Shuurei y Eigetsu recibieron las plumas que les habían sido entregadas.

Viendo la expresión de alivio de su hermano, inconscientemente, una ligera sonrisa apareció en el rostro de Shuuei.

“Ahora, vamos a casa, Ryuuren. Sube al carruaje.”

“Como siempre, qué pobre gusto tuviste para este carruaje.”

“No tan malo como el tuyo.”

“No coinciden los gustos de alguien con su personalidad, Gukei.”

“Yo más que feliz. Si en un billón de oportunidades, coincidieran, sería mi fin. Entonces, Shuurei-dono, Eigetsu-kun, nos vemos después.”

Dejando a Shuurei y Eigetsu con su agradable sonrisa, Shuuei siguió a Ryuuren al interior del carruaje. En pleno asombro, Shuurei y Eigetsu vieron el finamente construido carruaje desaparecer del alcance de su vista. Entonces, intercambiaron miradas uno al otro.

Dos


“Ooh… entonces, el más pequeño de los Ran ha regresado a la residencia del General Ran, ¿eh?”

Al regresar a casa después de un largo mes, Shuurei es recibida por su padre con su sonrisa acostumbrada. Fue cuando Shuurei vio su sonrisa, que ella se dio cuenta de toda la perseverancia que había tenido que soportar hasta ese día. ‘Estoy de vuelta…’ desde el fondo de su corazón, se sintió aliviada.

Ella había tenido que convencer a Eigetsu de regresar con ella a su casa, pero no vio a uno de sus preciados miembros de su familia.

Seiran no estaba por ningún lado.

Ella estaba sorprendida, y cuando preguntó a su padre, parecía que había sido asignado como uno de los guardias especiales para la seguridad del proceso de calificación de los exámenes, para prevenir cualquier posibilidad de fraude. De hecho, cuando un candidato pasaba esta etapa de examen, la siguiente sería la última, la etapa ‘denshi’ (entrevista). Cuando un candidato era elegido para presentar la etapa ‘denshi’, era muy probable que aprobara el examen imperial. No era de extrañar que el proceso de calificación estuviera tan estrictamente vigilado. Sin embargo, esa estrecha seguridad había hecho que Seiran no estuviera en casa cuando Shuurei regresó, y por eso no pudieron verse.

Por esa razón, sólo tres personas, Shouka, Shuurei y Eigetsu estaban sentadas a la mesa para la cena de esa noche.

“Y, ¿ese joven se parece a su hermano?”

Sonriendo, Shouka hizo esa pregunta, y al mismo tiempo, tanto Shuurei como Eigetsu dejaron de comer.

“…Bue…bueno…sus rostros se parecen.”

Shuurei recordó los exámenes, y sus ojos parecían distantes. En el dormitorio, ella había tenido que soportar a ése pavo real de Ryuuren y estaba por de más decir que estaba exhausta a la hora de su examen. De hecho, el pasar el examen imperial aseguraba el futuro de alguien hasta la tercera generación. Con el fin de aprobar el examen, muchas personas no dudaban en utilizar toda clase de métodos, honestos o deshonestos. No era raro encontrar participantes que escribían partes del examen dentro de sus ropas. Para evitar tales trampas, los participantes, incluyendo a Ryuuren, eran obligados a usar un conjunto de ropas que habían sido preparados por los examinadores para el examen. Siendo honestos, cuando Shuurei marchó del dormitorio hacia el examen, nunca se le ocurrió que el apuesto hombre vestido con un uniforme normal y que había entrado a la habitación de junto era Ryuuren. Ella se dio cuenta de la identidad del hombre después de hora y media de que el examen había comenzado, cuando escuchó el sonido de alguien roncando. Ella se congeló ante ese descubrimiento.

(…Su nivel de transformación sobrepasaba al de Ensei cuando éste se afeitaba la barba.)

De cualquier forma, el atuendo normal de Ryuuren durante el examen le daba, sin lugar a dudas, un fuerte parecido al General Ran.

“Entonces, también se parece a sus tres hermanos mayores.”

“¿Hermanos? ¿No sólo es el General Ran?”

“Si. Shuuei-dono tiene tres hermanos mayores.”

“…ooh… ahora que lo pienso, Ryuuren llama al General Ran ‘Gukei no. 4’.”

Eigetsu tomó aliento en admiración.

“Eso quiere decir que Ryuuren-san es el quinto de 5 hermanos. Su casa debe de ser muy animada.”

Shouka no negó ni afirmó el comentario de Eigetsu. En realidad, el padre de ciertos hermanos también era bien conocido por ser un casanova. Además de los hijos que tuvo con su esposa legítima, también tuvo hijos con sus otras amantes. Si esos hijos de diferentes madres se incluían, sumaban un gran número. Sin embargo, los únicos que tenían permitido llevar el apellido ‘Ran’ de la casa principal eran los cinco hijos de su esposa legítima. En cierta forma, eso de que era uno de cinco hermanos, no era mentira.

“Papá, por la forma en que hablas, parece que te son bastante familiares. ¿Acaso también conoces a los otros tres?”

“Si. Nos conocimos a causa de varias cosas que ocurrieron en el pasado. Actualmente, esos tres están muy ocupados. A diferencia del pasado, ahora sólo nos escribimos cartas de vez en cuando.”

“Heee… esta es la primera vez que escucho de esto. Papá, en verdad tus conexiones son muy extensas. Y nunca las usas. Aunque los Kou cortaron sus lazos contigo, los hermanos Ran fueron de las pocas personas que no lo hicieron. Son personas agradables.”

“¿También Ryuuren-kun es agradable?”

Shuurei sintió que el vegetal asado que estaba comiendo se atoraba en su garganta al momento de escuchar la pregunta de su padre.

“S… si… cuando lo pienso, él no es tan malo. Él es franco en lo que dice y en lo que hace. En esa forma, es un hombre bastante sencillo. Sin embargo, como puedo decir esto… su honestidad es 52 grados diferente comparado con una persona común. Es por eso que, aunque es un hombre sencillo, su sencillez está 52 grados por fuera del común de la gente.”

“…¿Por qué usas un ejemplo tan extraño?...”

“Si fueran 45 o 90 o 180 grados podrías darte una idea. Pero es muy raro encontrar a alguien que entienda la lógica de Ryuuren. Eso es lo que quiero decir.”

Extrañamente suficiente, tanto Eigetsu como Shouka quedaron convencidos con esa explicación.

“El Ministro Ko también es un hombre excéntrico. A pesar de eso, sigue teniendo algo en común. Por ejemplo, su forma de pensar sobre el gobierno. Es únicamente su forma de pensar en algunos aspectos, o su máscara, lo que es diferente de los demás. Pero todos los aspectos de Ryuuren van más allá de lo común. Es justamente porque no tiene nada de común, que todo sobre él es raro. Por eso, sin importar lo que haga, parece extraño y la mayoría de las veces termina volviéndose un problema. En general, si dices que es un ‘chico agradable’, habrá gente que se muestre reacia a confirmar ése argumento.”

Shouka estaba asombrado… qué gran capacidad de observación poseía su hija. Shouka intentó preguntar casualmente.

“¿No querías relacionarte con Ryuuren-kun? ¿Te desagrada?”

“¿Sinceramente?”

“Si.”

Shuurei no dudó en responder.

“Bueno… si me preguntaran si me agrada o desagrada, la respuesta es que me agrada. En cierto modo, él es más tonto que Ryuuki, el sólo seguirle el ritmo, ocupa todas mis energías y es muy cansado. Sin embargo, no hay mentiras en Ryuuren.”

Eigetsu rió estando de acuerdo.

“Es verdad. Ryuuren-san es muy honesto. Es bastante extraño, muy difícil de comprender, bastante complejo y nadie puede darse una vaga idea de lo que está pensando. Sin embargo, creo que es difícil encontrar alguien tan auténtico como él. es sólo que su lógica está más allá de nuestros límites del entendimiento, pero no hay nada falso en cada una de las cosas que él hace.”

Shuurei sorbió su sopa.

“Tienes razón. No hay nada artificial en él. Durante el examen, ni siquiera trajo un solo pergamino con él. Todos los días se la pasaba durmiendo, tocando la flauta o comiendo. Nunca lo vi estudiar, ni una sola vez. No había un solo idiota como él en el examen final. Aún así, su intención no era lucir genial o renunciar al examen; esa era su naturaleza. Difícilmente se puede encontrar un idiota como él que pueda durar hasta el final con tanta falta de interés. Como su compañera de examen, sus modales despreocupados realmente me sacaban de quicio. Tuve que gritarle quién sabe cuántas veces y ni así cambió su forma de ser, ni siquiera un poco.”

Shuurei terminó su sopa y lucía algo abatida.

Shouka rió levemente, ya que entendía la razón detrás de la expresión melancólica de su hija.

“…¿Estás preocupada por Ryuuren-kun?”

“Uuuum… en cierta forma, la última vez que lo vimos, parecía extrañamente obediente, más que lo usual. También sentí que el General Ran estaba diferente a lo normal…”

‘Ran Ryuuren’, Shouka suspiró ese nombre en su mente.

“…Oye, Shuurei… dijiste que la lógica de Ryuuren-kun es difícil de entender para las demás personas…”

“¿Si?”

“Si lo ves del lado opuesto, ¿no significa que él no puede ver las cosas desde el mismo ángulo que los demás? Creo que él debe estar muy solo y aislado.”

Shuurei y Eigetsu lo miraron fijamente asombrados.

“Si dices que te agrada y que es un joven muy honesto, deberían estar preparados hasta cierto punto. Cuando te relacionas con alguien, tienes que tratar a la otra persona de la misma forma en que te trata. Si esa persona nunca te miente, tu tampoco deberías mentirle. Si alguien te dice que le agradas, entonces no puedes corresponder a sus sentimientos a medias. Si lo haces, lo lastimarás. En vez de darle esperanzas, en primer lugar deberías abstenerte de involucrarte.”

Shuurei y Eigetsu asintieron en silencio. Ambos miraron las plumas que Ryuuren les había dado.

Shouka dirigió una mirada serena a ambos. Y luego, les volvió a preguntar.

“¿A ambos les agrada Ryuuren-kun?”

Eigetsu asintió. Como respuesta, Shuurei dio un suspiro.

“…Mañana, cuando vaya de compras, pasaré a la residencia Ran para invitarlo a cenar.”

Shouka sonrió.

“Creo que estará encantado.”

“…Papá, aunque no has conocido a Ryuuren en persona, parece que lo entiendes muy bien.”

Shuurei dijo eso asombrada, no porque quisiera ser sarcástica.

Shouka sorbió su té, luego miró a la luna que colgaba alto en el cielo fuera de la ventana.

“Umm… por todo lo que me has contado, parecen ser completamente diferentes, pero conozco a alguien que tiene un gran parecido a Ryuuren-kun. Si tengo que dar una idea, tal vez estaría 232 grados fuera de lo común…”

Shouka pensó en su hermano menor, quien actualmente tenía el puesto de Ministro de Asuntos Civiles.

Tres


Esa noche, Kou Reishin, quien había sido clasificado con 232 grados fuera de lo normal por parte de su hermano, dejaba su residencia de muy buen humor. Su destino: la residencia de su colega y amigo, Ministro de Finanzas, el enmascarado Kijin.

Su visita no fue requerida. A pesar de eso, era bastante inusual que Ko Kijin dejara entrar a Reishin a su residencia sin una queja. Kijin ya estaba enterado de que desde ese día en adelante, Ran Shuuei se tomaría unos días de vacaciones y de que Ran Ryuuren había regresado a la residencia Ran.

Cuando ambos se quedaron a solas en una cálida y agradable habitación, Kijin se quitó la máscara. Pese a que los años pasaban, su belleza seguía siendo sin igual. Hoy, una tenebrosa sombra se proyectaba sobre sus bellas facciones.

“Ran Ryuuren, eh… ¿qué opinas, Reishin?”

“¿Huh? Nada en particular. No me interesa.”

Kijin había supuesto que Ryuuren era la causa de la visita de Reishin. Ante esa seca respuesta, él alzó un extremo de su ojo.

“¿No te interesa? Es el primer descendiente directo que han enviado en los últimos 7 años.”

“Tanto tú como Kouyuu dicen cosas similares. No tengo el menor interés por saber qué intenciones tienen los Ran, o sobre Ryuuren, ni en nada que tenga que ver con eso.”

“Regresa a casa de una vez.”

Ante la exclamación de su apuesto colega, quien le había pedido que se fuera sin dejarlo dar un sorbo del té que les habían servido, Reishin dio un suspiro de decepción mientras descansaba cómodamente en una silla. Contrario a él, Kijin pensaba seriamente en el futuro del país. Esa fue su razón para convertirse en un oficial. Esa era la razón detrás de su tensión con respecto al hermano menor y descendiente directo de los Ran.

“…Comparado con su hermano, él es un tipo diferente de prodigio. Sería bastante difícil emplearlo… o mejor dicho, es inútil.”

“¿Estás seguro?”

“No importa cómo lo veas, es completamente inútil.”

“Pero, es un verdadero genio.”

“Si. Su genialidad supera la de sus otros hermanos; él es el más brillante de los Ran. Al mismo tiempo, también es verdad que es excéntrico. Si tengo que decirlo desde el punto de vista de un Ministro, no hay lugar para él en la corte. Él actúa únicamente bajo su propia lógica… No tengo nada qué ver con aquellos que son completamente inútiles. Qué necesario es un gran número de prodigios y un escaso número de ‘personas talentosas para entender a los demás’. Tener verdaderos genios sólo sería un obstáculo, no una ayuda.”

“…Eso es severo.”

“Es la verdad. Tú y él son diferentes.”

“Sin embargo, su existencia es fundamental.”

“Si. Para la gente que puede comprenderlo a él, es una valiosa existencia que raramente se puede obtener. Yo simplemente me tiraré a observar cómo se manejará ése mocoso sobre este asunto.”

Contrariamente a su tono, lo que Reishin había dicho, sin duda era verdad.

“…Como el Ministro de asuntos del personal, te preguntaré esto: esa actitud excéntrica de Ran Ryuuren… ¿es sólo actuación?”

“Houju, si pudiera clasificarlo, no diría que Ran Ryuuren es un verdadero genio. La única persona que puede saberlo es él mismo.”

Un genio… una persona que conoce la voluntad del cielo… Alguien que está algo fuera de lo común no sería llamada ‘genio’. De hecho, es dudoso si hay gente en este mundo que sea respetada como genio, tan poca que se puede contar con los dedos. A pesar de eso, era un hecho desafortunado que Ryuuren fuera una de esas escasas personas; lo cual lo había hecho acreedor al nombre de “Ryuuren”.

Tenerlo como aliado equivaldría a obtener un enorme poder para uno mismo. Las habilidades para ver más allá de las mentiras, para definir los hechos sobre varios asuntos en lugar de sólo hacer vagas predicciones; esas habilidades supuestamente se reflejaban en los ojos de Ran Ryuuren. En cierta forma, su poder superaba incluso a los poderes sobrenaturales de la familia Hyou.

(…Si embargo, no había forma de que ése mocoso se apropiara de Ran Ryuuren.)

Aquellos que tenían la posibilidad de hacerlo…

“Por cierto, si no era por Ran Ryuuren entonces, ¿qué te trajo por aquí en primer lugar?”

Reishin sonrió ampliamente al escuchar la pregunta de su colega.

“Traje unos nuevos regalos para ti.”

“…Déjalos y sal de aquí.”

Sin embargo, Reishin había empezado a abrir el paquete que había traído. No daba signos de querer detenerse en lo que estaba haciendo en ese momento.

“Éstas son verdaderas obras de arte. En cierta forma, también fueron hechas para mí.”

Kijin se congeló al instante ante la visión de las numerosas máscaras reveladas frente a él. Todo lo contrario, Reishin se veía extremadamente feliz.

“¿Qué piensas de estas máscaras con el rostro de mi hermano? Ésta es una cara sonriente, una ligeramente sonriente, una bastante preocupada, abandonada… hay más.”

…Aquellas máscaras realmente eran piezas maestras. Cada una de ellas era misteriosamente similar a las expresiones de Shouka, como si esas máscaras hubieran sido arrancadas directamente de Shouka. Honestamente eran aterradoras.

Si embargo, Kijin estaba atorado buscando sus palabras. Tenía la sensación de que si hubiera echado a Reishin, como acostumbraba hacerlo, sería bastante maleducado para la máscara sonriente de Shouka. Esto era lo que pasaba por la mente de Kijin.

“¡Vamos! ¡Vamos! Ponte ésta, Houju. Ahora vamos a ensayar.”

“…¿Ensayar?”

Reishin dejó salir algunos carraspeos que sonaban extrañamente felices y llenos de orgullo.

“Es para cuando visite la casa de mi hermano. Creo que es tiempo de que lo haga. Kouyuu se ha estado desviando con ése objetivo cerca de un año. Durante el verano, estuve ayudando y protegiendo a Shuurei de cierto jefe negrero enmascarado. Le he dejado una buena impresión como un ‘agradable tío’. Me he ganado a la perfección el favor de mi querida sobrina. Sin embargo, últimamente no he tenido oportunidad de hablar con mi hermano, así que estoy algo preocupado.”

Kijin siempre estuvo conciente de la estupidez de Reishin, y ahora nuevamente se convencía de este pensamiento. Era difícil de creer que ese rostro que sonreía de oreja a oreja frente a él, pertenecía a la persona que –momentos antes- había evaluado a Ran Ryuuren con una fría y natural expresión.

Huh, Kijin se burló de Reishin.

“Te diré esto. La impresión que Shuurei tiene de ti es apenas la de un ‘extraño tío’. Deja de engañarte y cambiar eso a tu conveniencia.”

“¡No digas mentiras! ¡Hu huh! Estás celoso, ¿no? No importa cuánto trates de sacudir mis creencias…”

“Primero que nada, el que se ha vuelto más cercano a ella es Kouyuu. Tú ni siquiera te has acercado un paso, ¿verdad? No sólo es que ella desconozca tu nombre o tu existencia; ése verano, la única impresión que le dejaste es la de un ‘extraño tío’. ¿Cuándo y cómo es que te volviste cercano a ella? ¿Recibiste sus saludos de Año Nuevo?”

“¿Sa… saludos de Año Nuevo, dijiste?”

Reishin palideció ante los comentarios despiadados de Kijin.

“No… no me digas que…”

“Después de todo, nos escribimos cartas a menudo y estrechamos nuestros lazos de amistad.”

Esta vez, la belleza de Kijin brilló al máximo.

“Bueno, detesto en absoluto la idea de convertirme en pariente tuyo; pero si las cosas siguen de esta forma, no serás más que un pariente fantasma. Por primera vez puedo dejar de preocuparme y me siento aliviado.”

A Reishin no le quedó ningún poder para responder a la dureza de Kijin, debido al shock que había recibido. Puso varias de las máscaras con expresiones de Shouka de regreso en el paquete, indudablemente presa de un estado de inconciencia mental, y luego salió tambaleante del cuarto. Justo como un fantasma.

Después de verlo salir, Kijin encontró la máscara de Shouka sonriente en el piso. Debió haberse caído cuando Reishin las devolvió al paquete. Kijin la recogió cuidadosamente.

“Shouka-dono, yo te respeto desde el fondo de mi corazón.”

Kijin lo sabía. Reishin también era uno de los pocos genios que habían en este mundo. Sin embargo, por pura suerte, tenía a Shouka. Era únicamente por la existencia de su hermano, que Reishin parecía ser uno de los que estaban de este lado. De no ser por la existencia de Shouka, quien aceptaba a Reishin tal y como era, no habría sido posible para Kijin interactuar con él como lo había hecho hasta ahora. Sólo cuando se trataba de su hermano, Reishin regresaba de ser un genio, a ser humano. La conexión entre aquél mundo y este, residía únicamente en Shouka.

El único que verdaderamente podía entender a Reishin, aceptar y absorber la infinita oscuridad y soledad dentro de Reishin era Shouka. Siempre había sido Shouka desde el principio, ahora y en el porvenir. Era imposible para él, Yuushun o para Kouyuu, cumplir con ese rol. Era imposible para aquellos que estaban involucrados a medias en la vida de Kou Reishin, llegar a comprenderlo por completo.

Por lo tanto, Shouka era una persona ‘especial’ para Reishin.

Kijin sonrió amargamente.

“No es de extrañar que los ‘excéntricos’ le presten atención. Después de todo, ella es la hija de Shouka-dono, quien es capaz de aceptar tranquilamente a ése Resihin.”

Una ligera diferencia que atraía otra. Esa debía ser la principal razón.

***

La brillante luz de luna iluminaba el cielo nocturno.

Solo, Ryuuren miraba fijamente la luna en un rincón apartado de la residencia. Él murmuró ante la presencia que se aproximaba a donde él estaba.

“…Pensar que ‘la más elegante casucha’ es algo como esto… es verdaderamente patético.”

“Si me hubieras mandado una carta antes de tu llegada, habría hecho que la llenaran de pasto y cualquier cosa que te gustara.”

“El sólo dejar crecer todo en un solo lugar no es lo suficientemente bueno. Honestamente… juntar plantas provenientes de las ocho provincias en un solo lugar… es una deshonra.”

Ryuuren murmuraba sus quejas una tras otra. Sin embargo, no estaba mostrando su espíritu habitual. Desde que habían regresado a la casa, Shuurei había empezado a preocuparse por el estado abatido de Ryuuren. Obviamente, su hermano no se comportaba con normalidad.

Él se había limitado a sí mismo a un lugar apartado de la residencia, y no se había escuchado nada desde entonces. Ni los sonidos de su flauta, y era muy posible que tampoco pudiera dormir. Había permanecido en ese estado, permanentemente parado en el jardín.

En ese momento, Shuuei pensó que Ryuuren tal vez estaba…

Ryuuren alzó una ceja y le echó una mirada al jardín.

“…Hermano, pensar que alguien como tú pudiera en verdad establecerse en un lugar como este…”

Shuuei ni siquiera pregunto ‘a qué clase de lugar’ se estaba refiriendo Ryuuren. Cuando llegó a Kiyou por primera vez, se sorprendió a sí mismo. Una persona sensible debe sentirlo una vez que entra a Kiyou. En general, no es una impresión tan impactante; sin emabrgo, a juzgar por su expresión, Ryuuren tenía una opinión opuesta.

“La espléndida capital que ha recibido la protección divina de los Ocho Iluminados… cuando te acostumbras, no es tan malo. A pesar de eso, los fantasmas se aparecen aquí. Yo mismo he visto uno.”

Shuuei recordó el evento del año pasado, cuando la primavera apenas empezaba. Él y Kouyuu se escondieron cerca de los archivos en un esfuerzo por exterminar un fantasma que había estado rondando el lugar… y pensar que ya había pasado un año desde entonces…

“La protección divina de los Ocho Iluminados, ¿eh?”

Ryuuren cerró los ojos, lamentando.

“Sólo pude pensar que eso significaba que me estaban probando. Aquí, los ‘ayakashi’ posiblemente no podrían cometer ningún pecado. Como si eso le dijera a la gente que la malicia y los actos malignos brotan de su propio interior.”

Ryuuren miró a su hermano.

“No tienes que vigilarme. Cumpliré mi promesa.”

“Lo sé. No estoy preocupado por eso. El aprobar el examen entre los tres primeros lugares no es un gran problema para alguien como tú. Por cierto, si sigues vestido así, te va a dar un resfriado.”

Ryuuren no vestía su llamativo atuendo habitual. Estaba envuelto en unas simples y ligeras ropas. Al parecer, acababa de darse un baño, ya que el transparente y cálido vapor seguía emitiéndose de su cuerpo. Shuuei cubrió el cabello mojado de su hermano con una gruesa prenda.

“Sólo cuando estás vestido con un atuendo normal como este, puedo sentir que realmente eres mi hermano.”

Eso en cuanto a elegancia. En lugar de Shuuei, lo más probable era que la gente dijera que Ryuuren era impresionantemente más apuesto.

De repente, Ryuuren empezó a recitar un poema. Normalmente, Shuuei habría soltado un suspiro pensando que su hermano había empezado con su extraño comportamiento. Sin embargo, esa noche, Shuuei podía entender la razón detrás de la excentricidad de Ryuuren. Es por eso que permaneció en silencio y sentado a su lado.

La melodiosa y clara voz de Ryuuren llevaba una agradable sensación a sus oídos. Ryuuren tenía un buen sentido para los sonidos. Él podía hacer todo a la perfección, incluso en el aspecto musical, a excepción de la flauta. Nadie se explicaba por qué era tan malo con la flauta (yokobue), y encima de eso, le tomó gran apego a la flauta que era tan malo para tocar. A decir verdad, Shuuei quería que alguien pudiera explicarle el misterio que había detrás de la excelente habilidad de Ryuuren para tocar una ‘tatebue’ (un tipo de flauta similar a la flauta dulce), cuando era tan malo tocando la flauta.

El poema se detuvo abruptamente. La expresión de Ryuuren se ocultaba detrás de su cabello que le cubría las mejillas.

Shuuei dejó de pensar.

“Ryuuren, acabo de recibir una carta de Shuurei-dono. Ella te invita a cenar en su casa mañana. Parece que vendrá a recogerte mañana.”

Ryuuren guardó silencio. Él no tomó la carta que estaba siendo extendida hacia él. Shuuei continuó.

“Está bien. Te doy permiso. Puedes ir.”

Después de eso, Ryuuren recibió la carta. La metió cuidadosamente en su bolsillo, y lentamente se levantó de su asiento. Shuuei sujetó su cuello y lo obligó a regresar, ya que estaba a punto de cruzar el jardín con ése atuendo que llevaba.

“Espera. ¿A dónde vas vestido así?”

“Tengo que ir a ganar unas monedas.”

“¿Huh? ¿Unas monedas?”

“Como su amigo, no puedo poner otra carga sobre los hombros de mi alma gemela no. 1, quien está en una situación financiera bastante apretada. No puedo perder ni un momento más.”

Su expresión y su comportamiento permanecieron inmutables, sin embargo, la melancólica expresión que lo rodeaba momentos atrás, había desaparecido por completo.

Shuuei estalló en contra de su voluntad.

Francamente hablando, a comparación de Ryuuren, Shuuei era un hombre común. Él pensó que lo que se reflejaba en los ojos de Ryuuren era obviamente diferente a lo suyo. Debido a esta peculiaridad, su hermano había estado completamente solo en este mundo. Había estado solo desde que nació, y a su vez, él naturalmente había tomado esto como un hecho.

…El amor de Ryuuren por la naturaleza y la elegancia era algo que ellos no cambiarían. Ellos lo aceptaban en silencio. Ellos podían aliviar un poco su soledad.

Sin embargo, él la había encontrado.

Había encontrado personas que seguían deseando preocuparse por él, aunque no compartieran su punto de vista. Gente que aceptaba, que correspondía a sus palabras y a sus sentimientos, que le permitían estar a su lado. Amigos que se enfadarían, le gritarían y le demostrarían afecto desde el fondo de sus corazones. Los primeros ‘forasteros’ que no habían escapado de su hermano.

(…ambos tienen mi más profunda gratitud.)

Él había estado simplemente existiendo en este mundo. Al menos, había empezado a involucrarse con este mundo.

“…Ryuuren, tú eres ‘Ran Ryuuren’.”

Un nombre que había recibido los dos caracteres de “Souryuurensen”, el símbolo de la familia Ran. Ése no era el nombre original de ‘Ryuuren’. Su excepcional genialidad fue reconocida, y él recibió el nombre de ‘Ryuuren’ cuando sólo tenía 4 años. A lo largo de la historia de los Ran, la existencia de “Ran Ryuuren” era poco frecuente. Cuando eso pasaba, aquellos que heredaban ése nombre principalmente regían como jefes de la familia.

No mucha gente estaba al tanto de ese significado especial.

‘Ran Ryuuren’…es un símbolo de la familia Ran, y también su última carta. En una situación de crisis, ‘Ran Ryuuren’ es una existencia absoluta, sobrepasando incluso las decisiones del jefe de la familia.

Ryuuren comenzó su deambular después de heredar el nombre de ‘Ran Ryuuren’ y raramente se quedaba en casa. Desde el principio siempre había sido un niño extraño; sin embargo, su comportamiento cambió instantáneamente desde entonces. A pesar de ello, sus tres hermanos mayores, quienes regían como jefes de la familia, y Shuuei mismo, nunca dijeron nada. Ellos simplemente compartían un acuerdo silencioso.

‘Ran Ryuuren’ tenía que ser de esa forma. ‘Ran Ryuuren’ no debía ser fácilmente manipulado por otros. La idea de ser capaz de manipular a ‘Ran Ryuuren’ debía hacerse a un lado. ‘Ran Ryuuren’ ostentaba una autoridad absoluta sobre los Ran, es por eso que nadie debía ser capaz de encontrarlo. Un ‘Ran Ryuuren’ que vagara por el mundo y que no escuchara una palabra en caso de que lo encontraran, era lo que la casa principal esperaba de ‘Ran Ryuuren’.

Hasta ahora, Shuuei había compartido exactamente la misma idea. Para empezar, él difícilmente tenía oportunidad de ver a Ryuuen debido a sus costumbres nómadas que lo hacían estar alejado del hogar la mayor parte del tiempo. Y aunque pudieran reunirse, la peculiar personalidad de Ryuuren hacía imposible que Shuuei pensara en él como su lindo hermanito. Shuuei tenía que soportar la compañía de Ryuuren simplemente porque era su hermano pequeño. Hablando honestamente, Shuuei no podía comprender las relaciones entre hermanos, como la del actual emperador y su hermano mayor, y la de cierto ministro con su hermano mayor. De hecho, él preferiría tener como hermano menor al actual emperador.

Sin embargo, ahora sentía que podía entender algo de su hermano menor; el pequeño hermano que la gente en general, describía como ‘raro’.

“Al mismo tiempo que tú heredaste el nombre de ‘Ran Ryuuren’, nuestros tres hermanos mayores asumieron la posición de líder de la familia.”

14 años atrás, sus tres hermanos renunciaron a sus puestos en la corte imperial y se convirtieron en el líder de la familia. Su nuevo estatus causó bastante conmoción en aquél tiempo. No sólo era la primera vez en la larga historia de las Siete Familias que la posición de un líder de familia era asumida igualmente por más de una persona; además, los tres eran considerados como señal de mala suerte.

A pesar de que los miembros de la familia exigían que fuera ‘Ran Ryuuren’, ellos no se avergonzaron y tomaron el liderazgo de la familia.

“Eso fue para protegerte.”

Él se había estado preguntando. Su hermano menor había sido reconocido como ‘Ran Ryuuren’ a pesar de su muy corta edad. Nadie lo desaprobaría como líder de la familia, en lugar de eso, los salvaría de una desleal disputa por la autoridad más alta en la familia. Por lo tanto, ‘Ran Ryuuren’ generación tras generación ha sido asociado con el privilegio del líder de la familia. Pese a esto, sus tres hermanos mayores, por su propia voluntad, asumieron el liderazgo y dividieron la autoridad entre ellos.

“Lo sé.”

Ryuuren murmuró. Su aliento se volvió humo blanco. Shuuei cerró los ojos. Efectivamente, no había forma de que su hermano menor estuviera consciente de eso…

“Estoy feliz.”

Por lo tanto, Ryuuren lentamente continuó.

“Estoy pensando irme de viaje.”

“Si.”

En aquél momento, si Ryuuren hubiera tomado el liderazgo de la familia, habría sido aislado del mundo en ese preciso instante. Permanecería solo hasta el fin de su vida.

La primera última oportunidad que le había quedado a Ryuuren estaba casi destruida. Sin embargo, en los momentos más cruciales, sus tres hermanos mayores la habían guardado por su bien.

Y entonces, Ryuuren aprovechó la oportunidad. Él usó al máximo la libertad que silenciosamente le habían dado sus tres hermanos para buscar la llave de la puerta que abriría este lado del mundo que permitiría su existencia.

Lo había logrado a tiempo. Al fin, en su 18º año.

“Ryuuren… nuestros hermanos no tomaron esa posición para ti. Ellos son los líderes de de hecho y de facto de la familia. Por lo tanto, las generaciones de ‘Ran Ryuuren’ no están obligadas a ser el líder de la familia.”

Tomando la máxima autoridad sobre la familia, los tres hermanos mayores habían abandonado la opción de volver a obligar a Ryuuren a ser el jefe de familia. Actualmente, el más pequeño de los hermanos tendría muchas opciones de futuros para elegir. Esa debía ser la ‘libertad’ que nunca hubieran podido desear las generaciones de ‘Ran Ryuuren’.

“…No sabía que nuestros hermanos fueran tan amables contigo…”

Shuuei despeinó el cabello de su hermano. Cuando reflexionó en ello, sintió que nunca había tenido un solo acto fraternal hacia su Ryuuren. No era un gesto apropiado para un joven de 18 años, pero aún así tenía ganas de hacerlo. Ahora, por primera vez, pensaba que su hermano menor –quien estaba muy emocionado por ver a sus amigos- era lindo.

“Lo siento. Hasta ahora, lo único que he pensado sobre ti es que eras un extraño y absurdamente desagradable hermano menor.”

“No te preocupes. Yo he pensado en ti como un hermano subdesarrollado que no era capaz de comprender la naturaleza del verdadero refinamiento. Estamos iguales.”

“Se oye como si eso fuera lo que sigues pensando de mí, aunque…”

“Esta es la primera vez que coincidimos en opiniones, eh, Gukei. Por ahora, si ya has cumplido con esto de ‘esta podría ser la única conversación conmovedora entre hermanos’ que hemos tenido, quiero que me dejes ir. Quiero ir a ganar algunas monedas para mi amiga del alma lo más pronto posible.”

Parecía que a toda costa, él quería ganar el dinero por sí mismo.

“…¿A mitad de la noche?”

“Cuando se trata de viajar, estoy más experimentado que tú. Siempre hay formas de ganar dinero de forma honesta incluso a estas horas.”

Por alguna razón, Shuurei tenía un mal presentimiento sobre esta experiencia penosa. Sin embargo, junto con su estima por el refinamiento y le elegancia, Ryuuren también odiaba los ‘actos que deshonraran el refinamiento del ser humano (crimen)’. A este respecto, Shuuei concluyó que Ryuuren lo haría bien. Después de todo, sería tonto de su parte el preocuparse por la seguridad de Ryuuren.

“Bueno entonces, puedes irte ahora. Ponte algo más abrigador antes de irte para que no pesques un resfriado.”

“Hermano Shuu.”

“¿Hmm?”

“Más que sólo hacia mí, nuestros tres hermanos mayores son amables con sus hermanos menores. Y tal vez no te hayas dado cuenta, pero tú también eres muy amable conmigo. Como mi hermano, creo que eres un hermano muy agradable.”

Ryuuren rápidamente se vistió con sus habituales ropas llamativas, y se marchó tan rápido como sopla el viento.

Después de ver a su hermano salir, Shuurei pensó en sus comentarios anteriores y rió por lo bajo… Por supuesto, esa no era una relación de hermanos tan transparente como la de otros hermanos, sin embargo…

Él pensó que ésta era verdadera después de todo.’

Fuente: http://nishitamachi.livejournal.com/51088.html#cutid1


***

Mi comentario en la segunda parte… > Temas Relacionados - Gaiden 2 (Resúmen Parte 1)


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